martes, 17 de noviembre de 2015

¿FINGES SER CRISTIANO PERO VIVES COMO PAGANO? EL PAPA ADVIERTE SOBRE LA DOBLE VIDA


¿Finges ser cristiano pero vives como pagano? El Papa advierte sobre la “doble vida”

Papa Francisco en Misa en capilla de Santa Marta. Foto: L'Osservatore Romano.




 (ACI/EWTN Noticias).- El Papa Francisco reiteró esta mañana, en la Misa en la capilla de Santa Marta, su advertencia sobre los peligros de caer en la mundanidad, que “nos aleja de la coherencia de vida”, nos aleja de Dios y destruye nuestra identidad cristiana.

El Santo Padre subrayó que solo Dios nos puede salvar de esta “carcoma”, y alentó a los fieles a pedir a Dios: “Señor, soy pecador, verdaderamente, todos lo somos, pero te pido tu apoyo, dame tu apoyo para que, por una parte, no finja ser cristiano y, por otra, viva como un pagano, como mundano”.

Al reflexionar sobre la Primera Lectura de hoy, tomada del segundo libro de los Macabeos, el Papa señaló que el viejo Eleazar no se dejó “debilitar por el espíritu de la mundanidad” y prefiere morir y no rendirse a la apostasía del “pensamiento único”.

A pesar de sus noventa años, destacó, Eleazar mantuvo la nobleza “de una vida coherente, va al martirio, da testimonio”.



“Si ustedes tienen hoy un poco de tiempo, tomen la Biblia, el segundo libro de los Macabeos, capítulo sexto, y lean esta historia de Eleazar. Les hará bien, les dará valor para ser ejemplo para todos y también les dará fuerza y apoyo para llevar adelante la identidad cristiana, sin componendas, sin doble vida”, recomendó.

El Papa subrayó que “la mundanidad espiritual nos aleja de la coherencia de vida”, pues “pretende ser de una forma” pero vive “de otra manera”.

A la mundanidad, advirtió el Santo Padre, “es difícil reconocerla desde el inicio porque es como la carcoma que destruye lentamente, daña la tela y luego esa tela” ya no sirve, y aquel hombre “que se deja llevar por la mundanidad pierde la identidad cristiana”.

“La carcoma de la mundanidad ha arruinado su identidad cristiana, es incapaz de la coherencia. ‘Oh, yo soy tan católico, padre, yo voy a Misa todos los domingos, pero muy católico’. Y después va a trabajar, alguien le dice: ‘Pero si tú me compras esto, hacemos este tráfico de influencias y tú recibes el soborno’. Esto no es coherencia de vida, esto es mundanidad, por dar un ejemplo”.

El Papa remarcó que “la mundanidad te lleva a la doble vida, la que parece y la que es de verdad, y te aleja de Dios y destruye tu identidad cristiana”.

A diferencia de la mundanidad, señaló Francisco, “el espíritu cristiano, la identidad cristiana, jamás es egoísta, siempre trata de cuidar con la propia coherencia, cuidar, evitar el escándalo, cuidar a los demás, dar un buen ejemplo”.

“‘Pero no es fácil, Padre, vivir en este mundo, donde las tentaciones son tantas, y el truco de la doble vida nos tienta todos los días, no es fácil’. Para nosotros no solo no es fácil, es imposible. Solo Él es capaz de hacerlo. Y por esto hemos rezado en el Salmo: ‘El Señor me sostiene’. Nuestro apoyo contra la mundanidad que destruye nuestra identidad cristiana, que nos lleva a la doble vida, es el Señor”.

lunes, 16 de noviembre de 2015

EL PAPA FRANCISCO PROPONE UNA CURA PARA LA TENTACIÓN DE LEER EL HORÓSCOPO


El Papa Francisco propone una cura para la tentación de leer el horóscopo
Por Alvaro de Juana




 (ACI).- “¿Cuántos de ustedes leen el horóscopo cada día?”. Es la pregunta que hizo esta mañana el Papa Francisco a los fieles desde la ventana del estudio pontificio antes del rezo del Ángelus al comentar las lecturas de la Misa del día.

“Yo tendría ganas de preguntarles, respondan interiormente, ¿cuántos de ustedes leen el horóscopo del día? Callados. Cada uno que se responda a sí mismo. Y cuando te vengan ganas de leer el horóscopo, mira a Jesús, que está contigo. Es mejor, te hará mejor. Esta presencia de Jesús nos llama a la espera y la vigilancia, que excluyen tanto la impaciencia como la pereza, tanto las fugas hacia delante como el permanecer encarcelados en la actualidad de lo mundano”.

El Pontífice explicó que “el Evangelio de este penúltimo domingo del año litúrgico propone una parte del discurso de Jesús sobre los acontecimientos últimos de la historia humana, orientada hacia el pleno cumplimiento del reino de Dios”.



“Contiene algunos elementos apocalípticos, como guerras, carestías, catástrofes cósmicas: El sol se oscurecerá, la luna no dará más su luz, las estrellas caerán del cielo y las potencias que están en el cielo serán conmovidas”, dijo Francisco sobre lo que narra el Evangelio.

“El Señor Jesús no es sólo el punto de llegada de la peregrinación terrena, sino que es una presencia constante en nuestra vida, siempre está a nuestro lado, siempre nos acompaña; por esto cuando habla del futuro y nos impulsa hacia aquel, es siempre para reconducirnos al presente”.

“Él se contrapone a los falsos profetas, contra los visionarios que prevén la cercanía del fin del mundo y contra el fatalismo. Él está al lado, camina con nosotros, nos quiere. Quiere sustraer a sus discípulos de cada época de la curiosidad para las fechas, las previsiones, los horóscopos, y concentra nuestra atención sobre el hoy de la historia”.

Pero “el problema no es ‘cuándo’ llegarán los signos premonitorios de los últimos tiempos, sino el estar preparados para el encuentro”, explicó el Papa.

Por todo ello, “estamos llamados a vivir el presente, construyendo nuestro futuro con serenidad y confianza en Dios”.

¿VEMOS SIGNOS DEL FIN DE LOS TIEMPOS? EL PAPA ACONSEJA ESTAR PREPARADOS Y SERENOS


¿Vemos signos del fin de los tiempos? El Papa aconseja estar preparados y serenos
Por Alvaro de Juana



(ACI).- El Papa Francisco afirmó esta mañana desde el Vaticano que “el triunfo de Jesús al final de los tiempos será el triunfo de la Cruz" y recordó a los fieles que "el problema no es cuándo llegarán los signos premonitorios de los últimos tiempos, sino el estar preparados para el encuentro" con Dios.

Al presidir el rezo del Ángelus, el Santo Padre explicó que “el triunfo de Jesús al final de los tiempos será el triunfo de la Cruz, la demostración de que el sacrificio de sí mismo por amor al prójimo, a imitación de Cristo, es la única potencia victoriosa y el único punto seguro en medio de los acontecimientos y las tragedias del mundo. El problema no es ‘cuándo’ llegarán los signos premonitorios de los últimos tiempos, sino el estar preparados para el encuentro”, explicó el Papa.

La esperanza del hombre tiene un rostro: “el rostro del Señor resucitado que viene ‘con gran potencia y gloria’, es decir, que manifiesta su amor crucificado transformado en la resurrección”. Por tanto, “nuestra meta final es el encuentro con el Señor resucitado. No esperamos un tiempo o un lugar, sino que vamos al encuentro con una persona: Jesús”.

El Papa también dijo que Jesús “no es solo el punto de llegada de la peregrinación terrena, sino una presencia constante en nuestra vida; por eso cuando habla del futuro, y nos proyecta hacia él, es siempre para reconducirnos al presente”.

Por todo ello, “estamos llamados a vivir el presente, construyendo nuestro futuro con serenidad y confianza en Dios”.



“El Evangelio de este penúltimo domingo del año litúrgico propone una parte del discurso de Jesús sobre los acontecimientos últimos de la historia humana, orientada hacia el pleno cumplimiento del reino de Dios”, afirmó el Papa.

“Contiene algunos elementos apocalípticos, como guerras, carestías, catástrofes cósmicas: El sol se oscurecerá, la luna no dará más su luz, las estrellas caerán del cielo y las potencias que están en el cielo serán conmovidas”, recordó Francisco sobre lo que narra el Libro del Apocalipsis.

Pero “estos elementos no son lo esencial del mensaje”, “El núcleo en tornno al que se mueve el discurso de Jesús es Él mismo, el misterio de su persona y de su muerte y resurrección, su retorno al final de los tiempos”, sostuvo el Papa.

Francisco explicó que “no se trata de saber ‘cómo’ sucederán estas cosas, sino de ‘como’ debemos comportarnos, hoy, en la espera de ellas”.

Explicando la parábola de la higuera del Evangelio, el Santo Padre señaló que al germinar indica que “el verano está cerca” y dice que “la perspectiva del fin no nos distrae de la vida presente, sino que nos hace mirar a nuestros días con una óptica de esperanza”.

 “Él se pone contra los falsos profetas, contra los videntes que prevén cerca el fin del mundo, y contra el fatalismo”.

“Quiere sustraer a sus discípulos de cada época la curiosidad por las fechas, las previsiones, los horóscopos, y concentra nuestra atención sobre el hoy de la historia. Nos reclama que estemos a la espera y la vigilancia, que excluyen tanto la impaciencia como el sueño, tanto los escapes hacia adelante como el permanecer prisioneros del tiempo actual y de la mundanidad”.

Por último, el Papa afirmó que “en nuestros días no faltan calamidades naturales y morales, y tampoco adversidades y tragedias de todo tipo”. Pero “todo pasa, nos recuerda el Señor solamente su Palabra permanece como luz que guía y  tranquiliza nuestros pasos”.

“Que la Virgen María nos ayude a confiar en Jesús, el sólido fundamento de nuestra vida, y a perseverar con alegría en su amor”, concluyó. 

ABOGADO RESPONDE A SACERDOTE QUE ASEGURA HABRÁ COMUNIÓN PARA DIVORCIADOS EN NUEVA UNIÓN


Abogado responde a sacerdote que asegura habrá comunión para divorciados en nueva unión
Por Bárbara Bustamante



 (ACI).- En una columna de opinión publicada en el diario digital El Mostrador, el abogado chileno y estudiante de maestría en la la Universidad de Georgetown (Estados Unidos), Tomás Henríquez, respondió al sacerdote jesuita Jorge Costadoat que en el mismo medio sostuvo que uno de los frutos del Sínodo de la Familia debe ser la comunión para los divorciados, una propuesta del Cardenal alemán Walter Kasper, que es contraria a la doctrina católica.

El jesuita, que en marzo de este año fue cesado en su ejercicio como profesor de la Pontificia Universidad Católica de Chile por desdibujar la enseñanza de la Iglesia, cuestionó: “¿podrán los divorciados vueltos a casar comulgar en la misa? El Sínodo no excluye la posibilidad, es decir, sí, podrán hacerlo. Cualquier lector atento concluirá que la posibilidad existe, si las cosas se hacen seriamente”.

El P. Costadoat dice además que “el documento final abre las puertas a que los católicos que fracasaron en su matrimonio puedan acercarse a comulgar. Debe decírselo con todas sus letras: sí, los divorciados vueltos a casar que hasta ahora han sido excluidos por la institución eclesiástica y mal mirados por los católicos hipócritas, deben alegrarse porque no se puede decir que todos ellos sean adúlteros”.

En respuesta a estas afirmaciones, Tomás Henríquez señala en columna que “para católicos como yo (tal vez uno de los hipócritas a los que el Padre Costadoat alude en su columna, lo que no tendría nada de malo si de verdad lo soy) que no nos criamos dentro de la Iglesia, sino que llegamos a ella en el curso de nuestras vidas, nos invade la tristeza cuando vemos que existen pastores de la Iglesia que empujan incesantemente por cambiar precisamente aquello que a nosotros nos trajo a ella, como es la belleza, verdad y razón de su magisterio y su testimonio contracultural que no se vende al mundo sino que busca cambiarlo”.

“Para mí en particular es especialmente triste porque mi propia vida es el resultado (imperfecto, pero siempre perseverante) de lo que tal vez usted padre –y entiendo también, lo que la prensa llama los Kasperitas del Sínodo– creen que no existe, o que es simplemente imposible en las condiciones actuales del mundo”, resaltó.



El abogado se refirió a su testimonio de conversión y aprecio de la enseñanza de la Iglesia Católica para su vida matrimonial, en su condición de hijo de un matrimonio “que es, siguiendo la nomenclatura del mismo Cristo en su evangelio (San Marcos 10,11), adúltero”.

“Mis papás tienen más de 30 años de matrimonio civil, luego de que terminara el matrimonio religioso de uno de ellos. Para mí significaba (y significa hasta hoy) aceptar que soy hijo de una relación adúltera, al menos hasta que no medie una nulidad canónica. ¿Me hacía eso menos católico? No ¿Significaba que mis papás no podían llegar a la Iglesia por ello? Tampoco. Y todo esto es ya parte de la enseñanza de la Iglesia que usted padre Costadoat quiere cambiar”, afirmó Henríquez.

“Mis papás comenzaron su proceso de conversión hace algunos años y hoy han vuelto a la Iglesia, con sus heridas y manchas incluidas. Nadie los echó. Nadie podría hacerlo. Su sensación de exclusión no era fruto de la enseñanza de la Iglesia, sino de su ignorancia o incomprensión sobre la misma”, continuó Henríquez.

“Pero mire usted que sin ser doctos en las leyes de la Iglesia fueron capaces de entender (luego de que yo se los explicara, con firmeza pero con amor de un hijo a sus padres) de que no estaban fuera de la Iglesia por no poder comulgar y que hacerlo en esas condiciones ponía en riesgo la salvación de sus almas”, observa el abogado.

“Lo que más me duele padre (Costadoat), es que cuando insisten en que el pueblo no es capaz de entender lo que enseña la Iglesia, finalmente lo que dicen es que el pueblo es tonto o bruto, y que le resulta imposible entender”, recalcó.

“Le devuelvo la pregunta a usted padre Costadoat y por extensión a todos los sacerdotes que tiraron la toalla –si es que alguna vez la recogieron– y dejaron de hacer el intento de explicar y enseñar la doctrina de la Iglesia porque salía más fácil intentar cambiarla para que siguiera el compás del mundo. ¿Por qué no enseñar esto sin miedos ni trancas? ¿Por qué rendirse en los esfuerzos?”.

“No soy cura, no tengo un grado de teología y no me han preparado para hacer clases de religión. Pero mi historia y la de mi familia es uno de los cientos de miles de testimonios en el mundo que dan fe de que la enseñanza de la Iglesia llama, enamora y salva, y no requiere de estudios de postgrado para estar al alcance de todos. Si los laicos podemos enseñarla y esforzarnos por vivirla, ¿Por qué ustedes ya no pueden o no quieren enseñarla?”, cuestionó.

“Usted habla en su última columna sobre el triste abandono de los católicos divorciados. Ese triste abandono es real, pero no es como usted cree. Es el fruto de que los mismos sacerdotes de la Iglesia (y sin duda, algunos laicos fariseos) han sido incapaces de ser verdaderos pastores, que teniendo la posibilidad de guiar al rebaño han guardado silencio, o peor, han puesto en juego la salvación del mismo”, dijo Henríquez.

“Espero que el testimonio de un insignificante hermano en Cristo, que encontró su razón de vivir en la enseñanza de Cristo conforme a su Iglesia, le sirva a usted en sus reflexiones y, espero, un cambio en su corazón”, concluyó.

PAPA FRANCISCO ALIENTA A CUESTIONARNOS: ¿MI IDENTIDAD ES CRISTIANA O MUNDANA?


El Papa alienta a cuestionarnos: ¿Mi identidad es cristiana o mundana?






(ACI/EWTN Noticias).- Al presidir hoy la Misa en la capilla de la Casa Santa Marta, el Papa Francisco advirtió sobre el engaño de la mundanidad, con la que “ponemos a subasta” nuestra identidad cristiana.

El Santo Padre reflexionó sobre la Primera Lectura de hoy, del Libro de los Macabeos, en que los israelitas realizan un pacto con las naciones vecinas, adoptan sus costumbres y eventualmente “reniegan de la fe y se alejan de la Santa Alianza”.

El Papa explicó que la mundanidad es hacer lo que hace el mundo, y así “ponemos a subasta nuestro carné de identidad, todos somos iguales”.

La mundanidad, continuó, es como una “raíz venenosa” bajo tierra, que al principio “no se ve, parece que no hace mal, pero luego crece y muestra, hace ver, la propia realidad”.

Francisco señaló que lo que parece “tan razonable –‘somos como todos, somos normales’– se convirtió en destrucción”.



“Después el rey ordenó que en su reino todos formaran un solo pueblo –el pensamiento único, la mundanidad– y cada uno abandonara las propias costumbres”, recordó el Papa, y “todos los pueblos se adecuaron a la órdenes del rey; también muchos israelitas aceptaron su culto: sacrificaron a los ídolos y profanaron el sábado”.

“Es decir, la mundanidad te lleva al pensamiento único y a la apostasía”, indicó, pues “no se permiten, no se permiten las diferencias: todos iguales”.

Francisco señaló que “en la historia de la Iglesia lo hemos visto. Pienso en un caso, que las fiestas religiosas se les ha cambiado el nombre –el Nacimiento del Señor tiene otro nombre– para cancelar la identidad”.

En Israel se quemaron los libros de la ley, y si alguno aún la obedecía era condenado a muerte por el rey. Así se llega a “la persecución”, dijo el Papa.

El engaño de la mundanidad, señaló, “comienza por una raíz, pero es pequeña, y termina en la abominación de la desolación, en la persecución”.

En la Última Cena, indicó Francisco, Jesús pedía al Padre “‘Padre, no te pido que los elimines del mundo, sino que los cuides del mundo’. De esta mentalidad, de este humanismo, que viene a tomar el lugar del hombre verdadero, Jesucristo, que viene a quitarnos la identidad cristiana y nos lleva al pensamiento único: ‘todos hacen así, ¿por qué yo no?’”.

Por ello, el Papa alentó a cuestionarnos “¿cómo es mi identidad? ¿Es cristiana o mundana?. ¿O me digo cristiano porque me bauticé de niño o nací en un país cristiano?”.

La mundanidad, subrayó, “crece, como la raíz, se justifica –‘pero, hagamos como toda la gente, no seamos tan diferentes’–, siempre busca una justificación, contagia y muchos males vienen de ahí”.

Al finalizar su homilía, el Santo Padre alentó a pedirle a Dios “por la Iglesia, para que el Señor la custodie de todo tipo de mundanidad”, y que “siempre tenga la identidad dispuesta por Jesucristo”.

“Que todos tengamos la identidad que hemos recibido en el bautismo, y que esta identidad de querer ser como todos, por motivos de ‘normalidad’, no surja”.

“Que el Señor nos de la gracia de mantener y custodiar nuestra identidad cristiana contra el espíritu de la mundanidad que siempre crece, se justifica y contagia”, concluyó.

sábado, 14 de noviembre de 2015

POR TELÉFONO, EL PAPA FRANCISCO SE CONMUEVE POR ATAQUES DE PARÍS: "ESTO NO ES HUMANO"


Por teléfono, el Papa se conmueve por ataques de París: “Esto no es humano”
Por Alvaro de Juana






 (ACI).- En una conversación telefónica transmitida por TV2000, el Papa Francisco manifestó su dolor por los ataques terroristas de ayer en París (Francia), consideró que no tienen justificación alguna y se solidarizó con todos los franceses.

En el breve diálogo con el canal de televisión de la Conferencia Episcopal Italiana, el Pontífice se mostró muy afectado por los brutales atentados terroristas de Francia que, según informó este sábado el fiscal general de París, Francois Molins, dejaron 129 muertos y 352 heridos, 99 de ellos de gravedad.

“Estoy conmovido y adolorido. No entiendo estas cosas, son difíciles de entender”, dijo el Pontífice al comenzar a hablar muy emocionado. “Por esto estoy conmovido, dolorido y rezo”.

“Estoy muy cerca del pueblo francés, tan querido, estoy cerca a los familiares de las víctimas y rezo por todos ellos”, aseguró.



Preguntado sobre si esto forma parte de “una tercera guerra mundial a trozos” que él mismo ha denunciado en multitud de ocasiones, el Papa respondió: “Esto es un pedazo, no hay justificación para estas cosas”.

No hay justificación “religiosa ni humana. Esto no es humano. Por eso estoy cercano a toda Francia, a la que amo”.

En los ataques efectuados ayer por terroristas islámicos han muerto más de cien personas y otras 250 están heridas, más de 90 de ellas en estado grave.

Poco después de las 21:30 hora local se sucedieron diversas explosiones en la capital francesa. Las primeras cerca del estadio de fútbol, donde se jugaba un partido en el que estaba presente el Presidente de la República Francesa, François Hollande. Casi al mismo tiempo, un terrorista disparó indiscriminadamente contra quienes cenaban en dos restaurantes del centro de la ciudad.

En la sala de conciertos Bataclan, entre dos y cuatro terroristas comenzaron a disparar a los asistentes y retuvieron a cientos de personas. Algunas de ellas consiguieron escapar pero finalmente 100 fueron asesinadas. Algunos terroristas fueron abatidos por las fuerzas de seguridad y otros se inmolaron allí mismo haciendo explotar cinturones bomba.

Francia ha decretado el estado de emergencia y ha cerrado todas sus fronteras. Se teme que haya más terroristas esperando para atentar de nuevo.

El Papa Francisco ha enviado esta mañana un telegrama de condolencias a través del Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, al Arzobispo de París, el Cardenal André Vingt-Trois.

“Una vez más, el Santo Padre condena enérgicamente la violencia, que no puede resolver nada, y le pide a Dios que inspire a todos pensamientos de paz y de solidaridad, y extiende, sobre las familias que están en la prueba y sobre todos los franceses, la abundancia de sus bendiciones”.

¿PELIGRA EL JUBILEO DE LA MISERICORDIA POR LA AMENAZA TERRORISTA?


¿Peligra el Jubileo de la Misericordia por la amenaza terrorista?
Por Alvaro de Juana





 (ACI).- El vocero y director de la Sala de Prensa del Vaticano, el P. Federico Lombardi, señaló que en estos días de violencia terrorista y a pesar de que Roma ha sido amenazada en varias ocasiones por los terroristas, “no es momento de renunciar al Jubileo o de tener miedo” sino que “tenemos más necesidad de él que nunca”.

En declaraciones a Radio Vaticana, el sacerdote afirmó que el próximo Año de la Misericordia que comenzará el 8 de diciembre, Solemnidad de la Inmaculada Concepción, y concluirá el 20 de noviembre de 2016, Solemnidad de Cristo Rey del Universo, “debemos vivirlo con sabiduría, pero también con valentía y con entusiasmo espiritual, continuando mirando adelante con esperanza a pesar de los ataques del odio”.

“Por eso diría que el Jubileo de la Misericordia se hace todavía más necesario. Un mensaje de misericordia, es decir, del amor de Dios que tiene como consecuencia también el amor recíproco y la reconciliación. Es exactamente la respuesta que se necesita dar en tiempos de tentación de desconfianza”.

“En estos días tristes por la rabia de una violencia homicida loca y horrible, muchos se preguntan cómo reaccionar. Algunos se preguntan cómo vivir la espera del Jubileo. ¡Atención! Estos asesinos poseídos de un odio insensato se llaman terroristas porque quieren infundir terror”.



“Si nos dejamos asustar, habrán logrado ya un primer objetivo. Es una razón más para resistir con decisión y con valentía a la tentación del miedo”.

El sacerdote afirma que “naturalmente se necesita ser prudentes y no irresponsables, tomar las precauciones que sean razonables, pero debemos continuar construyendo paz y confianza recíproca”.

También recordó que “Juan Pablo II decía que el mensaje de la misericordia ha sido la gran respuesta de Dios y de los creyentes en el tiempo oscuro y horrible de la segunda guerra mundial, de las masacres realizadas por los totalitarismos, de la difusión del odio entre los pueblos y las personas”.

“También hoy, cuando el Papa Francisco habla de la tercera guerra mundial a trozos, es necesario el mensaje de la misericordia para ser capaces de reconciliación, de construir puentes, a pesar de todo, de tener el coraje del amor”.

El Papa Francisco, añadió, nos guía y nos invita a tener confianza en el Espíritu del Señor que nos acompaña”.

A su vez, el P. Federico Lombardi, al comentar los atentados terroristas de ayer en París, comentó que el odio “es absurdo”. “El odio homicida es algo que no tiene explicación, es la negación de la racionalidad, de la humanidad”.

En una breve conferencia de prensa, el P. Lombardi señaló que estos hechos podrían ser “la consecuencia de profundas heridas, de una visión completamente equivocada de la realidad y de la relación con las personas” pero “no hay una explicación racional del odio y del homicidio. Es la negación de la humanidad”.

En su opinión, los ataques perpetrados ayer en París no se  pueden considerar un ataque al catolicismo, sino “un ataque a la humanidad en general”. “París es una ciudad moderna, que no es por definición católica, sino que es una de las grandes ciudades seculares del mundo de hoy, por tanto es un ataque a la humanidad, a la convivencia entre los hombres, a la paz de toda la comunidad humana”.

Preguntado si se van a elevar las medidas de seguridad en el Vaticano, el P. Lombardi afirmó que este es un tema del que no puede hablar él y que hay que dejárselo a las autoridades competentes.