miércoles, 8 de noviembre de 2017

PAPA FRANCISCO Y EL GRAN IMÁN DE AL AZHAR SE ENCUENTRAN EN EL VATICANO POR TERCERA VEZ


El Papa y el Gran Imán de al Azhar se encuentran en el Vaticano por tercera vez
 Foto: L'Osservatore Romano




VATICANO, 07 Nov. 17 / 10:36 am (ACI).- Se ha celebrado el tercer encuentro en el Vaticano entre el Papa Francisco y el Gran Imán de al Azhar, Ahmed Muhammad Ahmed el-Tayeb, un hecho que confirma la buena relación entre la Santa Sede y la principal institución sunita, sobre todo después de la visita que el Papa Francisco efectuó el pasado mes de abril a Egipto.

Las relaciones habían sufrido una importante ruptura en el año 2011, después de que Benedicto XVI condenara el terrorismo en Egipto y las autoridades islámicas del país consideraran sus palabras una injerencia.

Con Francisco, las relaciones volvieron a su cauce en 2016 cuando una delegación del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso se trasladó hasta el Cairo para retomar el camino emprendido anteriormente. El 23 de mayo de 2016 el Imán acudió al Vaticano y esta visita desembocó en la de la delegación vaticana a la capital de Egipto.

El anterior encuentro se celebró el 22 y 23 de febrero de 2017. Meses después, el 3 de julio, el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso y el Centro de al-Azhar para el diálogo se reunieron y publicaron un comunicado. En él se volvía a reafirmar la voluntad de “expresar el común compromiso en proseguir reflexiones compartidas, dirigidas a promover un diálogo interreligioso prolífico y eficaz, centrado en particular en la promoción de la paz y en la construcción de un mundo más justo”.

Durante su visita a Egipto, el Papa Francisco estuvo acompañado en todo momento por el Gran Imán. El Pontífice condenó duramente el uso de la religión para fines terroristas: “La violencia es la negación de toda auténtica religiosidad”, dijo en la Universidad de Al-Azhar.

“Estamos obligados a denunciar las violaciones que atentan contra la dignidad humana y contra los derechos humanos, a poner al descubierto los intentos de justificar todas las formas de odio en nombre de las religiones y a condenarlos como una falsificación idolátrica de Dios: su nombre es santo, Él es el Dios de la paz, Dios salam”.

“Por tanto, –afirmó también en su discurso– sólo la paz es santa y ninguna violencia puede ser perpetrada en nombre de Dios, porque profanaría su nombre”.


CATEQUESIS DEL PAPA FRANCISCO SOBRE LA SANTA MISA


TEXTO COMPLETO: Catequesis del Papa Francisco sobre la Santa Misa
 Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa





VATICANO, 08 Nov. 17 / 06:03 am (ACI).- Como ya anunció hace unos días, el Papa Francisco ha dado inicio a un nuevo ciclo de catequesis sobre la “Santa Misa”. En esta ocasión explicó las razones que le han llevado a elegir este tema.

“La Eucaristía es un evento maravilloso en el cual Jesucristo, nuestra vida, se hace presente. Participar en la Misa ‘es vivir otra vez la pasión y la muerte redentora del Señor. Es una teofanía: el Señor se hace presente en el altar para ser ofrecido al Padre para la salvación del mundo’”, dijo Francisco.

A continuación, la catequesis completa del Papa:

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Iniciamos hoy una nueva serie de catequesis, que dirigirá la mirada al “corazón” de la Iglesia, es decir, la Eucaristía. Es fundamental para nosotros cristianos comprender bien el valor y el significado de la Santa Misa, para vivir siempre más plenamente nuestra relación con Dios.


No podemos olvidar el gran número de cristianos que, en el mundo entero, en dos mil años de historia, han resistido hasta la muerte por defender la Eucaristía; y cuantos, aun hoy, arriesgan la vida por participar en la Misa dominical. En el año 304, durante la persecución de Diocleciano, un grupo de cristianos, del Norte de África, fueron sorprendidos mientras celebraban la Misa en una casa y fueron arrestados. El procónsul romano, en el interrogatorio, les pregunto porque lo habían hecho, sabiendo que era absolutamente prohibido. Y ellos respondieron: «Sin el domingo no podemos vivir», que quería decir: si no podemos celebra la Eucaristía, no podemos vivir, nuestra vida cristiana moriría.

De hecho, Jesús dice a sus discípulos: «Les aseguro que si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tendrán Vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día» (Jn 6,53-54).

Estos cristianos del Norte de África fueron asesinados por celebrar la Eucaristía. Han dejado el testimonio que se puede renunciar a la vida terrena por la Eucaristía, porque ella nos da la vida eterna, haciéndonos partícipes de la victoria de Cristo sobre la muerte. Un testimonio que nos interpela a todos y pide una respuesta sobre qué cosa signifique para cada uno de nosotros participar en el Sacrificio de la Misa y acercarnos al Banquete del Señor. ¿Estamos buscando esa fuente de donde “brota agua viva” para la vida eterna?, ¿Qué hace de nuestra vida un sacrificio espiritual de alabanza y de acción de gracias y hace de nosotros un solo cuerpo con Cristo? Este es el sentido más profundo de la Santa Eucaristía, que significa “acción de gracias”: Eucaristía significa acción de gracias. Acción de gracias a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo que nos envuelve y nos transforma en su comunión de amor.

En las próximas catequesis quisiera dar respuesta a algunas preguntas importantes sobre la Eucaristía y la Misa, para redescubrir, o descubrir, como a través de este misterio de la fe resplandece el amor de Dios.

El Concilio Vaticano II ha sido fuertemente animado por el deseo de llevar a los cristianos a comprender la grandeza de la fe y la belleza del encuentro con Cristo. Por este motivo era necesario sobre todo actuar, con la guía del Espíritu Santo, una adecuada renovación de la Liturgia, porque la Iglesia continuamente vive de ella y se renueva gracias a ella.

Un tema central que los Padres conciliares han subrayado es la formación litúrgica de los fieles, indispensable para una verdadera renovación. Y es justamente este el objetivo de este ciclo de catequesis que hoy iniciamos: crecer en el conocimiento de este gran don de Dios que nos ha donado en la Eucaristía.


La Eucaristía es un evento maravilloso en el cual Jesucristo, nuestra vida, se hace presente. Participar en la Misa «es vivir otra vez la pasión y la muerte redentora del Señor. Es una teofanía: el Señor se hace presente en el altar para ser ofrecido al Padre para la salvación del mundo» (Homilía, Santa Misa en la Capilla de la Domus Sanctae Marthae, 10 de febrero de 2014). El Señor está ahí con nosotros, presente. Pero, muchas veces nosotros vamos ahí, miramos las cosas, hablamos entre nosotros mientras el sacerdote celebra la Eucaristía… pero nosotros no celebramos cerca de él. ¡Pero es el Señor! Si hoy viniera aquí el presidente de la República o alguna persona muy importante del mundo, seguramente todos estaríamos cerca de él, que quisiéramos saludarlo. Pero, piensa: cuando tú vas a Misa, ¡ahí está el Señor! Y tú estás distraído, volteado… ¡Es el Señor! Debemos pensar en esto, ¡eh! “Padre, es que las misas son aburridas” – “Pero que cosa dices, ¿Qué el Señor es aburrido?” – “No, no. La Misa no, los sacerdotes”. “Ah, que se conviertan los sacerdotes, pero es el Señor que está ahí, ¡eh!” ¿Entendido? No lo olviden. Participar en la Misa «es vivir otra vez la pasión y la muerte redentora del Señor».

Tratemos ahora de ponernos algunas simples preguntas. Por ejemplo, ¿Por qué se hace el signo de la cruz y el acto penitencial al inicio de la Misa? Una pregunta. Y aquí quisiera hacer un paréntesis. ¿Ustedes han visto como los niños se hacen el signo de la cruz? Tú no sabes que cosas hacen, si es el signo de la cruz o un diseño. Hacen así… Pero, aprender, enseñar a los niños a hacer bien el signo de la cruz, así comienza la Misa, así inicia la vida, así inicia el día. Esto quiere decir que nosotros somos redimidos con la cruz del Señor. Miren a los niños y enséñenles bien a hacer el signo de la cruz. Y esas Lecturas, en la Misa, ¿Por qué están ahí? ¿Por qué se leen el domingo tres Lecturas y los otros días dos? ¿Por qué están ahí, qué cosa significa la Lectura de la Misa? ¿Por qué se leen y que tienen que ver? O quizás, ¿Por qué a cierto momento el sacerdote que preside la celebración dice: “Levantemos el corazón”?. No dice: “Levantemos nuestros celulares para tomar una fotografía”. No, es una cosa fea. Y les digo que a mí me da mucha tristeza cuando celebro aquí en la Plaza o en la Basílica y veo muchos celulares levantados no solo de los fieles, también de algunos sacerdotes y también de obispos. ¡Por favor! La Misa no es un espectáculo: es ir al encuentro de la pasión, de la resurrección del Señor. Por esto el sacerdote dice: “Levantemos el corazón”. ¿Qué cosa quiere decir esto? Recuerden: nada de celulares.

Es muy importante regresar a los fundamentos, redescubrir lo que es esencial, a través de aquello que se toca y se ve en la celebración de los Sacramentos. La pregunta del apóstol Santo Tomás (Cfr. Jn 20,25), de poder ver y tocar las heridas de los clavos en el cuerpo de Jesús, es el deseo de poder de algún modo “tocar” a Dios para creerle. Lo que Santo Tomas pide al Señor es aquello del cual todos nosotros tenemos necesidad: verlo y tocarlo para poder reconocerlo. Los Sacramentos van al encuentro de esta exigencia humana. Los Sacramentos, y la celebración eucarística de modo particular, son los signos del amor de Dios, las vías privilegiadas para encontrarnos con Él.

Así a través de estas catequesis que hoy iniciamos, quisiera redescubrir junto a ustedes la belleza que se esconde en la celebración eucarística, y que, una vez revelada, da sentido pleno a la vida de cada uno. La Virgen nos acompañe en este nuevo tramo del camino. Gracias.

PAPA FRANCISCO CONSTERNADO POR TIROTEO EN IGLESIA DE ESTADOS UNIDOS QUE DEJÓ 26 VÍCTIMAS


El Papa consternado por tiroteo en iglesia de Estados Unidos que dejó 26 víctimas
Foto: Alan holdren / ACI Prensa
VATICANO, 07 Nov. 17 / 09:05 am (ACI).- El Papa Francisco ha manifestado su profundo dolor por el tiroteo que ha causado 26 víctimas mortales en un templo bautista el pasado domingo.

En un telegrama del Secretario de Estado del Vaticano, el Cardenal Pietro Parolin, al Arzobispo de San Antonio, el Santo Padre reconoce estar “profundamente afligido por las noticias de la pérdida de vidas y lesiones graves causadas por el acto violento sin sentido perpetrado en la Primera Iglesia Bautista en Sutherland Springs”.

Francisco pide transmitir sus condolencias a las familias de las víctimas y los heridos, así como “a los miembros de la congregación, y a toda la comunidad local”.


Pide además el consuelo de todos los que lloran y la fuerza espiritual “que triunfa sobre la violencia y el odio por medio del poder del perdón, la esperanza y el amor reconciliador”.

El pasado domingo, un hombre armado entró por la mañana a un templo bautista en Sutherland Springs, en el estado de Texas, en Estados Unidos, y abrió fuego, causando 26 muertos y algunas víctimas.

Según las autoridades, la matanza no tuvo una motivación racial, y tampoco estuvo relacionado a creencias religiosas. 

Esta ha sido la quinta masacre con armas de fuego con más muertos en la historia de Estados Unidos.

POR PRIMERA VEZ EL PAPA FRANCISCO NOMBRA A DOS MADRES DE FAMILIA PARA CARGOS EN EL VATICANO


Por primera vez el Papa Francisco nombra a 2 madres de familia para cargos en el Vaticano
Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa




VATICANO, 07 Nov. 17 / 06:34 am (ACI).- El Papa Francisco ha nombrado por primera vez a dos madres de familia como Subsecretarias del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. Se trata de la profesora Gabriella Gambino, que se encargará de la Sección para la Vida del dicasterio, y de Linda Ghisoni, jueza y docente, que se hará cargo de la Sección para los fieles laicos.

Gabriella Gambino

Nació en Milán el 24 de abril de 1968 y es madre de cinco hijos. En 1995 se licenció en Ciencias Políticas por la Universidad de los Estudios de Milán y en 2001 obtuvo el doctorado en Bioética por el Instituto de bioética de la Universidad Católica del Sacro Cuore en Roma.

Desde 2001 hasta 2007 ha desarrollado su carrera como docente e investigadora en bioética en el Instituto de Metodología de las Ciencias Sociales de la Universidad LUISS-Guido Carli en Roma.

En 2002 fue nombrada Experta Científica del Comité Nacional para la Bioética por la Presidencia del Consejo de Ministros.

De 2013 a 2016 ha colaborado con el Pontificio Consejo para los Laicos y la Pontificia Academia para la Vida.

En la actualidad es profesora agregada de Bioética en la Facultad de Filosofía, así como profesora de esta materia en la Facultad de Filosofía y Jurisprudencia de la Universidad de los Estudios de Roma en Tor Vergata.

También es profesora en el Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II para las Ciencias del Matrimonio y de la Familia en la Universidad Lateranense.

Linda Ghisoni

Nació en a Cortemaggiore, Piacenza, en 1965 y es madre de dos hijos. Está diplomada en Filosofía y Teología por la Eberhard-Karls-Universität de Tübingen (Alemania).

En 1999 se doctoró en Derecho Canónico por la Pontificia Universidad Gregoriana y obtuvo el diploma de abogado de la rota en el Studium rotale del Tribunal de la rota Romana en 2002.

En 1994 obtuvo el diploma de praxis administrativa en la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.

En el Tribunal de primera instancia y de apelo del Vicariato de Roma ha desarrollado la actividad de Notario, Defensor del vínculo, auditor, y de juez.


En la Santa Sede ha sido Defensor del vínculo por el Tribunal de la rota Romana de 2003 a 2009. Pero también Comisario diputado en la Defensa del vínculo en las causas de disolución del matrimonio rato y no consumado en la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos de 2006 a 2011.

Benedicto XVI fue el primero en nombrar una subsecretaria

Ya en el pasado, concretamente en el año 2010, el entonces Papa Benedicto XVI nombró a la italiana Flaminia Giovanelly como Subsecretaria del Pontificio Consejo Justicia y Paz.

La doctora Giovanelli asumió el cargo del dicasterio en el que, hasta entonces, ya había servido durante 35 años. Una de sus metas principales entonces fue la difusión del pensamiento, para ser plasmado en obras concretas, de la encíclica Caritas in veritate de Benedicto XVI.

lunes, 30 de octubre de 2017

PAPA FRANCISCO: SI NO AMAS, CUMPLIR LOS MANDAMIENTOS Y HACER BUENAS OBRAS NO SIRVE DE NADA


Si no amas, cumplir los Mandamientos y hacer buenas obras no sirve de nada, dice el Papa




VATICANO, 29 Oct. 17 / 06:19 am (ACI).- El Papa Francisco afirmó, durante el rezo del Ángelus este domingo 29 de octubre en la Plaza de San Pedro del Vaticano, que el amor a Dios y al prójimo es el principal Mandamiento, como recordó Jesús, y que sin amor no sirve de nada cumplir los Mandamientos y hacer buenas obras.

Antes del rezo del Ángelus, el Papa comentó el Evangelio del día en el que un grupo de fariseos trata de poner a prueba a Jesús y le preguntan: “Maestro, ¿cuál es el principal mandamiento de la Ley?”.

Francisco explicó que la pregunta de los fariseos era maliciosa “porque en la Ley de Moisés se mencionan seiscientos preceptos. ¿Cómo distinguir entre todos ellos el principal? Pero Jesús no entra en el juego de los fariseos y les contesta: ‘Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente’. Y luego añade: ‘Y amarás a tu prójimo como ti mismo’”.

“Esta respuesta de Jesús –continuó el Santo Padre– no resultaba tan obvia, porque entre los múltiples preceptos de la ley hebraica, los más importantes eran los diez Mandamientos comunicados directamente por Dios a Moisés como condición del pacto de alianza con el pueblo”.

Pero Jesús, con su respuesta, “les hace entender que sin el amor por Dios y por el prójimo no hay una verdadera fidelidad a esa Alianza con el Señor. Puedes hacer muchas cosas buenas, cumplir muchos preceptos, pero si no tienes amor, eso no sirve”.

En realidad, como argumentó el Pontífice, Jesús con esa afirmación no está diciendo nada en contra de la Ley de Moisés, más bien la está confirmando, pues en el mismo Libro del Éxodo, denominado también ‘código de la Alianza’, se dice que “no se puede estar en la Alianza con el Señor y maltratar a aquellos que gozan de su protección: la viuda, el huérfano y el extranjero, el emigrante…, es decir, aquellas personas más solas e indefensas”.

Con su respuesta a aquellos fariseos que le habían interrogado “Jesús trata de ayudarles a poner en orden su religiosidad, a jerarquizar lo que verdaderamente cuenta frente a lo que es menos importante”.

Siguiendo ese principio, “Jesús vivió su propia vida predicando y obrando aquello que verdaderamente cuenta y aquello que es esencial, es decir, el amor. El amor impulsa y da fecundidad a la vida y al camino de fe: sin amor, tanto la vida como la fe resultan estériles”.

“Lo que Jesús propone en esta página evangélica es un ideal maravilloso que se corresponde con el deseo auténtico de nuestro corazón”, subrayó. “De hecho, hemos sido creados para amar y para ser amados. Dios, que es Amor, nos ha creado para hacernos partícipes de su vida, para ser amados por Él y para amarlo, y para amar con Él a todas las demás personas. Ese es el sueño de Dios para los hombres”.

Para poder cumplir ese deseo de Dios, “necesitamos su gracia, necesitamos recibir la capacidad de amar que procede del mismo Dios. Jesús se ofrece a nosotros en la Eucaristía precisamente para esto”, concluyó.

PAPA FRANCISCO PROPONE ESTAS SOLUCIONES A LOS PROBLEMAS Y DESAFÍOS DE EUROPA


El Papa propone estas soluciones a los problemas y desafíos de Europa
Por Miguel Pérez Pichel




VATICANO, 28 Oct. 17 / 12:15 pm (ACI).- El Papa Francisco pidió una Unión Europea que recupere su espíritu fundacional para hacer frente a los retos que presenta el mundo de hoy, y presentó posibles soluciones sostenidas en los valores cristianos a los problemas que padece.

En un discurso ante los participantes en el Diálogo “(Re)Pensando Europa”, que se celebra en Roma entre el 27 y el 29 de octubre con la participación de líderes políticos europeos y representantes de la Iglesia, el Papa presentó algunas ideas sobre el proceso de construcción de la Unión Europea.

Al comenzar su reflexión, el Santo Padre destacó el “diálogo en un espíritu de confrontación libre y abierta” con que discurrieron las sesiones de trabajo de las reuniones.

Mediante ese diálogo se ha podido “enriquecerse mutuamente e iluminar el camino del futuro de Europa, más allá de la senda que todos juntos estamos llamados a recorrer para superar las crisis que padecemos y para afrontar los desafíos que nos esperan”.

Francisco señaló que “hablar de una contribución cristiana para el futuro del continente significa ante todo preguntarse sobre nuestro deber como cristianos hoy, en estas tierras fecundamente plasmadas por la fe a lo largo de los siglos”.

“¿Cuál es nuestra responsabilidad en un tiempo en el que el rostro de Europa está cada vez más marcado por una pluralidad de culturas y de religiones, mientras que para muchos el cristianismo se percibe como un elemento del pasado, lejano y ajeno?”, se preguntó.

Persona y comunidad

El Papa afirmó que los conceptos de “persona” y de “comunidad” son las principales aportaciones del cristianismo a la Europa de hoy. Recordó cómo, tras la caída del Imperio Romano, “uno de los valores fundamentales que ha traído el cristianismo es el sentido de la persona creada a imagen de Dios”.

Sin embargo, lamentó que en el mundo de hoy se está reduciendo a las personas a simples cifras: “No hay ciudadanos, hay votos. No hay emigrantes, hay cuotas. No hay trabajadores, hay indicadores económicos. No hay pobres, hay umbrales de pobreza”.

En cuanto a la comunidad, señaló que “es el antídoto más grande contra los individualismos que caracterizan nuestro tiempo, contra esa tendencia generalizada hoy en Occidente a concebirse y a vivir en soledad”.

“Los cristianos reconocen que su identidad es ante todo relacional. Están integrados como miembros de un cuerpo, la Iglesia, en el que cada uno con su propia identidad y peculiaridades participa libremente en la edificación común”.

Además, destacó la familia como “primera comunidad”, y la situó como lugar de descubrimiento de diversidad que recompone la unidad, y ejemplo para una comunidad civil en la que se acoja la diversidad de cualidades de cada uno.

Un lugar de diálogo

Europa “no se puede permitir perder la oportunidad de ser ante todo un lugar de diálogo”, advirtió. Dentro de ese diálogo hizo hincapié en “la importancia del diálogo interreligioso para favorecer el conocimiento recíproco entre cristianos y musulmanes en Europa”.

“Desafortunadamente –lamentó– cierto prejuicio laicista, todavía en auge, no es capaz de percibir el valor positivo que tiene para la sociedad el papel público y objetivo de la religión, prefiriendo relegarla a una esfera meramente privada y sentimental”.

Asimismo, advirtió contra “el predominio de un cierto pensamiento único que ve en las afirmaciones de una identidad religiosa un peligro para la propia hegemonía, acabando así por favorecer una falsa contraposición entre el derecho a la libertad religiosa y otros derechos fundamentales”.

Por ello, indicó que “los cristianos están llamados a favorecer el diálogo político, especialmente allí donde está amenazado y prevalece el enfrentamiento. Los cristianos están llamados a dar nueva dignidad a la política, entendida como máximo servicio al bien común y no como una ocupación de poder”.

Un ámbito inclusivo

En su discurso, el Papa Francisco también exhortó a los políticos a “favorecer una Europa que sea una comunidad inclusiva, libre de un equívoco de fondo: inclusión no es sinónimo de aplastamiento indiferenciado”.

“Los emigrantes son un recurso más que un peso”, afirmó al mismo tiempo que invitaba a reflexionar sobre la afirmación evangélica: “Fui forastero y me hospedasteis”.

Un espacio de solidaridad

También llamó a convertir Europa en un espacio de solidaridad, en una comunidad en la que “nos apoyemos mutuamente”. Recordó que “no pueden ser solo algunos los que lleven pesos y realicen sacrificios extraordinarios, mientras que otros permanecen enrocados defendiendo posiciones privilegiadas”.

“Ser una comunidad solidaria significa cuidar de los más débiles de la sociedad, de los pobres, de los que son descartados por los sistemas económicos y sociales, a partir de los ancianos y los desempleados. Pero la solidaridad exige también que se recupere la colaboración y el apoyo recíproco entre las generaciones”.

Una fuente de desarrollo

Esa Europa que se ha convencido de su carácter de comunidad, podrá ser una fuente de desarrollo “para sí y para todo el mundo”, según afirmó el Papa.

Como elemento esencial para el desarrollo, Francisco apuntó al trabajo digno. “Ciertamente al desarrollo del hombre contribuye el trabajo, que es un factor esencial para la dignidad y la maduración de la persona. Se necesita que haya trabajo y se necesitan también condiciones adecuadas de trabajo”.

Una promesa de paz

El Papa Francisco finalizó su discurso enfatizando “el compromiso que deben asumir los cristianos de Europa para constituir una promesa de paz. Fue este el pensamiento principal que animó a los firmantes de los Tratados de Roma. Después de dos guerras mundiales y violencias atroces de pueblos contra pueblos, había llegado el momento de afirmar el derecho a la paz”.

“Ser trabajadores de paz significa hacerse promotores de una cultura de la paz. Esto exige amor a la verdad, sin la que no pueden existir relaciones humanas auténticas y búsqueda de la justicia, sin la que el abuso es la norma imperante de cualquier comunidad”, aseguró.

PAPA FRANCISCO RECLAMA MAYOR PROTECCIÓN A LAS VÍCTIMAS DE LAS GUERRAS


El Papa Francisco reclama mayor protección a las víctimas de las guerras
Por Miguel Pérez Pichel
 Foto: L'Osservatore Romano
VATICANO, 28 Oct. 17 / 05:59 am (ACI).- El Papa Francisco pidió una actualización y un mayor desarrollo del derecho internacional humanitario para hacer frente a las crisis humanitarias sin precedentes que tienen lugar de forma simultánea en diferentes regiones del planeta.

En un discurso dirigido a los participantes en la Conferencia Internacional sobre Derecho Internacional Humanitario, que tiene lugar en Roma, el Pontífice valoró la efectividad de los dos Protocolos Adicionales a la Convención de Ginebra relativos a la protección de las víctimas de los conflictos armados adoptados hace 40 años.

Sin embargo, señaló que la Santa Sede es consciente de que esos protocolos no siempre se han seguido, o se han mostrado poco efectivos en determinadas situaciones.

En concreto, habló de “omisiones y vacilaciones en la aplicación del Segundo Protocolo Adicional, relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados no internacionales”.

A pesar de esas omisiones y vacilaciones, que han restado efectividad a las medidas recogidas por ese Segundo Protocolo Adicional a la hora de proteger a la población civil, el Papa afirmó que se trata de un punto de partida, “una puerta abierta hacia posteriores desarrollos del derecho internacional humanitario que tengan en cuenta las características de los conflictos armados contemporáneos y del sufrimiento físico, moral y espiritual que producen”.

“De hecho, a pesar de los loables intentos de reducirlas por medio de la codificación del derecho humanitario, las consecuencias negativas de las hostilidades sobre la población civil en diferentes teatros de guerra, testimonian, con demasiada frecuencia, crímenes atroces, violaciones contra las personas y su dignidad cometidas sin ningún tipo de consideración a su humanidad”, lamentó.

“Las imágenes de personas sin vida, de cuerpos mutilados y decapitados, de nuestros hermanos y hermanas torturados, crucificados, ofendiendo incluso sus restos mortales, golpean la conciencia de la humanidad”.

Por otra parte, “llegan noticias de antiguas ciudades, con sus milenarios tesoros culturales, reducidos a montones de escombros, de hospitales y escuelas convertidos en objetos de ataques deliberados y destruidos, privando así a generaciones enteras de su derecho a la vida, a la salud y a la educación”.

También lamentó las noticias “de iglesias, y otros lugares de culto, objeto de agresiones, incluso durante las celebraciones litúrgicas, con numerosas víctimas entre fieles y ministros reunidos en oración, atacando de esa manera el derecho fundamental a la libertad de religión”.


El Santo Padre advirtió del peligro de insensibilización ante todos estos dramas debido a la excesiva exposición mediática. “En ocasiones, la difusión de estas informaciones puede suponer una cierta saturación que anestesia y que relativiza la gravedad de los problemas, y así resulta más difícil compadecerse y abrir el corazón”.

Francisco subrayó la importancia de esa apertura, “una apertura a Dios y al prójimo que empuja a la persona a superar la indiferencia y a vivir la solidaridad como virtud moral y comportamiento social, de la cual puede surgir un empeño en favor de la humanidad sufriente”.

“Es reconfortante ver tantas demostraciones de solidaridad y de caridad que no faltan nunca en tiempos de guerra. Hay muchas personas, muchos grupos caritativos y organizaciones no gubernamentales, tanto dentro como fuera de la Iglesia, cuyos miembros afrontan fatigas y peligros para curar a los heridos y a los enfermos, para enterrar a los difuntos, para dar de comer a los hambrientos, para dar de beber a los sedientes, para visitar a los detenidos”, concluyó.