jueves, 8 de septiembre de 2016

PAPA FRANCISCO DENUNCIA A LOS QUE FABRICAN DIOSES A MEDIDA Y SOFOCAN LA VERDADERA FE


Papa Francisco denuncia a los que fabrican dioses a medida y sofocan la verdadera fe
Por Alvaro de Juana

. Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa




VATICANO, 07 Sep. 16 / (ACI).- En la catequesis que el Papa Francisco pronunció hoy en la Plaza de San Pedro, el Pontífice denunció los tipos de Dios que algunos crean a su medida y que se alejan del verdadero.

"Nosotros los cristianos creemos en el Dios de Jesús, el cristiano cree en el Dios de Jesucristo, su deseo es crecer en la experiencia viva de su misterio de amor”.

El Santo Padre explicó que “también hoy el hombre construye imágenes de Dios que le impiden gustar su presencia real”.

“Algunos se hacen una fe ‘hecha para sí’ que reduce a Dios al espacio limitado de los propios deseos y de las propias convicciones, pero esta fe no es conversión al Señor que se revela, más bien le impide provocar nuestra vida y nuestra conciencia”.


El Pontífice también denunció que “otros reducen a Dios a un falso ídolo, usan su santo nombre para justificar los propios intereses o incluso el odio y la violencia”.

“Para otros, Dios todavía es un solo refugio psicológico en el que estar seguros en los momentos difíciles: se trata de una fe replegada sobre sí misma, impermeable a la fuerza del amor misericordioso de Jesús que empuja hacia los hermanos”.

Pero también están los que “consideran a Cristo solo un buen maestro de enseñanzas éticas, uno entre tantos de la historia”.

En definitiva, “hay quien sofoca la fe en una relación puramente intimista con Jesús, anulando su entusiasmo misionero capaz de transformar el mundo y la historia”.

En la celebración, se proclamó el Evangelio de San Mateo en el que San Juan Bautista pregunta a Jesús si Él es el mesías o todavía tienen que esperar a otro. Jesús responde entonces: “Los ciegos ven, los cojos caminan, los leprosos son purificados, los sordos oyen, los muertos resucitan y los pobres anuncian el Evangelio".

“Él responde que es el instrumento concreto de la misericordia del Padre, que va al encuentro de todos llevando consuelo y salvación, y de este modo manifiesta el juicio de Dios”.

Todas estas personas “recuperan su dignidad y no son más excluidos por sus enfermedades”, dijo Francisco.


“El mensaje que la Iglesia recibe de este relato de la vida de Cristo es muy claro: Dios no ha mandado a su Hijo al mundo para castigar a los pecadores ni para aniquilar a los malvados”, agregó.

A ellos “en cambio les invita a la conversión para que viendo los signos de la bondad divina puedan reencontrar el camino de regreso”.  

El Papa destacó que “si los obstáculos son sobre todo sus acciones de misericordia, entonces significa que se tiene una falsa imagen del Mesías”, en cambio, “los beatos frente a los gestos y las palabras de Jesús dan gloria al Padre que está en los cielos”. 

LA NATIVIDAD DE LA VIRGEN MARÍA, 8 DE SEPTIEMBRE


Natividad de la Santísima Virgen
Fiesta, 8 de septiembre


Por: n/a | Fuente: Archidiócesis de Madrid 




Fiesta de la Natividad de la bienaventurada Virgen María, de la estirpe de Abrahán, nacida de la tribu de Judá y de la progenie del rey David, de la cual nació el Hijo de Dios, hecho hombre por obra del Espíritu Santo, para liberar a la humanidad de la antigua servidumbre del pecado.

Un anticipo y anuncio inmediato de la redención obrada por Jesucristo es el nacimiento de su Madre la Virgen María, concebida sin mancha de pecado, llena de gracia y bendita entre todas las mujeres.

En Jerusalén, en la Iglesia de Santa Ana. La primera fuente de la narración del nacimiento de la Virgen es el apócrifo Protoevangelio de Santiago, que coloca el nacimiento de la Virgen en Jerusalén, en el lugar en que debió existir una basílica en honor a la María Santísima, junto a la piscina probática, según cuentan diversos testimonios entre los años 400 y 600. Después del año 603 el patriarca Sofronio afirma que ése es el lugar donde nació la Virgen. Posteriormente, la arqueología ha confirmado la tradición.

La fiesta de la Natividad de la santísima Virgen surgió en oriente, y con mucha probabilidad en Jerusalén, hacia el s. v. Allí estaba siempre viva la tradición de la casa natalicia de María. La fiesta surgió muy probablemente como dedicación de una iglesia a María, junto a la piscina probática; tradición que se relaciona con el actual santuario de Santa Ana.

martes, 6 de septiembre de 2016

PENSAMIENTO DEL PAPA FRANCISCO SOBRE EL SERVICIO A LOS NECESITADOS


IMÁGENES DEL PAPA FRANCISCO











PASOS PARA CONSEGUIR UNA RELIQUIA ORIGINAL DE LA MADRE TERESA DE CALCUTA


¿Cómo conseguir una reliquia original de la Madre Teresa de Calcuta? Sigue estos pasos




VATICANO, 05 Sep. 16 /  (ACI).- El domingo 4 de septiembre, luego de 19 años de haber partido a la Casa del Padre, fue canonizada la Madre Teresa de Calcuta, fundadora de las Misioneras de la Caridad y conocida mundialmente por su entrega generosa a los más pobres de entre los pobres.

Durante la ceremonia presidida por el Papa Francisco, una de las religiosas presentó el relicario que contiene un cabello y sangre de la nueva Santa, que vienen a ser reliquias de primer grado.


Existen también reliquias de segundo grado, que son algún objeto usado por el santo o santa, o asociados al sufrimiento de un mártir; y las de tercer grado, si se trata de cualquier objeto que ha sido tocado con una reliquia de primer grado o la tumba del santo.

Por ello, con ocasión de la canonización de la Santa de origen albanés, algunas de sus reliquias se pueden venerar estos días en Roma (Italia). El 5 y 6 de septiembre estarán en la Basílica de San Juan de Letrán, y los días 7 y 8 en la Iglesia de San Gregorio Magno al Celio.

La veneración de reliquias es una antigua costumbre entre los fieles y fue aprobada por la Iglesia en el Concilio de Trento. Así, para un correcto culto, la Iglesia ha establecido normas entre las cuales está la prohibición de vender reliquias sagradas.

En ese sentido, según informa el sitio web oficial del Centro Madre Teresa de Calcuta, quien desee recibir una reliquia auténtica de la nueva Santa, y no ser víctima de comerciantes y estafadores, “puede comunicarse con la Oficina de Postulación por correo electrónico a relic@motherteresa.org”, o escribir a su dirección postal:

Oficina de Postulación
c/o Piazza S. Gregorio al Celio, 2
00184 Roma
Italia

AGENDA A NOVIEMBRE: PAPA FRANCISCO CANONIZARÁ A 7 BEATOS Y CERRARÁ JUBILEO DE LA MISERICORDIA


Agenda a noviembre: El Papa canonizará 7 beatos y cerrará Jubileo de la Misericordia




VATICANO, 06 Sep. 16 / (ACI).- Hoy se ha publicado el calendario de las próximas celebraciones que presidirá el Papa Francisco que tendrán lugar entre los meses de septiembre, octubre y noviembre de 2016.

El calendario, firmado por Mons. Guido Marini, Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, comienza el 25 de septiembre, día en que el Papa presidirá la Santa Misa con motivo del Jubileo de los Catequistas, en la Plaza de San Pedro, a las 10:30 a.m..

Posteriormente, desde el viernes 30 de septiembre hasta el 2 de octubre, el Santo Padre realizará su viaje apostólico a Georgia y Azerbaiyán.


El sábado 8 de octubre, presidirá una Vigilia Mariana en la Plaza de San Pedro, a las 5:30 p.m.. Al día siguiente, 9 de octubre, celebrará una Santa Misa con motivo del Jubileo Mariano, también en la Plaza de San Pedro, a las 10:30 a.m.

Pocos días después, el 16 de octubre, el Santo Padre canonizará a 7 Beatos: José Sánchez del Río; Manuel González García, José Gabriel del Rosario, “el Cura Brochero”; Salomón Leclerq; Alfonso María Fusco; Luis Pavoni e Isabel de la Santísima Trinidad; La canonización será en la Plaza de San Pedro en el Vaticano.

Del 31 de octubre al 1 de noviembre, tendrá lugar el viaje apostólico del Pontífice a Suecia, para conmemorar los 500 años de la reforma protestante.

El viernes, 4 de noviembre, el Santo Padre presidirá la Santa Misa de sufragio por los cardenales y obispos fallecidos durante el año. Será en el Altar de la Cátedra de la Basílica vaticana, a las 11:30 a.m..

El 6 y 10 de noviembre, con motivo del Jubileo de los Encarcelados y el Jubileo de las personas sin techo, respectivamente, el Papa celebrará la Misa en la Basílica de San Pedro a las 10:00 a.m.

El domingo, 20 de noviembre, Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo Rey del Universo, el Papa Francisco presidirá la Santa Misa por la clausura del Jubileo de la Misericordia.

lunes, 5 de septiembre de 2016

HOMILÍA DEL PAPA FRANCISCO EN LA MISA DE CANONIZACIÓN DE SANTA TERESA DE CALCUTA


Homilía del Papa Francisco en la Misa de canonización de Santa Teresa de Calcuta





(ACI).- Ante cientos de miles de fieles presentes llegados de todas partes del mundo y que abarrotaron la Plaza de San Pedro en el Vaticano, el Papa Francisco presidió la Misa de canonización de Santa Teresa de Calcuta.

A continuación el texto completo de su homilía:

«¿Quién comprende lo que Dios quiere?» (Sb 9,13). Este interrogante del libro de la

Sabiduría, que hemos escuchado en la primera lectura, nos presenta nuestra vida como un misterio, cuya clave de interpretación no poseemos. Los protagonistas de la historia son siempre dos: por un lado, Dios, y por otro, los hombres.

Nuestra tarea es la de escuchar la llamada de Dios y luego aceptar su voluntad. Pero para cumplirla sin vacilación debemos ponernos esta pregunta. ¿Cuál es la voluntad de Dios en mi vida? La respuesta la encontramos en el mismo texto sapiencial: «Los hombres aprendieron lo que te agrada» (v. 18). Para reconocer la llamada de Dios, debemos preguntarnos y comprender qué es lo que le gusta. En muchas ocasiones, los profetas anunciaron lo que le agrada al Señor. Su mensaje encuentra una síntesis admirable en la expresión: «Misericordia quiero y no sacrificios» (Os 6,6; Mt 9,13).


A Dios le agrada toda obra de misericordia, porque en el hermano que ayudamos reconocemos el rostro de Dios que nadie puede ver (cf. Jn 1,18). Cada vez que nos hemos inclinado ante las necesidades de los hermanos, hemos dado de comer y de beber a Jesús; hemos vestido, ayudado y visitado al Hijo de Dios (cf. Mt 25,40).

Estamos llamados a concretar en la realidad lo que invocamos en la oración y profesamos en la fe. No hay alternativa a la caridad: quienes se ponen al servicio de los hermanos, aunque no lo sepan, son quienes aman a Dios (cf. 1 Jn 3,16-18; St 2,14-18). Sin embargo, la vida cristiana no es una simple ayuda que se presta en un momento de necesidad.

Si fuera así, sería sin duda un hermoso sentimiento de humana solidaridad que produce un beneficio inmediato, pero sería estéril porque no tiene raíz. Por el contrario, el compromiso que el Señor pide es el de una vocación a la caridad con la que cada discípulo de Cristo lo sirve con su propia vida, para crecer cada día en el amor.

Hemos escuchado en el Evangelio que «mucha gente acompañaba a Jesús» (Lc 14,25). Hoy aquella «gente» está representada por el amplio mundo del voluntariado, presente aquí con ocasión del Jubileo de la Misericordia. Ustedes son esa gente que sigue al Maestro y que hace visible su amor concreto hacia cada persona. Les repito las palabras del apóstol Pablo: «He experimentado gran gozo y consuelo por tu amor, ya que, gracias a ti, los corazones de los creyentes han encontrado alivio» (Flm 1,7).

Cuántos corazones confortan los voluntarios. Cuántas manos sostienen; cuántas lágrimas secan; cuánto amor derramo en el servicio escondido, humilde y desinteresado. Este loable servicio da voz a la fe y expresa la misericordia del Padre que está cerca de quien pasa necesidad.

El seguimiento de Jesús es un compromiso serio y al mismo tiempo gozoso; requiere radicalidad y esfuerzo para reconocer al divino Maestro en los más pobres y descartados de la vida, y ponerse a su servicio. Por esto, los voluntarios que sirven a los últimos y a los necesitados por amor a Jesús no esperan ningún agradecimiento ni gratificación, sino que renuncian a todo esto porque han descubierto el verdadero amor.

Igual que el Señor ha venido a mi encuentro y se ha inclinado sobre mí en el momento de necesidad, así también yo salgo al encuentro de él y me inclino sobre quienes han perdido la fe o viven como si Dios no existiera, sobre los jóvenes sin valores e ideales, sobre las familias en crisis, sobre los enfermos y los encarcelados, sobre los refugiados e inmigrantes, sobre los débiles e indefensos en el cuerpo y en el espíritu, sobre los menores abandonados a sí mismos, así como también sobre los ancianos dejados solos. Dondequiera que haya una mano extendida que pide ayuda para ponerse en pie, allí debe estar nuestra presencia y la presencia de la Iglesia que sostiene y da esperanza. Hacer esto con la viva memoria de cuando yo estaba tendido ahí y el Señor se inclinó sobre mí.

Madre Teresa, a lo largo de toda su existencia, ha sido una generosa dispensadora de la misericordia divina, poniéndose a disposición de todos por medio de la acogida y la defensa de la vida humana, tanto la no nacida como la abandonada y descartada. Se ha comprometido en la defensa de la vida proclamando incesantemente que «el no nacido es el más débil, el más pequeño, el más pobre».


Se ha inclinado sobre las personas desfallecidas, que mueren abandonadas al borde de las calles, reconociendo la dignidad que Dios les había dado; ha hecho sentir su voz a los poderosos de la tierra, para que reconocieran sus culpas ante los crímenes de la pobreza creada por ellos mismos. La misericordia ha sido para ella la «sal» que daba sabor a cada obra suya, y la «luz» que iluminaba las tinieblas de los que no tenían ni siquiera lágrimas para llorar su pobreza y sufrimiento.

Su misión en las periferias de las ciudades y en las periferias existenciales permanece en nuestros días como testimonio elocuente de la cercanía de Dios hacia los más pobres entre los pobres. Hoy entrego esta emblemática figura de mujer y de consagrada a todo el mundo del voluntariado: que ella sea vuestro modelo de santidad.

Pienso que tal vez tendremos un poco de dificultad en llamarla Santa Teresa. Su santidad es tan cercana a nosotros, que espontáneamente la seguiremos llamando Madre Teresa.

Esta incansable trabajadora de la misericordia nos ayude a comprender cada vez más que nuestro único criterio de acción es el amor gratuito, libre de toda ideología y de todo vínculo y derramado sobre todos sin distinción de lengua, cultura, raza o religión.

Madre Teresa amaba decir: «Tal vez no hablo su idioma, pero puedo sonreír» porque abriga el corazón en su sonrisa. Llevemos en el corazón su sonrisa y entreguémosla a todos los que encontremos en nuestro camino, especialmente a los que sufren. Abriremos así horizontes de alegría y esperanza a toda esa humanidad desanimada y necesitada de comprensión y ternura.