martes, 6 de septiembre de 2016

AGENDA A NOVIEMBRE: PAPA FRANCISCO CANONIZARÁ A 7 BEATOS Y CERRARÁ JUBILEO DE LA MISERICORDIA


Agenda a noviembre: El Papa canonizará 7 beatos y cerrará Jubileo de la Misericordia




VATICANO, 06 Sep. 16 / (ACI).- Hoy se ha publicado el calendario de las próximas celebraciones que presidirá el Papa Francisco que tendrán lugar entre los meses de septiembre, octubre y noviembre de 2016.

El calendario, firmado por Mons. Guido Marini, Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, comienza el 25 de septiembre, día en que el Papa presidirá la Santa Misa con motivo del Jubileo de los Catequistas, en la Plaza de San Pedro, a las 10:30 a.m..

Posteriormente, desde el viernes 30 de septiembre hasta el 2 de octubre, el Santo Padre realizará su viaje apostólico a Georgia y Azerbaiyán.


El sábado 8 de octubre, presidirá una Vigilia Mariana en la Plaza de San Pedro, a las 5:30 p.m.. Al día siguiente, 9 de octubre, celebrará una Santa Misa con motivo del Jubileo Mariano, también en la Plaza de San Pedro, a las 10:30 a.m.

Pocos días después, el 16 de octubre, el Santo Padre canonizará a 7 Beatos: José Sánchez del Río; Manuel González García, José Gabriel del Rosario, “el Cura Brochero”; Salomón Leclerq; Alfonso María Fusco; Luis Pavoni e Isabel de la Santísima Trinidad; La canonización será en la Plaza de San Pedro en el Vaticano.

Del 31 de octubre al 1 de noviembre, tendrá lugar el viaje apostólico del Pontífice a Suecia, para conmemorar los 500 años de la reforma protestante.

El viernes, 4 de noviembre, el Santo Padre presidirá la Santa Misa de sufragio por los cardenales y obispos fallecidos durante el año. Será en el Altar de la Cátedra de la Basílica vaticana, a las 11:30 a.m..

El 6 y 10 de noviembre, con motivo del Jubileo de los Encarcelados y el Jubileo de las personas sin techo, respectivamente, el Papa celebrará la Misa en la Basílica de San Pedro a las 10:00 a.m.

El domingo, 20 de noviembre, Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo Rey del Universo, el Papa Francisco presidirá la Santa Misa por la clausura del Jubileo de la Misericordia.

lunes, 5 de septiembre de 2016

HOMILÍA DEL PAPA FRANCISCO EN LA MISA DE CANONIZACIÓN DE SANTA TERESA DE CALCUTA


Homilía del Papa Francisco en la Misa de canonización de Santa Teresa de Calcuta





(ACI).- Ante cientos de miles de fieles presentes llegados de todas partes del mundo y que abarrotaron la Plaza de San Pedro en el Vaticano, el Papa Francisco presidió la Misa de canonización de Santa Teresa de Calcuta.

A continuación el texto completo de su homilía:

«¿Quién comprende lo que Dios quiere?» (Sb 9,13). Este interrogante del libro de la

Sabiduría, que hemos escuchado en la primera lectura, nos presenta nuestra vida como un misterio, cuya clave de interpretación no poseemos. Los protagonistas de la historia son siempre dos: por un lado, Dios, y por otro, los hombres.

Nuestra tarea es la de escuchar la llamada de Dios y luego aceptar su voluntad. Pero para cumplirla sin vacilación debemos ponernos esta pregunta. ¿Cuál es la voluntad de Dios en mi vida? La respuesta la encontramos en el mismo texto sapiencial: «Los hombres aprendieron lo que te agrada» (v. 18). Para reconocer la llamada de Dios, debemos preguntarnos y comprender qué es lo que le gusta. En muchas ocasiones, los profetas anunciaron lo que le agrada al Señor. Su mensaje encuentra una síntesis admirable en la expresión: «Misericordia quiero y no sacrificios» (Os 6,6; Mt 9,13).


A Dios le agrada toda obra de misericordia, porque en el hermano que ayudamos reconocemos el rostro de Dios que nadie puede ver (cf. Jn 1,18). Cada vez que nos hemos inclinado ante las necesidades de los hermanos, hemos dado de comer y de beber a Jesús; hemos vestido, ayudado y visitado al Hijo de Dios (cf. Mt 25,40).

Estamos llamados a concretar en la realidad lo que invocamos en la oración y profesamos en la fe. No hay alternativa a la caridad: quienes se ponen al servicio de los hermanos, aunque no lo sepan, son quienes aman a Dios (cf. 1 Jn 3,16-18; St 2,14-18). Sin embargo, la vida cristiana no es una simple ayuda que se presta en un momento de necesidad.

Si fuera así, sería sin duda un hermoso sentimiento de humana solidaridad que produce un beneficio inmediato, pero sería estéril porque no tiene raíz. Por el contrario, el compromiso que el Señor pide es el de una vocación a la caridad con la que cada discípulo de Cristo lo sirve con su propia vida, para crecer cada día en el amor.

Hemos escuchado en el Evangelio que «mucha gente acompañaba a Jesús» (Lc 14,25). Hoy aquella «gente» está representada por el amplio mundo del voluntariado, presente aquí con ocasión del Jubileo de la Misericordia. Ustedes son esa gente que sigue al Maestro y que hace visible su amor concreto hacia cada persona. Les repito las palabras del apóstol Pablo: «He experimentado gran gozo y consuelo por tu amor, ya que, gracias a ti, los corazones de los creyentes han encontrado alivio» (Flm 1,7).

Cuántos corazones confortan los voluntarios. Cuántas manos sostienen; cuántas lágrimas secan; cuánto amor derramo en el servicio escondido, humilde y desinteresado. Este loable servicio da voz a la fe y expresa la misericordia del Padre que está cerca de quien pasa necesidad.

El seguimiento de Jesús es un compromiso serio y al mismo tiempo gozoso; requiere radicalidad y esfuerzo para reconocer al divino Maestro en los más pobres y descartados de la vida, y ponerse a su servicio. Por esto, los voluntarios que sirven a los últimos y a los necesitados por amor a Jesús no esperan ningún agradecimiento ni gratificación, sino que renuncian a todo esto porque han descubierto el verdadero amor.

Igual que el Señor ha venido a mi encuentro y se ha inclinado sobre mí en el momento de necesidad, así también yo salgo al encuentro de él y me inclino sobre quienes han perdido la fe o viven como si Dios no existiera, sobre los jóvenes sin valores e ideales, sobre las familias en crisis, sobre los enfermos y los encarcelados, sobre los refugiados e inmigrantes, sobre los débiles e indefensos en el cuerpo y en el espíritu, sobre los menores abandonados a sí mismos, así como también sobre los ancianos dejados solos. Dondequiera que haya una mano extendida que pide ayuda para ponerse en pie, allí debe estar nuestra presencia y la presencia de la Iglesia que sostiene y da esperanza. Hacer esto con la viva memoria de cuando yo estaba tendido ahí y el Señor se inclinó sobre mí.

Madre Teresa, a lo largo de toda su existencia, ha sido una generosa dispensadora de la misericordia divina, poniéndose a disposición de todos por medio de la acogida y la defensa de la vida humana, tanto la no nacida como la abandonada y descartada. Se ha comprometido en la defensa de la vida proclamando incesantemente que «el no nacido es el más débil, el más pequeño, el más pobre».


Se ha inclinado sobre las personas desfallecidas, que mueren abandonadas al borde de las calles, reconociendo la dignidad que Dios les había dado; ha hecho sentir su voz a los poderosos de la tierra, para que reconocieran sus culpas ante los crímenes de la pobreza creada por ellos mismos. La misericordia ha sido para ella la «sal» que daba sabor a cada obra suya, y la «luz» que iluminaba las tinieblas de los que no tenían ni siquiera lágrimas para llorar su pobreza y sufrimiento.

Su misión en las periferias de las ciudades y en las periferias existenciales permanece en nuestros días como testimonio elocuente de la cercanía de Dios hacia los más pobres entre los pobres. Hoy entrego esta emblemática figura de mujer y de consagrada a todo el mundo del voluntariado: que ella sea vuestro modelo de santidad.

Pienso que tal vez tendremos un poco de dificultad en llamarla Santa Teresa. Su santidad es tan cercana a nosotros, que espontáneamente la seguiremos llamando Madre Teresa.

Esta incansable trabajadora de la misericordia nos ayude a comprender cada vez más que nuestro único criterio de acción es el amor gratuito, libre de toda ideología y de todo vínculo y derramado sobre todos sin distinción de lengua, cultura, raza o religión.

Madre Teresa amaba decir: «Tal vez no hablo su idioma, pero puedo sonreír» porque abriga el corazón en su sonrisa. Llevemos en el corazón su sonrisa y entreguémosla a todos los que encontremos en nuestro camino, especialmente a los que sufren. Abriremos así horizontes de alegría y esperanza a toda esa humanidad desanimada y necesitada de comprensión y ternura.

domingo, 4 de septiembre de 2016

PAPA FRANCISCO INVITA A LLEVAR EN EL CORAZÓN LA SONRISA DE MADRE TERESA DE CALCUTA


El Papa invita a llevar en el corazón la sonrisa de Madre Teresa
En la homilía de la misa de canonización de la santa albanesa, 
Francisco recuerda que quienes se ponen al servicio de los hermanos, aunque no lo sepan, son quienes aman a Dios



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha recordado que Madre Teresa, a lo largo de toda su existencia, fue “generosa dispensadora de la misericordia divina”, poniéndose a disposición de todos “por medio de la acogida y la defensa de la vida humana, tanto la no nacida como la abandonada y descartada”. Así lo ha indicado en la homilía de la misa de canonización de la monja albanesa, ante una gran multitud que ha acudido a Roma para el gran evento. Durante la homilía, cuando ya se había realizado en rito de canonización, Francisco ha recordado que Madre Teresa se comprometió en la defensa de la vida proclamando incesantemente que “el no nacido es el más débil, el más pequeño, el más pobre”. El Papa cree, ha indicado, que “tendremos un poco de dificultad en llamarla santa Teresa. Su santidad es tan cercana a nosotros, tan tierna y fecunda que espontáneamente continuaremos a decirle Madre Teresa”.

Por otro lado ha subrayado que la ya santa, se inclinó “sobre las personas desfallecidas, que mueren abandonadas al borde de las calles, reconociendo la dignidad que Dios les había dado”. Y de este modo, hizo “sentir su voz a los poderosos de la tierra, para que reconocieran sus culpas ante los crímenes de la pobreza creada por ellos mismos”. En esta misma línea ha precisado que la misericordia fue para ella la sal que daba sabor a cada obra suya, y la luz que iluminaba las tinieblas de los que no tenían ni siquiera lágrimas para llorar su pobreza y sufrimiento.

El Pontífice ha aseverado que la misión que Madre Teresa desarrolló en las periferias “permanece en nuestros días como testimonio elocuente de la cercanía de Dios hacia los más pobres entre los pobres”. Por eso, el Papa ha pedido que esta incansable trabajadora de la misericordia “nos ayude a comprender cada vez más que nuestro único criterio de acción es el amor gratuito, libre de toda ideología y de todo vínculo y derramado sobre todos sin distinción de lengua, cultura, raza o religión”. Del mismo modo ha exhortado a llevar en el corazón “su sonrisa” y entregarla “a todos los que encontremos en nuestro camino, especialmente a los que sufren”.

Haciendo referencia a las lecturas del día, el Santo Padre ha recordado que nuestra tarea es la de escuchar la llamada de Dios y luego aceptar su voluntad. Pero haciéndose esta pregunta. ¿Cuál es la voluntad de Dios en mi vida? Y para reconocer la llamada de Dios –ha indiado– debemos preguntarnos y comprender qué es lo que le gusta. A Dios, ha proseguido, le agrada toda obra de misericordia, porque en el hermano que ayudamos reconocemos el rostro de Dios que nadie puede ver.

Por eso ha subrayado que “quienes se ponen al servicio de los hermanos, aunque no lo sepan, son quienes aman a Dios”. Es más, “el compromiso que el Señor pide es el de una vocación a la caridad con la que cada discípulo de Cristo lo sirve con su propia vida, para crecer cada día en el amor”.

El Santo Padre también ha dedicado unos palabras a las voluntarios presentes en la plaza, que este fin de semana celebran su Jubileo. “Vosotros sois esa gente que sigue al Maestro y que hace visible su amor concreto hacia cada persona”, ha indicado. “Cuántos corazones confortan los voluntarios. Cuántas manos sostienen; cuántas lágrimas secan; cuánto amor derramo en el servicio escondido, humilde y desinteresado”, ha exclamado Francisco. Este loable servicio –ha añadido– da voz a la fe y expresa la misericordia del Padre que está cerca de quien pasa necesidad.

Finalmente, el Papa ha recordado que el seguimiento de Jesús es ·un compromiso serio y al mismo tiempo gozoso” que “requiere radicalidad y esfuerzo para reconocer al divino Maestro en los más pobres y ponerse a su servicio”.

Por esto, los voluntarios “no esperan ningún agradecimiento ni gratificación”, sino que “renuncian a todo esto porque han descubierto el verdadero amor”.

Dondequiera que haya una mano extendida que pide ayuda para ponerse en pie –ha concluido Francisco– allí debe estar nuestra presencia y la presencia de la Iglesia que sostiene y da esperanza.

ASESINAN A MONJA ESPAÑOLA EN HAITÍ, PAPA FRANCISCO PIDE ORACIONES


Asesinan a monja española en Haití, el Papa pide oraciones


VATICANO, 04 Sep. 16 / (ACI).- Antes del rezo del Ángelus dominical luego de la Misa de canonización de Santa Teresa de Calcuta, el Papa Francisco pidió orar por la religiosa Sor Isabel Sola Macas, de 51 años, asesinada el 2 de septiembre en Puerto Príncipe, capital de Haití.

Al recordar a la religiosa, el Papa se refirió a “cuantos se entregan al servicio de los hermanos en contextos difíciles y riesgosos. Pienso especialmente en tantas religiosas que dan su vida sin reparos”.

El Santo Padre pidió rezar “de manera particular por la hermana misionera española, Sor Isabel, que fue asesinada hace dos días en la capital de Haití, un país muy probado, para el que pido que cesen tales actos de violencia y que haya una mayor seguridad para todos”.

Sor Isabel, religiosa de la Congregación Jesús-María fue asesinada mientras conducía en las carreteras de Puerto Príncipe. Varias personas dispararon al auto en el que se movilizaba. Aunque todavía se desconoce el motivo del ataque, se baraja podría haber sido un intento de robo.  

Sor Isabel era originaria de Barcelona y trabajaba en Haití desde hacía al menos ocho años con los más pobres y desfavorecidos. Durante el tiempo que vivió en el país sobrevivió al terrible terremoto que tuvo lugar en enero de 2010 que dejó más de 200 mil muertos.

Desde la Congregación de Jesús-María, la superiora general, Sor Mónica Joseph ha enviado un comunicado en el que afirma estar aún “bajo el shock” de la noticia que viven “con gran tristeza y dolor” y en el que piden oraciones por Sor Isabel, “por su familia y por las hermanas en Haití”.

El director de Obras Misionales Pontificias en España, el P. Anastasio Gil, ha enviado un mensaje de condolencias “en nombre de los 13.000 misioneros españoles repartidos por el mundo” y en el que afirma unirse “al dolor y a la oración de la familia de Isabel Sola y de la congregación Jesús y María, por el terrible asesinato de esta misionera que estaba dando su vida con los más pobres, y que finalmente ha culminado con el derramamiento de su sangre”.

En la oración mariana de este domingo, el Santo Padre pidió recordar también “a otras hermanas que, recientemente, ha sufrido la violencia en otros países. Lo hacemos dirigiéndonos en oración a la Virgen María, Madre y Reina de todos los santos”.

El Papa agradeció luego a todos los asistentes a la Misa de canonización de la Madre Teres y a los operarios de la misericordia los confió a su protección, para que ella “les enseñe a contemplar y adorar cada día a Jesús crucificado para reconocerlo y servirlo en los hermanos necesitados”.

PAPA FRANCISCO INVITA PIZZA A 1500 POBRES QUE ASISTEN A LA CANONIZACIÓN DE SANTA TERESA DE CALCUTA


Francisco invita a pizza a 1500 pobres que asisten a la canonización de Madre Teresa


La comida tendrá lugar después de la misa en el atrio del Aula Pablo VI



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- 1.500 pobres, atendidos por las Misioneras de la Caridad en Italia, recibirán un regalo del Papa muy especial al finalizar la misa de canonización de Madre Teresa. Tal y como explica un comunicado distribuido por la oficina de prensa de la Santa Sede, en el atrio del Aula Pablo VI podrán comer pizza napolitana.

Los invitados, que proceden de los albergues que las hermanas gestionan en Italia –Milán, Bolonia, Florencia y Nápoles–, han viajado toda la noche en autobuses para participar primero en la canonización y después en la comida.

El almuerzo será servido por unas 250 hermanas de Madre Teresa, 50 hermanos de la congregación masculina y algunos voluntarios.
Las pizzas serán preparadas por una pizzería napolitana con su equipo de casi 20 personas y con el equipamiento móvil formado por 3 hornos.

MISIONERA DE LA CARIDAD SOBREVIVIENTE DE YEMEN CONMUEVE A PAPA FRANCISCO




Misionera de la Caridad sobreviviente de Yemen conmueve al Papa
Por Diego López Marina



VATICANO, 03 Sep. 16 / (ACI).- Durante la Audiencia Jubilar en la Plaza de San Pedro de este sábado, la Madre Superiora del Hogar de Ancianos de las Misioneras de la Caridad en Yemen, Sor Sally, brindó su testimonio sobre cómo actúa la Providencia en la Congregación fundada por la Beata Madre Teresa de Calcuta, la cual se dedica a suplir las necesidades materiales y espirituales de los más necesitados.

“Desde el principio de la fundación de las Misioneras de la Caridad, nuestra fundadora, la Madre Teresa de Calcuta se encontró con Jesús. Y a partir de Él, ella recibió su vocación a nuestra forma de amar y poner nuestra confianza en Dios. Ella vivió en total dependencia de Dios de sus propias necesidades y de las de los pobres bajo su cuidado”, dijo Sor Sally en la víspera de la canonización de la Madre Teresa.

Proveniente de Kerala (India), Sor Sally se convirtió en Misionera de la Caridad y luego fue enviada al Medio Oriente para servir a los más necesitados. Vivió en el monasterio de la orden en Adén, República de Yemen, hasta marzo de este año luego de ser puesta a salvo del ataque en el que fueron masacradas cuatro religiosas de su comunidad por presuntos terroristas.

“La Madre dijo que Él estará con nosotros, y cuando Él esté allí, no nos hará falta nada. Al igual que San Pablo, podemos proclamar: Yo sé en quién he puesto mi confianza. Nosotras rezamos todos los días, adoramos todos los designios de su Divina Providencia, volcándonos enteramente a su voluntad”, detalló a los participantes del Jubileo de los voluntarios y operarios de la misericordia.


Durante su testimonio la religiosa dio algunos ejemplos de la acción de Dios en la vida de la comunidad fundada por la Madre Teresa. Aquí el resto de su testimonio:

“El 25 de marzo de 2015, en Yemen, había disparos y bombardeos por todas partes. Teníamos 64 inquilinos, 14 ayudantes, 5 hermanas y no había comida. Nos encontramos en una situación de total impotencia.


El 30 de marzo, a las 7:30 pm, no había electricidad. Estaba muy oscuro y llamaron a la puerta. Todas corrimos hacia la puerta con miedo y ansiedad, pero fue anunciada una buena noticia: nos trajeron frutas y verduras. Dios trabaja con nosotros en nuestra vida diaria. Nosotros creímos y experimentamos su gracia. Al igual que la viuda de Sarepta.

Al día siguiente, a las 5:30 AM, hubo un golpe en la puerta. La providencia de Dios estaba trabajando de nuevo. Un hombre trajo pan fresco que era suficiente para todo el mundo. Durante 10 días nunca dejó de llevar el pan, y en el décimo día trajo la harina y el trigo. Después de la Santa Comunión, oramos, ‘haznos dignos, Señor, para servir a nuestros semejantes. Dales, a través de nuestras manos un pan de cada día y a través de nuestro amor comprensivo darles paz y alegría.

En medio de esta situación peligrosa, nuestra querida Superior general, Sor Prema, nos llamó de Calcuta y habló con nosotros en forma individual. Nos dio la opción de permanecer o abandonar el lugar. Todos nosotros tuvimos una respuesta: "elegimos permanecer, vivir o morir con nuestros pobres". Es el fruto de nuestra oración diaria.

Nos quedamos sin el suministro de medicamentos para nuestros inquilinos. La hermana superior, llamó a la puerta del tabernáculo, y le dijo a Jesús: ‘Tú eres el dueño de esta casa, haz algo’. Por la tarde, un hombre trajo los mismos medicamentos que nuestro pobres necesitabas.

El momento crítico llegó cuando nos quedaba sólo un tanque de agua. Nuestros vecinos y otras personas llegaron con sus botellas vacías, pidiendo agua potable. Con el calor y el peligro de cada día, ¿quién puede negar agua potable a una persona sedienta o familiar? Dimos hasta la última gota. Nos recordó las palabras de nuestra querida madre: ‘la sed no es solo de agua, sino también para entender el amor, la justicia y la paz’.

Una vez más la Providencia de Dios: un camión cargado con botellas de agua llegó a nuestro complejo. Fuimos llenados de agua hasta el borde, agradeciendo a Dios. Jesús dijo, ‘tuve sed y me disteis de beber agua. Ven, bendito de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros’.

Con el corazón lleno con un amor más grande y entusiasmo, rogamos a Dios para seguir usando nuestra pequeñez para hacer presente a la Iglesia en el mundo de hoy, a través de la misión confiada a nosotros por nuestra Madre Teresa, incluso en medio de un entorno peligroso.

Con la ayuda del Corazón Inmaculado de María, causa de nuestra alegría, continuamos la búsqueda de los más pobres entre los pobres y llevarles el tierno afecto de Dios a través de nuestras humildes palabras de amor, pequeñas obras de paz, brindadas a costa de nuestras vidas”.

IMÁGENES DE LA CANONIZACIÓN DE SANTA TERESA DE CALCUTA







Sor Jacinta le entregó al Papa una reliquia de Madre Teresa y él la besó y la bendijo fotos

________________________________





La estampita y oración de Santa Teresa de Calcuta repartida en el Vaticano durante su canonización.

Fuente: Aciprensa

_____________________