miércoles, 7 de diciembre de 2016

CATEQUESIS DEL PAPA FRANCISCO SOBRE LA ESPERANZA


TEXTO: Catequesis del Papa Francisco sobre la esperanza
 Foto. Lucía Ballester / ACI Prensa



VATICANO, 07 Dic. 16 / 05:56 am (ACI).- El Papa Francisco ha iniciado un nuevo de ciclo de catequesis que tendrá como tema la "esperanza". “La vida muchas veces es un desierto, es difícil caminar dentro de la vida, pero si confiamos en Dios puede convertirse en bello y amplio como una autopista. Basta no perder jamás la esperanza, basta continuar creyendo, siempre, no obstante todo”, explicó Francisco.

A continuación, el texto completo de la catequesis.

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Hoy iniciamos una nueva serie de catequesis, sobre el tema de la esperanza cristiana. Es muy importante, porque la esperanza no defrauda. ¡El optimismo defrauda, la esperanza no! ¿Entendido? Tenemos tanta necesidad, en estos tiempos que parecen oscuros, en el cual a veces nos sentimos perdidos ante el mal y la violencia que nos circunda, ante el dolor de tantos hermanos nuestros.

¡Se necesita la esperanza! Nos sentimos perdidos y también un poco desanimados, porque nos encontramos impotentes y nos parece que esta oscuridad no tiene cuando acabar.

Pero, no es necesario dejar que la esperanza nos abandone, porque Dios con su amor camina con nosotros. Yo espero, porque Dios está junto a mí. Y esto podemos decirlo todos nosotros. Cada uno de nosotros puede decir: “Yo espero, tengo esperanza, porque Dios camina conmigo!”. Camina y me lleva de la mano. ¡Dios no nos deja solos! El Señor Jesús ha vencido el mal y nos ha abierto el camino de la vida.

Y entonces, en particular en este tiempo de Adviento, que es el tiempo de la espera, en el cual nos preparamos para acoger una vez más el misterio consolador de la Encarnación y la luz de la Navidad, es importante reflexionar sobre la esperanza. Dejémonos enseñar por el Señor que cosa quiere decir esperar. Escuchemos pues las palabras de la Sagrada Escritura, iniciando con el profeta Isaías, el gran profeta del Adviento, el gran mensajero de la esperanza.


En la segunda parte de su libro, Isaías se dirige al pueblo con un anuncio de consolación: «¡Consuelen, consuelen a mi pueblo, dice su Dios! Hablen al corazón de Jerusalén y anúncienle que su tiempo de servicio se ha cumplido, que su culpa está paga […]».Una voz proclama: «¡Preparen en el desierto el camino del Señor, tracen en la estepa un sendero para nuestro Dios! ¡Que se rellenen todos los valles y se aplanen todas las montañas y colinas; que las quebradas se conviertan en llanuras y los terrenos escarpados, en planicies! Entonces se revelará la gloria del Señor y todos los hombres la verán juntamente, porque ha hablado la boca del Señor» (40,1-2.3-5). Esto es aquello que dice el profeta Isaías.

Dios Padre consuela suscitando consoladores, a quienes pide confortar al pueblo, a sus hijos, anunciando que ha terminado la tribulación, ha terminado el dolor, y el pecado ha sido perdonado. Es esto lo que sana el corazón afligido y atemorizado. Por eso, el profeta pide preparar el camino del Señor, abriéndose a sus dones y a su salvación.

La consolación, para el pueblo, comienza con la posibilidad de caminar en la vía de Dios, un camino nuevo, justo y accesible, un camino para preparar en el desierto, así para poderlo atravesar y regresar a la patria.

Porque el pueblo al cual el profeta se dirige estaba viviendo, en aquel tiempo, la tragedia del exilio en Babilonia, y ahora en cambio escucha que podrá regresar a su tierra, a través de un camino hecho grato y extenso, sin valles y montañas que hacen cansado el camino, un sendero llano en el desierto. Preparar este camino quiere decir, preparar un camino de salvación, un camino de liberación de todo obstáculo y dificultad.

El exilio del pueblo de Israel había sido un momento dramático en la historia, cuando el pueblo había perdido todo. El pueblo había perdido la patria, la libertad, la dignidad, y también la confianza en Dios. Se sentía abandonado y sin esperanza.

En cambio, ahí está la llamada del profeta que abre nuevamente el corazón a la fe. El desierto es un lugar en el cual es difícil vivir, pero justamente ahí ahora se podrá caminar para regresar no solo a la patria, sino regresar a Dios, y volver a esperar y sonreír. Cuando nosotros estamos en la oscuridad, en las dificultades no sonreímos. Es justamente la esperanza que nos enseña a sonreír en aquel camino para encontrar a Dios.

Una de las cosas, de las primeras cosas, que suceden a las personas que se alejan de Dios es que son personas sin sonrisa. Tal vez son capaces de dar una gran carcajada, una detrás de otra; un chiste, una carcajada… ¡Pero falta la sonrisa! La sonrisa solamente lo da la esperanza. ¿Han entendido esto? Es la sonrisa de la esperanza de encontrar a Dios.

La vida muchas veces es un desierto, es difícil caminar dentro de la vida, pero si confiamos en Dios puede convertirse en bello y amplio como una autopista. Basta no perder jamás la esperanza, basta continuar creyendo, siempre, no obstante todo.

Cuando nos encontramos ante un niño, tal vez podemos tener tantos problemas, tantas dificultades, pero cuando nos encontramos ante un niño nos surge dentro una sonrisa, la simplicidad, porque nos encontramos ante la esperanza: ¡un niño es la esperanza! Y así debemos ver en la vida, en este camino, la esperanza de encontrar a Dios, Dios se ha hecho Niño. Y nos hará sonreír, nos dará todo.

Justamente estas palabras de Isaías son usadas después por Juan el Bautista en su predicación que invita a la conversión. Decía así: «Una voz grita en el desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos» (Mt 3,3). Una voz que grita donde parece que nadie puede escuchar, pero ¿Quién puede escuchar en el desierto? Los lobos… Y que grita en el desconcierto debido a la crisis de fe. Nosotros no podemos negar que el mundo de hoy está en crisis de fe.

Si, luego decimos: “Yo creo en Dios, soy cristiano” – “Yo soy de esta religión…” Pero tu vida está lejos del ser cristiano; está lejos de Dios. La religión, la fe ha quedado en una palabra: “¿Yo creo?” – “Si”. Pero no, aquí se trata de regresar a Dios, convertir el corazón a Dios e ir por este camino para encontrarlo. Él nos espera.

Esta es la predicación de Juan el Bautista: preparar. Preparar el encuentro con este Niño que nos devolverá la sonrisa. Los Israelitas, cuando el Bautista anuncia la llegada de Jesús, es como si todavía estuvieran en exilio, porque están bajo la dominación romana, que los hace extranjeros en su misma patria, gobernados por los poderosos ocupantes que deciden sobre sus vidas. Pero la verdadera historia no es aquella hecha por los poderosos, sino aquella hecha por Dios junto con sus pequeños.

La verdadera historia – aquella que quedará en la eternidad – es aquella que escribe Dios con sus pequeños: Dios con María, Dios con Jesús, Dios con José, Dios con los pequeños. Aquellos pequeños y simples que encontramos alrededor de Jesús que nace: Zacarías e Isabel, ancianos y marcados por la esterilidad; María, joven muchacha virgen prometida como esposa a José; los pastores, que eran despreciados y no contaban nada.

Son los pequeños, hechos grandes por su fe, los pequeños que saben continuar esperando. Y la esperanza es una virtud de los pequeños. Los grandes, los satisfechos no conocen la esperanza; no saben qué cosa es.

Son ellos, los pequeños con Dios, con Jesús los que transforman el desierto del exilio, de la soledad desesperada, del sufrimiento, en un camino llano sobre el cual caminar para ir al encuentro de la gloria del Señor. Y llegamos a la conclusión: dejémonos enseñar la esperanza. ¡Dejémonos enseñar la esperanza!

Esperemos confiados la llegada del Señor, y cualquiera que sea el desierto de nuestras vidas y cada uno sabe en qué desierto camina, cualquiera sea el desierto de nuestras vidas, se convertirá en un jardín florido. ¡La esperanza no defrauda! Lo decimos otra vez: “¡La esperanza no defrauda!”. Gracias.

PAPA FRANCISCO: QUIEN NO CONOCE LA TERNURA DE DIOS, ESTÁ PERDIDO


Papa Francisco: Quien no conoce la ternura de Dios está perdido
Por Álvaro de Juana
 Foto: L'Osservatore Romano



VATICANO, 06 Dic. 16 / 05:47 am (ACI).- Pocos días antes de la Navidad, el Papa Francisco recordó que Dios es el buen pastor que “nos ama uno por uno” con una ternura sin fin y comparó la figura de la oveja perdida con Judas.

El Pontífice aseguró que “quien no conoce las caricias del Señor no conoce la doctrina cristiana”. “¡Quien no se deja acariciar por el Señor está perdido!”.

"Es este el gozoso anuncio, esta es la sincera alegría que nosotros queremos hoy. Esta es la alegría, este es el consuelo que buscamos: que venga el Señor con su potencia, que son las caricias, a encontrarnos, a salvarnos, como la oveja perdida y a llevarnos al rebaño de su Iglesia”.

En la homilía que pronunció en la Misa de la Casa Santa Marta, el Pontífice comentó el Evangelio de la oveja perdida. “Él viene como un juez, pero es un juez que acaricia, un juez que está lleno de ternura: hace todo lo posible para salvarnos”. Es decir, no viene “a condenar, sino a salvar”.

Francisco explicó que Dios “no ama la masa indistinta” si no que “nos ama por el nombre, nos ama como somos”. Así, la oveja perdida “no se ha perdido porque no tenía una brújula en la mano". "Conocía bien el camino”, pero “tenía el corazón enfermo” con una “disociación interior para alejarse del Señor, para saciar esa oscuridad interior que la llevaba a la doble vida".


“El Señor conoce estas cosas” y “va a buscarla”. “La figura que más me hace entender la actitud del Señor con la oveja perdida es la actitud del Señor con Judas”, subrayó.

“La oveja perdida más perfecta en el Evangelio es Judas: un hombre que siempre, siempre tenía algo de amargura en el corazón, algo que criticar a los otros”.

“No sabía la dulzura de la gratuidad de vivir con todos los otros. Y siempre, como no estaba satisfecha esta oveja –¡Judas no era un hombre satisfecho!– escapaba”.

“Escapaba porque era un ladrón, él iba por ese lado. Otros son lujuriosos, otros… pero siempre escapan porque tienen esa oscuridad en el corazón que le desapega del rebaño. Es esa doble vida, esa doble vida de muchos cristianos, también, con dolor, podemos decir, sacerdotes, obispos… Y Judas era obispo, fue uno de los primeros obispos, ¿eh? La oveja perdida. ¡Pobre!”.

El Papa pidió entender a las ovejas perdidas porque “también nosotros tenemos siempre alguna cosilla, pequeña o no tan pequeña, de las ovejas perdidas”.

Lo que hace esa oveja “no es tanto un error sino una enfermedad que tienen en el corazón y que el diablo aprovecha”. Así, Judas con su “corazón dividido, disociado” es “el icono de la oveja perdida”.

Pero “al final cuando ha visto eso que la propia doble vida ha hecho en la comunidad, el mal que ha sembrado, con su oscuro interior, que lo llevaba a escapar siempre, buscando luces que no eran la luz del Señor pero luces como adornos de Navidad, luces artificiales, se ha desesperado”, comentó.

El Papa terminó la homilía comentando que “hay una palabra en la Biblia –el Señor es bueno, también para estas ovejas, no deja nunca de buscarlas– hay una palabra que dice que Judas se ha ahorcado, se ahorcó y se arrepintió”.


“Creo que el Señor tomará esa palabra y la llevará consigo, no lo sé, puede darse, pero esa palabra nos hace dudar. ¿Esa palabra qué significa? Que hasta el final el amor de Dios trabajaba en esa alma, hasta el momento de la desesperación”.

“Esta es la actitud del buen pastor con las ovejas perdidas. Este es el anuncio, el buen anuncio que nos lleva a Navidad y que nos pide esta sincera alegría que cambia el corazón, que nos lleva a dejarnos consolar por el Señor y no por los consuelos que vamos a buscar para desahogarnos, para huir de la realidad, huir de la tortura interior, de la división interior”.

"Que el Señor nos dé esta gracia de esperar la Navidad con nuestras heridas, con nuestros pecados, reconocerlos sinceramente, de esperar la potencia de este Dios que viene a consolarnos, que viene con poder, pero su poder es la ternura, las caricias que han nacido de su corazón, su corazón que es tan bueno que ha dado su vida por nosotros”, concluyó.

Evangelio comentado por el Papa:

Mateo 18:12-14
12 ¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le descarría una de ellas, ¿no dejará en los montes las noventa y nueve, para ir en busca de la descarriada?
13 Y si llega a encontrarla, os digo de verdad que tiene más alegría por ella que por las 99 no descarriadas.
14 De la misma manera, no es voluntad de vuestro Padre celestial que se pierda uno solo de estos pequeños.

miércoles, 30 de noviembre de 2016

PAPA FRANCISCO INVITA A REZAR POR VIVOS Y MUERTOS



Papa Francisco invita en última catequesis de la misericordia a rezar por vivos y muertos
Por Álvaro de Juana
 Foto: Lucía Ballester / ACI Prensa



VATICANO, 30 Nov. 16 / 05:21 am (ACI).- El Papa Francisco pronunció, en la Audiencia General del miércoles, la última catequesis sobre la misericordia después de un ciclo que ha durado casi un año en el que ha explicado diversos aspectos de la misma con motivo del Jubileo de la Misericordia que fue clausurado el pasado 21 de noviembre.

Francisco reflexionó en esta ocasión sobre “rezar por los vivos y por los difuntos”, otra obra de misericordia espiritual. “A esta le podemos añadir también la última obra de misericordia corporal que invita a sepultar a los muertos”, dijo.

“Puede parecer una petición extraña esta última, pero en algunas zonas del mundo que viven bajo el flagelo de la guerra, con bombarderos que día y noche siembran miedo y víctimas inocentes, esta obra es tristemente actual”.

El Papa recordó cómo esto mismo sucede con Jesús cuando se encuentra en la cruz y la Virgen y Juan lo contemplan. “Después de su muerte, viene José de Arimatea, un hombre rico, miembro del Sanedrín pero que se convirtió en discípulo de Jesús, y ofreció para Èl un sepulcro nuevo, excavado en la roca”.


“Para los cristianos la sepultura es un acto de piedad, pero también de gran fe. Depositamos en la tumba el cuerpo de nuestros seres queridos, con la esperanza de su resurrección”.

“Este es un rito que permanece muy fuerte y es muy sentido en nuestro pueblo, y que encuentra resonancia especialmente en este mes de noviembre dedicado en particular al recuerdo y a la oración por los difuntos”.

Francisco explicó que orar por ellos “es ante todo un signo de reconocimiento por el testimonio que nos han dejado y el bien que han hecho. Es un agradecimiento al Señor por haberlos donado y por su amor y su amistad”.

El Pontífice también mencionó cómo en la Misa se recuerda a los difuntos: “Oramos con esperanza cristiana para que estén con Él en el paraíso, en espera de reencontrarnos juntos en ese misterio de amor que no comprendemos, pero que sabemos que son verdaderos porque es una promesa que Jesús ha hecho”.

“El recuerdo de los fieles difuntos no debe hacer que nos olvidemos de rezar también por los vivos, que junto con nosotros cada día afrontan las pruebas de la vida”, invitó.


El Papa habló entonces de la “comunión de los santos” que “expresa la belleza de la misericordia que Jesús nos ha revelado”. “La comunión de los santos, en efecto, indica que estamos todos inmersos en la vida de Dios y vivimos en su amor”, subrayó.

Por último, indicó que “existen muchas maneras distintas de rezar por el prójimo”. "Pienso en particular en las madres y los padres que bendicen a sus hijos por la mañana y por la tarde; a la oración por las personas enfermas; a la intercesión silenciosa, a veces con lágrimas, en muchas situaciones difíciles”, contó Francisco.

“Para nosotros y para los otros pidamos siempre que se haga la voluntad de Dios, como en el Padrenuestro, para que su voluntad y seguramente el bien más grande, el bien de un Padre que no nos abandona nunca”.

HONDO PESAR DEL PAPA FRANCISCO POR TRAGEDIA DEL CHAPECOENSE


Hondo pesar del Papa Francisco por tragedia del Chapecoense
Foto: L'Osservatore Romano



MEDELLÍN, 29 Nov. 16 / 12:53 pm (ACI).- Tras la tragedia del avión que se estrelló en Colombia la noche del 28 de noviembre, en el que murieron más de 70 personas, el Papa Francisco expresó su hondo pesar así como su cercanía y oraciones por las víctimas y sus seres queridos.

En el avión, procedente de Santa Cruz (Bolivia), viajaba el equipo brasileño del Chapecoense que este 30 de noviembre iba a disputar la final de la Copa Sudamericana con el Atlético Nacional de Medellín. También viajaban 21 periodistas.

El avión se estrelló alrededor de las 10:00 p.m. cerca del municipio de La Unión, en el departamento de Antioquia, cuando se registraba un clima complicado, según informó Aeronáutica Civil de Colombia.


En un mensaje enviado al Obispo de Sonsón Rionegro, Mons. Fidel León Cadavid, a través de la Secretaría de Estado del Vaticano, se señala que “el Santo Padre, hondamente apenado al conocer la dolorosa noticia del grave accidente aéreo que ha ocasionado numerosas víctimas, eleva oraciones por el eterno descanso de los fallecidos”.

“Asimismo, ruego a vuestra excelencia que transmita el sentido pésame de Su Santidad a los familiares y a cuantos lloran tan sensible pérdida, junto con expresiones de afecto, solidaridad y consuelo a los heridos y afectados por el trágico suceso”, agrega.

Por su parte, el Obispo de Sonsón Rionegro también dio a conocer un comunicado en el que lamenta la muerte de las más de 70 personas en el accidente aéreo.

“Expresamos nuestro más profundo sentimiento de dolor con las familias de las personas que perdieron la vida en este fatal accidente; alentamos a los sobrevivientes y a todos los deportistas del mundo a seguir, como lo dice el Papa Francisco, en la construcción de un mundo más fraterno y solidario a través del deporte”, señala el comunicado del Obispo.

El Prelado hizo votos para que “Dios bendiga y acompañe a las familias de los difuntos y les brinde consuelo en esta difícil situación; a los sobrevivientes y a todos los que forman parte de esta familia deportiva, fortaleza en este momento de dolor y pronta recuperación. A todos nos bendiga el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo”.

PAPA FRANCISCO PIDE ORAR POR ENFERMOS DE SIDA Y PROMOVER LA SOLIDARIDAD


El Papa pide orar por enfermos de Sida y promover la solidaridad
Por Miguel Pérez Pichel
Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa



VATICANO, 30 Nov. 16 / ACI).- Tras la Audiencia General del miércoles presidida por el Papa Francisco en el Vaticano, el Pontífice recordó que “mañana, 1 de diciembre, se conmemora la Jornada Mundial contra el Sida, promovida por las Naciones Unidas”. El Obispo de Roma pidió responsabilidad para evitar una mayor propagación del virus del Sida.

El Santo Padre lamentó que “millones de personas conviven con esta enfermedad y sólo la mitad tiene acceso a tratamientos”. “Invito a rezar por ellos y por sus allegados, y a promover la solidaridad para que también los más pobres puedan beneficiarse del diagnóstico y tratamiento adecuado”.


Por último, concluyó Francisco, “hago un llamado a todos a tener un comportamiento responsable para evitar una mayor propagación de esta enfermedad”.

El Sida, o Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), es una enfermedad causada por dicho virus que afecta al sistema inmunológico de la persona, facilitando la aparición de diversas enfermedades que, en un individuo con un sistema inmunológico normal, no contraería o no serían mortales. La enfermedad, propagada principalmente por transmisión sexual, pero también a través de la sangra o de la madre al hijo durante el parto, está causando grandes estragos entre las poblaciones más desfavorecidas del mundo.

Según estadísticas de la ONU, 36,7 millones de personas en todo el mundo poseen el virus del Sida. De ellas, sólo 18,2 millones tienen acceso a la terapia antirretrovírica necesaria para hacer frente a la enfermedad. Desde el comienzo de la epidemia de Sida, en el año 1981, han muerto 35 millones de personas por enfermedades relacionadas con el Sida. 

En el África subsahariana, los enfermos de Sida ascienden a 24,7 millones de personas. El 58% del total de personas que tienen Sida en esa región del mundo, son mujeres.

PAPA FRANCISCO RECIBE ESTE HERMOSO REGALO DEL VATICANO POR SUS 80 AÑOS



Papa Francisco recibe este hermoso regalo del Vaticano por su 80 cumpleaños
Por Diego López Marina


MÁLAGA, 29 Nov. 16 / 06:17 pm (ACI).- Con motivo del cumpleaños 80 del Papa Francisco el próximo 17 de diciembre, la Oficina Filatélica y Numismática del Vaticano emitió un sello postal conmemorativo que reproduce una hermosa pintura del Santo Padre.


La obra representa al Papa Francisco con el brazo derecho levantado en señal de saludo, mientras que en el fondo aparece la cátedra de San Pedro y la Virgen de Luján, patrona de Argentina.


La pintura fue realizada por el artista sacro español de 37 años, Raúl Berzosa, quien detalló a través su cuenta de Facebook que “los colores rememoran la bandera de Argentina con el azul de la izquierda del cuadro y el blanco del Papa; y también a la bandera vaticana, con el amarillo de la zona derecha”.

“Podría decirse que el Santo Padre sirve de unión entre Argentina y el Vaticano”, agregó el artista.

Los primeros sellos postales junto a sus respectivos matasellos, producidos por la imprenta The Lowe Martin Group de Canadá, fueron lanzados por primera vez el pasado 17 de noviembre. Según el diario español Sur se producirá una tirada de un máximo de 300.000 series completas de estos sellos.


“Hasta ahora habían utilizado obras realizadas anteriormente por mí para tres libretos de ceremonias en San Pedro y para el sello del quinto centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús y San Felipe Neri, pero es la primera vez que el Vaticano me realiza un encargo y la primera que pinto al Papa Francisco”, dijo recientemente Berzosa al diario Sur.


Sobre la posibilidad de ser recibido por el Papa Francisco en el Vaticano afirmó que le “haría mucha ilusión”. 

En julio de 2016 Raúl Berzosa fue designado pintor del cartel oficial de la Semana Santa de Málaga 2017 por la Agrupación de Cofradías de Semana Santa.

CÓMO ACERCARSE AL SEÑOR EN LA NAVIDAD? PAPA FRANCISCO EXPLICA


¿Cómo acercarse al Señor en Navidad? Lo explica el Papa Francisco
Por Miguel Pérez Pichel
 Foto: L'Osservatore Romano



VATICANO, 29 Nov. 16 / 06:12 am (ACI).- Durante la Navidad, Dios se revela a los humildes, a los pequeños, destacó el Papa Francisco en la Misa celebrada en la Casa Santa Marta, y por ello subrayó la importancia de hacerse pequeños en este tiempo para poder acercarse al Señor que viene.

A raíz del comentario del Evangelio del Día, el Santo Padre recordó que “en Navidad veremos la importancia de la pequeñez, veremos la importancia de lo pequeño: un niño, una estrella, una madre, un padre… Son las pequeñas cosas. Un corazón grande, pero una apariencia pequeña”.

Francisco utilizó la imagen de un pequeño brote, una cosa pequeña que terminará siendo un árbol grande, para referirse a la Natividad del Señor. “En ese brote reposará el Espíritu del Señor, el Espíritu Santo, y en ese pequeño brote encontraremos la virtud de los pequeños, y del temor del Señor”.

El Papa animó a caminar “en el temor del Señor. Temor del Señor, que no es miedo, no”. También llamó a “cumplir el mandamiento que Dios le dio a nuestro padre Abraham: ‘Camina en mi presencia y sé irreprochable’. Humildad. Es humildad. El temor del Señor es humildad”.

Por lo tanto, “solo los pequeños son capaces de comprender el sentido de la humildad, el sentido del temor del Señor, porque caminan delante del Señor. Sienten que el Señor les da fuerzas para seguir adelante”.

Francisco afirmó que “vivir la humildad, la humildad cristiana, es tener este temor del Señor que, repito, no es miedo, sino que es afirmar: ‘Tú eres Dios, yo soy una persona, yo avanzo de esta manera, con las pequeñas cosas de la vida, pero caminando en Tu presencia y tratando de ser irreprochable’”.

El Obispo de Roma advirtió contra la falsa humildad: “La humildad es una virtud de los pequeños, la verdadera humildad, no la humildad que es un poco teatro. No, esa humildad no. La humildad que consiste en decir: ‘soy humilde, y me siento orgulloso de serlo’, no. Esa no es la verdadera humildad".

"La humildad del pequeño es aquella que camina en la presencia del Señor, no necesita presumir ante los demás, basta con ver sus actos para sentir al más pequeño”, resaltó el Santo Padre.

“A Jesús, que exulta de alegría porque Dios revela su misterio a los humildes, podemos pedirle todos la gracia de la humildad, la gracia del temor de Dios, de caminar en su presencia tratando de ser irreprochables”, concluyó.


Evangelio comentado por el Papa:

Marcos 10:17-21

17 Se ponía ya en camino cuando uno corrió a su encuentro y arodillándose ante él, le preguntó: «Maestro bueno, ¿ qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?»
18 Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios.
19 Ya sabes los mandamientos: No mates, no cometas adulterio, no robes, no levantes falso testimonio, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre.»
20 El, entonces, le dijo: «Maestro, todo eso lo he guardado desde mi juventud.»
21 Jesús, fijando en él su mirada, le amó y le dijo: «Una cosa te falta: anda, cuanto tienes véndelo y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y sígueme.»