sábado, 27 de mayo de 2017

UN BUEN SACERDOTE SE DEJA AGOTAR POR LA GENTE Y NO REZA COMO UN PAPAGAYO, DICE PAPA FRANCISCO


Un buen sacerdote se deja “agotar” por la gente y no reza como un “papagayo”, dice el Papa
Por Miguel Pérez Pichel
 Foto: ACI Prensa





GÉNOVA, 27 May. 17 / 05:35 am (ACI).- En la segunda etapa de su viaje apostólico a la Archidiócesis de Génova, Italia, el Papa Francisco recomendó a los sacerdotes establecer una buena relación de cercanía con los necesitados y con el Padre, mediante la salida a los caminos y el recogimiento en la oración, y animó a dejarse “agotar” por la gente y a no rezar como “papagayos”.

El Santo Padre se encontró con los Obispos de Liguria, el clero, seminaristas, religiosos, religiosas, colaboradores laicos de la Curia y representantes de otras confesiones en la catedral de San Lorenzo.

Allí, el Pontífice invitó a los sacerdotes y consagrados a imitar el estilo de Jesús en su ministerio, porque “cuanto más imitemos el estilo de Jesús, mejor haremos nuestro trabajo de pastores. Este es el criterio fundamental del estilo de Jesús”.

“¿Cómo era el estilo de Jesús como pastor?”, se preguntó. “Jesús siempre estaba en camino. En los Evangelios siempre se nos muestra a Jesús en camino, en medio de la gente, de las multitudes”.

“Si pudiéramos imaginar cómo era el horario de la jornada de Jesús, leyendo los Evangelio, podríamos decir que la mayor parte del tiempo lo pasaba en la calle. Esto significa cercanía a la gente, cercanía a los problemas: no se escondía”.

Pero Jesús también rezaba, alimentaba la relación con el Padre: “Luego, por la tarde, muchas veces se guardaba para rezar, para estar con el Padre. Estas dos cosas, este modo de ver a Jesús en la calle y rezando, nos ayuda mucho en nuestra vida cotidiana”.

Esa imagen de Jesús en constante movimiento sirvió al Papa para explicar cómo debe ejercer el sacerdote su ministerio: “No debemos tener miedo al movimiento, a la dispersión de nuestro tiempo”.

Por el contrario, “el miedo más grande en el cual debemos pensar, el que debemos imaginar, es el de una vida estática: el miedo a una vida de sacerdote que lo tiene todo bien resuelto, bien en orden, estructurado, todo en su lugar, en hora. Yo tengo miedo de esos sacerdotes estáticos, que incluso permanecen estáticos en la oración, ‘yo rezo de tal hora a tal hora’”.

Francisco advirtió que “una vida así, tan estructurada, no es una vida cristiana. Quizás ese párroco sea un buen empresario, pero yo me pregunto: ¿Es cristiano? ¿O vive por lo menos como un cristiano? Sí, celebra la Misa, pero el estilo, ¿es un estilo cristiano?”.

“Jesús siempre fue un hombre de calle, un hombre de camino, un hombre abierto a las sorpresas de Dios. En cambio, el sacerdote que lo tiene todo planificado, todo estructurado, que permanece generalmente cerrado a las sorpresas de Dios y que se pierde esa alegría de la sorpresa del encuentro”, no sigue el ejemplo del Señor.

El Papa destacó que “la mayor parte de las personas con las que se encuentra Jesús en el Evangelio eran necesitados, enfermos, endemoniados, pecadores, gente marginada, leprosos. Luego estaba el encuentro con el Padre y el encuentro con sus hermanos. Todo se debe vivir en esa clave del encuentro. Tú, sacerdote, ¿te encuentras con Dios, con el Padre, con Jesús en la Eucaristía, con los fieles?”.

Otro ejemplo de cómo imitar a Cristo es la oración. Un sacerdote puede orar bien, u orar como un “papagayo”, indicó el Obispo de Roma. “Tú puedes estar una hora delante del Sagrario, pero rezando sin encontrar al Señor, rezando como un papagayo. ¡Pero pierdes el tiempo!”.

“Si tú rezas, déjate mirar por el Señor, dile una palabra al Señor, pídele algo, escucha lo que dice. Y con la gente lo mismo. Nosotros, sacerdotes, sabemos cuánto sufre la gente cuando viene a pedirnos un consejo o algo”.

El Papa aconsejó a los sacerdotes que se desprendan de sus egos, que sean humildes, porque “uno de los signos que indican que no se va bien por el camino es cuando el sacerdote habla demasiado de sí mismo, de las cosas que hace, de lo que le gusta hacer…, es un signo de que no es un hombre de encuentro, como mucho es un hombre del ‘espejo’, le gusta mirarse, verse reflejado”.

Y animó: “Vosotros, sacerdotes, debéis examinaros y preguntaros: ¿soy un hombre de encuentro? ¿Soy un hombre de sagrario? ¿Soy un hombre de calle? ¿Soy un hombre de ‘oreja’ que sabe escuchar?”.

En este sentido, exhortó a dejarse “agotar” por la gente: “¿me dejo ‘agotar’ por la gente? Eso era Jesús. Jesús tenía una clara conciencia de que su vida era para los demás: para el Padre y para la gente, no para sí mismo. Se daba, se entregaba: se daba a la gente, se entregaba al Padre en la oración”.

El Papa también habló de fraternidad entre sacerdotes. “Es tan difícil la fraternidad entre nosotros… Es un trabajo de todos los días, la fraternidad presbiteral”.

“Acogerse, rezar juntos…, y luego una buena comida en común, hacer una fiesta juntos. Los sacerdotes jóvenes: un partido de fútbol juntos. ¡Eso hace bien! Hermanos, la fraternidad es muy humana. Debemos recuperar el sentido de la fraternidad”.

“Cuando no hay fraternidad sacerdotal, hay traición. Se traiciona al hermano. Se vende al hermano. El mayor enemigo de la fraternidad sacerdotal es la murmuración por envidia, por celos o porque no me cae bien, o porque piensa de otra manera, o quizás porque se ve más importante la ideología que la fraternidad”.

PAPA FRANCISCO: QUIEN NO CONOCE EL VALOR DEL TRABAJO, NO COMPRENDE LA EUCARISTÍA


Papa Francisco: Quien no conoce el valor del trabajo, no comprende la eucaristía
Por Miguel Pérez Pichel






GÉNOVA, 27 May. 17 / 04:16 am (ACI).- El Papa Francisco comenzó su viaje pastoral a la Archidiócesis de Génova, Italia, afirmando, ante trabajadores de la planta siderúrgica Ilva, que “un mundo que no conoce el valor del trabajo, tampoco comprende la eucaristía”.

El Santo Padre respondió a las preguntas y preocupaciones de un trabajador, un desempleado, un empresario y un sindicalista de la planta y reflexionó sobre la dignidad del trabajo.


Empresarios, no especuladores.

En sus respuestas, el Papa recordó que “el empresario es una figura fundamental de toda buena economía. No hay una buena economía sin buenos empresarios. No hay buena economía sin vuestra capacidad de crear, de crear empleo, de crear productos”.

Además, afirmó que “el verdadero empresario conoce a sus trabajadores, porque trabaja junto a ellos, trabaja con ellos. No olvidemos que el empresario debe ser, ante todo, un trabajador. Si él no tiene esta experiencia de la dignidad del trabajo, no será un buen empresario”.

En este sentido, estableció la diferencia entre el buen empresario y el especulador, empezando por su relación con los trabajadores. “A ningún buen empresario le gusta despedir a su gente, y si tiene que hacerlo, siempre es una decisión dolorosa que, si pudiera, no haría. Quien piense resolver los problemas de su empresa despidiendo a gente, no es un buen empresario: es un comerciante. Hoy vende a su gente, mañana venderá su propia dignidad”.

El especulador “es una figura parecida a aquella que Jesús, en el Evangelio, llama ‘mercenario’, para contraponerlo al Buen Pastor”, afirmó el Papa. “El especulador no ama a su empresa, no ama a los trabajadores, sino que ve la empresa y a los trabajadores solo como medios para tener beneficios”. “Despedir, cerrar la empresa no le crea ningún problema”.

“Cuando la economía está formada por buenos empresarios, es amiga de la gente, y de los pobres. Cuando pasa a manos de los especuladores, todo se arruina. Con los especuladores la economía pierde su rostro. Es una economía sin rostro. Una economía abstracta”. “Hay que temer a los especuladores, no a los empresarios”.

La dignidad del trabajo.

Por otro lado, aseguró que “los lugares del trabajo y de los trabajadores son también lugares del pueblo de Dios. El dialogo en los lugares de trabajo no es menos importantes que el diálogo que hacemos en las parroquias o en los solemnes centros de convenciones, porque los lugares de la Iglesia son los lugares de la vida, y por lo tanto también las plazas y las fábricas son lugares de la Iglesia”.

“Trabajando nos volvemos más personas. Nuestra humanidad florece, los jóvenes se vuelven adultos trabajando. Sobre la tierra hay pocas alegrías más grandes que aquellas que se experimentan trabajando, al igual que se experimentan pocos dolores más grandes que aquellos dolores del trabajo cuando el trabajo explota, aplasta, humilla y mata. El trabajo puede hacer mucho mal porque puede hacer mucho bien”.

El Santo Padre insistió en la dignidad que el trabajo otorga al hombre. “Los hombres y las mujeres se nutren del trabajo como el trabajo es fuente de dignidad. Por esta razón, en torno al trabajo se edifica todo el pacto social. Porque cuando no se trabaja, se trabaja mal, se trabaja poco o se trabaja demasiado, es la democracia la que entra en crisis”.

Es de esta forma en que se deben ver, explicó, los retos que plantean las transformaciones sociales y laborales auspiciadas por el desarrollo tecnológico. “Es necesario mirar sin miedo, pero con responsabilidad, a las transformaciones tecnológicas de la economía y de la vida, y no resignarse a la ideología que imagina un mundo donde solo la mitad o, quizás, dos tercios de los trabajadores trabajarán, y el resto estará mantenido por una asignación social”.

“Hay que tener claro que el objetivo verdadero no es la prestación económica para todos, sino el trabajo para todos. Porque sin trabajo para todos, no habrá dignidad para todos”. “El trabajo de hoy y de mañana será diferente, pero deberá ser trabajo, no jubilación”.

Los valores del trabajo.

Francisco advirtió contra los “nuevos valores de las grandes empresas y de las grandes finanzas que no son valores en línea con la dimensión humana y, por lo tanto, con el humanismo cristiano”.

Como ejemplo de estos “nuevos valores” perjudiciales, habló de la cultura de la competición entre trabajadores en el interior de la empresa: “un error antropológico y humano, y también un error económico, porque olvida que la empresa, primero de todo, es cooperación, mutua asistencia, reciprocidad”.

Otro valor que, en realidad es “un desvalor”, continuó el Santo Padre, es la meritocracia. “La meritocracia fascina mucho, porque emplea una palabra bella, el mérito, pero como la instrumentaliza y la emplea en sentido ideológica, la desnaturaliza y la pervierte”.

“La meritocracia se está convirtiendo en una legitimación ética de la desigualdad”, advirtió. “El nuevo capitalismo, por medio de la meritocracia, da un vestido moral a la desigualdad porque interpreta los talentos de las personas no como un don, sino como un mérito, determinando un sistema de ventajas y desventajas acumulativas”.

La importancia de los días libres.

En respuesta a las preguntas de la trabajadora desempleada, el Obispo de Roma señaló que, quien no es capaz de encontrar trabajo “siente que pierde la dignidad hasta aceptar malos empleos. No todos los trabajos son buenos. Hay muchos trabajos malos y sin dignidad”, aseguró.

También valoró la importancia del tiempo libre, de los días libres, en el trabajo, porque “sin días libres, el trabajo se convierte en esclavitud. Y para tener días libres, necesitamos tener trabajo. En las familias donde hay desempleados, no hay verdaderamente domingo, y las fiestas se convierten en días de tristeza porque falta el trabajo del lunes. Para celebrar los días de fiesta es necesario poder celebrar el trabajo”.

Por último, invitó a hacer oración “antes, durante y después del trabajo”, e invitó a recitar aquellas oraciones de nuestros padres y abuelos, que, muchas veces, “eran oraciones del trabajo”.

“El trabajo también es amigo de la oración. El trabajo está presente también en la eucaristía, cuyos dones son fruto de la tierra y del trabajo del hombre. Un mundo que no conoce los valores del trabajo, tampoco comprende la eucaristía. El campo, el mar, las fábricas, han sido siempre altares de los cuales se han alzado oraciones bellas que Dios ha escuchado y acogido”, concluyó.

PAPA FRANCISCO REZA EN GÉNOVA POR CRISTIANOS COPTOS ASESINADOS EN EGIPTO


El Papa reza en Génova por cristianos coptos asesinados en Egipto





GÉNOVA, 27 May. 17 / 08:29 am (ACI).- Durante su visita apostólica a Génova, y reunido con obispos, sacerdotes y religiosos de la región, el Papa Francisco rezó por los cristianos asesinados por el grupo terrorista Estado Islámico en Egipto, el 26 de mayo.

“Hermanos y hermanas, los invito a rezar juntos por nuestros hermanos coptos egipcios que han sido asesinados porque no querían renegar su fe”, dijo el Santo Padre, al comenzar su encuentro en la Catedral de San Lorenzo.

El 23 de mayo, en un ataque reivindicado por el Estado Islámico, 29 cristianos fueron asesinados mientras peregrinaban al monasterio cristiano copto de San Samuel el Confesor.

Enmascarados a bordo de una camioneta abrieron fuego contra los peregrinos, y dejaron además decenas de heridos. Entre las víctimas hay desde niños hasta mayores de 60 años.

El Papa Francisco expresó su pedido de oración “junto” a las víctimas y “a sus obispos”, entre ellos “mi hermano Tawadros”, Papa de la Iglesia copta ortodoxa.

“Los invito a rezar en silencio y luego juntos un Ave María”, dijo, para comenzar el momento de oración.

“Y no olvidemos que hoy los mártires cristianos son más numerosos que en los primeros tiempos de la Iglesia”, finalizó.

PAPA FRANCISCO LAMENTA BÁRBARO ATAQUE CONTRA CRISTIANOS EN EGIPTO


Papa Francisco lamenta “bárbaro ataque” contra cristianos en Egipto
Papa Francisco / Foto: News.va





VATICANO, 26 May. 17 / 01:09 pm (ACI).- El Papa Francisco expresó su solidaridad a las familias de los 23 cristianos coptos asesinados este viernes en Egipto, durante el “bárbaro ataque” de un grupo de terroristas contra el bus en el que viajaban hacia el monasterio de San Samuel, cerca de la ciudad de Menia, en el centro del país.

El pésame del Papa fue transmitido al Presidente de Egipto, Abdel Fattah Al Sisi, a través de un mensaje firmado por el Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Pietro Parolin.

“Profundamente entristecido al saber del ataque bárbaro en el centro de Egipto y de la trágica pérdida de vidas y heridos causada por este acto de odio sin sentido, el Papa Francisco expresa su solidaridad de corazón a todos los afectados por esta atrocidad”, señala el texto.

“Consciente de manera particular de aquellos niños que han perdido la vida, Su Santidad encomienda las almas de los difuntos a la misericordia del Todopoderoso. Asegura a sus familias afligidas y a todos los que han sido heridos en sus ardientes oraciones, y promete su continua intercesión por la paz y la reconciliación en toda la nación”, expresa.

Este nuevo atentado contra la minoría copta ocurre casi un mes después de la visita del Papa Francisco a Egipto, donde se reunió con líderes musulmanes, cristianos y políticos.

En el discurso que ofreció en la Universidad de Al-Azhar, referente educativo y teológico del mundo islámico suní, el Santo Padre lanzó un mensaje de paz en el que pidió “un ‘no’ alto y claro a toda forma de violencia, de venganza y de odio cometidos en nombre de la religión o en nombre de Dios”.

miércoles, 24 de mayo de 2017

PAPA FRANCISCO RECIBE A DONALD TRUMP Y LE INVITA A CULTIVAR LA PAZ


Papa Francisco recibe a Donald Trump y le invita a cultivar la paz
Por Álvaro de Juana
Foto: L'Osservatore Romano




VATICANO, 24 May. 17 / 04:12 am (ACI).- Un encuentro cordial de 30 minutos en el que el Papa Francisco invitó al Presidente norteamericano Donald Trump a cultivar la paz y le regaló diferentes documentos de su pontificado, como la "Amoris Laetitia" o la encíclica "Laudato Si’" sobre el cuidado de la creación.

A primera hora del miércoles, el Pontífice recibió a la delegación oficial de Estado Unidos encabezada por su Presidente, y compuesta por su hija mayor, Ivanka; su yerno, Jared Kushner; el secretario de Estado, Rex Tillerson; el asesor de seguridad nacional, el teniente general H.R. McMaster, y la portavoz presidencial, Hope Hicks, además de otras ocho personas.

El Papa recibió a Trump con un “encantado de conocerle” tras lo cual pasaron a la Biblioteca privada, donde se sentaron uno frente a otro ante un escritorio. Tras algunos segundos de conversación informal, los fotógrafos, cámaras de televisión y periodistas fueron invitados a abandonar la sala y dio comienzo el diálogo privado, con la ayuda de intérpretes. Todo ello con el procedimiento habitual que se sigue con cada jefe de estado que se reúne con el Papa.

“Es un gran honor”, saludó Trump a Francisco. El Papa le reveló que “no hablo muy bien inglés, por lo que necesito un traductor”. Sin embargo, el Presidente le respondió que no es así.

Después de la reunión privada tuvo lugar el tradicional intercambio de regalos. Trump le ofreció un cofre: “Es un regalo. Son libros de Martin Luther King. Creo que los disfrutará. Espero que lo haga”.

Por su parte, el Santo Padre regaló al Presidente un medallón en el que está representado un olivo como símbolo de la paz y la unidad. "Es un olivo, que es símbolo de la paz, con dos ramas. Aquí la división de la guerra, en el medio, y el olivo está tratando de reunirlos lentamente en paz", explicó el Papa. "Nosotros necesitamos la paz", le contestó Trump. "Este es uno de mis grandes deseos: que pueda ser un olivo para la paz", le dijo a su vez Francisco.

Además, el Pontífice le regaló el mensaje para la Jornada Mundial de la Paz y la encíclica Laudato Si’, sobre el cuidado de la creación, la "Evangelii Gaudium" y el documento post sinodal "Amoris Laetitia", “uno sobre la familia, otro sobre la evangelización y otro sobre el medio ambiente y el cuidado de la casa común”. “Los voy a leer”, le dijo Trump.

En un comunicado, el Vaticano explicó que “durante las cordiales conversaciones, se ha expresado la satisfacción por las buenas relaciones bilaterales existentes entre la Santa Sede y los Estados Unidos de América, así como por el compromiso común en favor de la vida y de la libertad religiosa y de conciencia”.

“Se ha manifestado el deseo de una colaboración serena entre el Estado y la Iglesia Católica en los Estados Unidos, comprometida en el servicio a la población en los campos de la salud, la educación y la asistencia a los inmigrantes”.

Además, “las conversaciones también han permitido un intercambio de puntos de vista sobre algunos temas relacionados con la actualidad internacional y con la promoción de la paz en el mundo a través de la negociación política y el diálogo interreligioso, con especial referencia a la situación en Oriente Medio y a la tutela de las comunidades cristianas”.

El día en Roma para la comitiva estadounidense continuó después. Melania Trump, mujer del Presidente, acudió al hospital Bambino Gesù –especializado en niños- para visitar el departamento de cardiología y saludar a algunos enfermos. También visitó la capilla del hospital.

Por su parte, Ivanka, la hija del Presidente, participó en un acto organizado por la Comunidad de San Egidio en el que habló de la trata de personas y saludó después a algunos refugiados.

Sobre Trump, en un entrevista publicada en noviembre en el diario italiano La Repubblica, Francisco afirmó que “no hago juicios sobre las personas o sobre los políticos. Solo quiero comprender cuáles son los sufrimientos que sus modos de proceder causan a los pobres y a los excluidos”. Algo que también expresó a su regreso de Fátima hace tan solo unos días.

Precisamente tras esta visita, el Pontífice señaló que “una persona que piensa sólo en hacer muros, sea donde sea, y no hacer puentes, no es cristiano. Esto no está en Evangelio”, en referencia a la construcción de un muro en la frontera entre Estados Unidos y México. De esta manera Francisco también aludía a unas declaraciones de Trump en televisión en las que afirmó que el Papa “es una persona muy política” que “no entiende los problemas que tiene nuestro país” y “el peligro de la frontera abierta con México”.

Tras palabras del Papa, el Presidente respondió (antes de que fuese elegido): “para un líder religioso, es escandaloso poner en duda la fe de una persona”. Y añadió que, en caso de un ataque yihadista contra el Vaticano, Francisco “querrá y rezará solo para que Donald Trump sea Presidente, porque eso conmigo no podrá suceder”.

PAPA FRANCISCO: ANTE LA INCREDULIDAD, JESÚS OFRECE UNA TERAPIA DE ESPERANZA


Papa Francisco: Ante la incredulidad, Jesús ofrece una “terapia de esperanza”
Por Miguel Pérez Pichel
 Foto: Sabrina Fusco / ACI Prensa




VATICANO, 24 May. 17 / 04:10 am (ACI).- Durante la catequesis pronunciada en la Audiencia General de este miércoles en la Plaza de San Pedro en el Vaticano, el Papa Francisco invitó a los fieles congregados a dejarse guiar por Jesús en su “terapia de esperanza”, como hicieron los discípulos de Emaús.

La catequesis del Papa se centró en los discípulos que, tras la crucifixión de Jesús, se volvieron a sus hogares en una pequeña aldea, Emaús, decepcionados. Ese camino de Emaús se convirtió en un camino de esperanza cuando el Señor se les apareció.

“El encuentro entre Jesús y los dos discípulos de Emaús es un encuentro rápido, pero en él residió todo el destino de la Iglesia”, aseguró el Santo Padre.

Francisco explicó que los discípulos de Emaús “cultivaban una esperanza solo humana que había resultado destrozada”. Antes de la Pascua, antes de la Cruz, estaban “llenos de entusiasmo, convencidos de que aquellos días iban a ser decisivos para ellos y para todo el pueblo”.

“Jesús, al cual habían confiado toda su vida, parecía que iba a enfrentarse a la batalla decisiva, que iba a manifestar toda su potencia tras un largo período de preparación. No fue así”. Su esperanza “era una esperanza humana”.

Fruto de esa decepción, y del miedo a la persecución, los dos huyen de Jerusalén: “Aquella Pascua, que debería haberse convertido en el canto de la liberación, se había transformado en el día más doloroso de sus vidas”.

El Pontífice señaló que “a Dios no le gusta ser amado como se ama a un líder que arrastra hacia la victoria a su pueblo derramando la sangre de sus adversarios. Nuestro Dios es una débil llama que arde en un día de frío y viento”.

Es en ese contexto en el que se produjo el encuentro con Jesús. “Parece un encuentro fortuito, uno de tantos encuentros que se producen en la vida. Los dos discípulos marchan pensativos y un desconocido les alcanza. Es Jesús, pero sus ojos no son capaces de reconocerlo”.

“En ese momento, Jesús comienza su terapia de la esperanza”, señaló Francisco. “Esto que sucede en este camino es un terapia de la esperanza. ¿Quién la hace?: Jesús”.

Jesús, sobre todo, “pregunta y escucha. Nuestro Dios no es un Dios invasor. Aunque ya conocía el motivo de la decepción, les deja tiempo para poder sondear las profundidades de la amargura que les han arrastrado”.

Se produce así, explicó el Papa, una confesión que es un reflejo de la naturaleza humana y que se puede resumir en las palabras: “nosotros esperábamos…”. “En el fondo todos somos un poco como estos dos discípulos. Cuántas veces en la vida hemos esperado, cuántas veces nos hemos sentido a un paso de la felicidad, y luego nos decepcionamos”.

Sin embargo, el Papa Francisco rechazó ese sentimiento negativo de decepción porque “Jesús camina con todas las personas decepcionadas que van con la cabeza baja. Y caminando con ellos, de manera discreta, procede a dar esperanza”.

Para encender en los discípulos de Emaús la llama de la esperanza, “Jesús les habla sobre todo por medio de las Escrituras. Quien tome en la mano el libro de Dios, no encontrará historias de heroísmo fácil, fulminantes campañas de conquista. La verdadera esperanza nunca se alcanza a un bajo precio: pasa siempre por medio de la derrota”.

El Pontífice insistió: “Jesús siempre está a nuestro lado para darnos la esperanza, para calentar nuestros corazones y decirnos ‘ve adelante, yo estoy contigo. Ve a delante’”.

“Dios caminará con nosotros siempre, siempre. También en los minutos más dolorosos, también en los momentos más feos, también en los momentos de la decepción, ahí está el Señor y ahí reside nuestra esperanza. Vayamos adelante con esa esperanza, porque Él está a nuestro lado caminando con nosotros, siempre”, concluyó.      

PAPA FRANCISCO Y MELANIA TRUMP


El Papa pregunta a Melania con qué alimenta a Trump y la respuesta hace reír a todos



VATICANO, 24 May. 17 / 10:04 am (ACI).- En la audiencia que esta mañana el Papa Francisco concedió al Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, una pregunta que el Pontífice hizo a la Primera Dama hizo reír a los presentes.

Ocurrió después de la reunión privada entre el Santo Padre y el mandatario. En el momento de saludar a la comitiva presidencial, el Pontífice ofreció un breve pero divertido saludo a la esposa del Presidente, Melania Trump.

“Y la señora, ¿le da de comer ‘potizca’?”, preguntó con una sonrisa Francisco en español mientras señalaba al Presidente Trump. Melania, durante unos segundos, quedó un poco sorprendida al escuchar la pregunta reformulada en inglés por el intérprete y respondió con una sonrisa: “¿potizca?, sí”.

La respuesta de la Primera Dama de Estados Unidos hizo reír a todos porque muchos de los presentes y en las redes sociales entendieron “pizza”.

La potizca es un dulce típico de Eslovenia y el Santo Padre lo conoce porque una de sus sobrinas está casada con un esloveno. Por ello, en alguna otra ocasión cuando ha saludado a alguien de este país le ha mencionado el plato típico.

La esposa de Donald Trump es eslovena de origen pero nacionalizada estadounidense.