Mostrando entradas con la etiqueta JUBILEO DE LA MISERICORDIA. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta JUBILEO DE LA MISERICORDIA. Mostrar todas las entradas

domingo, 11 de septiembre de 2016

CATEQUESIS DE PAPA FRANCISCO SOBRE LA RELACIÓN ENTRE LA REDENCIÓN Y MISERICORDIA


Catequesis de Papa Francisco sobre la relación entre redención y misericordia
Foto: Alexey gotovsky / ACI 




VATICANO, 10 Sep. 16 /  (ACI).- La Plaza de San Pedro albergó una nueva Audiencia Jubilar en la que el Papa Francisco habló de la relación entre redención y misericordia, y recordó que todos los hombres han sido salvados por Jesucristo.

"El amor de Dios no tiene confines: podemos descubrir signos siempre nuevos que indican su atención hacia nosotros y sobre todo su voluntad de alcanzarnos y de adelantarnos. Toda nuestra vida,  si bien marcada por la fragilidad del pecado, está colocada bajo la mirada de Dios que nos ama", dijo el Santo Padre.

A continuación, el texto completo de la catequesis del Papa:

¡Queridos  hermanos y hermanas, buenos días!


El pasaje bíblico que hemos escuchado nos habla de la misericordia de Dios que se lleva a cabo en la Redención, ósea en la salvación que nos ha sido donada con la sangre de su Hijo Jesús (cfr 1 Pt 1,18-21).  La palabra “redención” es usada poco, no obstante es fundamental porque indica la más radical liberación que Dios podía cumplir para nosotros, para toda la humanidad y para la entera creación. Pareciera que el hombre de hoy no amase más pensar en ser liberado y salvado por la intervención de Dios; el hombre de hoy se ilusiona de hecho con la propia libertad como una fuerza para obtener todo. También hace alarde de esto. Pero en realidad no es así. ¡Cuántas ilusiones son vendidas bajo el pretexto de la libertad y cuántas nuevas esclavitudes se crean en nuestros días en nombre de una falsa libertad! Tantos esclavos, tantos…  “hago esto porque quiero, tomo drogas porque me gusta, soy libre, o hago otras cosas … ” ¡Son esclavos! Se convierten en esclavos en nombre de la libertad. Todos hemos visto ese tipo de personas, que después terminan por los suelos. Tenemos necesidad que Dios nos libre de toda forma de indiferencia, de egoísmo y de autosuficiencia.

Las palabras del apóstol Pedro expresan muy bien el sentido del nuevo estado de vida al que estamos llamados. Haciéndose uno de nosotros, el Señor Jesús no solamente asume nuestra condición humana, sino que nos eleva a la posibilidad de ser hijos de Dios. Con su muerte y resurrección Jesucristo, Cordero sin mancha, ha vencido a la muerte y al pecado para liberarnos  de su dominación.  Él es el Cordero que ha sido  sacrificado por nosotros, para que pudiésemos recibir una vida nueva hecha de perdón, de amor y de alegría. Tres palabras hermosas: perdón, amor y alegría. Todo aquello que Él ha asumido ha sido también redimido, librado y salvado. Cierto, es verdad que la vida nos pone pruebas y a veces sufrimos por esto. Sin embargo, en esos momentos estamos invitados a dirigir la mirada hacia Jesús crucificado que sufre por nosotros y con nosotros, como prueba cierta que Dios no nos abandona. De todas maneras, jamás olvidemos, que en las angustias y en las persecuciones, así como en los dolores cotidianos, somos siempre liberados por la mano misericordiosa de Dios que nos eleva hacia Él y nos conduce a una vida nueva.

El amor de Dios no tiene confines: podemos descubrir signos siempre nuevos que indican su atención hacia nosotros y sobre todo su voluntad de alcanzarnos y de adelantarnos. Toda nuestra vida,  si bien marcada por la fragilidad del pecado, está colocada bajo la mirada de Dios que nos ama. ¡Cuántas páginas de la Sagrada Escritura nos hablan de la presencia, de la cercanía y de la ternura de Dios por cada hombre, especialmente por los pequeños, los pobres y los tribulados!  ¡Dios tiene una gran ternura, un gran amor por los pequeños, por los más débiles, por los descartados de la sociedad! Mientras más nos encontramos en la necesidad, su mirada sobre nosotros se llena de más misericordia. Él prueba una piadosa compasión por nosotros porque conoce nuestras debilidades. Conoce nuestros pecados y nos perdona; ¡siempre  perdona! ¡Nuestro Padre es tan bueno!

Por eso, queridos hermanos y hermanas, ¡abrámonos a Él,  acojamos su gracia! Porque, como dice el Salmo, «con el Señor está la misericordia / y grande es con él la redención» (130,7).   ¿Han  escuchado bien?  “Con el Señor está la misericordia / y grande es con él la redención”. Repitamos todos juntos: “Con el Señor está la misericordia / y grande es con él la redención”. Otra vez: “Con el Señor está la misericordia / y grande es con él la redención”. Gracias.

¡Queridos  hermanos y hermanas, buenos días!

El pasaje bíblico que hemos escuchado nos habla de la misericordia de Dios que se lleva a cabo en la Redención, ósea en la salvación que nos ha sido donada con la sangre de su Hijo Jesús (cfr 1 Pt 1,18-21).  La palabra “redención” es usada poco, no obstante es fundamental porque indica la más radical liberación que Dios podía cumplir para nosotros, para toda la humanidad y para la entera creación. Pareciera que el hombre de hoy no amase más pensar en ser liberado y salvado por la intervención de Dios; el hombre de hoy se ilusiona de hecho con la propia libertad como una fuerza para obtener todo. También hace alarde de esto. Pero en realidad no es así. ¡Cuántas ilusiones son vendidas bajo el pretexto de la libertad y cuántas nuevas esclavitudes se crean en nuestros días en nombre de una falsa libertad! Tantos esclavos, tantos…  “hago esto porque quiero, tomo drogas porque me gusta, soy libre, o hago otras cosas … ” ¡Son esclavos! Se convierten en esclavos en nombre de la libertad. Todos hemos visto ese tipo de personas, que después terminan por los suelos. Tenemos necesidad que Dios nos libre de toda forma de indiferencia, de egoísmo y de autosuficiencia.

Las palabras del apóstol Pedro expresan muy bien el sentido del nuevo estado de vida al que estamos llamados. Haciéndose uno de nosotros, el Señor Jesús no solamente asume nuestra condición humana, sino que nos eleva a la posibilidad de ser hijos de Dios. Con su muerte y resurrección Jesucristo, Cordero sin mancha, ha vencido a la muerte y al pecado para liberarnos  de su dominación.  Él es el Cordero que ha sido  sacrificado por nosotros, para que pudiésemos recibir una vida nueva hecha de perdón, de amor y de alegría. Tres palabras hermosas: perdón, amor y alegría. Todo aquello que Él ha asumido ha sido también redimido, librado y salvado. Cierto, es verdad que la vida nos pone pruebas y a veces sufrimos por esto. Sin embargo, en esos momentos estamos invitados a dirigir la mirada hacia Jesús crucificado que sufre por nosotros y con nosotros, como prueba cierta que Dios no nos abandona. De todas maneras, jamás olvidemos, que en las angustias y en las persecuciones, así como en los dolores cotidianos, somos siempre liberados por la mano misericordiosa de Dios que nos eleva hacia Él y nos conduce a una vida nueva.

El amor de Dios no tiene confines: podemos descubrir signos siempre nuevos que indican su atención hacia nosotros y sobre todo su voluntad de alcanzarnos y de adelantarnos. Toda nuestra vida,  si bien marcada por la fragilidad del pecado, está colocada bajo la mirada de Dios que nos ama. ¡Cuántas páginas de la Sagrada Escritura nos hablan de la presencia, de la cercanía y de la ternura de Dios por cada hombre, especialmente por los pequeños, los pobres y los tribulados!  ¡Dios tiene una gran ternura, un gran amor por los pequeños, por los más débiles, por los descartados de la sociedad! Mientras más nos encontramos en la necesidad, su mirada sobre nosotros se llena de más misericordia. Él prueba una piadosa compasión por nosotros porque conoce nuestras debilidades. Conoce nuestros pecados y nos perdona; ¡siempre  perdona! ¡Nuestro Padre es tan bueno!

Por eso, queridos hermanos y hermanas, ¡abrámonos a Él,  acojamos su gracia! Porque, como dice el Salmo, «con el Señor está la misericordia / y grande es con él la redención» (130,7).   ¿Han  escuchado bien?  “Con el Señor está la misericordia / y grande es con él la redención”. Repitamos todos juntos: “Con el Señor está la misericordia / y grande es con él la redención”. Otra vez: “Con el Señor está la misericordia / y grande es con él la redención”. Gracias.

martes, 6 de septiembre de 2016

AGENDA A NOVIEMBRE: PAPA FRANCISCO CANONIZARÁ A 7 BEATOS Y CERRARÁ JUBILEO DE LA MISERICORDIA


Agenda a noviembre: El Papa canonizará 7 beatos y cerrará Jubileo de la Misericordia




VATICANO, 06 Sep. 16 / (ACI).- Hoy se ha publicado el calendario de las próximas celebraciones que presidirá el Papa Francisco que tendrán lugar entre los meses de septiembre, octubre y noviembre de 2016.

El calendario, firmado por Mons. Guido Marini, Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, comienza el 25 de septiembre, día en que el Papa presidirá la Santa Misa con motivo del Jubileo de los Catequistas, en la Plaza de San Pedro, a las 10:30 a.m..

Posteriormente, desde el viernes 30 de septiembre hasta el 2 de octubre, el Santo Padre realizará su viaje apostólico a Georgia y Azerbaiyán.


El sábado 8 de octubre, presidirá una Vigilia Mariana en la Plaza de San Pedro, a las 5:30 p.m.. Al día siguiente, 9 de octubre, celebrará una Santa Misa con motivo del Jubileo Mariano, también en la Plaza de San Pedro, a las 10:30 a.m.

Pocos días después, el 16 de octubre, el Santo Padre canonizará a 7 Beatos: José Sánchez del Río; Manuel González García, José Gabriel del Rosario, “el Cura Brochero”; Salomón Leclerq; Alfonso María Fusco; Luis Pavoni e Isabel de la Santísima Trinidad; La canonización será en la Plaza de San Pedro en el Vaticano.

Del 31 de octubre al 1 de noviembre, tendrá lugar el viaje apostólico del Pontífice a Suecia, para conmemorar los 500 años de la reforma protestante.

El viernes, 4 de noviembre, el Santo Padre presidirá la Santa Misa de sufragio por los cardenales y obispos fallecidos durante el año. Será en el Altar de la Cátedra de la Basílica vaticana, a las 11:30 a.m..

El 6 y 10 de noviembre, con motivo del Jubileo de los Encarcelados y el Jubileo de las personas sin techo, respectivamente, el Papa celebrará la Misa en la Basílica de San Pedro a las 10:00 a.m.

El domingo, 20 de noviembre, Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo Rey del Universo, el Papa Francisco presidirá la Santa Misa por la clausura del Jubileo de la Misericordia.

sábado, 9 de abril de 2016

PAPA FRANCISCO: OBRAS DE MISERICORDIA SON LAS QUE REFLEJAN LA MISERICORDIA DE DIOS

Papa Francisco: obras de misericordia son las que reflejan la misericordia de Dios


 (ACI).- El Papa Francisco recibió este viernes a más de 200 miembros de la “Papal Foundation”, la asociación caritativa católica estadounidense que colabora con la Santa Sede, a quienes agradeció su labor y afirmó que mediante las obras de misericordia espirituales y corporales se “refleja la inconmensurable bondad de Dios”.

Los miembros de esta asociación se encuentran en Roma con motivo de su peregrinación anual.

Francisco destacó que la peregrinación se enmarque en el Jubileo de la Misericordia y recordó el llamado de Cristo “a compartir esta misericordia con aquellos que están espiritualmente y materialmente necesitados, mediante obras de misericordia espirituales y corporales, con aquel espíritu de generosidad y ternura que refleja la inconmensurable bondad de Dios”.

En ese sentido, tras dar la bienvenida a los administradores y a los “Stewards de Saint Peter”, los "Delegados de San Pedro", el Papa expresó palabras de aprecio por la generosidad hacia su ministerio y la Iglesia en el mundo, y agradeció después “en nombre de todos los que reciben asistencia mediante su compromiso de caridad”.

“Las obras de misericordia están en el corazón de su misión”, prosiguió Francisco y destacó cómo a través de su generosa ayuda a proyectos diocesanos, parroquiales y de las comunidades, asisten a muchas personas para que respondan eficazmente  a las necesidades de sus comunidades.

“De esta manera –aseguró–, su caridad se irradia en el mundo, ofreciendo nuevas iniciativas que ayudan a difundir el abrazo misericordioso del Padre”.

En ese sentido, expresó su deseo de que “con la gracia de Dios, estos días de peregrinación sean para ustedes una nueva fuerte invitación a la santidad y una experiencia intensa de la misericordia de Dios”.

miércoles, 16 de marzo de 2016

CATEQUESIS DEL PAPA FRANCISCO SOBRE LA MISERICORDIA Y EL CONSUELO DE DIOS


TEXTO COMPLETO: Catequesis del Papa Francisco sobre la misericordia y el consuelo de Dios


 (ACI).- El Papa Francisco celebró en la Plaza de San Pedro una nueva Audiencia General. En esta ocasión, dedicó su catequesis al consuelo que Dios da a todo hombre y aseguró que a pesar de los pecados Él nunca se cansa de amar.

“Dios no está ausente, ni siquiera hoy en estas dramáticas situaciones, Dios está cerca, y hace obras grandes de salvación para quien confía en Él. No se debe ceder a la desesperación, sino continuar a estar seguros que el bien vence al mal y que el Señor secará toda lágrima y nos liberará de todo temor”, afirmó.

A continuación el texto completo de la catequesis gracias a Radio Vaticano:

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

En el Libro del profeta Jeremías, los capítulos 30 y 31 son llamados “libro de la consolación”, porque en ellos la misericordia de Dios se presenta con toda su capacidad de confrontar y abrir el corazón de los afligidos a la esperanza. Hoy queremos también nosotros escuchar este mensaje de consolación.



Jeremías se dirige a los israelitas que han sido deportados a tierras extranjeras y pre-anuncia el regreso a la patria. Este regreso es signo del amor infinito de Dios Padre que no abandona a sus hijos, sino que los cuida y los salva. El exilio había sido una experiencia catastrófica para Israel. La fe había vacilado porque en tierra extranjera, sin el templo, sin el culto, después de haber visto el país destruido, era difícil continuar creyendo en la bondad del Señor. Me viene a la mente la cercana Albania y como después de tantas persecuciones y destrucciones ha logrado levantarse en su dignidad y en la fe. Así había sufrido los israelitas en el exilio.

También nosotros podemos vivir a veces una especie de exilio, cuando la soledad, el sufrimiento, la muerte nos hacen pensar de haber sido abandonados por Dios. Cuántas veces hemos escuchado esta palabra: “Dios se ha olvidado de mi”. Muchas veces personas que sufren y se sienten abandonadas. Y cuántos de nuestros hermanos en cambio están viviendo en este tiempo una real y dramática situación de exilio, lejos de su patria, en sus ojos todavía las ruinas de sus casas, en el corazón el miedo y muchas veces, lamentablemente, ¡el dolor por la pérdida de personas queridas! En estos casos uno puede preguntarse: ¿Dónde está Dios? ¿Cómo es posible que tanto sufrimiento pueda golpear a hombres, mujeres y niños inocentes? Y cuando tratan de entrar en otra parte les cierran la puerta. Y están ahí, al límite porque tantas puertas y tantos corazones están cerrados. Los migrantes de hoy que sufren el aire, sin alimentos y no pueden entrar, no reciben la acogida. ¡A mí me gusta mucho escuchar, cuando veo a las naciones, los gobernantes que abren el corazón y abren las puertas!

El profeta Jeremías nos da una primera respuesta. El pueblo exiliado podrá regresar a ver su tierra y a experimentar la misericordia del Señor. Es el gran anuncio de consolación: Dios no está ausente, ni siquiera hoy en estas dramáticas situaciones, Dios está cerca, y hace obras grandes de salvación para quien confía en Él. No se debe ceder a la desesperación, sino continuar a estar seguros que el bien vence al mal y que el Señor secará toda lágrima y nos liberará de todo temor. Por eso Jeremías da su voz a las palabras del amor de Dios por su pueblo: «Yo te amé con un amor eterno, por eso te atraje con fidelidad. De nuevo te edificaré y serás reedificada, virgen de Israel; de nuevo te adornarás con tus tamboriles y saldrás danzando alegremente» (31,3-4).

El Señor es fiel, no abandona en la desolación. Dios ama con un amor sin fin, que ni siquiera el pecado puede frenar, y gracias a Él el corazón del hombre se llena de alegría y de consolación.

El sueño consolador del regreso a la patria continua en las palabras del profeta, que dirigiéndose a cuantos regresaran a Jerusalén dice: «Llegarán gritando de alegría a la altura de Sión, afluirán hacia los bienes del Señor, hacia el trigo, el vino nuevo y el aceite, hacia las crías de ovejas y de vacas. Sus almas serán como un jardín bien regado y no volverán a desfallecer» (31,12).

En la alegría y en la gratitud, los exiliados retornaran a Sión, subiendo al monte santo hacia la casa de Dios, y así podrán de nuevo elevar himnos y oraciones al Señor que los ha liberado. Este regreso a Jerusalén y a sus bienes es descrito con un verbo que literalmente quiere decir “afluir, correr”. El pueblo es considerado, en un movimiento paradójico, como un río caudaloso que corre hacia la altura de Sión, subiendo hacia la cima del monte. ¡Una imagen audaz para decir cuánto es grande la misericordia del Señor!

La tierra, que el pueblo había debido abandonar, se había convertido en presa de los enemigos y desolada. Ahora, en cambio, retoma vida y florece. Y los exiliados mismos serán como un jardín irrigado, como una tierra fértil. Israel, llevado a su patria por su Señor, asiste a la victoria de la vida sobre la muerte y de la bendición sobre la maldición.

Y así el pueblo es fortificado y – esta palabra es importante: ¡consolado! – es consolado por Dios. Los repatriados reciben vida de una fuente que gratuitamente los irriga.

A este punto, el profeta anuncia la plenitud de la alegría, y siempre en nombre de Dios proclama: «Yo cambiaré su duelo en alegría, los alegraré y los consolaré de su aflicción» (31,13).

El salmo nos dice que cuando regresaron a su patria la boca se les llenó de sonrisa; ¡es una alegría tan grande! Es el don que el Señor quiere hacer también a cada uno de nosotros, con su perdón que convierte y reconcilia.

El profeta Jeremías nos ha dado el anuncio, presentando el regreso de los exiliados como un gran símbolo de la consolación dado al corazón que se convierte. El Señor Jesús, por su parte, ha llevado a cumplimiento este mensaje del profeta. El verdadero y radical regreso del exilio y la confortante luz después de la oscuridad de la crisis de fe, se realiza en la Pascua, en la experiencia llena y definitiva del amor de Dios, amor misericordioso que dona alegría, paz y vida eterna.

lunes, 29 de febrero de 2016

DIEZ COSAS QUE DEBES SABER SOBRE LA PUERTA SANTA


10 cosas que debes saber sobre la Puerta Santa
Por María Ximena Rondón


 (ACI).- Han pasado más de dos meses desde que el Papa Francisco dio inicio al Jubileo de la Misericordia abriendo la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro en el Vaticano, tras lo cual se abrieron otras en todo el mundo.

La Puerta Santa permite que una persona, en el marco del Año Santo, gane una indulgencia plenaria si cumple con los requisitos mínimos. Pero ¿Qué es una Puerta Santa? Para responder a la pregunta ACI Prensa entrevistó al P. Donato Jiménez, sacerdote agustino recoleto y también profesor emérito de la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima.

1.- ¿Qué es una Puerta Santa?

El P. Jiménez indicó que la puerta es un “símbolo humano” y ha estado presente desde siempre en todas las culturas. “El hombre tiene unas actitudes respecto a la puerta”: entrar y salir.

Por ejemplo: “todos le decimos a un amigo ‘Oye mi casa está abierta, cuando quieras llama a la puerta’ y a un enemigo le dices ‘no te quiero ver más por esta puerta’”.

En el caso de una Puerta Santa también se entra y se sale pero hay un elemento importante: se derraman unas bendiciones y gracias especiales cuando la cruzamos.

En un Jubileo, la Puerta Santa sirve para “indicar a los fieles que pasar por la puerta de la iglesia significa una actitud de acogida, de agradecimiento, de pedir perdón, de pedir nuevas gracias o saber con seguridad que vamos a recibir una bendición y eso es lo que significa”, explicó.

02.- ¿Qué significa pasar por la Puerta Santa?

Cada vez que cruzamos una Puerta Santa ganamos una gracia especial y esa es la indulgencia plenaria.

El sacerdote indicó que cruzarla supone una “renovación” y una “actitud de conversión y de arrepentimiento”. “La Puerta Santa significa todas esas cosas buenas y renovadas que tiene que poner el cristiano para cambiar de vida”, añade.

El presbítero señaló que cuando Cristo se refiere a sí mismo como la “puerta” significa que la persona encontrará en Él “la salvación, la seguridad, la acogida y el calor. Todas las condiciones para que esté seguro el redil dentro de la puerta y el que entre por ella está en libertad. Puede entrar y salir”.


03.- ¿Por qué la Puerta Santa solo se abre en un Jubileo?

El sacerdote indicó que en el Nuevo Testamento hay una palabra llamada “kairos” que hace referencia al tiempo más propicio en el que Dios concede todos sus bienes.

“Sabemos que Dios está listo para concedernos sus bienes en cualquier momento, pero hay un tiempo en especial donde Dios está más dispuesto a darnos lo que le pidamos. Este tiempo es el año del perdón, el Año de la Misericordia. El año de la circunstancia más ventajosa que puedes encontrar.”, explicó.

04.- ¿La Puerta Santa es un llamado para que la gente se acerque a Dios?

El P. Jiménez indicó que entrar por la Puerta Santa es entrar en la “acogida de Dios”, sobretodo en el “Dios de la misericordia”.

“Hay muchos cristianos fríos o que están alejados de la Iglesia. Con este Año Santo se les hace el llamado para que reflexionen: ‘Bueno soy un cristiano y tengo una relación con mi Padre Dios. Es cierto que tengo muchos pecados pero Dios es un Dios de perdón’”.

Así, prosiguió el sacerdote, cuando la persona se arrepiente se confiesa, cumple los requisitos previos y cruza la Puerta Santa obtiene la indulgencia plenaria, la manifestación de la “misericordia de Dios”.

“Entonces es el momento de aprovechar, Dios me hace llamadas por todas partes para que no nos alejemos del a Iglesia”, precisó.

05.- ¿Qué le pasa a una persona cuando cruza una Puerta Santa?

En primer lugar, el sacerdote dijo que cruzar una Puerta Santa “no es nada mágico”. Lo que la persona va a sentir “es aquello para lo que se ha preparado”.

“Es decir no es que la gente vaya a pasar la puerta y luego ya está se sale con una señal de la cruz, se santigua y ha cumplido. No. El que cruza la Puerta Santa tiene que hacerlo con espíritu de conversión y con un espíritu de renovación. Debe entrar confiado a Dios que es misericordioso”.

06.- ¿Por qué es importante la indulgencia plenaria?

“La indulgencia plenaria es una amnistía, es decir que Dios perdona todo: perdona todos los pecados, sean los que fueren y cuando sean”.

El P. Donato explicó que cuando uno se confiesa, se perdona el pecado pero permanece la culpa y las consecuencias.

Por ejemplo “yo robo un dinero que no es mío y lo gasto. Me arrepiento, voy a confesarme pero aún permanece la culpa de que yo ya no podré devolver el dinero”. La indulgencia plenaria borra esta culpa y las consecuencias, además de los pecados. El alma queda totalmente libre, como si la persona estuviera recién bautizada y si muere ya no tendrá que pasar por el purgatorio.

07.- ¿Qué condiciones se deben cumplir para cruzar la Puerta Santa y obtener la indulgencia?

El P. Donato dijo que antes de cruzar la Puerta Santa, y obtener la indulgencia, la persona debe confesarse, comulgar y rezar por las intenciones del Papa.

08.- ¿Cualquier persona puede abrir una puerta Santa?

No. El P. Donato Jiménez recalcó que la Puerta Santa sólo puede ser abierta por el Papa y por los obispos en los lugares que ellos designen.

09.- ¿Por qué no se abren las puertas de todos los templos?

Según el sacerdote, se eligen ciertos templos “sencillamente para llamar un poco más la atención”. Asimismo, indicó que una Puerta Santa no es algo “simple u ordinario” sino que es “extraordinario”.

Además, el P. Donato, comentó que las iglesias señaladas presentan una ocasión propicia para que la personas haga “una peregrinación”. Explicó que esta puede ser simplemente “salir de mi barrio e ir a esa iglesia que está a dos horas de mi casa”.

“Todo ese peregrinaje forma parte de la actitud de conversión y de deseo de recibir la gracia del creyente”, dijo.

10.- ¿Cómo se cruza una Puerta Santa?

Físicamente, se puede cruzar la Puerta Santa como “uno puede y según su devoción”. El P. Donato expresó que una persona puede pasar de rodillas, con la cabeza baja o “con una actitud que refleje que está pensando en ella”.

A nivel espiritual, la persona la cruza según su devoción y haciendo las oraciones que crea pertinentes. Añadió que hay otras personas que van con la intención de atravesar la Puerta Santa pero que no sienten nada, que no tienen la devoción o que no saben manifestarla. Sin embargo, ellos también “reciben la gracia de la indulgencia plenaria y del Jubileo siempre que cumplan con las condiciones anteriores”.

Si ya entendiste qué es una Puerta Santa ¿Qué estás esperando para cruzarla? Averigua cuántas hay en tu diócesis y comienza tu peregrinación espiritual.

domingo, 31 de enero de 2016

JUBILEO DE LA MISERICORDIA: UN MILLÓN 400 MIL PEREGRINOS EN CASI DOS PRIMEROS MESES


Jubileo de la Misericordia: Un millón 400 mil peregrinos en casi dos primeros meses



 (ACI).- El Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, Mons. Rino Fisichella, informó que 1.392.000 personas participaron en los eventos del Año Santo de la Misericordia realizados hasta el momento en el Vaticano, e indicó que del total, el 40 por ciento provino del exterior, especialmente de países de habla española y francesa.

Durante una conferencia de prensa en la Santa Sede, la autoridad vaticana recordó que “han pasado casi dos meses desde que el Papa Francisco abrió la Puerta Santa de San Pedro -8 de diciembre-. En este lapso de tiempo, las Puertas de la Misericordia se han abierto en todo el mundo”.

“Según los datos que estamos en grado de verificar, a la fecha han participado en los eventos jubilares 1.392.000 personas. Un dato interesante es que el 40 por ciento de las participaciones provienen del exterior, en particular son de lengua española y francesa”, señaló.



Pero además, añadió, se han registrado peregrinos de Bangladesh, Hong Kong, Corea, Kenia, Mozambique, Nueva Zelanda, Islas Fidji, Rusia, Bielorrusia, Seychelles, Sri Lanka, Costa de Marfil, Chad, Kuwait, Estados Unidos, Albania.

En ese sentido, Mons. Fisichella dijo que “la increíble participación de gente registrada en estos eventos permite verificar cuánto la intuición del Jubileo Extraordinario por parte del Papa Francisco correspondiese a una genuina expectativa del pueblo de Dios, el cual ha acogido con alegría y entusiasmo este evento de gracia”.

“En verdad tenemos que afirmar que este Jubileo se está viviendo intensamente en todo el mundo y cada Iglesia local está organizando este tiempo de gracia como una forma genuina de renovación de la Iglesia y como un momento particular de nueva evangelización”, afirmó.

Durante la conferencia de prensa, Mons. Fisichella también anunció el programa establecido con motivo de la llegada de las reliquias de San Pío de Pietrelcina al Vaticano para el Año de la Misericordia.

Como se recuerda, los restos del santo de los estigmas estarán en la Santa Sede del 3 al 11 de febrero.

martes, 12 de enero de 2016

LA MISERICORDIA HA SIDO EL HILO CONDUCTOR DE MIS VIAJES EN 2015, AFIRMA PAPA FRANCISCO


La Misericordia ha sido el hilo conductor de mis viajes en 2015, afirma Papa Francisco



VATICANO, 11 Ene. 16 / 05:32 pm (ACI).- “La Misericordia ha sido el ‘hilo conductor’ que ha guiado mis viajes apostólicos durante el año pasado”, afirmó este lunes el Papa Francisco en el tradicional discurso que dirigió al Cuerpo Diplomático acreditado en la Santa Sede, ante quienes hizo un breve recuento de sus visitas apostólicas realizadas a América, Asia, Europa del Este y África, donde abrió la primera Puerta Santa del Jubileo de la Misericordia.

Durante su extenso discurso, en el que abordó principalmente la crisis migratoria que enfrenta Europa a raíz de los cientos de miles de personas que huyen de la violencia en Medio Oriente, el Papa se refirió a su viaje a Sarajevo realizado en junio pasado, “ciudad profundamente golpeada por la guerra en los Balcanes (en la década de 1990) y capital de un país, Bosnia y Herzegovina, que tiene un significado especial para Europa y para el mundo entero”.

“Como encrucijada de culturas, naciones y religiones se está esforzando, con resultados positivos, en construir puentes nuevos, valorar lo que une y ver las diferencias como oportunidades de crecimiento en el respeto de todos”. “Esto es posible –afirmó el Papa– a través del diálogo paciente y confiado, que sabe respetar los valores de la cultura de cada uno y acoger lo que hay de bueno en las experiencias de los demás”.

Luego recordó su visita a Bolivia, Ecuador y Paraguay, “donde encontré pueblos que no se rinden ante las dificultades y se enfrentan con valentía, determinación y espíritu de fraternidad a los muchos retos que los afligen, empezando por la pobreza generalizada y las desigualdades sociales”.

“En el viaje a Cuba y a los Estados Unidos de América –afirmó– pude abrazar a dos países que durante mucho tiempo han estado divididos y que han decidido escribir una nueva página de la historia, emprendiendo un camino de acercamiento y reconciliación”.


 
La familia como escuela de misericordia

Francisco recordó que el viaje a Estados Unidos tuvo como objetivo asistir al Encuentro Mundial de las Familias en Filadelfia. En este lugar, “así como durante el viaje a Sri Lanka y Filipinas y con el reciente Sínodo de los Obispos, he recordado la importancia de la familia, que es la primera y más importante escuela de la misericordia, en la que se aprende a descubrir el rostro amoroso de Dios y en la que nuestra humanidad crece y se desarrolla”.

“Por desgracia –lamentó–, sabemos cuántos desafíos tiene que afrontar la familia en este tiempo en el que está ‘amenazada por el creciente intento, por parte de algunos, de redefinir la institución misma del matrimonio, guiados por el relativismo, la cultura de lo efímero, la falta de apertura a la vida’”.

“Hoy existe un miedo generalizado a la estabilidad que la familia reclama y quienes pagan las consecuencias son sobre todo los más jóvenes, a menudo frágiles y desorientados, y los ancianos que terminan siendo olvidados y abandonados. Por el contrario, ‘de la fraternidad vivida en la familia, nace (...) la solidaridad en la sociedad’, que nos lleva a ser unos responsables de los otros”.

El Santo Padre dijo que “esto sólo es posible si en nuestras casas, así como en nuestra sociedad, no permitimos que se sedimenten el cansancio y los resentimientos, sino que damos paso al diálogo, que es el mejor antídoto contra el individualismo, tan extendido en la cultura de nuestro tiempo”.

África y el Jubileo de la Misericordia

Finalmente, el Pontífice recordó su viaje a África a fines de noviembre para visitar Kenia, Uganda y República Centroafricana. En este último país, en la Catedral de Bangui, Francisco abrió la primera Puerta Santa del Año Santo de la Misericordia.

“En un país tan golpeado por el hambre, la pobreza y los conflictos, en el que la violencia fratricida de los últimos años ha dejado profundas heridas en las almas, desgarrando la comunidad nacional y generando pobreza material y moral, la apertura de la Puerta Santa de la Catedral de Bangui pretendía ser un signo de aliento para alzar la mirada, para retomar el camino y para volver a encontrar las razones para el diálogo”, afirmó.

Como se recuerda, República Centroafricana ha sufrido la guerra civil entre musulmanes y cristianos.

“Allí donde se ha abusado del nombre de Dios para cometer injusticias, he querido reafirmar, junto con la comunidad musulmana de la República Centroafricana, que ‘quien dice que cree en Dios ha de ser también un hombre o una mujer de paz’, y, por lo tanto, de misericordia, porque nunca se puede matar en nombre de Dios”.

“Sólo una forma ideológica y desviada de religión puede pensar que se hace justicia en nombre del Omnipotente masacrando deliberadamente a personas indefensas, como ocurrió en los sanguinarios atentados terroristas de los últimos meses en África, Europa y Oriente Medio”, señaló.

En ese sentido, Francisco afirmó que la convivencia pacífica “entre los creyentes de distintas religiones es posible, allí donde la libertad religiosa se reconoce, y se garantiza la posibilidad efectiva de colaborar en la edificación del bien común, en el respeto mutuo de la identidad cultural de cada uno”.

sábado, 9 de enero de 2016

MÁS DE UN MILLÓN DE FIELES HA PARTICIPADO YA DEL JUBILEO EN ROMA DURANTE EL PRIMER MES


Más de un millón de fieles ha participado ya del Jubileo en Roma durante el primer mes
Por Alvaro de Juana


 (ACI).- El Jubileo de la Misericordia ha recibido en Roma en su primer mes a más de un millón de fieles. Así lo anunció el responsables de su organización y presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, el Arzobispo Rino Fisichella.

En un artículo publicado por el diario oficial del Vaticano, L’Osservatore Romano, el prelado destaca que en el primer mes del Año Santo se ha registrado la participación de 1.025.000 personas.

El Jubileo dio inicio el pasado 8 de diciembre, Solemnidad de la Inmaculada Concepción, cuando el Papa Francisco abrió la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro en el Vaticano. Hasta el 20 de noviembre de este año, fiesta de Cristo Rey del Universo, se celebrarán multitud de celebraciones y eventos no solo en Roma, sino en todas las diócesis del mundo puesto que el Santo Padre ha dispuesto que se pueda participar desde ellas en el Jubileo.

Fisichela señala que “los números no son importantes en una dimensión espiritual”. “Sin embargo, muestran una intenta participación y una exigencia sentida”, indica.



Además, recuerda en el diario que “el Papa Francisco desea que el Jubileo sea primero un evento eclesial, vivido en cada Iglesia local, para redescubrir la fuerza de la misericordia en la vida cotidiana de los creyentes”.

Se trata, en definitiva, de “un compromiso concreto de ser cada uno instrumento visible de misericordia hacia todos”.

En el artículo, Fisichella asegura que desde todo el mundo llegan “testimonios que conmueven por la gran participación del pueblo con ocasión de la apertura de la puerta santa en las diócesis”.

“Las catedrales y los santuarios no bastan para contener el flujo de fieles que han llenado las plazas a la espera de realizar el gesto simbólico de pasar por la puerta santa”.

“La gran presencia del pueblo espera que el mensaje del encuentro con Cristo y la posibilidad de experimentar la ternura y el perdón de Dios son percibidos como una exigencia personal para dar sentidos a los eventos dramáticos de la historia de estos años”, asegura Fisichella.

El responsable del Jubileo también agradece a las fuerzas del orden y la seguridad su importante trabajo para que los fieles puedan peregrinar sin problemas.

domingo, 20 de diciembre de 2015

PAPA FRANCISCO: QUIEN CRUZA CON AMOR LAS PUERTAS SANTAS ENCONTRARÁ PERDÓN Y CONSOLACIÓN


Papa Francisco: Quien cruza con amor las Puertas Santas encontrará perdón y consolación




 (ACI/EWTN Noticias).- El Papa Francisco aseguró hoy que quienes cruzan las Puertas Santas, abiertas con ocasión del Jubileo de la Misericordia, encontrarán perdón y consolación. Lo dijo durante su audiencia con los empleados de la empresa ferroviaria estatal italiana, Ferrovie dello Stato Italiane.

Ayer el Santo Padre abrió la Puerta Santa de la Caridad, en la principal estación de ferrocarril de Roma.

El Papa recordó los 110 años de historia y las importantes iniciativas solidarias que ha tenido la empresa estatal durante este tiempo. Entre ellas, el albergue de la estación romana de Termini, dedicado a Don Luigi Di Liegro, fundador de la Cáritas de la Diócesis de Roma.

La primera piedra de este albergue fue bendecida por Benedicto XVI en 2010.



Francisco expresó su deseo de que el recién iniciado Año Santo de la Misericordia nos enseñe el valor de la acogida a las personas sin techo, así como “imprima en nuestra mente y en nuestros corazones que la misericordia es la primera y verdadera medicina para el hombre, de la que cada uno tiene urgente necesidad”.

El Papa pidió también que “Italia y todos los países del mundo sean lugares de redes solidarias, auténticamente humanos, capaces de alegrarse con el amor de Dios y de la comunión mutua”.

“Esto es precisamente lo que nos recuerdan las Puertas Santas, que en estos días se abren en todas las diócesis del mundo: el que las cruza con amor encontrará perdón y consolación y estará impulsado a donar y donarse con mayor generosidad, por su propia salvación y por la de los hermanos”, señaló.

Francisco exhortó a dejarnos “transformar por el momento en que pasamos esta puerta espiritual, de forma que marque interiormente nuestra vida”.

“Dejémonos involucrar por el Jubileo de la Misericordia –todos tenemos necesidad de un poco de misericordia– de forma que podamos renovar el tejido de nuestra sociedad, haciéndola más justa y solidaria”, dijo.

Todo esto especialmente en medio de “esta III guerra mundial que ha estallado a pedazos, que estamos viviendo”.

sábado, 19 de diciembre de 2015

PAPA FRANCISCO: QUIEN CRUZA CON AMOR LAS PUERTAS SANTAS ENCONTRARÁ PERDÓN Y CONSOLACIÓN


Papa Francisco: Quien cruza con amor las Puertas Santas encontrará perdón y consolación



 (ACI/EWTN Noticias).- El Papa Francisco aseguró hoy que quienes cruzan las Puertas Santas, abiertas con ocasión del Jubileo de la Misericordia, encontrarán perdón y consolación. Lo dijo durante su audiencia con los empleados de la empresa ferroviaria estatal italiana, Ferrovie dello Stato Italiane.

Ayer el Santo Padre abrió la Puerta Santa de la Caridad, en la principal estación de ferrocarril de Roma.

El Papa recordó los 110 años de historia y las importantes iniciativas solidarias que ha tenido la empresa estatal durante este tiempo. Entre ellas, el albergue de la estación romana de Termini, dedicado a Don Luigi Di Liegro, fundador de la Cáritas de la Diócesis de Roma.

La primera piedra de este albergue fue bendecida por Benedicto XVI en 2010.



Francisco expresó su deseo de que el recién iniciado Año Santo de la Misericordia nos enseñe el valor de la acogida a las personas sin techo, así como “imprima en nuestra mente y en nuestros corazones que la misericordia es la primera y verdadera medicina para el hombre, de la que cada uno tiene urgente necesidad”.

El Papa pidió también que “Italia y todos los países del mundo sean lugares de redes solidarias, auténticamente humanos, capaces de alegrarse con el amor de Dios y de la comunión mutua”.

“Esto es precisamente lo que nos recuerdan las Puertas Santas, que en estos días se abren en todas las diócesis del mundo: el que las cruza con amor encontrará perdón y consolación y estará impulsado a donar y donarse con mayor generosidad, por su propia salvación y por la de los hermanos”, señaló.

Francisco exhortó a dejarnos “transformar por el momento en que pasamos esta puerta espiritual, de forma que marque interiormente nuestra vida”.

“Dejémonos involucrar por el Jubileo de la Misericordia –todos tenemos necesidad de un poco de misericordia– de forma que podamos renovar el tejido de nuestra sociedad, haciéndola más justa y solidaria”, dijo.

Todo esto especialmente en medio de “esta III guerra mundial que ha estallado a pedazos, que estamos viviendo”.


martes, 15 de diciembre de 2015

PAPA FRANCISCO: EN EL AÑO DE LA MISERICORDIA HAY DOS CAMINOS ¿CUÁL ES EL TUYO?


Papa Francisco: En el Año de la Misericordia hay dos caminos ¿cuál es el tuyo?





 (ACI).- En la homilía de la Misa que presidió esta mañana en la capilla de la Casa Santa Marta, el Papa Francisco explicó que en este Año de la Misericordia hay dos caminos: uno de la esperanza y otro de la “propia esclavitud” y “la rigidez” que hace que la persona no sepa nada del perdón de Dios.

El Santo Padre dijo que “en este Año de la Misericordia, están estos dos caminos: quien tiene esperanza en la misericordia de Dios y sabe que Dios es Padre; Dios perdona siempre, pero todo; más allá del desierto está el abrazo del Padre, el perdón. Y también están aquellos que se refugian en su propia esclavitud, en su propia rigidez, y no saben nada de la misericordia de Dios. Estos eran doctores, habían estudiado, pero su ciencia no los ha salvado”.

Segun señala Radio Vaticano, el Papa explicó en su reflexión que “la esperanza es esta virtud cristiana que nosotros tenemos como un gran don del Señor y que nos hace ver lejos, más allá de los problemas, los dolores, las dificultades, más allá de nuestros pecados que nos hace ver la belleza de Dios”.

“Cuando yo me encuentro con una persona que tiene esta virtud de la esperanza y se encuentra en un momento feo de su vida –ya sea una enfermedad, una preocupación por un hijo o una hija, o por alguien de la familia, que padece algo– pero que tiene esta virtud, en medio del dolor, tiene el ojo penetrante, tiene la libertad de ver más allá, siempre más allá. Y ésta es la esperanza. Y ésta es la profecía que hoy nos ofrece la Iglesia: nos quiere mujeres y hombres de esperanza, incluso en medio de los problemas. La esperanza abre horizontes, la esperanza es libre, no es esclava, siempre encuentra un lugar para resolver una situación”, prosiguió.



En el Evangelio, indicó luego, se habla de los jefes de los sacerdotes que preguntan a Jesús con qué autoridad actúa: “no tienen horizontes. Son hombres cerrados en sus cálculos, esclavos de las propias rigideces. Y los cálculos humanos cierran el corazón, cierran la libertad, mientras la esperanza nos vuelve ligeros”.

“¡Qué hermosa es la libertad, la magnanimidad, la esperanza de un hombre y una mujer de Iglesia! En cambio ¡qué fea y cuánto mal hace la rigidez de una mujer y de un hombre de Iglesia, la rigidez clerical, que no tiene esperanza!”, exclamó.

El Papa tomó para su meditación la primera lectura del día del libro de los Números en la que se habla de Balaán, un profeta contratado por un rey para maldecir a Israel. Balaam “tenía sus defectos, e incluso sus pecados, porque todos tenemos pecados, todos. Todos somos pecadores. Pero no se asusten. Dios es más grande que todos nuestros pecados”.

“En su camino, Balaam encuentra al ángel del Señor y cambia su corazón. No cambia de partido”, sino que “cambia del error a la verdad, y cuenta lo que ve”: el Pueblo de Dios vive en las tiendas, en medio del desierto, y él, “además del desierto ve la fecundidad, la belleza, la victoria”.

Abrió su corazón, “se convirtió” y “vio lejos, vio la verdad”, porque “con buena voluntad siempre se ve la verdad”. “Es una verdad que da esperanza”.

Esta es la lectura sobre la que meditó el Pontífice:

Primera Lectura: Números 24,2-7.15-17a

"Avanza la constelación de Jacob"

En aquellos días, Balaán, tendiendo la vista, divisó a Israel acampado por tribus. El espíritu de Dios vino sobre él, y entonó sus versos: "Oráculo de Balaán, hijo de Beor, oráculo del hombre de ojos perfectos; oráculo del que escucha palabras de Dios, que contempla visiones del Poderoso, en éxtasis, con los ojos abiertos: ¡Qué bellas las tiendas de Jacob y las moradas de Israel! Como vegas dilatadas, como jardines junto al río, como áloes que plantó el Señor o cedros junto a la corriente; el agua fluye de sus cubos, y con el agua se multiplica su simiente. Su rey es más alto que Agag, y su reino descuella." Y entonó sus versos: "Oráculo de Balaán, hijo de Beor, oráculo del hombre de ojos perfectos; oráculo del que escucha palabras de Dios y conoce los planes del Altísimo, que contempla visiones del Poderoso, en éxtasis, con los ojos abiertos: Lo veo, pero no es ahora, lo contemplo, pero no será pronto: Avanza la constelación de Jacob, y sube el cetro de Israel".

PAPA FRANCISCO ABRE PUERTA SANTA EN BASÍLICA DE SAN JUAN DE LETRÁN - FOTOGRAFÍAS



FOTOGRAFÍAS DE PAPA FRANCISCO
ABRIENDO PUERTA SANTA EN LA BASÍLICA DE 
SAN JUAN DE LETRÁN

Queridos amigos, les ofrecemos unas imágenes de este domingo, cuando el Papa Francisco, obispo de Roma, abrió la Puerta Santa de su catedral, la basílica de San Juan de Letrán, y celebró la Santa Misa.



En su homilía, el Papa dijo, entre otras cosas:
"Hemos abierto la Puerta Santa, aquí y en todas las catedrales del mundo. También este simple signo es una invitación a la alegría. Inicia el tiempo del gran perdón. Es el Jubileo de la Misericordia. Es el momento de descubrir la presencia de Dios y su ternura de Padre.
Seamos también nosotros como la gente que interrogaba a Juan: «¿Qué cosa debemos hacer?» (Lc 3,10). La respuesta del bautista no se hace esperar. Él invita a actuar con justicia y a mirar a las necesidades de cuantos se encuentran en dificultad.
Lo que Juan exige de sus interlocutores, es cuanto se puede confrontar con la ley. A nosotros, en cambio, nos piden un compromiso más radical.
Delante a la Puerta Santa que estamos llamados a atravesar, nos piden ser instrumentos de misericordia, conscientes que seremos juzgados sobre esto.
Quien ha sido bautizado sabe que tiene un compromiso más grande. La fe en Cristo lleva a un camino que dura toda la vida: aquel de ser misericordiosos como el Padre.
La alegría de atravesar la Puerta de la Misericordia se une al compromiso de acoger y testimoniar un amor que va más allá de la justicia, un amor que no conoce confines. Es de este infinito amor que somos responsables, no obstante nuestras contradicciones."















viernes, 11 de diciembre de 2015

PAPA FRANCISCO EVOCA A LA FAMILIA PARA EXPLICAR CÓMO ES LA MISERICORDIA DE DIOS


Papa Francisco evoca a la familia para explicar cómo es la misericordia de Dios




(ACI/EWTN Noticias).- Dios se ha enamorado de nuestra pequeñez y su misericordia es como la caricia del papá o la mamá que cuando estamos asustados nos dice “no tengas miedo de tus pecados (…) yo estoy aquí para perdonarte”, afirmó el Papa Francisco en la Misa que celebró este jueves en la Casa Santa Marta, donde participaron también los cardenales del Consejo de los Nueve, que comenzaron hoy su 12° reunión de trabajo con el Santo Padre.

“El Señor es misericordioso y grande en el amor”, afirmó el Papa, dos días después de haber inaugurado el Jubileo de la Misericordia. Francisco desarrolló su homilía partiendo de la  primera Lectura –tomada del libro de Isaías– donde en un monólogo del Señor se comprende que Dios ha elegido a su pueblo “no porque fuera grande o poderoso”, sino “porque era el más pequeño de todos, el más miserable de todos”.

El Pontífice explicó que Dios “se ha enamorado de esta miseria, se ha enamorado precisamente de esta pequeñez”; y en este monólogo de Dios con su pueblo “se ve este amor”, un “amor tierno, un amor como el del papá o la mamá” cuando habla con el niño que “se despierta de noche asustado por un sueño” y lo tranquiliza diciéndole: “Yo te tomo la mano derecha, quédate tranquilo, no temas”.



“Todos nosotros conocemos las caricias de los papás y de las mamás, cuando los niños están inquietos por el susto: ‘No temas, yo estoy aquí; Yo estoy enamorado de tu pequeñez; me he enamorado de tu pequeñez, de tu nada’. E incluso: ‘No tengas miedo de tus pecados, Yo te quiero tanto; Yo estoy aquí para perdonarte’. Esta es la misericordia de Dios”, afirmó Francisco.

Según informó Radio Vaticana, el Santo Padre recordó también a un santo que hacía muchas penitencias y al que el Señor le pedía cada vez más; hasta que un día este le dijo que ya no tenía nada más para darle y a quien Dios le respondió: “Dame tus pecados”.

“El Señor quiere tomar sobre sí nuestras debilidades, nuestros pecados, nuestros cansancios. Jesús cuántas veces hacía sentir esto y después: ‘Vengan a mí, todos ustedes que están fatigados, agobiados, y yo les daré descanso. Yo soy el Señor tu Dios, que te tengo por la derecha, no temas pequeño, no temas. Yo te daré fuerza. Dame todo y yo te perdonaré, te daré paz”, señaló el Papa.

Francisco aseguró que estas son “las caricias de Dios”, “de nuestro Padre, cuando se expresa con su misericordia”.

“Nosotros que estamos tan nerviosos, cuando una cosa no va bien, nos agitamos, estamos impacientes… En cambio Él: ‘Quédate tranquilo, hiciste algo gordo, sí, pero quédate tranquilo; no temas, Yo te perdono. Dámela’. Esto es lo que significa lo que hemos repetido en el Salmo: ‘El Señor es misericordioso y grande en el amor’. Nosotros somos pequeños. Él nos ha dado todo. Nos pide sólo nuestras miserias, nuestras pequeñeces, nuestros pecados, para abrazarnos, para acariciarnos”.

El Papa concluyó su homilía invitando a los fieles a pedir “al Señor que despierte en cada uno de nosotros, y en todo el pueblo, la fe en esta paternidad, en esta misericordia, en su corazón. Y que esta fe en su paternidad y su misericordia nos haga un poco más misericordiosos con los demás”.