sábado, 17 de marzo de 2018

DISCRIMINACIÓN SOCIAL, ENTRE LOS TEMAS DE ENCUENTRO DEL PAPA FRANCISCO Y OBISPOS DE PAKISTÁN


Discriminación social, entre los temas de encuentro del Papa y Obispos de Pakistán
Redacción ACI Prensa
Foto: Vatican Media / ACI Prensa.




El Papa Francisco recibió en el Palacio Apostólico del Vaticano a los Obispos de la Conferencia Episcopal de Pakistán, en visita ad limina en Roma, con los que conversó sobre las dificultades de la comunidad cristiana en este país de mayoría musulmana donde rige una estricta interpretación de la ley islámica.

En el encuentro, realizado el 15 de marzo, el Santo Padre escuchó las preocupaciones mostradas por los Obispos respecto a la “discriminación a nivel social” que sufre el país y que afecta tanto a cristianos como a musulmanes con una gran división entre ricos y pobres.

Directamente relacionado con el problema de la discriminación, citaron en concreto el tema de las acusaciones de blasfemia, que no sólo perjudican a los cristianos, sino a todas las realidades religiosas del país.


A pesar de la fuerte campaña internacional contra esta injusticia, todavía se producen casos límite, como el que afecta a la madre cristiana Asia Bibi que lleva en prisión más de 3 mil días por una presunta blasfemia contra el islam.

Los Obispos paquistaníes, que concelebraron la Santa Misa con el Papa en la Casa Santa Marta, destacaron “los maravillosos sentimientos al reunirse con el Papa” en persona. En concreto, el Arzobispo de Karachi, Mons. Joseph Coutts, destacó que el Pontífice insistió en recordar que se trataba de una reunión entre Obispos, pues él es el Obispo de Roma, lo cual facilitó el tratar temas de especial importancia.

También subrayó el especial interés que el Papa mostró por conocer la situación de la Iglesia en Pakistán, pero, en su opinión, lo que más agradó a los Obispos fue la manera en que el Papa los hizo sentir como en casa.

Por otra parte, el Papa reflejó su preocupación por el sentimiento negativo sobre Pakistán en el exterior, en concreto debido al terrorismo.


Los Obispos explicaron al Pontífice que existen muchos desafíos, pero que también hay esperanza. Señalaron que la Iglesia Católica está contribuyendo mucho a la sociedad y al desarrollo del país, en especial por medio de la educación, hospitales y en obras de caridad hacia las personas con dependencias y adictos a las drogas.

Por último, explicaron al Santo Padre que las instituciones católicas están abiertas a todos, no sólo a los cristianos. En este sentido, Francisco les animó a perseverar en el diálogo interreligioso, algo que definió como “bastante natural” a la Iglesia en Pakistán.

jueves, 15 de marzo de 2018

CREAN GRUPO DE FACEBOOK PARA QUE JÓVENES PARTICIPEN EN REUNIÓN PRE-SINODAL

Crean grupo de Facebook para que jóvenes participen en reunión pre-sinodal
Lo hacen para conocer las opiniones de todos los muchachos que no podrán ir a Roma para la reunión pre-sinodal que se llevará a cabo del 19 al 24 de marzo


Por: María Ximena Rondón | Fuente: ACI Prensa 



Los organizadores del Sínodo de los Obispos “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”, que se realizará en octubre de este año, lanzaron una iniciativa en redes sociales para conocer las opiniones de todos los muchachos que no podrán ir a Roma para la reunión pre-sinodal que se llevará a cabo del 19 al 24 de marzo.
Para esto se han creado grupos por idioma en Facebook bajo el título de “Reunión pre-sinodal”. En ellos se han publicado este 12 de marzo las preguntas que se formularán en el evento.
Para contestarlas, la persona tendrá hasta el viernes 16 de marzo para solicitar unirse al grupo y confirmar que tiene entre 16 y 29 años, la edad requerida para participar.
Los organizadores indicaron que “las respuestas deben contener un máximo de 200 palabras y no se aceptarán archivos adjuntos”. También pidieron “que sigas los temas propuestos en las preguntas usando un lenguaje respetuoso y amigable. Caso contrario, el administrador se sentirá obligado a cerrar el acceso a las personas que no cumplan con estas indicaciones”.
La persona también podrá enviar sus respuestas en un video que dure un minuto al número de WhatsApp +39 342 601 5596.
Además, recordaron que la participación en el grupo de Facebook “se realiza a título personal y no por motivos profesionales. Los contenidos del presente foro y los posibles materiales multimedia son reservados a la discusión interna y no pueden ser publicados en otros lugares”.
“El resumen de todas las respuestas del Grupo de Facebook se incluirá en el grupo de redacción de las conclusiones finales, que se entregarán al Santo Padre”, señalaron.
Puede ingresar al grupo en español AQUÍ.
En la reunión pre-sinodal que se realizará en Roma participarán cerca de 300 jóvenes provenientes de los cinco contenientes. Puede conocer el esquema de trabajo de ese encuentro y otros recursos AQUÍ.

IMÁGENES VARIADAS DEL PAPA FRANCISCO











lunes, 12 de marzo de 2018

PAPA FRANCISCO PIDE A LOS CRISTIANOS UNA FE QUE VAYA MÁS ALLÁ DE LOS MILAGROS


El Papa pide a los cristianos una fe que vaya más allá de los milagros
Redacción ACI Prensa
Foto: Vatican Media




El Papa Francisco señaló, durante la Misa celebrada en la Casa Santa Marta este lunes 12 de marzo, que la fe no debe sustentarse únicamente en los milagros, sino que debe fundamentarse en el deseo de Dios.

El Santo Padre reflexionó sobre las palabras que Jesús dedica al funcionario que acudía a su encuentro en Galilea para pedirle que curara a su hijo enfermo: “Si no veis signos y prodigios, no creéis”. Francisco señaló que Jesús parecía perder la paciencia porque parecía que los prodigios eran la única cosa que contaba para el pueblo.

El Papa preguntó: “¿Dónde está vuestra fe? Veis un milagro, un prodigio y decís: ‘Tú tienes el poder, tú eres Dios’, sí, es un acto de fe, pero muy pequeño. Porque es evidente que este hombre tiene un poder fuerte. Si bien la fe comienza ahí, después debes ir adelante. ¿Dónde está tu deseo de Dios? Porque la fe es eso: tener el deseo de encontrar a Dios, de encontrarse con Él, de ser con Él, de ser felices con Él”.

Para explicar el gran milagro realizado por el Señor, el Pontífice recurrió a la primera lectura, del libro de Isaías: “He aquí que yo creo cielos nuevos y tierra nueva, y no serán mentados los primeros ni vendrán a la memoria; antes habrá gozo y regocijo por siempre jamás por lo que voy a crear”. De esta manera, “el Señor suscita nuestro deseo de experimentar la alegría de ser con Él”.

Señaló que “cuando el Señor pasa por nuestra vida y hace un milagro en cada uno de nosotros, y cada uno de nosotros sabe lo que el Señor ha hecho en su vida, ahí no termina todo: hay una invitación a seguir adelante, a continuar caminando, a buscar el rostro de Dios, a buscar esta alegría”.

El milagro sólo es el comienzo, por lo que el Papa invitó a no pararse, a seguir caminando. “Hay muchos cristianos parados, que no caminan; cristianos enterrados en las cosas de cada día, pero que no crecen, permanecen pequeños. Cristianos aparcados: se aparcan. Cristianos enjaulados que no saben volar con el sueño de esa hermosa realidad a la que el Señor nos llama”.

Por último, el Papa invitó a preguntarse: “¿Cómo es mi deseo? ¿Busco al Señor? ¿O tal vez tengo miedo, soy mediocre?”. El Santo Padre concluyó invitando a “custodial el deseo propio, no conformarse demasiado, ir un poco adelante, arriesgarse. El verdadero cristiano se arriesga, abandona la seguridad”.

Evangelio comentado por el Papa Francisco:

Juan 4:43-54

43 Pasados los dos días, partió de allí para Galilea.

44 Pues Jesús mismo había afirmado que un profeta no goza de estima en su patria.

45 Cuando llegó, pues, a Galilea, los galileos le hicieron un buen recibimiento, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían ido a la fiesta.

46 Volvió, pues, a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Había un funcionario real, cuyo hijo estaba enfermo en Cafarnaúm.

47 Cuando se enteró de que Jesús había venido de Judea a Galilea, fue donde él y le rogaba que bajase a curar a su hijo, porque se iba a morir.

48 Entonces Jesús le dijo: «Si no veis señales y prodigios, no creéis.»

49 Le dice el funcionario: «Señor, baja antes que se muera mi hijo.»

50 Jesús le dice: «Vete, que tu hijo vive.» Creyó el hombre en la palabra que Jesús le había dicho y se puso en camino.

51 Cuando bajaba, le salieron al encuentro sus siervos, y le dijeron que su hijo vivía.

52 El les preguntó entonces la hora en que se había sentido mejor. Ellos le dijeron: «Ayer a la hora séptima le dejó la fiebre.»

53 El padre comprobó que era la misma hora en que le había dicho Jesús: «Tu hijo vive», y creyó él y toda su familia.

54 Esta nueva señal, la segunda, la realizó Jesús cuando volvió de Judea a Galilea.

PAPA FRANCISCO RECHAZA EL MIEDO AL EXTRANJERO Y LLAMA A UNA GLOBALIZACIÓN DE LA SOLIDARIDAD


El Papa rechaza el miedo al extranjero y llama a una globalización de la solidaridad
Redacción ACI Prensa
Foto: Vatican Media




El Papa Francisco rechazó el miedo al extranjero y advirtió que esa actitud de rechazo al diferente también se puede contagiar a los cristianos, por lo que pidió impulsar una globalización de la solidaridad y del espíritu.

Bajo una intensa lluvia, el Santo Padre llegó este domingo 11 de marzo a la iglesia romana de Santa María en Trastevere, donde le esperaba una multitud, para festejar el 50 aniversario de la fundación de la Comunidad de Sant’Egidio.

En su discurso, Francisco recordó las tres palabras con las que él mismo resumió el carisma de esta comunidad en su visita anterior, en el año 2014: oración, pobreza y paz.

“Oración, pobreza y paz es el talento de la Comunidad, madurado a lo largo de cincuenta años. Lo recibís hoy nuevamente con alegría”. En este sentido, se refirió a la parábola de los talentos, en la que un siervo esconde por miedo el talento que su señor le había dado para que lo invirtiera.

“Nuestro tiempo conoce grandes miedos ante las grandes dimensiones de la globalización. Y los miedos se concentran con frecuencia sobre el extranjero, el que es diferente a nosotros, el pobre, como si fuera un enemigo”.


Esta atmósfera de miedo, advirtió el Obispo de Roma, “también puede contagiar a los cristianos que, como el siervo de la parábola, esconden el don recibido: no lo invierten en el futuro, no lo comparten con los demás, lo guardan para sí”.

Argumentó que la soledad es un aliado del miedo: “Si estamos solos, somos fácilmente presas del miedo. Pero vuestro camino os orienta a mirar juntos al futuro: no solos, no para uno mismo. Junto con la Iglesia”.

Además, mostró su preocupación por las consecuencias de las numerosas guerras. “El futuro del mundo parece incierto. ¡Mirad cuántas guerras! Sé que rezáis y que trabajáis para la paz. Pensemos en los dolores del pueblo sirio”.

“¡Cómo es posible que, después de la tragedia del siglo XX, se pueda todavía recaer en esta absurda lógica! Pero la Palabra del Señor es luz en la oscuridad y ofrece esperanza de paz, nos ayuda a no tener miedo tampoco ante la fuerza del mal”.

Ante el miedo, el Papa recomendó acudir a la Palabra de Dios: “La Palabra de Dios os ha protegido en el pasado de las tentaciones de la ideología, y hoy os libera de la intimidación del miedo. Por eso os exhorto a amar y a frecuentar más a menudo la Biblia. Cada uno encontrará en ella la fuente de la misericordia hacia los pobres, los heridos de la vida y de la guerra”.

“La Palabra de Dios es la lámpara con la que mirar el futuro, también de esta Comunidad. A su luz se pueden leer los signos de los tiempos”, señaló.

También puso sobre la mesa el trabajo pendiente de hacer para evitar que, en este mundo cada vez más globalizado, se construyan muros. “Desde el tiempo en que nació vuestra Comunidad, el mundo se ha convertido en ‘global’: la economía y las comunicaciones se han unificado. Pero para tanta gente, especialmente los pobres, se alzan nuevos muros”.

“La diversidad es motivo de hostilidad y de conflicto –continuó–. Es el momento de construir una globalización de la solidaridad y del espíritu. El futuro del mundo global es vivir juntos: este ideal exige el esfuerzo de construir puentes, de mantenerse abiertos al diálogo, de continuar a encontrarse”.

Esta globalización de la solidaridad y del espíritu “no se trata tan solo de un hecho político u organizativo. Cada uno de nosotros está llamado a cambiar su propio corazón asumiendo una mirada misericordiosa hacia los demás para convertirse en artesano de la paz y en profeta de misericordia”.

Francisco reveló su deseo de que “este aniversario sea un aniversario cristiano: no un tiempo para medir los resultados o las dificultades. No es hora de balances, sino que es el tiempo en que la fe está llamada a convertirse en nueva audacia para el Evangelio”.

“La audacia –finalizó el Papa– no es la valentía de un día, sino la paciencia de una misión cotidiana en la ciudad y en el mundo. Es la misión de volver a tejer pacientemente el tejido humano de las periferias que la violencia y el empobrecimiento han rasgado; de comunicar el Evangelio por medio de la amistad personal; de mostrar cómo una vida puede convertirse en verdaderamente humana cuando se vive junto a los más pobres; de crear una sociedad en la cual nadie sea extranjero”.

EL PAPA FRANCISCO ADVIERTE CONTRA LOS ATAJOS QUE LLEVAN A LAS DROGAS O A LA MAGIA


El Papa advierte contra los atajos que llevan a las drogas o a la magia
Redacción ACI Prensa
Foto: Vatican Media




Durante el rezo del Ángelus este domingo 11 de marzo en la plaza de San Pedro del Vaticano, el Papa Francisco advirtió contra los atajos ante situaciones desesperadas que llevan a caer en la droga, las supersticiones o la magia.

Ante ello, propuso dejarse llevar por el amor de Dios y la alegría cristiana, que “requiere fe y una vida moral sana”.

En sus palabras previas al rezo del Ángelus, el Santo Padre reflexionó sobre la alegría, destacando que este domingo 11 de marzo es el domingo de la alegría. “La antífona de ingreso de la liturgia eucarística nos invita a la alegría: ‘Alégrate Jerusalén’”.

“¿Cuál es el motivo de esta alegría?”, se preguntó el Papa. “Es el gran amor de Dios hacia la humanidad, como nos indica el Evangelio de hoy: ‘Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna’”.

Francisco explicó que “estas palabras, pronunciadas por Jesús durante el diálogo con Nicodemo, sintetizan un tema que se encuentra en el centro del anuncio cristiano: incluso cuando la situación parece desesperada, Dios interviene, ofreciendo al hombre la salvación y la alegría”.

“De hecho, Dios no se aparta, sino que entra en la historia de la humanidad para animarla con su gracia y salvarla”.

En sus palabras, el Pontífice concretó que “estamos llamados a escuchar este anuncio, rechazando la tentación de considerarnos seguros de nosotros mismos, de querer hacer a Dios de menos, recibiendo una absoluta libertad de Él y de su Palabra”.

“Cuando encontramos la valentía de reconocernos lo que somos, nos damos cuenta de que somos personas llamadas a lidiar con nuestra fragilidad y con nuestros límites. Entonces se puede padecer angustia, ansiedad por el mañana, miedo por la enfermedad o por la muerte”.

Según indicó, “esto explica por qué tantas perdonas, buscando una vía de salida, invocan en ocasiones peligrosos atajos como, por ejemplo, el túnel de la droga, o las supersticiones, o los ruinosos rituales de magia”.

“El cristianismo no ofrece fáciles consuelos, no es un atajo, sino que requiere fe y vida moral sana, que rechace el mal, el egoísmo y la corrupción. Pero nos da también la verdadera y gran esperanza de Dios Padre, rico de misericordia, que nos ha dado a su Hijo revelándonos así su inmenso amor”.

Afirmó que “la Cruz de Jesús es la manifestación más grande del amor de Dios: un amor que proviene del corazón del Padre y que es acogido y entregado con generosidad por el corazón del Hijo”.

“Se trata de abrir el corazón a estos dones –continuó–, y, en el tiempo de Cuaresma, nuestra alegría consiste en acoger siempre mejor la misericordia de Dios. Sólo así podremos vivir una vida animada por la justicia y la caridad, y nos convertiremos en testimonios de este amor divino, un amor que no se entre únicamente a quien lo merece, no requiere recompensa, sino que se ofrece gratuitamente, sin condiciones”.

Por último, finalizó pidiendo la intercesión de la Virgen María para que “nos meta en el corazón la certeza de que somos amados por Dios”.

EL VATICANO OFRECE UN EXAMEN DE CONCIENCIA ACTUAL PARA UNA BUENA CONFESIÓN EN CUARESMA


El Vaticano ofrece un examen de conciencia actual para una buena confesión en Cuaresma
Redacción ACI Prensa
Foto: L'Osservatore Romano




El Vaticano ofrece en esta Cuaresma un esquema con las preguntas clave para hacer una buena confesión, en el marco de celebración penitencial que el Papa Francisco preside este viernes en la Basílica de San Pedro.

La Oficina de Celebraciones Litúrgicas del Vaticano difundió en en el libreto de la liturgia penitencial un esquema general para el examen de conciencia dividido en 28 puntos.

Esta es la traducción al español del texto original en italiano, realizada por ACI Prensa:


Esquema general para el examen de conciencia

1.       ¿Me acerco al sacramento de la Penitencia por un sincero deseo de purificación, de conversión, de renovación de vida y de una más íntima amistad con Dios, o lo considero más bien como un peso, que solo raramente estoy dispuesto a asumir?

2.       ¿He olvidado o a propósito he callado pecados graves en la confesión precedente o en confesiones pasadas?

3.       ¿He satisfecho la penitencia que me fue impuesta? ¿He reparado los daños que he cometido? ¿He buscado poner en práctica los propósitos hechos para enmendar mi vida según el Evangelio?

A la luz de la palabra de Dios, cada uno examínese a sí mismo.


El Señor dice: “Amarás al Señor tu Dios con todo el corazón”

1.       ¿Mi corazón está verdaderamente orientado a Dios; puedo decir que lo amo verdaderamente sobre todas las cosas y con amor de hijo, en la observancia fiel de sus mandamientos?, ¿me dejo absorber demasiado por las cosas temporales?, ¿es siempre recta mi intención en el obrar?

2.       ¿Es firme mi fe en Dios, que en su Hijo nos ha presentado su palabra?, ¿he dado mi plena adhesión a la doctrina de la Iglesia?, ¿me preocupa mi formación cristiana, escuchando la palabra de Dios, participando en la catequesis, evitando lo que pueda acechar la fe?, ¿he profesado siempre con valentía y sin temor mi fe en Dios y en la Iglesia?, ¿me he mostrado como cristiano en la vida privada y pública?

3.       ¿He rezado en la mañana y en la noche?, ¿mi oración es una verdadera conversación de corazón a corazón con Dios, o es solo una vacía práctica exterior?, ¿he sabido ofrecer a Dios mis ocupaciones, mis alegrías y dolores?, ¿recurro a Él con confianza también en las tentaciones?

4.       ¿Tengo reverencia y amor hacia el santo nombre de Dios o lo he ofendido con blasfemias, falsos juramentos o nombrándolo en vano?, ¿he sido irreverente con la Virgen y los santos?

5.       ¿Santifico el día del Señor y las fiestas de la Iglesia, tomando parte con participación activa, atenta y pía a las celebraciones litúrgicas y especialmente en la Santa Misa?, ¿he evitado hacer trabajos no necesarios en los días festivos?, ¿he observado el precepto de la confesión al menos anual y de la comunión pascual?

6.       ¿Existen para mí “otros dioses”, a saber expresiones o cosas por las cuales me intereso o en las cuales pongo más confianza que en Dios, por ejemplo: riqueza, superstición, espiritismo u otras formas de magia?

El Señor dice: “Ámense los unos a los otros, como yo los he amado”

1.       ¿Amo verdaderamente a mi prójimo o abuso de mis hermanos, sirviéndome de ellos para mis intereses y reservando para ellos un tratamiento que no quisiera que fuese usado conmigo?, ¿he ocasionado escándalo con mis palabras y mis acciones?

2.       En mi familia, ¿he contribuido con paciencia y con verdadero amor al bien y a la serenidad de los demás?

Para cada miembro de la familia:

-          Para los hijos: ¿fui obediente con mis padres, los he respetado y honrado?, ¿les he ayudado en las necesidades espirituales y materiales?, ¿me he esforzado en la escuela?, ¿he respetado las autoridades?, ¿he dado un buen ejemplo en toda situación?

-          Para los padres: ¿me he preocupado por la educación cristiana de mis hijos?, ¿les he dado un buen ejemplo?, ¿los he apoyado y dirigido con mi autoridad?

-          Para los esposos: ¿he sido siempre fiel en los afectos y en las acciones?, ¿he sido comprensivo en los momentos de desasosiego?

3.       ¿Sé dar de lo mío, sin mezquino egoísmo, a quien es más pobre que yo?, ¿En cuanto a lo que depende de mí, defiendo a los oprimidos y ayudo a los necesitados?, ¿o trato con suficiencia o con dureza a mi prójimo, especialmente a los pobres, los débiles, los viejos, los marginados y los inmigrantes?

4.       ¿Soy consciente de la misión que me fue confiada?, ¿he participado de las obras de apostolado y de caridad de la Iglesia, en las iniciativas y en la vida de la parroquia?, ¿he rezado y dado mi contribución para las necesidades de la Iglesia y del mundo, por ejemplo: para la unidad de la Iglesia, para la evangelización de los pueblos, para la instauración de la justicia y de la paz?

5.       ¿Tengo en el corazón el bien y la prosperidad de la comunidad en la cual vivo o cuido solo de mis intereses personales?, ¿participo, en cuanto puedo, en las iniciativas que promueven la justicia, la moral pública, la concordia, las obras de beneficencia?, ¿cumplo con mis deberes civiles?, ¿he pagado regularmente mis impuestos?

6.       ¿Soy justo, comprometido, honesto en el trabajo, voluntarioso para prestar mi servicio para el bien común?, ¿he dado el justo salario a los obreros y a todos los dependientes? ¿he cumplido los contratos y promesas?

7.       ¿He prestado obediencia y el respeto debido a las autoridades legítimas?

8.       ¿Si tengo algún cargo o desarrollo funciones directivas, cuido solo mi interés o me esfuerzo por el bien de los demás, en espíritu de servicio?


9.       ¿He practicado la verdad y la lealtad, o he ocasionado el mal al prójimo con mentiras, calumnias, denigraciones, juicios temerarios, violaciones de secretos?

10.   ¿He atentado contra la vida y la integridad física del prójimo, le he ofendido en el honor, le he negado los bienes?, ¿he procurado o aconsejado el aborto?, ¿he callado en situaciones donde pude animar al bien?, ¿en la vida matrimonial soy respetuoso de las enseñanzas de la Iglesia acerca de la apertura y respeto a la vida?, ¿he obrado contra mi integridad física (por ejemplo con la esterilización)?, ¿fui siempre fiel también con la mente?, ¿he mantenido el odio?, ¿he sido conflictivo?, ¿he pronunciado insultos y palabras ofensivas, fomentando desacuerdos y rencores?, ¿he omitido de testimoniar la inocencia del prójimo, de forma culpable y egoísta?, ¿conduciendo el vehículo u otro medio de transporte he puesto en peligro mi vida o la de los demás?

11.   ¿He robado?, ¿injustamente he deseado el robo a los demás?, ¿he dañado al prójimo en sus pertenencias?, ¿he restituido aquello que sustraje y reparado los daños causados?

12.   Si he recibido males, ¿me he mostrado dispuesto a reconciliarme y perdonar por amor a Cristo, o guardo en el corazón odio y deseo de venganza?

Cristo el Señor dice: “Sean perfectos como el Padre”

1.       ¿Cuál es la orientación fundamental de mi vida?, ¿me doy ánimo con la esperanza de la vida eterna?, ¿he buscado reavivar mi vida espiritual con la oración, la lectura y la meditación de la palabra de Dios, la participación en los sacramentos?, ¿he practicado la mortificación?, ¿he estado pronto y decidido a cortar los vicios, someter las pasiones y las inclinaciones perversas?, ¿he respondido a los motivos de envidia, he dominado la gula?, ¿he sido presuntuoso y soberbio, despreciado a los demás y preferirme antes que a ellos?, ¿he impuesto mi voluntad a los demás, conculcando su libertad y despreciando sus derechos?

2.       ¿Qué uso he hecho del tiempo, las fuerzas y los dones recibidos de Dios como “los talentos del Evangelio”?, ¿me sirvo de todos estos medios para crecer cada día en la perfección de la vida espiritual y en el servicio al prójimo?, ¿he sido inerte y ocioso?, ¿Cómo utilizo internet y otros medios de comunicación?

3.       ¿He soportado con paciencia, en espíritu de fe, los dolores y las pruebas de la vida?, ¿cómo he buscado practicar la mortificación, para cumplir aquello que falta a la pasión de Cristo?, ¿he observado la ley del ayuno y la mortificación?, ¿he observado la ley del ayuno y la abstinencia?

4.       ¿He conservado puro y casto mi cuerpo, en mi estado de vida, pensando que es templo del Espíritu Santo, destinado a la resurrección y a la gloria?, ¿he custodiado mis sentidos y evitado de ensuciarme en lo espíritu y en el cuerpo con pensamientos y malos deseos, con palabras y acciones indignas?, ¿me he permitido lecturas, discursos, espectáculos, diversiones en contraste con la honestidad humana y cristiana?, ¿he sido escándalo para los demás con mi comportamiento?

5.       ¿He actuado contra mi conciencia por temor o por hipocresía?

6.       ¿He buscado comportarme en todo y siempre en la verdadera libertad de los hijos de Dios y según las leyes del Espíritu o me he dejado someter por mis pasiones?

7.       ¿He omitido un bien que era para mí posible de realizar?