lunes, 26 de diciembre de 2016

SALUDO DEL PAPA FRANCISCO POR NAVIDAD


PAPA FRANCISCO: EL MUNDO ODIA A LOS CRISTIANOS


Papa Francisco: El mundo odia a los cristianos por la misma razón por la que odió a Jesús
Por Miguel Pérez Pichel
Foto: L'Osservatore Romano



VATICANO, 26 Dic. 16 / 06:55 am (ACI).- Durante el Ángelus presidido en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, por el Papa Francisco afirmó que el mundo odia a los cristianos por la misma razón por la que odio a Jesús, porque “Él trajo la luz de Dios y el mundo prefiere ocultar las tinieblas para ocultar sus obras malas”.

Ante los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, el Pontífice se preguntó por qué el mundo odia a los cristianos, por qué hay tanta persecución contra aquellos que creen en el Evangelio.

“El mundo odia a los cristianos por la misma razón por la que odió a Jesús, porque Él trajo la luz de Dios y el mundo prefiere las tinieblas para ocultar sus obras malas. Hay una oposición entre la mentalidad del Evangelio y la mentalidad de lo mundano. Seguir a Jesús significa seguir su luz, que se enciende en la noche de Navidad y disipa la oscuridad del mundo”, señaló.

El Pontífice recordó, con motivo de la fiesta de San Esteban, el primer mártir, a todos los cristianos que sufren persecución y violencia en el mundo. Señaló que “el martirio continúa estando presente en la historia de la Iglesia, desde Esteban hasta nuestros días”, y repitió las palabras de Jesús en el Evangelio: “Seréis odiados por causa de mi nombre”.

“También hoy la Iglesia, para dar testimonio de la luz y de la verdad, experimenta en diversos lugares duras persecuciones, hasta la suprema prueba del martirio. ¡Cuántos de nuestros hermanos y hermanas en la fe sufren abusos, violencia y son odiados por su fe en Jesús!”, exclamó.

Francisco explicó que “los mártires de hoy son más que aquellos que murieron en los primeros siglos. Cuando leemos la historia de los primeros siglos del cristianismo, aquí en Roma, leemos tanta crueldad con los cristianos… Yo os digo: es la misma crueldad que hay hoy con los cristianos, y en número mayor”.

El Obispo de Roma exhortó a pensar de forma especial en ellos, “y a permanecer cercanos a ellos en nuestro afecto, en nuestra oración y, también, en nuestro clamor”.

En este sentido, subrayó con admiración cómo “ayer, día de Navidad, los cristianos perseguidos en Irak celebraron la Navidad en su catedral destruida”. “Es un ejemplo de fidelidad al Evangelio. A pesar de las pruebas y peligros, dan testimonio con valentía de su pertenencia a Cristo, y viven el Evangelio trabajando en favor de los últimos, de los que más sufren, haciendo el bien a todos sin distinción. Testimonian, así, la caridad en la verdad”.

El Papa resaltó el valor del martirio de San Esteban para la comunidad cristiana. “Es el testimonio glorioso propio del martirio cristiano, sufrido por amor a Jesucristo”, afirmó.

“El protomártir Esteban, lleno del Espíritu Santo, fue lapidado porque confesó su fe en Jesucristo, Hijo de Dios. El Unigénito que viene al mundo invita a cada creyente a escoger el camino de la luz y de la vida. Este es el significado profundo de su venida a nosotros. Amando al Señor y obedeciendo a su voz, el diácono Esteban escogió a Cristo, Vida y Luz para cada hombre. Al elegir la verdad se convirtió, al mismo tiempo, en víctima del misterio del mal presente en el mundo. ¡Pero en Cristo, Esteban ha vencido!”.

Evangelio comentado por el Papa Francisco:

Mateo 10:17-22

17 Guardaos de los hombres, porque os entregarán a los tribunales y os azotarán en sus sinagogas;


18 y por mi causa seréis llevados ante gobernadores y reyes, para que deis testimonio ante ellos y ante los gentiles.

19 Mas cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o qué vais a hablar. Lo que tengáis que hablar se os comunicará en aquel momento.

20 Porque no seréis vosotros los que hablaréis, sino el Espíritu de vuestro Padre el que hablará en vosotros.

21 «Entregará a la muerte hermano a hermano y padre a hijo; se levantarán hijos contra padres y los matarán.

22 Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará.

RENUNCIEMOS A LA TRISTEZA Y LO EFÍMERO PORQUE HA NACIDO DIOS


Papa Francisco en Navidad: Renunciemos a la tristeza y lo efímero porque ha nacido Dios
Foto: ACI Prensa



VATICANO, 24 Dic. 16 / 04:21 pm (ACI).- En la Misa que presidió a las 21:30 horas de Roma en la Basílica de San Pedro, el Papa Francisco explicó el verdadero sentido de la Navidad: “Si queremos celebrar la verdadera Navidad, contemplemos la sencillez frágil de un niño recién nacido, la dulzura al verlo recostado, la ternura de los pañales que lo cubren. Allí está Dios”.

“El Niño que nace nos interpela: nos llama a dejar los engaños de lo efímero para ir a lo esencial, a renunciar a nuestras pretensiones insaciables, a abandonar las insatisfacciones permanentes y la tristeza ante cualquier cosa que siempre nos faltará”, afirmó.

En la homilía que pronunció el Pontífice, también afirmó que “la Navidad tiene sobre todo un sabor de esperanza porque, a pesar de nuestras tinieblas, la luz de Dios resplandece”.

“Su luz suave no da miedo; Dios, enamorado de nosotros, nos atrae con su ternura, naciendo pobre y frágil en medio de nosotros, como uno más”. Dejémonos tocar por la ternura que salva”, invitó el Papa.

A continuación, el texto completo de la homilía del Papa Francisco:

«Ha aparecido la gracia de Dios, que trae la salvación para todos los hombres» (Tt 2,11). Las palabras del apóstol Pablo manifiestan el misterio de esta noche santa: ha aparecido la gracia de Dios, su regalo gratuito; en el Niño que se nos ha dado se hace concreto el amor de Dios para con nosotros.


Es una noche de gloria, esa gloria proclamada por los ángeles en Belén y también por nosotros hoy en todo el mundo. Es una noche de alegría, porque desde hoy y para siempre Dios, el Eterno, el Infinito, es Dios con nosotros: no está lejos, no debemos buscarlo en las órbitas celestes o en una idea mística; es cercano, se ha hecho hombre y no se cansará jamás de nuestra humanidad, que ha hecho suya.

Es una noche de luz: esa luz que, según la profecía de Isaías (cf. 9,1), iluminará a quien camina en tierras de tiniebla, ha aparecido y ha envuelto a los pastores de Belén (cf. Lc 2,9).

Los pastores descubren sencillamente que «un niño nos ha nacido» (Is 9,5) y comprenden que toda esta gloria, toda esta alegría, toda esta luz se concentra en un único punto, en ese signo que el ángel les ha indicado: «Encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre» (Lc 2,12).

Este es el signo de siempre para encontrar a Jesús. No sólo entonces, sino también hoy. Si queremos celebrar la verdadera Navidad, contemplemos este signo: la sencillez frágil de un niño recién nacido, la dulzura al verlo recostado, la ternura de los pañales que lo cubren. Allí está Dios.

Con este signo, el Evangelio nos revela una paradoja: habla del emperador, del gobernador, de los grandes de aquel tiempo, pero Dios no se hace presente allí; no aparece en la sala noble de un palacio real, sino en la pobreza de un establo; no en los fastos de la apariencia, sino en la sencillez de la vida; no en el poder, sino en una pequeñez que sorprende.

Y para encontrarlo hay que ir allí, donde él está: es necesario reclinarse, abajarse, hacerse pequeño. El Niño que nace nos interpela: nos llama a dejar los engaños de lo efímero para ir a lo esencial, a renunciar a nuestras pretensiones insaciables, a abandonar las insatisfacciones permanentes y la tristeza ante cualquier cosa que siempre nos faltará. Nos hará bien dejar estas cosas para encontrar de nuevo en la sencillez del Niño Dios la paz, la alegría, el sentido de la vid

Dejémonos interpelar por el Niño en el pesebre, pero dejémonos interpelar también por los niños que, hoy, no están recostados en una cuna ni acariciados por el afecto de una madre ni de un padre, sino que yacen en los escuálidos «pesebres donde se devora su dignidad»: en el refugio subterráneo para escapar de los bombardeos, sobre las aceras de una gran ciudad, en el fondo de una barcaza repleta de emigrantes.

Dejémonos interpelar por los niños a los que no se les deja nacer, por los que lloran porque nadie les sacia su hambre, por los que no tienen en sus manos juguetes, sino armas. ´`´`El misterio de la Navidad, que es luz y alegría, interpela y golpea, porque es al mismo tiempo un misterio de esperanza y de tristeza. Lleva consigo un sabor de tristeza, porque el amor no ha sido acogido, la vida es descartada. Así sucedió a José y a María, que encontraron las puertas cerradas y pusieron a Jesús en un pesebre, «porque no tenían [para ellos] sitio en la posada» (v. 7): Jesús nace rechazado por algunos y en la indiferencia de la mayoría.

También hoy puede darse la misma indiferencia, cuando Navidad es una fiesta donde los protagonistas somos nosotros en vez de él; cuando las luces del comercio arrinconan en la sombra la luz de Dios; cuando nos afanamos por los regalos y permanecemos insensibles ante quien está marginado.

Pero la Navidad tiene sobre todo un sabor de esperanza porque, a pesar de nuestras tinieblas, la luz de Dios resplandece. Su luz suave no da miedo; Dios, enamorado de nosotros, nos atrae con su ternura, naciendo pobre y frágil en medio de nosotros, como uno más. Nace en Belén, que significa «casa del pan». Parece que nos quiere decir que nace como pan para nosotros; viene a la vida para darnos su vida; viene a nuestro mundo para traernos su amor. No viene a devorar y a mandar, sino a nutrir y servir.

De este modo hay una línea directa que une el pesebre y la cruz, donde Jesús será pan partido: es la línea directa del amor que se da y nos salva, que da luz a nuestra vida, paz a nuestros corazones.

Lo entendieron, en esa noche, los pastores, que estaban entre los marginados de entonces. Pero ninguno está marginado a los ojos de Dios y fueron justamente ellos los invitados a la Navidad. Quien estaba seguro de sí mismo, autosuficiente se quedó en casa entre sus cosas; los pastores en cambio «fueron corriendo de prisa» (cf. Lc 2,16).

También nosotros dejémonos interpelar y convocar en esta noche por Jesús, vayamos a él con confianza, desde aquello en lo que nos sentimos marginados, desde nuestros límites. Dejémonos tocar por la ternura que salva. Acerquémonos a Dios que se hace cercano, detengámonos a mirar el belén, imaginemos el nacimiento de Jesús: la luz y la paz, la pobreza absoluta y el rechazo.

Entremos en la verdadera Navidad con los pastores, llevemos a Jesús lo que somos, nuestras marginaciones, nuestras heridas no curadas. Así, en Jesús, saborearemos el verdadero espíritu de Navidad: la belleza de ser amados por Dios. Con María y José quedémonos ante el pesebre, ante Jesús que nace como pan para mi vida. Contemplando su amor humilde e infinito, digámosle gracias: gracias, porque has hecho todo esto por mí.

PAPA FRANCISCO RECUERDA A LAS VÍCTIMAS DEL AVIÓN RUSO


El Papa Francisco recuerda a las víctimas del avión ruso accidentado en el Mar Negro
Por Miguel Pérez Pichel
 Foto: News.va



VATICANO, 26 Dic. 16 / 07:38 am (ACI).- Luego del rezo del Ángelus, el Santo Padre expresó sus profundas condolencias y cercanía “al pueblo ruso” por el accidente del avión militar que se estrelló el domingo 25 de diciembre en el Mar Negro, en el cual viajaban 92 pasajeros, entre ellos el Coro de las Fuerzas Armadas Rusas.

“Expreso mis profundas condolencias por la triste noticia del avión ruso que se estrelló en el Mar Negro. Que el Señor consuele al querido pueblo ruso, a los familiares de los pasajeros que viajaban a bordo: periodistas, tripulación y miembros del excelente coro y orquesta de las Fuerzas Armadas. Que la Beata Virgen María ayude en las operaciones de rescate actualmente en curso”, señaló el Santo Padre.



El Pontífice recordó que “en el año 2004, el coro visitó el Vaticano para el 26º aniversario del pontificado de San Juan Pablo II”. “Rezamos por ellos”, afirmó.

El avión había despegado del aeropuerto de Sochi, ciudad balneario ruso en la ribera del Mar Negro, y tenía como destino la provincia siria de Latakia, donde el coro iba a ofrecer un concierto de Navidad. Sin embargo, se precipitó al mar poco después de despegar.

Las autoridades rusas, que han descartado un ataque terrorista o un fallo humano, atribuyen el incidente a causas técnicas y confirmaron el fallecimiento de todos los pasajeros y miembros de la tripulación.

miércoles, 21 de diciembre de 2016

PAPA FRANCISCO EXPLICA POR QUÉ ES IMPORTANTE EL PESEBRE EN CASA EN ADVIENTO Y NAVIDAD


Papa Francisco explica por qué es importante el pesebre en casa en Adviento y Navidad
Por Miguel Pérez Pichel
Foto: Lucía Ballester (ACI Prensa)




VATICANO, 21 Dic. 16 / 06:23 am (ACI).- Durante la Audiencia General de este miércoles, el Papa Francisco explicó la importancia de tener el pesebre en casa, además de la necesidad de contemplar cada uno de sus elementos en el tiempo del Adviento y la Navidad, porque ahí también podemos encontrar una fuente de esperanza.

“En las casas de los cristianos, durante el tiempo de Adviento, se prepara el pesebre, según la tradición inaugurada por San Francisco de Asís. En su simplicidad, el pesebre transmite la esperanza”, señaló el Papa.

“En primer lugar, nos fijamos en el lugar en el que nace Jesús: Belén. Una pequeña aldea de Judea donde mil años antes había nacido David, el pastor elegido por Dios para ser Rey de Israel”.

El Pontífice recordó que Belén no era una capital, “y por eso fue el lugar preferido por la providencia divina, que ama actuar por medio de los pequeños y los humildes”. “En aquel lugar nace el ‘hijo de David’ tan esperado, Jesús, en el cual se encuentran la esperanza de Dios y la esperanza de los hombres”.


Después “podemos mirar a María, Madre de la esperanza”. Francisco subrayó que María, con su “sí” abrió a “Dios la puerta de nuestro mundo: su corazón joven estaba lleno de esperanza, animada por la fe. Por eso Dios la eligió a ella, que ha creído en su Palabra”.

Francisco también subrayó la importancia de la presencia de San José: “Junto a María está José, descendiente de Jesé y de David, quien también ha creído en la palabra del ángel, y mirando a Jesús en el pesebre, medita acerca de aquel Niño que viene del Espíritu Santo, y que el mismo Dios ordenó llamarle ‘Jesús’. En ese nombre está la esperanza de cada hombre, porque mediante aquel hijo de mujer, Dios salvará a la humanidad de la muerte y del pecado”.

Asimismo, destacó que “en el pesebre también están los pastores, que representan a los humildes y a los pobres que esperaban al Mesías, y en Él, al consuelo de Israel, a la redención de Jerusalén. En aquel Niño encuentran la realización de esa promesa, y confían en que la salvación de Dios llegue finalmente a cada uno de ellos”.

Por último, destacó que “el coro de los ángeles anuncia desde lo alto el gran designio que ese Niño realiza: ‘gloria a Dios en lo alto del cielo, y sobre la tierra paz a los hombres que ama’. La esperanza cristiana se refleja en la alabanza y en el agradecimiento a Dios, que ha inaugurado su Reino de amor, de justicia y de paz”.

El Papa Francisco enseñó que el Nacimiento del Mesías marca “el momento en que la esperanza entró en el mundo por la encarnación del Hijo de Dios”.

El Obispo de Roma recordó las profecías de Isaías: ‘Mirad que la Virgen concebirá y dará a luz un hijo que será llamado Emmanuel’; y también: ‘Saldrá una rama del tronco de Jesé y un retoño brotará de sus raíces’”.

“En estas dos citas se transmite el sentido de la Navidad: Dios cumple su promesa de convertirse en hombre; no abandona a su pueblo, se acerca despojándose de su divinidad. De esta manera, Dios demuestra su fidelidad e inaugura un Reino nuevo, que entrega una nueva esperanza a la humanidad: la vida eterna”.

Francisco indicó que “a menudo, cuando nos hablan de esperanza, se refieren a algo que no está al alcance del hombre, o que no es visible. Por el contrario, la Navidad de Cristo, que inaugura la redención, nos habla de esperanza de una forma diferente, una esperanza en la que se puede confiar, visible y comprensible, porque se fundamenta en Dios”.

Esta esperanza, explicó el Pontífice, “entra en el mundo y nos da la fuerza para caminar con Él hacia la plenitud de la vida y de permanecer en el presente de una manera nueva, aunque sea fatigosa”.

Para el cristiano, por lo tanto, “la esperanza significa la certeza de estar en el camino con Cristo hacia el Padre, que nos espera. Esta esperanza, que el Niño de Belén nos entrega, nos ofrece una meta, un destino bueno en el presente, la salvación de la humanidad, la santidad de quien confía en Dios misericordioso. San Pablo resume esto con esta expresión: ‘En la esperanza hemos sido salvados’”.

PAPA FRANCISCO CONCEDE LIBERTAD CONDICIONAL A SACERDOTE CONDENADO POR VATILEAKS


Papa Francisco concede libertad condicional a sacerdote condenado por Vatileaks
Por Blanca Ruiz


VATICANO, 21 Dic. 16 / 06:55 am (ACI).- Como un gesto de clemencia, el Papa Francisco ha concedido la libertad condicional al sacerdote español Lucio Ángel Vallejo Balda, que había sido condenado por la filtración conocida como “Vatileaks 2”.

El sacerdote español, antiguo secretario de la Prefectura de Asuntos Económicos, fue condenado el pasado julio a 18 meses de prisión por haber filtrado documentos económicos reservados de la Santa Sede. Hasta ahora había cumplido once meses de su condena.

Este acto de clemencia del Papa Francisco con el sacerdote español le concede la  libertad condicional, lo que le permite abandonar la celda del Vaticano en la que se encontraba, pero no anula los siete meses restantes que le faltan.

Según apunta el diario español ABC, en caso de que infrinja las condiciones de esta libertad, algo que ya hizo cuando se encontraba a la espera de juicio, volvería a la celda de la Gendarmería Vaticana para cumplir el resto del tiempo que le queda.

De esta manera, el sacerdote cesa todos los vínculos laborales con la Santa Sede y pasa a integrarse en la diócesis de Astorga, León (España) a la que pertenece.

Dependerá, como todos los sacerdotes diocesanos de su Obispo, en este caso, Mons. Juan Antonio Menéndez Fernández y deberá dedicarse a las actividades que este le asigne. También se le requiere un comportamiento discreto.

Mons. Lucio Ángel Vallejo Balda fue detenido el 1 de noviembre de 2015 acusado de filtrar material clasificado de carácter económico de la Santa Sede, un proceso conocido como ‘Vatileaks 2’.

La mayoría de los documentos filtrados provenían de la Comisión Investigadora de los Organismos Económicos y Administrativos de la Santa Sede (COSEA), de la que el P. Vallejo Balda era secretario.

El proceso judicial terminó el pasado 7 de agosto con la sentencia de 18 meses de cárcel para el sacerdote y 10 meses de cárcel para la publicista italiana Francesca Chaouqui, también imputada en el caso de filtraciones.

Cuando ingresó en la celda de la Gendarmería Vaticana el 22 de agosto de 2015, el sacerdote ya había cumplido más de la mitad de la pena por una serie de medidas cautelares.

El P. Vallejo reconoció haber dado acceso a los datos financieros a varios periodistas, pero aseguró haberlo hecho bajo la presión de la publicista Chaouqui.

El Tribunal suspendió la pena a Chaouqui por su reciente maternidad.

PAPA FRANCISCO PIDE PAZ EN LA REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO


El Papa Francisco pide paz en la República Democrática del Congo
Por Miguel Pérez Pichel
 Lucía Ballester (ACI Prensa)



VATICANO, 21 Dic. 16 / 07:20 am (ACI).- Luego de la Audiencia General del miércoles, el Papa Francisco hizo un llamado a la paz y al diálogo en la República Democrática del Congo, donde la negativa del presidente Joseph Kabila a abandonar el poder, una vez finalizado su mandato, amenaza con desatar una guerra civil.

“A la luz de un reciente encuentro que he tenido con el Presidente y el Vicepresidente de la Conferencia Episcopal de la República Democrática del Congo, dirijo nuevamente un encarecido llamado a todos los congoleños para que, en este delicado momento de su historia, sean artífices de la reconciliación y de la paz”, dijo el Papa.


El Santo Padre llamó a “aquellos que tienen la responsabilidad política de escuchar la voz de su conciencia, a ser conscientes del cruel sufrimiento de sus compatriotas y a trabajar por el bien común”.

Al mismo, tiempo, Francisco quiso “garantizar mi apoyo y mi afecto al amado pueblo de ese país. Invito a todos a dejarse guiar por la luz del Redentor del mundo, y rezo para que la Natividad del Señor abra caminos a la esperanza”.

La República Democrática del Congo está atravesando unos días de graves disturbios en las calles de sus ciudades, principalmente en la capital, Kinshasa, tras la negativa del Presidente Joseph Kabila a cesar en su cargo el pasado lunes 19 de diciembre, como le obligaba la Constitución.

Según denunció la ONU, al menos 26 personas murieron el martes 20 a manos de las fuerzas de seguridad durante los disturbios en Kinshasa.

NUEVA CATEQUESIS DEL PAPA FRANCISCO SOBRE LA ESPERANZA Y EL PESEBRE


TEXTO: Nueva catequesis del Papa Francisco sobre la esperanza y el pesebre
Foto: Lucía Ballester (ACI Prensa)




VATICANO, 21 Dic. 16 / 06:37 am (ACI).- El Papa Francisco dedicó su catequesis de este miércoles a reflexionar sobre la esperanza originada en la encarnación del Hijo de Dios y la importancia de tener el pesebre en casa en el tiempo del Adviento y la Navidad.

A continuación, y gracias a Radio Vaticano, el texto completo de su catequesis de hoy:

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Hemos iniciado hace poco un camino de catequesis sobre el tema de la esperanza, muy apropiado para el tiempo del Adviento. El profeta Isaías ha sido quien nos ha guiado hasta ahora.

Hoy, a pocos días de la Navidad, quisiera reflexionar de modo más específico sobre el momento en el cual, por así decir, la esperanza ha entrado en el mundo, con la encarnación del Hijo de Dios. El mismo profeta Isaías había preanunciado el nacimiento del Mesías en algunos pasajes: «Miren, la joven está embarazada y dará a luz un hijo, y lo llamará con el nombre de Emanuel» (7,14); y también – en otro pasaje – «Saldrá una rama del tronco de Jesé y un retoño brotará de sus raíces» (11,1).

En estos pasajes se entre ve el sentido de la Navidad: Dios cumple la promesa haciéndose hombre; no abandona a su pueblo, se acerca hasta despojarse de su divinidad. De este modo Dios demuestra su fidelidad e inaugura un Reino nuevo, que dona una nueva esperanza a la humanidad. Y ¿cuál es esta esperanza? La vida eterna.

Cuando se habla de la esperanza, muchas veces se refiere a lo que no está en el poder del hombre y que no es visible. De hecho, lo que esperamos va más allá de nuestras fuerzas y nuestra mirada. Pero el Nacimiento de Cristo, inaugurando la redención, nos habla de una esperanza distinta, una esperanza segura, visible y comprensible, porque está fundada en Dios.

Él entra en el mundo y nos dona la fuerza para caminar con Él –Dios camina con nosotros en Jesús–, caminar con Él hacia la plenitud de la vida; nos da la fuerza para estar de una manera nueva en el presente, a pesar de ser difícil.

Entonces, esperar para el cristiano significa la certeza de estar en camino con Cristo hacia el Padre que nos espera. La esperanza jamás está detenida, la esperanza siempre está en camino y nos hace caminar. Esta esperanza, que el Niño de Belén nos dona, ofrece una meta, un destino bueno en el presente, la salvación para la humanidad, la bienaventuranza para quien se encomienda a Dios misericordioso.

San Pablo resume todo esto con la expresión: «Solamente en esperanza hemos sido salvados» (Rom 8,24). Es decir, caminando de este modo, con esperanza, somos salvados. Y aquí podemos hacernos una pregunta, cada uno de nosotros: ¿yo camino con esperanza o mi vida interior está detenida, cerrada? ¿Mi corazón es un cajón cerrado o es un cajón abierto a la esperanza que me hace caminar? No solo sino con Jesús. Una buena pregunta para hacernos.

El pesebre

En las casas de los cristianos, durante el tiempo de Adviento, se prepara el pesebre, según la tradición que se remonta a San Francisco de Asís. En su simplicidad, el pesebre transmite esperanza; cada uno de los personajes está inmerso en esta atmósfera de esperanza.

Antes que nada notamos el lugar en el cual nace Jesús: Belén. Un pequeño pueblo de Judea donde mil años antes había nacido David, el pastor elegido por Dios como rey de Israel.

Belén no es una capital, y por esto es preferida por la providencia divina, que ama actuar a través de los pequeños y los humildes. En aquel lugar nace el “hijo de David” tan esperado, Jesús, en el cual la esperanza de Dios y la esperanza del hombre se encuentran.

Luego, miramos a María, Madre de la esperanza. Con su “si” abrió a Dios la puerta de nuestro mundo: su corazón de joven estaba lleno de esperanza, completamente animada por la fe; y así Dios la ha elegido y ella ha creído en su palabra.

Aquella que durante nueve meses ha sido el arca de la nueva y eterna Alianza, en la gruta contempla al Niño y ve en Él el amor de Dios, que viene a salvar a su pueblo y a la entera humanidad.

Junto a María estaba José, descendiente de Jesé y de David; también él ha creído en las palabras del ángel, y mirando a Jesús en el pesebre, piensa que aquel Niño viene del Espíritu Santo, y que Dios mismo le ha ordenado llamarle así, “Jesús”.

En este nombre está la esperanza para todo hombre, porque mediante este hijo de mujer, Dios salvará a la humanidad de la muerte y del pecado. Por esto es importante mirar el pesebre: detenerse un poco y mirar y ver cuanta esperanza hay en esta gente.

Y también en el pesebre están los pastores, que representan a los humildes y a los pobres que esperaban al Mesías, el «consuelo de Israel» (Lc 2,25) y la «redención de Jerusalén» (Lc 2,38).

En aquel Niño ven la realización de las promesas y esperan que la salvación de Dios llegue finalmente para cada uno de ellos. Quien confía en sus propias seguridades, sobre todo materiales, no espera la salvación de Dios. Pero fijemos esto en la cabeza: nuestras propias seguridades no nos salvaran. Las propias seguridades no nos salvaran, solamente la seguridad que nos salva es aquella de la esperanza en Dios, aquella que nos salva, aquella fuerte.

Y aquella que nos hace caminar en la vida con alegría, con ganas de hacer el bien, con las ganas de ser felices para toda la eternidad. Los pequeños, los pastores, en cambio confían en Dios, esperan en Él y se alegran cuando reconocen en este Niño el signo indicado por los ángeles (Cfr. Lc 2,12).

Y justamente ahí está el coro de los ángeles que anuncia desde lo alto el gran designio que aquel Niño realiza: «¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra, paz a los hombres amados por él» (Lc 2,14). La esperanza cristiana se expresa en la alabanza y en el agradecimiento a Dios, que ha inaugurado su Reino de amor, de justicia y de paz.

Queridos hermanos y hermanas, en estos días, contemplando el pesebre, nos preparamos para el Nacimiento del Señor. Será verdaderamente una fiesta si acogemos a Jesús, semilla de esperanza que Dios siembra en los surcos de nuestra historia personal y comunitaria. Cada “si” a Jesús que viene es un germen de esperanza.

Tengamos confianza en este germen de esperanza, en este sí: “Si Jesús, tú puedes salvarme, tú puedes salvarme”. ¡Feliz Navidad de esperanza para todos!

sábado, 17 de diciembre de 2016

80 AÑOS DEL PAPA FRANCISCO


ES PROPIO DEL AMOR NO OLVIDAR EL CAMINO DE FE QUE HEMOS RECORRIDO


Papa Francisco: Es propio del amor no olvidar el camino de fe que hemos recorrido
Por Miguel Pérez Pichel
 Foto: Bohumil Petrik / ACI Prensa.




VATICANO, 17 Dic. 16 / 06:26 am (ACI).- En la homilía de la Misa que celebró este 17 de diciembre, con motivo de su 80 cumpleaños, en la Capilla Paulina del Palacio Apostólico en el Vaticano, el Papa Francisco alentó a “mirar atrás” y “hacer memoria” del camino de la fe que hemos recorrido. “Es propio del amor no olvidar”, dijo.

El Santo Padre exhortó a los fieles a dirigir “la mirada atrás para poder ir mejor hacia adelante. Esto es el significado de la jornada litúrgica de hoy. La gracia de la memoria. Pedir esta memoria. Es propio del amor no olvidar”.

“Es propio del amor tener delante de los ojos tanto bien que hemos recibido. Es propio del amor mirar la historia. De dónde venimos. Nuestros padres, nuestros antepasados. El camino de la fe”, señaló.

El Santo Padre llamó la atención sobre la peculiaridad del Evangelio del día, en el cual se enumera toda la genealogía de Jesús, en el período de Adviento, cuando ya estamos ansiosos por la Navidad. Según explicó parece como que “en el momento en el cual la espera vigilante se hace más intensa, cuando entramos en este camino del Adviento, en este momento en que la Iglesia empieza con las grandes Antífonas, en este momento fuerte que indica que vamos adelante hacia la Navidad, la Liturgia nos hace detenernos un poco”.


“Detengámonos”, propuso. “¿Qué significa este detenerse en un momento que progresa en intensidad? Simplemente la Iglesia quiere que hagamos memoria. Párate y haz memoria. Mira hacia atrás. Mira el camino”.

“¡Hagan memoria!”, alentó. “La memoria, esta actitud deuteronómica que le da al alma tanta fuerza. La memoria que la misma Escritura subraya como modo de rezar, de encontrar a Dios”.

Francisco destacó las bondades de la memoria. “Esta memoria nos hace bien porque hace más intensa la vigilante esperanza hacia la Navidad. La memoria que toma desde el inicio la elección del pueblo: Jesucristo hijo de David, hijo de Abraham. El pueblo elegido camina hacia una promesa, con la fuerza de la alianza y de las siguientes alianzas que fue haciendo. Así es el camino para el cristiano, así es nuestro camino simple”.

“Nos han hecho una promesa –recordó el Papa–: ‘Camina en mi presencia y sé irreprochable’, como nuestros padres. Una promesa que será plena hacia el final pero que se consolida con cada alianza que hacemos, y nos hace ver que no somos nosotros los que elegimos. Nos hace entender que todos nosotros fuimos elegidos: la elección, la promesa, la alianza son como los pilares de la memoria cristiana”.

Sin embargo, debemos evitar quedarnos en lo externo del Evangelio de hoy, en esa aparente enumeración “aburrida” y fijarnos en la gracia que contiene, pidió. “Esta es la gracia de hoy: hacer memoria. Cuando nosotros leemos este evangelio hay una historia de gracia. Una historia de gracia muy grande, pero también una historia de pecado. En el camino siempre encontramos gracia y pecado”.

“En la historia de la salvación hay pecadores grandes y también hay santos. También nosotros en la propia vida encontraremos lo mismo. Momentos de gran fidelidad al Señor, de alegría en el servicio, y momentos feos de infidelidad y pecado que nos hacen sentir la necesidad de la salvación”.

“Esta es nuestra seguridad. Porque cuando nosotros tenemos necesidad de salvación, confesamos la fe. Hacemos una confesión de fe: ‘Yo soy un pecador, pero tú me puedes salvar, tú me llevas adelante’. Y así se va a delante en la alegría de la esperanza”.

Francisco recordó que “en el adviento hemos empezado a recorrer este camino en vigilante esperanza al Señor. Nos detenemos, miramos hacia atrás, vemos que el camino ha estado lindo, que el Señor no nos ha defraudado, que el Señor es fiel”.

“Aunque también vemos que en la historia, en nuestra vida, hay momentos felices y momentos feos de pecado. Pero el Señor, Él mismo con la mano tendida para levantarnos nos dice: ‘sigue adelante. Sigue adelante al encuentro definitivo’”, señaló.

El Papa Francisco terminó su homilía invitando a todos a luchar por la gracia de la memoria: “que no nos quiten jamás la gracia de la memoria, de mirar hacia atrás todo lo que el Señor ha hecho por nosotros en la Iglesia, en la historia de la Salvación”, porque es “la historia de un Dios que quiere caminar con su pueblo y hacerse finalmente un hombre como cada uno de nosotros”.

FELIZ CUMPLEAÑOS 80 PAPA FRANCISCO!!


¡Feliz Cumpleaños 80 Papa Francisco!
Por Diego López Marina
/ Foto: L'Osservatore Romano




VATICANO, 16 Dic. 16 / 06:00 pm (ACI).- Ya son las 00:00 horas del 17 de diciembre en Roma y el Papa Francisco cumple 80 años de vida. Millones de fieles se alegran en todo el mundo por el cumpleaños del Pontífice nacido en la Argentina y que siempre pide que se acuerden de rezar por él.

Este año 2016 ha sido de grandes momentos para el Santo Padre. Poco antes de que comenzara, más precisamente el 8 de diciembre de 2015 en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, el Papa Francisco inauguró el Jubileo o Año Santo de la Misericordia al abrir, acompañado de Benedicto XVI, la Puerta Santa en la Basílica de San Pedro.

Ya en 2016, en el mes de febrero, fueron enviados a todo el mundo más de mil misioneros de la misericordia, es decir, sacerdotes que tenían como misión perdonar los pecados reservados como el del aborto, que ordinariamente solo podían absolver obispos y algunos presbíteros; una facultad que el Papa acaba de extender de manera indefinida a todos los sacerdotes a través de la Carta Apostólica “Misericordia et misera”.

Después, entre el 12 al 18 de febrero el Papa realizó un histórico viaje a México, donde además del Distrito Federal, visitó cuatro lugares donde nunca antes estuvo un Pontífice: Ecatepec, San Cristóbal de las Casas, Morelia y Ciudad Juárez en la frontera con Estados Unidos.

En el mes de junio Francisco visitó Armenia, primer país cristiano del mundo, del viernes 24 al domingo 26 y rindió homenaje a las víctimas del genocidio –entre millón y medio y dos millones de personas asesinadas– a manos de los turcos que gobernaron el Imperio Otomano de 1915 a 1923.

Más adelante, el 27 de julio el Pontífice arribó a Polonia, concretamente a Cracovia, donde presidió la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), la segunda de su pontificado luego de la realizada en Río de Janeiro en 2013 donde más de tres millones de jóvenes celebraron la fe con el Santo Padre.

También pudo visitar el campo de concentración de Auschwitz, como hizo Benedicto XVI en 2006, y el Santuario Mariano de Czestochowa.


Al término de este encuentro mundial, el Pontífice anunció que la siguiente edición de la JMJ se llevará a cabo en Panamá en el 2019.

Luego, en una multitudinaria Misa celebrada el 4 de septiembre en la Plaza de San Pedro en el Vaticano, a la que se calcula asistieron unas 120 mil personas, el Papa Francisco canonizó a Santa Teresa de Calcuta.

El penúltimo viaje del año se llevó a cabo entre el 30 de septiembre al 2 de octubre, en el que Francisco visitó los países Georgia y Azerbaiyán, dos países limítrofes con Rusia donde se encontró con las pequeñas comunidades católicas, así como con la mayoría ortodoxa y musulmana respectivamente.

El 16 de octubre el Papa Francisco canonizó a siete nuevos santos en el Vaticano, entre ellos el niño mexicano José Sánchez del Río, mártir de la guerra cristera, y el sacerdote argentino José Gabriel del Rosario Brochero, el “Cura Brochero”.

A finales de octubre se llevó a cabo el último viaje apostólico del año en el que el Santo Padre visitó Suecia del 31 de octubre al 1 de noviembre, con motivo de los 500 años de la reforma protestante y los 50 años del diálogo entre los luteranos y los católicos.

Finalmente, concluyendo el año litúrgico y previo a la Misa por la Solemnidad de Cristo Rey del Universo, el domingo 13 de noviembre se cerraron las Puertas Santas en todo el mundo y el día 20 el Papa Francisco puso fin al Año de la Misericordia con el cierre de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro.

Biografía

Jorge Mario Bergoglio nació en el seno de una familia católica el 17 de diciembre de 1936, en el barrio porteño de Flores, siendo el mayor de los cinco hijos del matrimonio formado por Mario José Bergoglio y Regina María Sívori, inmigrantes italianos.


Fue bautizado el día de Navidad de 1936 en la Basílica María Auxiliadora y San Carlos del barrio de Almagro en Buenos Aires.

Durante su infancia fue alumno del Colegio Salesiano Wilfrid Barón de los Santos Ángeles y estudió en la Escuela Nacional de Educación Técnica Nº 27 Hipólito Yrigoyen en la que se graduó como técnico químico. Luego trabajó en el laboratorio Hickethier-Bachmann.

Durante su juventud, sufrió una enfermedad a los pulmones por lo que fue sometido a una operación quirúrgica en la que le fue extirpada una porción de pulmón, lo que no le impidió desarrollar sus actividades con normalidad.

El 11 de marzo de 1958 ingresó al noviciado de la Compañía de Jesús en el Seminario de Villa Devoto.  Como novicio de la Compañía de Jesús terminó sus estudios en el Seminario Jesuita de Santiago de Chile.


Entre 1967 y 1070 cursó estudios de teología en la Facultad de Teología del Colegio Máximo de San José. Fue ordenado sacerdote el 13 de diciembre de 1969, casi a los 33 años de edad.

Continuó sus estudios de 1970 a 1971 en la Universidad de Alcalá Henares (España) y el 22 de abril de 1973 realizó su profesión de jesuita. De regreso a Argentina fue maestro de novicios en la Villa Barilari; profesor en la Facultad de Teología de San Miguel; consultor provincial de la Compañía de Jesús, cargo que ocupó hasta 1979; y rector del Colegio Máximo de la Facultad.

Fue nombrado Obispo Auxiliar de Buenos Aires por el Papa Juan Pablo IIel 20 de mayo de 1992. Cuando la salud del entonces Arzobispo de Buenos Aires, Cardenal Antonio Quarracino, empezó a debilitarse, Mons. Bergoglio fue designado Arzobispo Coadjutor el 3 de junio de 1997. Al fallecer el Cardenal Quarracino lo sucedió en el cargo de Arzobispo de Buenos Aires el 28 de febrero de 1998.

Durante el consistorio del 21 de febrero de 2001, el Papa Juan Pablo II lo creó Cardenal. Como Purpurado formó parte de la Comisión para América Latina; la Congregación para el Clero; el Pontificio Consejo para la Familia; la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos; el Consejo Ordinario de la Secretaría General para el Sínodo de los Obispos y la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.

Fue Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, en dos períodos consecutivos desde noviembre de 2005 hasta noviembre de 2011. Integró también el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).

El Cardenal Bergoglio siempre tuvo un estilo de vida sencillo y austero. Vivía en un apartamento pequeño en vez de la residencia episcopal, renunció a su limosina y a su chofer, se movilizaba en transporte público y preparaba su comida.

El Cardenal Bergoglio disfrutaba de la ópera, el tango y el fútbol, cuya pasión aún disfruta al ser socio activo del Club Atlético San Lorenzo de Almagro.

LO QUE HAGAMOS A LOS MÁS DÉBILES SE LO HACEMOS AL MISMO CRISTO


Lo que hagamos a los más débiles se lo hacemos al mismo Cristo, dice el Papa
Por Miguel Pérez Pichel
Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa.




VATICANO, 17 Dic. 16 / 09:45 am (ACI).- Ante miembros de la Comunidad de Nomadelfia, a los que recibió en audiencia en la Sala Clementina del Palacio Apostólico, el Papa Francisco recordó la obligación de todo cristiano de acoger a los débiles. Lo que hagamos a nuestros hermanos más débiles, se lo hacemos a Cristo mismo, advirtió el Santo Padre

“Quien haya alimentado, vestido y acogido a uno de los más pobres de entre los hombres, habrá alimentado, acogido y amado al mismo Hijo de Dios. Quien, al contrario, haya rechazado, despreciado y olvidado a alguno de los más débiles y pequeños, habrá rechazado a Dios mismo”, recordó.

El Pontífice reflexionó sobre lo que significa el Adviento para un cristiano. “El tiempo de Adviento nos ayuda a meditar sobre el misterio del Hijo de Dios llegado en carne, que con su nacimiento ha traído al mundo la luz y la paz”.

El Obispo de Roma señaló que “en Navidad, Dios no se revela como aquel que está en lo alto y que domina el universo, más bien se revela como aquel que se abaja y desciende, asumiendo el aspecto frágil de un niño. De este modo, Dios nos enseña que no debemos ponernos nosotros mismos por encima de los otros, sino que estamos llamados a abajarnos, a servir por amor a los más débiles, a hacernos pequeños con los pequeños”.


“Si Dios, mediante la venida de su Hijo a la tierra se involucró con el hombre hasta el punto de hacerse como uno de nosotros, excepto en el pecado, ello significa que, según la misma palabra de Jesús, cualquier cosa que hagamos a uno de los más pequeños, se lo haremos a Él”.

El Papa Francisco tuvo unas palabras de recuerdo de don Zeno Saltini, que fundó la Comunidad de Nomadelfia en el año 1948 con la finalidad de que niños abandonados pudieran tener una familia. “Don Zeno Saltini, su fundador, había entendido bien estas cosas e, incluso en medio de las dificultades y de los malentendidos, siguió hacia adelante con confianza, con el objetivo de llevar la buena semilla del Evangelio también a los terrenos más áridos. ¡Y ha tenido éxito! Su Comunidad de Nomadelfia es la prueba”, destacó.

“Don Zeno se presenta a nosotros hoy con ese ejemplo de fiel discípulo de Cristo que, a imitación del divino Maestro, se apoya en el sufrimiento de los más débiles y de los más pobres convirtiéndose en testigo de una caridad inagotable”.

El Santo Padre exhortó a los presentes a que la valentía y la perseverancia de Don Zeno “les sirvan de guía en su empeño cotidiano de hacer fructificar las semillas del bien que sembró de forma abundante, motivado por la pasión evangélica y por un sincero amor a la Iglesia”.

La Comunidad de Nomadelfia es una obra fundada en Italia en el año 1948 por el sacerdote Zeno Saltini. Su labor tiene por objetivo crear una red de familias que acojan a niños abandonados como si fueran sus propios hijos.

Estas familias viven juntas en poblados, o “ciudades”, siguiendo el ejemplo de las primeras comunidades cristianas. En la comunidad se comparten todos los bienes.

En Roma existe una pequeña comunidad, cuya principal función es acoger a peregrinos, en la que 50 familias acogen a unas 300 personas. Su comunidad más importante se encuentra cerca de la localidad italiana de Grosseto.

Según indican fuentes de la Comunidad de Nomadelfia, la Iglesia les reconoció y les erigió como parroquia en el año 1962. En 1994 se aprobó su nueva Constitución como “Asociación privada entre fieles”.

La Comunidad de Nomadelfia se adhiere a la doctrina, al culto y a las costumbres de la Iglesia. Para el Estado Italiano, Nomadelfia es una asociación civil organizada como una cooperativa de trabajo.

PAPA FRANCISCO CELEBRÓ SU 80 CUMPLEAÑOS DESAYUNANDO CON PERSONAS SIN HOGAR


El Papa Francisco celebró su 80 cumpleaños desayunando con personas sin hogar
Por Miguel Pérez Pichel
Foto: L'Osservatore Romano.



VATICANO, 17 Dic. 16 / 07:35 am (ACI).- Este sábado 17 de diciembre, día de su 80 cumpleaños, el Papa Francisco desayunó en la Casa Santa Marta con ocho personas sin hogar –dos mujeres y seis hombres– que suelen dormir bajo la columnata de la Plaza de San Pedro, en el Vaticano.

En el desayuno también participó Mons. Konrad Krajewski, Limosnero de Su Santidad.

Entre las ocho personas sin hogar que desayunaron hoy con el Papa se encuentran cuatro italianos, un moldavo, dos rumanos y un peruano.


El Santo Padre saludó afectuosamente a cada uno, y ellos le regalaron tres ramos de girasoles que el Papa colocó inmediatamente en la capilla de la Casa Santa Marta.

Antes de concluir el desayuno, alrededor de las 7:45 a.m. (hora de Roma), el Santo Padre les regaló dulces argentinos.

En el transcurso del día, en muchos comedores de Roma, se servirá al finalizar el almuerzo o la cena una tarta de cumpleaños proporcionada por el Papa. Quienes se alojan en albergues recibirán una bolsa con una pequeña imagen en recuerdo de la Navidad y un pequeño regalo.

Durante los últimos días, el Papa Francisco recibió cerca de 50 mil felicitaciones y saludos por correo electrónico provenientes de todo el mundo. Los más numerosos son en inglés, español e italiano, pero también le escribieron más de mil felicitaciones en latín.

PAPA FRANCISCO EN SU 80 CUMPLEAÑOS, RECEN POR MI


Papa Francisco en su 80 cumpleaños: Recen por mí para que mi vejez sea feliz
Por Miguel Pérez Pichel
Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa.




VATICANO, 17 Dic. 16 / 07:02 am (ACI).- Tras la misa concelebrada en la Capilla Paulina del Palacio Vaticano para celebrar su cumpleaños, el Papa Francisco reflexionó ante los presentes sobre la “vejez”, y pidió oraciones para que la suya sea “tranquila, religiosa y fecunda y también feliz”.

El Santo Padre indicó que “vejez” es “una palabra que desde hace algunos días me viene a la mente y que parece fea. Asusta un poco”.


El Papa comentó divertido cómo el día anterior le regalaron la obra “Sobre la vejez”, de Cicerón. “Una gota más”, dijo sonriendo.

Sin embargo, el Pontífice recordó sus propias palabras: “La vejez es sabiduría”. “Esperemos que también lo sea para mí”, expresó.

Francisco recordó también algunos versos sobre la vejez que le resultan inspiradores. “‘Con paso silencioso, de golpe llega la vejez’, decía Plinio, un poema que recuerdo cuando pensó en cómo ha llegado tan rápido la vejez”.

El Papa también insistió en vivir con alegría esta etapa de la vida. “Cuando uno lo piensa como una etapa que es para dar alegría, sabiduría, esperanza, uno comienza a vivir”. Y recordó otro poema: “‘la vejez es tranquila y es religiosa’. Recen por mí para que mi vejez sea así, tranquila, religiosa y fecunda, y también feliz”.

REZA ESTA ORACIÓN POR EL PAPA FRANCISCO EN SU CUMPLEAÑOS


Reza esta oración por el Papa Francisco en su cumpleaños
Por Abel Camasca



 (ACI).- Cada 17 de diciembre, desde hace 80 años, se celebra el cumpleaños del Papa Francisco y en esta ocasión les compartimos una breve oración que se puede rezar en familia, grupo, comunidad o de manera personal para pedir por el Santo Padre.


Oración

Dios Padre, te doy gracias por nuestro hermano Jorge Mario Bergoglio, actual Papa Francisco, y de manera especial en este día que le has permitido cumplir un año más de vida junto a tu Iglesia peregrina. Te pido que le des más años junto a nosotros, según sea tu voluntad, para que pueda seguir compartiendo tu amor en el mundo y así cumplir fielmente con la importante misión que le has encomendado al servicio de tu pueblo. Derrama sobre él tu Espíritu Santo y concédele aquellos dones que necesita para que sea tu mensajero de paz y de concordia entre las naciones. Guíalo donde quiera que se encuentre y consuélalo cuando se sienta desanimado o triste. Haz que crezca en santidad en el misericordioso Sagrado Corazón de tu Hijo Jesús y que la Virgen María lo auxilie cada día con su manto protector. Amén.

FELIZ CUMPLEAÑOS PAPA FRANCISCO!!!


viernes, 16 de diciembre de 2016

SEAMOS LÁMPARAS QUE ANUNCIAN LA LLEGADA DE JESÚS


Papa Francisco: Como San Juan Bautista seamos lámparas que anuncian la llegada de Jesús
Por Miguel Pérez Pichel
 Foto: L'Osservatore Romano




VATICANO, 16 Dic. 16 / 06:51 am (ACI).- El Papa Francisco reflexionó en la homilía de la Misa celebrada en la Casa Santa Marta sobre la figura de San Juan Bautista cuya vocación era “dar testimonio de Jesús” siendo la “lámpara que indica dónde está la luz”.

En su homilía, el Santo Padre explicó que San Juan Bautista “era la voz. Juan dice de él mismo: ‘yo soy la voz que grita en el desierto’. Él era la voz que da testimonio de la Palabra, que señala la Palabra, el Verbo de Dios, la Palabra. Se consideraba solo la voz que anuncia la Palabra. Él era el predicador de la penitencia que bautizaba, el bautista”.

En este sentido, él mismo describe su función profética que anuncia la llegada del Salvador: “Lo deja claro, lo dice claramente –insistió Francisco–: ‘Detrás de mí viene otro que es más fuerte que yo, más grande que yo, al cual no soy digno ni de desatar las sandalias. Él os bautizará con el fuego del Espíritu Santo’”.

“Este testimonio –continuó el Pontífice– provisional pero seguro, fuerte…, esa antorcha que no se deja apagar por el viento de la vanidad, esa voz que no se deja eclipsar por la fuerza del orgullo se convierte siempre en una voz que señala al que vendrá luego, y que abre la puerta al testimonio y a la voz del Padre al que Jesús hace referencia hoy: ‘Pero yo tengo un testimonio mayor que el de Juan; porque las obras que el Padre me ha encomendado llevar a cabo, las mismas obras que realizo, dan testimonio de mí, de que el Padre me ha enviado’”.

El Obispo de Roma destacó cómo San Juan Bautista optó, “con humildad”, por el mismo camino que seguiría más tarde el mismo Jesús.


Terminará “en la oscuridad de una celda, en la cárcel, decapitado, por el capricho de una bailarina, por la envidia de una adúltera y la debilidad de un borracho”.

El Papa también se dirigió de manera especial a los fieles presentes: religiosos, obispos y también a los matrimonios que celebran 50 años de de sus compromisos y les expresó un deseo: “hoy es un hermoso día para preguntarse sobre nuestra propia vida cristiana, si siempre permanecemos abiertos al camino de Jesús, si nuestra vida está repleta de aquel gesto del Bautista: anunciar a Jesús”.

“Les doy las gracias por lo que han hecho, gracias por recomenzar, después de 50 años, con esta ‘vieja juventud’ o ‘juventud vieja’ –¡como el buen vino!–, con ese paso adelante para continuar siendo testimonio de Jesús”.

“Que Juan, el gran testimonio, los ayude en este nuevo camino que hoy, después de la celebración de vuestro 50 aniversario de sacerdocio, de vida consagrada y de matrimonio, reemprenden”, concluyó.

Evangelio comentado por el Papa Francisco:

Juan 5:33-36

33 Vosotros mandasteis enviados donde Juan, y él dio testimonio de la verdad.

34 No es que yo busque testimonio de un hombre, sino que digo esto para que os salvéis.

35 Él era la lámpara que arde y alumbra y vosotros quisisteis recrearos una hora con su luz.

36 Pero yo tengo un testimonio mayor que el de Juan; porque las obras que el Padre me ha encomendado llevar a cabo, las mismas obras que realizo, dan testimonio de mí, de que el Padre me ha enviado.

PAPA FRANCISCO A PASTORES: DIGAN LA VERDAD


Papa Francisco a pastores: Digan la verdad y acojan primeros pasos de las personas
Por Miguel Pérez Pichel
 Foto: L'Osservatore Romano



VATICANO, 15 Dic. 16 / 10:56 am (ACI).- En la homilía pronunciada en la Misa celebrada en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco reflexionó sobre el significado de la predicación de San Juan Bautista y sus dudas en la cárcel poco antes de morir.

El Santo Padre animó a los pastores en la Iglesia a ser como San Juan Bautista, que acogía el primer paso de los fieles porque confiaba en que luego Dios hacía el resto.

El Papa explicó que “San Juan Bautista no les decía a los fariseos, a los doctores de la ley o a los sacerdotes: ‘Queridos, portaos bien’. No, les dice: ‘¡Raza de víboras!’. San Juan Bautista “predicaba fuerte, con palabras duras”.

No decía palabras suaves porque sabía que los fariseos se le acercaban para controlarlo o a curiosear, pero nunca con el corazón abierto. “De esa forma ponía su vida en peligro, sí, pero actuaba con fidelidad. Y a Herodes le dijo en su cara: ‘Adúltero, no te es lícito vivir así, adúltero’. ¡En su cara!”.

Por el contrario, “si hoy un párroco, en su homilía dominical, dice: ‘Entre vosotros hay algunos que son una raza de víboras y unos adúlteros’, sin lugar a dudas, su obispo recibiría cartas de quejas: ‘Despida a ese párroco que nos insulta’”.

Sin embargo, con el pueblo San Juan era comprensivo. Juan bautizaba a todos los pecadores, “con este mínimo paso adelante porque sabía que con solo ese paso, después el Señor haría el resto”. Y ellos se convertían.


“Es un pastor que entendía la situación de las personas y les ayudaba a seguir adelante con el Señor”. Juan fue el único profeta al que se le dio esta gracia para mostrar a Jesús.

Por otro lado, el Santo Padre indicó que aunque Juan era grande, fuerte y estaba seguro de su vocación, “también tuvo momentos de debilidad, tuvo sus dudas”.

De hecho, cuando estaba en la cárcel comienza a dudar, a pesar de que había bautizado a Jesús, “porque no era un Salvador como él se lo había imaginado”. Y es entonces cuando envía a dos de sus discípulos a preguntarle si era Él el Mesías. Y Jesús corrige la visión de Juan con una respuesta clara. Les dice que vuelvan donde él y le cuentes cómo “los sordos oyen, los muertos resucitan…”.

“Los grandes pueden permitirse el lujo de dudar porque son grandes”, afirmó el Papa.

“Los grandes se pueden permitir la duda, y eso es bello. Están seguros de la vocación, pero cuando el Señor les hace ver una nueva bifurcación del camino, les entra la duda. ‘Pero esto no es ortodoxo, esto es herético, este no es el Mesías que yo esperaba’. El diablo hace este trabajo. Esa es la grandeza de Juan, un grande, el último de aquella serie de creyentes que comienza con Abraham, que predicó la conversión, que no utiliza medias palabras para condenar el orgullo, que al final de su vida se permite dudar. Y este es un buen programa de vida cristiana”.

Francisco concluyó la homilía pidiendo “a San Juan Bautista la gracia de la valentía apostólica de decir siempre las cosas con verdad, con amor pastoral, para recibir a la gente con lo poco que se puede dar. Dios hará el resto. Y que nos conceda también la gracia de dudar. Que tantas veces, quizás al final de nuestras vidas, podamos preguntar: ‘¿Pero es verdad todo aquello en lo que he creído o sólo son fantasías?’, la tentación contra la fe, contra el Señor”.

Evangelio comentado por el Papa

Lucas 7:24-30

24 Cuando los mensajeros de Juan se alejaron, se puso a hablar de Juan a la gente: «¿Qué salisteis a ver en el desierto? ¿Una caña agitada por el viento?


25 ¿Qué salisteis a ver, si no? ¿Un hombre elegantemente vestido? ¡No! Los que visten magníficamente y viven con molicie están en los palacios.

26 Entonces, ¿qué salisteis a ver? ¿Un profeta? Sí, os digo, y más que un profeta.

27 Este es de quien está escrito: He aquí que envío mi mensajero delante de ti, que preparará por delante tu camino.

28 «Os digo: Entre los nacidos de mujer no hay ninguno mayor que Juan; sin embargo el más pequeño en el Reino de Dios es mayor que él.

29 Todo el pueblo que le escuchó, incluso los publicanos, reconocieron la justicia de Dios, haciéndose bautizar con el bautismo de Juan.

30 Pero los fariseos y los legistas, al no aceptar el bautismo de él, frustraron el plan de Dios sobre ellos.