domingo, 11 de septiembre de 2016

PAPA FRANCISCO: EL PERDÓN DE DIOS CANCELA NUESTROS PECADOS Y NOS REGENERA EN EL AMOR


Papa Francisco: El perdón de Dios cancela nuestros pecados y nos regenera en el amor
Por Alvaro de Juana
Foto: Alexey Gotovsky



VATICANO, 11 Sep. 16 / (ACI).- Como todos los domingos, el Papa Francisco presidió el rezo del Ángelus y comentó el Evangelio del día que recoge tres parábolas de misericordia y muestran hasta dónde llega el perdón de Dios.

“Su perdón cancela el pasado y nos regenera en el amor” de tal forma que "cuando un pecador se convierte y se hace reencontrar por Dios no lo esperan reprobaciones y durezas, porque Dios salva, espera en casa con alegría y hace fiesta”. 

El Pontífice dijo a todos que “el mensaje del Evangelio de hoy no infunde grande esperanza y lo podemos sintetizar así: no hay pecado en el que hayamos caído por el que, con la gracia de Dios, no podamos resurgir; no hay un individuo irrecuperable, porque Dios no deja jamás de querer nuestro bien, también cuando pecamos”.

“Con estos tres relatos, Jesús quiere hacer entender que Dios es el primero en tener hacia los pecadores una actitud de acogida y misericordia”, explicó.

En la primera parábola Dios es presentado como un pastor que deja 99 ovejas para ir en busca de la que se ha perdido. En la segunda se observa “a una mujer que ha perdido una moneda y la busca pero no la encuentra y en la tercera Dios es imaginado como un padre que acoge a su hijo que se había alejado”.

Francisco destacó que todas tienen un elemento común: “verbos que significan alegrarse juntos, hacer fiesta”. Con los tres relatos “Jesús nos presenta un Dios con los brazos abiertos, que trata a los pecadores con ternura y compasión”.

En opinión del Papa, “la que más conmueve, porque manifiesta el infinito amor de Dios, es la del padre que abraza al hijo que ha regresado”.

“El camino de regreso a casa es la vía de la esperanza y de la vida nueva”, “Dios espera nuestro retomar el camino, nos espera con paciencia, nos ve cuando todavía estamos lejos, va a nuestro encuentro, nos abraza, nos perdona”.

EL PAPA PIDE QUE EL HOMBRE ACEPTE SER SALVADO POR DIOS Y DEJE LA AUTOSUFICIENCIA


El Papa pide que el hombre acepte ser salvado por Dios y deje la autosuficiencia
Por Alvaro de Juana
 Foto: Alexey gotovsky / ACI Prensa


VATICANO, 10 Sep. 16 /  (ACI).- El Papa Francisco dedicó la Audiencia Jubilar de este sábado a la relación entre la redención y la misericordia y denunció que el hombre actual no acepta la idea de ser salvado por Dios porque se cree autosuficiente. Antes de comenzar la Audiencia el Pontífice saludó a un enfermo y lo confirmó.

“Al hombre de hoy le cuesta aceptar la idea de tener que ser salvado por Dios. Piensa poder salvarse él solo con el poder de su libertad. Pero esto no es más que una ilusión: nuestra vida está marcada por la fragilidad del pecado y por las numerosas esclavitudes que hemos creado en nombre de una falsa libertad”.

“Necesitamos –continuó– que Dios nos salve y libere de toda clase de indiferencia, egoísmo y autosuficiencia. Jesucristo se ha sacrificado por nosotros para darnos una nueva vida, llena de perdón, amor y alegría”.

Francisco comentó que “Dios se ‘actúa’ en la Redención, es decir, en la salvación que nos es donada con la sangre de su Hijo Jesús”.

“La palabra ‘redención’ es poco usada, y sin embargo es fundamental porque indica la más radical liberación que Dios podía hacer para nosotros, para toda la humanidad y para toda la creación”.

El Pontífice denunció las “nuevas formas de esclavitud que se crean en nuestros días en nombre de una falsa libertad” y explicó que “tenemos necesidad de que Dios nos libere de toda indiferencia, de egoísmo y de autosuficiencia”.

Francisco recordó la Buena Noticia de la resurrección de Jesús, “el Cordero que ha sido sacrificado por nosotros, para que nosotros pudiéramos recibir una nueva vida hecha de perdón, de amor y de alegría”.

“No olvidemos nunca que en las angustias y en las persecuciones, como en los dolores cotidianos, somos liberados de la mano misericordiosa de Dios que nos lleva a sí y nos conduce a una vida nueva”.

En definitiva, “toda nuestra vida, aunque marcada de la fragilidad del pecado, es puesta bajo la mirada de Dios que nos ama”.

“Cuanto más estamos en la necesidad, más su mirada sobre nosotros se llena de misericordia”, concluyó.

CATEQUESIS DE PAPA FRANCISCO SOBRE LA RELACIÓN ENTRE LA REDENCIÓN Y MISERICORDIA


Catequesis de Papa Francisco sobre la relación entre redención y misericordia
Foto: Alexey gotovsky / ACI 




VATICANO, 10 Sep. 16 /  (ACI).- La Plaza de San Pedro albergó una nueva Audiencia Jubilar en la que el Papa Francisco habló de la relación entre redención y misericordia, y recordó que todos los hombres han sido salvados por Jesucristo.

"El amor de Dios no tiene confines: podemos descubrir signos siempre nuevos que indican su atención hacia nosotros y sobre todo su voluntad de alcanzarnos y de adelantarnos. Toda nuestra vida,  si bien marcada por la fragilidad del pecado, está colocada bajo la mirada de Dios que nos ama", dijo el Santo Padre.

A continuación, el texto completo de la catequesis del Papa:

¡Queridos  hermanos y hermanas, buenos días!


El pasaje bíblico que hemos escuchado nos habla de la misericordia de Dios que se lleva a cabo en la Redención, ósea en la salvación que nos ha sido donada con la sangre de su Hijo Jesús (cfr 1 Pt 1,18-21).  La palabra “redención” es usada poco, no obstante es fundamental porque indica la más radical liberación que Dios podía cumplir para nosotros, para toda la humanidad y para la entera creación. Pareciera que el hombre de hoy no amase más pensar en ser liberado y salvado por la intervención de Dios; el hombre de hoy se ilusiona de hecho con la propia libertad como una fuerza para obtener todo. También hace alarde de esto. Pero en realidad no es así. ¡Cuántas ilusiones son vendidas bajo el pretexto de la libertad y cuántas nuevas esclavitudes se crean en nuestros días en nombre de una falsa libertad! Tantos esclavos, tantos…  “hago esto porque quiero, tomo drogas porque me gusta, soy libre, o hago otras cosas … ” ¡Son esclavos! Se convierten en esclavos en nombre de la libertad. Todos hemos visto ese tipo de personas, que después terminan por los suelos. Tenemos necesidad que Dios nos libre de toda forma de indiferencia, de egoísmo y de autosuficiencia.

Las palabras del apóstol Pedro expresan muy bien el sentido del nuevo estado de vida al que estamos llamados. Haciéndose uno de nosotros, el Señor Jesús no solamente asume nuestra condición humana, sino que nos eleva a la posibilidad de ser hijos de Dios. Con su muerte y resurrección Jesucristo, Cordero sin mancha, ha vencido a la muerte y al pecado para liberarnos  de su dominación.  Él es el Cordero que ha sido  sacrificado por nosotros, para que pudiésemos recibir una vida nueva hecha de perdón, de amor y de alegría. Tres palabras hermosas: perdón, amor y alegría. Todo aquello que Él ha asumido ha sido también redimido, librado y salvado. Cierto, es verdad que la vida nos pone pruebas y a veces sufrimos por esto. Sin embargo, en esos momentos estamos invitados a dirigir la mirada hacia Jesús crucificado que sufre por nosotros y con nosotros, como prueba cierta que Dios no nos abandona. De todas maneras, jamás olvidemos, que en las angustias y en las persecuciones, así como en los dolores cotidianos, somos siempre liberados por la mano misericordiosa de Dios que nos eleva hacia Él y nos conduce a una vida nueva.

El amor de Dios no tiene confines: podemos descubrir signos siempre nuevos que indican su atención hacia nosotros y sobre todo su voluntad de alcanzarnos y de adelantarnos. Toda nuestra vida,  si bien marcada por la fragilidad del pecado, está colocada bajo la mirada de Dios que nos ama. ¡Cuántas páginas de la Sagrada Escritura nos hablan de la presencia, de la cercanía y de la ternura de Dios por cada hombre, especialmente por los pequeños, los pobres y los tribulados!  ¡Dios tiene una gran ternura, un gran amor por los pequeños, por los más débiles, por los descartados de la sociedad! Mientras más nos encontramos en la necesidad, su mirada sobre nosotros se llena de más misericordia. Él prueba una piadosa compasión por nosotros porque conoce nuestras debilidades. Conoce nuestros pecados y nos perdona; ¡siempre  perdona! ¡Nuestro Padre es tan bueno!

Por eso, queridos hermanos y hermanas, ¡abrámonos a Él,  acojamos su gracia! Porque, como dice el Salmo, «con el Señor está la misericordia / y grande es con él la redención» (130,7).   ¿Han  escuchado bien?  “Con el Señor está la misericordia / y grande es con él la redención”. Repitamos todos juntos: “Con el Señor está la misericordia / y grande es con él la redención”. Otra vez: “Con el Señor está la misericordia / y grande es con él la redención”. Gracias.

¡Queridos  hermanos y hermanas, buenos días!

El pasaje bíblico que hemos escuchado nos habla de la misericordia de Dios que se lleva a cabo en la Redención, ósea en la salvación que nos ha sido donada con la sangre de su Hijo Jesús (cfr 1 Pt 1,18-21).  La palabra “redención” es usada poco, no obstante es fundamental porque indica la más radical liberación que Dios podía cumplir para nosotros, para toda la humanidad y para la entera creación. Pareciera que el hombre de hoy no amase más pensar en ser liberado y salvado por la intervención de Dios; el hombre de hoy se ilusiona de hecho con la propia libertad como una fuerza para obtener todo. También hace alarde de esto. Pero en realidad no es así. ¡Cuántas ilusiones son vendidas bajo el pretexto de la libertad y cuántas nuevas esclavitudes se crean en nuestros días en nombre de una falsa libertad! Tantos esclavos, tantos…  “hago esto porque quiero, tomo drogas porque me gusta, soy libre, o hago otras cosas … ” ¡Son esclavos! Se convierten en esclavos en nombre de la libertad. Todos hemos visto ese tipo de personas, que después terminan por los suelos. Tenemos necesidad que Dios nos libre de toda forma de indiferencia, de egoísmo y de autosuficiencia.

Las palabras del apóstol Pedro expresan muy bien el sentido del nuevo estado de vida al que estamos llamados. Haciéndose uno de nosotros, el Señor Jesús no solamente asume nuestra condición humana, sino que nos eleva a la posibilidad de ser hijos de Dios. Con su muerte y resurrección Jesucristo, Cordero sin mancha, ha vencido a la muerte y al pecado para liberarnos  de su dominación.  Él es el Cordero que ha sido  sacrificado por nosotros, para que pudiésemos recibir una vida nueva hecha de perdón, de amor y de alegría. Tres palabras hermosas: perdón, amor y alegría. Todo aquello que Él ha asumido ha sido también redimido, librado y salvado. Cierto, es verdad que la vida nos pone pruebas y a veces sufrimos por esto. Sin embargo, en esos momentos estamos invitados a dirigir la mirada hacia Jesús crucificado que sufre por nosotros y con nosotros, como prueba cierta que Dios no nos abandona. De todas maneras, jamás olvidemos, que en las angustias y en las persecuciones, así como en los dolores cotidianos, somos siempre liberados por la mano misericordiosa de Dios que nos eleva hacia Él y nos conduce a una vida nueva.

El amor de Dios no tiene confines: podemos descubrir signos siempre nuevos que indican su atención hacia nosotros y sobre todo su voluntad de alcanzarnos y de adelantarnos. Toda nuestra vida,  si bien marcada por la fragilidad del pecado, está colocada bajo la mirada de Dios que nos ama. ¡Cuántas páginas de la Sagrada Escritura nos hablan de la presencia, de la cercanía y de la ternura de Dios por cada hombre, especialmente por los pequeños, los pobres y los tribulados!  ¡Dios tiene una gran ternura, un gran amor por los pequeños, por los más débiles, por los descartados de la sociedad! Mientras más nos encontramos en la necesidad, su mirada sobre nosotros se llena de más misericordia. Él prueba una piadosa compasión por nosotros porque conoce nuestras debilidades. Conoce nuestros pecados y nos perdona; ¡siempre  perdona! ¡Nuestro Padre es tan bueno!

Por eso, queridos hermanos y hermanas, ¡abrámonos a Él,  acojamos su gracia! Porque, como dice el Salmo, «con el Señor está la misericordia / y grande es con él la redención» (130,7).   ¿Han  escuchado bien?  “Con el Señor está la misericordia / y grande es con él la redención”. Repitamos todos juntos: “Con el Señor está la misericordia / y grande es con él la redención”. Otra vez: “Con el Señor está la misericordia / y grande es con él la redención”. Gracias.

CONOCE EL GESTO DEL PAPA CON UN ENFERMO GRAVE Y SU FAMILIA EN LA PLAZA DE SAN PEDRO


Conoce el gesto del Papa con un enfermo grave y su familia en la Plaza de San Pedro
Por Alvaro de Juana
 Foto: L'Osservatore Romano



VATICANO, 11 Sep. 16 /  (ACI).- El Papa Francisco administró el sacramento de la confirmación el sábado a primera hora de la mañana a Giuseppe Chiolo, un joven de 16 años gravemente enfermo, según informó Radio Vaticano.

El rito tuvo lugar en el Arco que lleva a la Plaza de San Pedro desde el interior del Vaticano justo antes de que el Papa comenzase la Audiencia Jubilar.


Giuseppe es originario de la ciudad de Mazzarino, en Sicilia, y desde el área de oncología del hospital Meyer de Florencia llegó hasta el Vaticano en una ambulancia.

Francisco, después de haberlo abrazado, administró el sacramento a Giuseppe, sentado en la silla de ruedas, donándole una corona del rosario con la recomendación de no olvidar rezar nunca por él.

Hace algunos días, el chico había escrito una carta al Papa confiándole su fuerte deseo de encontrarlo, y recibiendo rápidamente la invitación a ir al Vaticano.

Además, el Pontífice tuvo palabras de ánimo a la familia del enfermo, sus padres y su hermana.

PRESENTAN PROGRAMA OFICIAL DEL PAPA FRANCISCO PARA SU VIAJE A SUECIA


Presentan programa oficial del Papa Francisco para su viaje a Suecia



VATICANO, 09 Sep. 16 / (ACI).- La Oficina de Prensa de la Santa Sede dio a conocer hoy el programa oficial de la visita del Papa Francisco a Suecia del 31 de octubre al 1 de noviembre, en ocasión de los 500 años de la reforma protestante de Martín Lutero.

El Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y la Federación Luterana Mundial (LFW), señalaron previamente que el evento destacará “los sólidos progresos ecuménicos entre católicos y luteranos y los dones conjuntos recibidos a través del diálogo”.

En Suecia solo el 1,2% de la población es católica, el 87% se declara luterano. A continuación el programa completo del Santo Padre en hora de Roma:


Lunes 31 de octubre de 2016

08:20 Partida del avión papal desde el aeropuerto de Fiumicino en Roma hacia la ciudad de Malmö  en Suecia.

11:00 Llegada al aeropuerto internacional de Malmö

Recepción oficial.
Visita de cortesía a la familia real en la ciudad de Lund
Oración ecuménica en la catedral luterana de Lund      
Evento y encuentro ecuménico con las delegaciones en el recinto Malmö Arena, en Malmö 


Martes 1 de noviembre de 2016

09:30 Santa Misa en Malmö  

12:45 Retorno del avión papal desde el aeropuerto de Malmö hacia Roma

15:30 Llegada al aeropuerto Ciampino de Roma    

PAPA FRANCISCO: EL DIABLO TIENE 2 ARMAS PARA DESTRUIR LA IGLESIA DESDE DENTRO


Papa Francisco: El diablo tiene 2 armas para destruir la Iglesia desde dentro
Por Walter Sánchez Silva



VATICANO, 09 Sep. 16 /  (ACI).- En su discurso esta mañana ante más de 100 obispos de territorios de misión que participan de un seminario de estudio organizado por el Vaticano, el Papa Francisco alertó ante las acechanzas del diablo que tiene dos armas “para destruir a la Iglesia desde dentro”: la división y el dinero.

El Santo Padre hizo esta advertencia ante los prelados de reciente nombramiento que sirven en territorios de misión y que en estos días participan en Roma del seminario de estudio, organizado por la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, de la cual dependen.

En su discurso, el Pontífice alentó a los obispos a vigilar “atentamente para que todo lo que se realiza para la evangelización y las diversas actividades pastorales de las que son ustedes promotores no sea dañado o frustrado por divisiones ya presentes o que se pueden crear”.

“Las divisiones son el arma que el diablo tiene más a la mano para destruir la Iglesia desde dentro. Tiene dos armas, pero la principal es la división: la otra es el dinero. El diablo entra por las rendijas y destruye con la lengua, con los chismes que dividen y el hábito de chismorrear, que es una costumbre de ‘terrorismo’”.


“El chismoso –dijo el Papa– es un ‘terrorista’, que lanza la bomba –el chisme– para destruir. Por favor, luchen contra las divisiones, porque es una de las armas que tiene el diablo para destruir a la Iglesia local y la Iglesia universal”.

Francisco dijo a los obispos que, de modo particular, presten atención a “las diferencias debidas a las varias etnias presentes en un mismo territorio que no deben penetrar en la comunidad cristiana hasta prevalecer sobre su bien”.

“Hay desafíos difíciles por resolver, pero con la gracia de Dios, la oración, la penitencia, se puede. La Iglesia está llamada a estar más allá de toda connotación tribal-cultural y el obispo, visible principio de unidad, tiene la tarea de edificar incesantemente la Iglesia particular en la comunión de todos sus miembros”.

El Papa también alentó a los prelados a “salir al encuentro de las ovejas que no pertenecen aun al rebaño de Cristo” ya que, en el marco del Jubileo de la Misericordia “todos tenemos necesidad de la gracia de Cristo” para ser misericordiosos como el Padre.

“Cada obispo experimenta en primera persona esta realidad y está llamado a manifestar con la vida y el ministerio episcopal la paternidad de Dios”, resaltó.


En los territorios en los que están estos obispos, continuó el Papa, también es importante buscar “especialmente aquellas alejadas o perdidas” y encontrar “nuevas modalidades para anunciar, para salir al encuentro de las personas, para que los creyentes tibios o no practicantes descubran nuevamente la alegría de la fe”.

Francisco explicó que los obispos deben cuidar de manera particular a los sacerdotes y su preparación, desde el seminario: “sepan ofrecerles un ejemplo concreto y tangible. En cuanto les sea posible, busquen participar con ellos en sus principales momentos de formación, siempre cuidando la dimensión personal”.

“No se olviden que el prójimo más próximo del obispo es el presbítero. Cada presbítero debe sentir la cercanía de su obispo. Cuando un obispo oye la llamada telefónica del presbítero, o recibe una carta, debe responder rápido, ¡Rápido! El mismo día si es posible”, exhortó Francisco.

jueves, 8 de septiembre de 2016

PAPA FRANCISCO: SI EN TU CORAZÓN NO HAY PAZ NO HABRÁ PAZ EN EL MUNDO


Papa Francisco: Si en tu corazón no hay paz no habrá paz en el mundo
Papa Francisco en capilla de la Casa Santa Marta. Foto: L'Osservatore Romano.





VATICANO, 08 Sep. 16 /  (ACI).- “¿Cómo está el corazón de cada uno de nosotros? ¿Está en paz?”, cuestionó el Papa Francisco la mañana del 8 de septiembre en la Misa de la capilla de la Casa Santa Marta, en la Fiesta de la Natividad de la Virgen María. Si en el corazón de cada uno no hay paz, advirtió, no la habrá en el mundo.

El Santo Padre subrayó en su homilía que “la paz no se hace de un día para el otro”, sino que “la paz es un don, pero un don que debe ser trabajado cada día”.

“Estamos viviendo en guerra y todos piden la paz”, dijo, y precisó que “nosotros también debemos acoger el don de la paz y hacerle camino en nuestra vida, hacer que entre en nosotros, hacer que entre en el mundo”.


“La paz es un don que se vuelve artesanal en las manos de los hombres. Somos nosotros, los hombres, los que tenemos que dar un paso hacia la paz, cada día: es nuestro trabajo. Es nuestro trabajo con el don recibido: hacer la paz”, dijo.

Francisco señaló que la paz debe trabajarse “en las cosas pequeñas, en lo pequeño del día a día”.

“No bastan los grandes manifiestos por la paz, los grandes encuentros internacionales, si luego esta paz no se hace en lo pequeño”, indicó.

El Papa remarcó que “puedes hablar de la paz con palabras estupendas, dar una gran conferencia, pero si en lo pequeño de tu vida, en tu corazón no hay paz, en tu familia no hay paz, en tu barrio no hay paz, en tu puesto de trabajo no hay paz, tampoco habrá paz en el mundo”.

“¿Cómo está tu corazón hoy? ¿Está en paz? Si no está en paz, antes de hablar de paz, primero haz que haya paz en tu corazón”, exhortó.

El Santo Padre señaló que “si no eres capaz de llevar adelante en paz a tu familia, a tu presbiterio, a tu congregación, no bastan palabras de paz para el mundo”.