lunes, 21 de noviembre de 2016

PAPA FRANCISCO EXPLICA LA IMPORTANCIA DEL SENTIDO DEL HUMOR


Papa Francisco explica la importancia del sentido del humor
Foto Alan Holdren / ACI Prensa



VATICANO, 20 Nov. 16 / 10:28 am (ACI).- Una de las características del Papa Francisco es, sin duda, su buen sentido del humor. En una nueva entrevista, el Santo Padre explica por qué le parece importante.

En el diálogo con TV2000, le preguntan al Pontífice: “Santidad, Usted ha dicho que la actitud humana más cercana a la gracia divina es el humor: una afirmación que puede parecer un poco extraña en boca de un Papa. ¿Por qué? ¿Quizás porque se necesita haber recibido una gran gracia, un gran don para ser capaz de reírse de los propios defectos?”.

Esta es la respuesta completa de Francisco:


“El sentido del humor es una gracia que yo pido todos los días, y rezo esa hermosa oración de Santo Tomás Moro: ‘Dame, Señor, el sentido del humor’; que yo sepa reír ante una broma. Es muy hermosa esa oración.

Porque el sentido del humor te lleva, te hace ver lo provisional de la vida y tomar las cosas con un espíritu de alma redimida. Es una actitud humana, pero la más cercana a la gracia de Dios.

Conocí un sacerdote –un gran sacerdote, un gran pastor, por citar uno– que tenía un sentido del humor grande, pero hacía mucho bien con él, porque aligeraba las cosas: ‘Lo absoluto es Dios pero esto se organiza, si puedes… estate tranquilo…’: pero sin decirlo así, sabía hacerlo sentir, con el sentido del humor.

Y de él se decía: ‘Pero este sabe reírse de los otros, de sí mismo, también de su propia sombra’. Es esa capacidad de ser un niño ante Dios. Bendecir al Señor con una sonrisa y también una broma bien hecha.

miércoles, 16 de noviembre de 2016

PENSAMIENTO DEL PAPA FRANCISCO SOBRE LA NAVIDAD


SI CONOCES A ALGUIEN QUE ES MOLESTO O INSOPORTABLE, PAPA FRANCISCO TE INVITA A ACTUAR ASÍ


Si conoces a alguien que es molesto o insoportable, el Papa te invita a actuar así
Por Álvaro de Juana
 Foto: Lucía Ballester / ACI Prensa




VATICANO, 16 Nov. 16 / 05:14 am (ACI).- La última catequesis del Papa Francisco en la Audiencia General antes de la clausura del Jubileo de la Misericordia estuvo dedicada a “soportar pacientemente a las personas molestas”.

“Todos somos buenos en identificar una presencia que puede dar fastidio: sucede cuando encontramos a alguno por la calle, o cuando recibimos una llamada de teléfono… Rápidamente pensamos: ‘¿Durante cuánto tiempo tendré que escuchar los lamentos, las habladurías, las exigencias o las fanfarronadas de esta persona?’”.


Francisco comenzó a explicar así el sentido de esta obra de misericordia y aseguró que “ocurre también, a veces, que las personas molestas son aquellas que están más cerca nuestro: entre los parientes siempre hay alguno; en el trabajo no faltan; ni siquiera en el tiempo libre estamos exentos”.

Entonces, “¿qué debemos hacer?”. "¿Por qué entre las obras de misericordia está también esta?”, preguntó a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.


El Papa recordó que en la Biblia “vemos que Dios mismos debe hacer uso de la misericordia para soportar los lamentos de su pueblo”.

“¿Hacemos alguna vez examen de conciencia para ver si también nosotros, en ocasiones, podemos resultar molestos a los otros?”, cuestionó. “Es fácil apuntar con el dedo contra los defectos y las faltas de los otros, pero deberíamos aprender a ponernos en el lugar del otro”, dijo.

Francisco invitó a “mirar a Jesús” porque “¡cuánta paciencia ha tenido en los tres años de su vida pública!”. “Jesús enseña a ir siempre a lo esencial y a mirar más allá para asumir con responsabilidad la propia misión. Podremos ver aquí el reclamo y otras dos obras de misericordia espiritual: la de advertir a los pecadores y la de enseñar a los ignorantes”.

“Pensemos en el gran compromiso que se puede tener cuando ayudamos a las personas a crecer en la fe y en la vida. Pienso, por ejemplo, en los catequistas –entre los cuales hay muchas madres y muchos religiosos– que dedican tiempo a enseñar a los niños los elementos básicos de la fe”. “¡Qué cansancio cuando los chicos prefieren jugar antes que escuchar el catecismo!”.

En definitiva, “acompañar en la búsqueda de lo esencial es hermoso e importante, porque nos hace compartir la alegría de saborear el sentido de la vida”.

“A menudo nos ocurre que encontramos personas que se detienen en cosas superficiales, efímeras y banales. A veces porque no han encontrado alguien que les estimulase a hacer algo distinto y a apreciar los verdaderos tesoros”.

El Pontífice explicó que entonces “enseñar a mirar lo esencial es una ayuda determinante, especialmente en un tiempo como el nuestro que parece haber perdido la orientación y perseguir la satisfacción a corto plazo”.

“Enseñar a descubrir qué quiere el Señor de nosotros y cómo podemos corresponderle significa ponerse en camino para crecer en la propia vocación, el camino de la verdadera alegría”, subrayó.

No obstante, no hay que olvidar que “la exigencia de aconsejar, advertir y enseñar no nos debe hacer sentir superiores a los otros, sino que nos obliga ante todo a entrar en nosotros mismos para verificar si somos coherentes respecto a lo que reclamamos a los otros”.

DÍA UNIVERSAL DEL NIÑO: PAPA FRANCISCO EXIGE PROTEGER LOS DERECHOS DE LOS MENORES


Día Universal del Niño: El Papa exige proteger los derechos de los menores
Por Miguel Pérez Pichel
 Foto: L'Osservatore Romano




VATICANO, 16 Nov. 16 / 06:06 am (ACI).- Con motivo del Día Universal del Niño y de la Jornada Mundial de los derechos de la infancia y de la adolescencia, que tendrá lugar el próximo domingo 20 de noviembre, el Papa Francisco pidió un mayor esfuerzo para garantizar los derechos de los niños.

“Hago un llamado a la conciencia de todos, instituciones y familias, con el fin de que los niños reciban siempre una apropiada protección y que su bienestar esté siempre asegurado, para que no caigan nunca en forma alguna de esclavitud, que no sean reclutados por grupos armados o sufran maltrato”, reclamó el Santo Padre.


Después de la catequesis en la Audiencia General del miércoles, el Pontífice expresó su confianza "en que la comunidad internacional se mantenga vigilante, garantizado a cada niño y niña el derecho a la escolarización y a la educación, para que su crecimiento se produzca de forma serena y que puedan mirar al futuro con confianza”.

Esta no es la primera vez que el Pontífice muestra su preocupación por los derechos de los niños.

El 13 de octubre, durante su mensaje con motivo de la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado que se celebrará el 15 de enero de 2017, el Obispo de Roma denunció la situación en la que se encuentran muchos menores refugiados y migrantes que terminan en redes de tratas de personas y son sometidos a abusos y esclavitud.

En aquella ocasión, Francisco lamentó que “los niños son los primeros en sufrir las guerras, la violación de los derechos humanos, la corrupción, la pobreza, los desequilibrios y desastres ambientales, padeciendo a veces torturas y castigos corporales, que se unen a las de tipo moral y psíquico, dejándoles a menudo huellas imborrables”.

CATEQUESIS DE PAPA FRANCISCO SOBRE SUFRIR CON PACIENCIA LOS DEFECTOS DEL PRÓJIMO


TEXTO: Catequesis Papa Francisco sobre sufrir con paciencia los defectos del prójimo
 Foto: Lucía Ballester / ACI Prensa



VATICANO, 16 Nov. 16 / 05:31 am (ACI).- El Papa Francisco ofreció una nueva catequesis sobre las obras de misericordia. Esta vez sobre soportar con paciencia a las personas molestas. 

"¿Qué debemos hacer con las personas fastidiosas? También nosotros muchas veces somos incomodos a los demás. ¿Por qué entre las obras de misericordia ha sido incluida también esta? ¿Sufrir con paciencia los defectos del prójimo?", preguntó el Papa.


A continuación, la catequesis completa del Pontífice:

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Dedicamos la catequesis de hoy a una obra de misericordia que todos conocemos muy bien, pero que tal vez no la ponemos en práctica como deberíamos: sufrir con paciencia los defectos del prójimo.

Todos somos muy buenos para identificar la presencia de alguno que puede incomodar: sucede cuando encontramos a alguien por la calle, o cuando recibimos una llamada telefónica… Enseguida pensamos: “¿Por cuánto tiempo tendré que escuchar las quejas, los comentarios, los pedidos o las vanaglorias de esta persona?”.


A veces, sucede también, que las personas fastidiosas son aquellas que están más cercanas a nosotros: entre los familiares hay siempre alguien; en el centro de trabajo no faltan; y ni siquiera en el tiempo libre no estamos eximidos. ¿Qué cosa debemos hacer con las personas fastidiosas? También nosotros muchas veces somos incomodos a los demás.

¿Por qué entre las obras de misericordia ha sido incluida también ésta? ¿Sufrir con paciencia los defectos del prójimo?.

En la Biblia vemos que Dios mismo debe usar misericordia para soportar las quejas de su pueblo. Por ejemplo, en el libro del Éxodo el pueblo resulta ser verdaderamente insoportable: primero llora porque es esclavizado en Egipto, y Dios lo libera; luego, en el desierto, se queja porque no tiene que comer (Cfr. 16,3), y Dios envía las codornices y el maná (Cfr. 16,13-16), no obstante esto, las quejas no cesan.

Moisés hacía de mediador entre Dios y el pueblo, y también él algunas vez habría sido incómodo para el Señor. Pero Dios ha tenido paciencia y así ha enseñado a Moisés y al pueblo también esta dimensión esencial de la fe.

Entonces, surge espontáneamente una pregunta: ¿hacemos siempre el examen de conciencia para ver si también nosotros, a veces, podemos resultar incomodos para los demás? Es fácil apuntar el dedo contra los defectos y las faltas de los demás, pero debemos aprender a ponernos en el lugar de los otros.

Miremos sobre todo a Jesús: ¡cuánta paciencia ha debido tener en los tres años de su vida pública! Una vez, mientras estaba de camino con sus discípulos, lo detuvo la madre de Santiago y Juan, y ella le dijo: «Manda que mis dos hijos se sienten en tu Reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda» (Mt 20,21).

La madre creaba las elites para sus hijos, pero era la mamá… También de aquella situación Jesús coge la ocasión para dar una enseñanza fundamental: su reino, no es un reino de poder, no es un reino de gloria como aquellos terrenos, sino de servicio y donación a los demás. Jesús enseña a ir siempre a lo esencial y a mirar más lejos para asumir con responsabilidad la propia misión.

Podríamos ver aquí la evocación a otras dos obras de misericordia espiritual: aquella de corregir al que se equivoca y enseñar al que no sabe. Pensemos en el gran empeño que se puede poner cuando ayudamos a las personas a crecer en la fe y en la vida.

Pienso, por ejemplo, en los catequistas –entre los cuales hay muchas mamas y tantas religiosas– que dedican tiempo para enseñar a los jóvenes los elementos básicos de la fe. ¡Cuánto trabajo, sobre todo cuando los jóvenes preferirían jugar en vez de escuchar el catecismo!


Acompañar en la búsqueda de lo esencial es bello e importante, porque nos hace compartir la alegría de probar el sentido de la vida. Muchas veces nos sucede que encontramos a personas que se detienen en cosas superficiales, efímeras y banales; a veces porque no han encontrado a nadie que los estimulara a buscar algo más, a apreciar los verdaderos tesoros.

Enseñar a mirar lo esencial es una ayuda determinante, especialmente en un tiempo como el nuestro que parece haber perdido la orientación y busca satisfacciones inmediatas.

Enseñar a descubrir que cosa el Señor quiere de nosotros y cómo podemos corresponderle significa ponerse en su camino para crecer en la propia vocación, el camino de la verdadera alegría. Así las palabras de Jesús a la madre de Santiago y de Juan, y luego a todo el grupo de los discípulos, indican la vía para evitar caer en la envidia, en la ambición, en la adulación, tentaciones que están siempre presentes también entre nosotros cristianos.

La exigencia de aconsejar, amonestar y enseñar no nos debe hacer sentir superiores a los demás, sino nos obliga sobre todo a entrar en nosotros mismos para verificar si somos coherentes con lo que pedimos a los demás.

No olvidemos las palabras de Jesús: «¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo?» (Lc 6,41). El Espíritu Santo nos ayude a ser pacientes para soportar y humildes y sencillos para aconsejar.

PAPA FRANCISCO: SI EL SEÑOR LLAMA A TU PUERTA, ESTÁS PREPARADO PARA ABRIRLE?


Papa Francisco: Si el Señor llama a tu puerta, ¿estás preparado para abrirle?
Por Álvaro de Juana
 Foto: L'Osservatore Romano




VATICANO, 15 Nov. 16 / (ACI).- El Papa Francisco advirtió hoy del peligro de convertirse en un cristiano “tibio” porque esto provoca alejarse cada vez más del Señor y evita escuchar su llamada.

En la Misa en la Casa Santa Marta, el Pontífice recordó que la Escritura dice que a los tibios Dios los vomitará de su boca. “¿Qué piensa alguien que es tibio? Lo dice aquí el Señor: piensa ser rico. ‘Me he enriquecido y no tengo necesidad de nada. Estoy tranquilo’”, dijo al comentar el Evangelio del día.


Sin embargo, “es una tranquilidad que engaña. Cuando en el alma de una Iglesia, de una familia, de una comunidad, de una persona, está todo tranquilo, allí no está Dios”.

“Esa riqueza del alma que tú crees tener porque eres bueno, que haces todas las cosas bien, todo está tranquilo" pero hay "otra riqueza, esa que viene de Dios, que siempre lleva una cruz, siempre lleva tempestad, siempre lleva alguna inquietud en el alma”.

Francisco entonces aconsejó “comprar vestidos blancos, para vestirte, para que no aparezca tu vergonzosa desnudez: los tibios no se acuerdan de estar desnudos, como la fábula del rey desnudo al que un niño le decía: ‘¡El rey está desnudo!’. Los tibios están desnudos”.


Según el Papa, los tibios “pierden la capacidad de contemplación, la capacidad de ver las grandes y hermosas cosas de Dios”, pero Dios actúa de otra manera: “nos invita: ‘he aquí que estoy a la puerta y llamo’”.

El Pontífice destacó la importancia de “escuchar cuando el Señor llama a nuestra puerta”, porque “quiere darnos algo bueno, quiere entrar en nosotros”.

Pero hay también cristianos “que no se acuerdan cuando llama al Señor” y “cada sonido es lo mismo, para ellos”. Se necesita entonces “entender bien” cuando llama el Señor, como hizo Jesús con Zaqueo en el Evangelio.

“La iniciativa parte del Espíritu hacia el Señor: el Señor está. Alza los ojos y dice: ‘Ven, invítame a tu casa’. El Señor está, siempre con amor: o para corregir o para invitarnos a cena o para hacerse invitar. Está por decirnos: ‘Despierta’. Está por decirnos: ‘abre’. Está por decirnos: ‘Desciende’. Pero siempre es Él”.

Por tanto, “¿sé distinguir en mi corazón cuando el Señor me dice ‘despierta’?, ¿cuándo me dice ‘abre’?, ¿y cuando me dice ‘desciende’?", preguntó el Santo Padre.

El Papa alentó finalmente a que “el Espíritu Santo nos dé la gracia de saber discernir estas llamadas”.

Lecturas comentadas por el Papa:

Primera lectura

Apocalipsis 3:1-6, 14-22

1 Al Angel de la Iglesia de Sardes escribe: Esto dice el que tiene los siete Espíritus de Dios y las siete estrellas. Conozco tu conducta; tienes nombre como de quien vive, pero estás muerto.
2 Ponte en vela, reanima lo que te queda y está a punto de morir. Pues no he encontrado tus obras llenas a los ojos de mi Dios.
3 Acuérdate, por tanto, de cómo recibiste y oíste mi Palabra: guárdala y arrepiéntete. Porque, si no estás en vela, vendré como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti.
4 Tienes no obstante en Sardes unos pocos que no han manchado sus vestidos. Ellos andarán conmigo vestidos de blanco; porque lo merecen.
5 El vencedor será así revestido de blancas vestiduras y no borraré su nombre del libro de la vida, sino que me declararé por él delante de mi Padre y de sus Angeles.
6 El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias.
14 Al Angel de la Iglesia de Laodicea escribe: Así habla el Amén, el Testigo fiel y veraz, el Principio de la creación de Dios.
15 Conozco tu conducta: no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente!
16 Ahora bien, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, voy a vomitarte de mi boca.
17 Tú dices: «Soy rico; me he enriquecido; nada me falta». Y no te das cuenta de que eres un desgraciado, digno de compasión, pobre, ciego y desnudo.
18 Te aconsejo que me compres oro acrisolado al fuego para que te enriquezcas, vestidos blancos para que te cubras, y no quede al descubierto la vergüenza de tu desnudez, y un colirio para que te des en los ojos y recobres la vista.
19 Yo a los que amo, los reprendo y corrijo. Sé, pues, ferviente y arrepiéntete.
20 Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo.
21 Al vencedor le concederé sentarse conmigo en mi trono, como yo también vencí y me senté con mi Padre en su trono.
22 El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias.

Evangelio

Lucas 19:1-10

1 Habiendo entrado en Jericó, atravesaba la ciudad.
2 Había un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de publicanos, y rico.
3 Trataba de ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la gente, porque era de pequeña estatura.
4 Se adelantó corriendo y se subió a un sicómoro para verle, pues iba a pasar por allí.
5 Y cuando Jesús llegó a aquel sitio, alzando la vista, le dijo: «Zaqueo, baja pronto; porque conviene que hoy me quede yo en tu casa.»
6 Se apresuró a bajar y le recibió con alegría.
7 Al verlo, todos murmuraban diciendo: «Ha ido a hospedarse a casa de un hombre pecador.»
8 Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: «Daré, Señor, la mitad de mis bienes a los pobres; y si en algo defraudé a alguien, le devolveré el cuádruplo.»
9 Jesús le dijo: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también éste es hijo de Abraham,
10 pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido.»

PENSAMIENTOS DEL PAPA FRANCISCO EN IMÁGENES