miércoles, 26 de octubre de 2016

SALVADOREÑO DISEÑA EL LOGO DEL VIAJE DEL PAPA FRANCISCO A SUECIA


Salvadoreño diseña el logo del viaje del Papa Francisco a Suecia



ROMA, 26 Oct. 16 /  (ACI).- El diario del Vaticano, L’Osservatore Romano (LOR), dio a conocer el logo del viaje que el Papa Francisco realizará a Suecia del 31 de octubre al 1 de noviembre en ocasión de los 500 años de la reforma protestante.

El logo ha sido confeccionado por el artista salvadoreño Christian Chavarría Ayala, quien coloca en el centro de la cruz a Cristo.

En una nota que LOR publicó hace unos días, se indica que el logo muestra a Dios, uno y trino, creador y reconciliador. En la base se aprecia las manos divinas que tienen juntas todas las cosas creadas.

Jesucristo, palabra de Dios, que se hace presente en la Eucaristía, es el culmen de toda la vida. Él sostiene toda la creación y renueva la vida del hombre con su muerte y resurrección.

El viñedo y la vid simbolizan a Cristo y al pueblo de Dios. La paloma que se ve en tres partes representa el Espíritu Santo. Es la certeza de que la obra de salvación de Dios continúa expresando su potencia en cada tiempo y situación, según la promesa divina.

La fuente bautismal simboliza el agua viva que regenera al hombre y lo inserta en la comunión de los santos. La Eucaristía manifiesta la comunión visible de la Iglesia.

Jesucristo, al centro, se ofrece como alimento para la vida, para alentar la unidad y reconciliar.

La cruz representa el más profundo deseo de una Eucaristía compartida.

CATEQUESIS DEL PAPA FRANCISCO SOBRE ACOGER AL EMIGRANTE Y REFUGIADO


TEXTO: Catequesis del Papa Francisco sobre acoger al emigrante y refugiado
 Foto: Lucía Ballester / ACI Prensa



VATICANO, 26 Oct. 16 /  (ACI).- La catequesis del Papa Francisco en la Audiencia Jubilar habló de la acogida y la ayuda al refugiado y al inmigrante, una actitud que todo cristiano debe tener, según afirmó el Pontífice.

“A veces parece que la obra silenciosa de muchos hombres y mujeres que, de diversos modos, se ofrecen para ayudar y asistir a los prófugos y a los migrantes sea opacada por el murmullo de otros que dan voz a un instintivo egoísmo. Pero la cerrazón no es la solución, al contrario, termina por favorecer los tráficos criminales. La única vía de solución es aquella de la solidaridad. Solidaridad, solidaridad con los migrantes, solidaridad con los forasteros”, afirmó.

A continuación, el texto completo de la catequesis del Papa:

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Proseguimos con la reflexión sobre las Obras de misericordia corporales, que el Señor Jesús nos ha transmitido para mantener siempre viva y dinámica nuestra fe. Estas obras, de hecho, muestran que los cristianos no están cansados e inactivos en la espera del encuentro final con el Señor, sino que cada día van a su encuentro, reconociendo su rostro en aquel de tantas personas que piden ayuda. Hoy nos detenemos en estas palabras de Jesús: «Estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron» (Mt 25,35-36).

En nuestro tiempo es todavía actual la obra que se refiere a los forasteros. La crisis económica, los conflictos armados y los cambios climáticos llevan a tantas personas a emigrar. Sin embargo, las migraciones no son un fenómeno nuevo, sino que pertenecen a la historia de la humanidad. Es falta de memoria histórica pensar que estas sean algo propio de nuestro tiempo.


La Biblia nos ofrece muchos ejemplos concretos de migración. Basta pensar en Abrahán. La llamada de Dios lo llevó a dejar su país para ir a otro: «Deja tu tierra natal y la casa de tu padre, y ve al país que yo te mostraré» (Gen 12,1). Y así también fue para el pueblo de Israel, que de Egipto, donde era esclavo, caminó marchando por cuarenta años en el desierto hasta cuando llegó a la tierra prometida por Dios.

La misma Sagrada Familia – María, José y el pequeño Jesús – fue obligada a emigrar para huir de las amenazas de Herodes: «José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto. Allí permaneció hasta la muerte de Herodes» (Mt 2,14-15). La historia de la humanidad es una historia de migraciones: en cada latitud, no existe un pueblo que no haya conocido el fenómeno migratorio.

En el curso de los siglos hemos asistido a propósito a grandes expresiones de solidaridad, a pesar que no han faltado tensiones sociales. Hoy, el contexto de la crisis económica favorece lamentablemente el surgir de actitudes de cerrazón y de no acogida. En algunas partes del mundo surgen muros y barreras.

A veces parece que la obra silenciosa de muchos hombres y mujeres que, de diversos modos, se ofrecen para ayudar y asistir a los prófugos y a los migrantes sea opacada por el murmullo de otros que dan voz a un instintivo egoísmo. Pero la cerrazón no es la solución, al contrario, termina por favorecer los tráficos criminales. La única vía de solución es aquella de la solidaridad. Solidaridad … solidaridad con los migrantes, solidaridad con los forasteros…

El compromiso de los cristianos en este campo es urgente hoy como en el pasado. Para mirar sólo al siglo pasado, recordemos la estupenda figura de Santa Francisca Cabrini, que dedicó su vida junto a la de sus compañeras a los migrantes hacia los Estados Unidos de América. También hoy tenemos necesidad de estos testimonios para que la misericordia pueda alcanzar a tantos que se encuentran en necesidad.

Es un compromiso que involucra a todos, ninguno excluido. Las diócesis, las parroquias, los institutos de vida consagrada, las asociaciones y movimientos, como también cada cristiano, todos estamos llamados a acoger a los hermanos y a las hermanas que huyen de la guerra, del hambre, de la violencia y de condiciones de vida deshumanos.

Todos juntos somos una gran fuerza de ayuda para cuantos han perdido la patria, la familia, el trabajo y la dignidad. Hace algunos días, ha sucedido una pequeña historia, de ciudad. Había un refugiado que buscaba una calle y una señora se le acercó y le dijo: “¿Usted busca algo?”. Estaba sin zapatos, este refugiado. Y él dijo: “Yo quisiera ir a San Pedro para pasar por la Puerta Santa”. Y la señora pensó: “Pero, no tiene zapatos, ¿cómo iremos caminando?”. Y llamó un taxi.

Para este migrante, aquel refugiado olía mal y el conductor del taxi casi no quería que subiera, pero al final lo dejó subir al taxi. Y la señora, junto a él. Y la señora le preguntó un poco de su historia de refugiado y de migrante, en el recorrido del viaje, los diez minutos para llegar hasta aquí. Este hombre narró su historia de dolor, de guerra, de hambre y porque había huido de su Patria para migrar aquí.

Cuando llegaron, la señora abrió la cartera para pagar al taxista y el taxista, el hombre, el conductor que al inicio no quería que este migrante subiera porque olía mal, le dijo a la señora: “No, señora, soy yo quien debo pagar a usted porque usted me ha hecho escuchar una historia que me ha cambiado el corazón”.


Esta señora sabía qué cosa era el dolor de un migrante, porque tenía sangre armenia y sabía el sufrimiento de su pueblo. Cuando nosotros hacemos una cosa de este tipo, al inicio nos negamos porque nos da un poco de incomodidad, “pero, huele mal…”. Pero al final, la historia nos perfuma el alma y nos hace cambiar. Piensen en esta historia y pensemos que cosa podemos hacer por los refugiados.

Y la otra cosa es vestir a quien está desnudo: ¿no quiere decir otra cosa que restituir la dignidad a quien lo ha perdido? Ciertamente dando de vestir a quien no tiene; pero pensemos también en las mujeres víctimas de la trata arrojadas a las calles, o a los demás, modos de usas el cuerpo humano como mercancía, incluso de los menores.

Y así también no tener un trabajo, una casa, un salario justo es una forma de desnudez, o ser discriminado por la raza o per la fe, son todas formas de “desnudez”, ante las cuales como cristianos estamos llamados a estar atentos, vigilantes y listos a actuar.

Queridos hermanos y hermanas, no caigamos en la trampa de encerrarnos en nosotros mismos, indiferentes a las necesidades de los hermanos y preocupados sólo de nuestros intereses.

Es justamente en la medida en la cual nos abrimos a los demás que la vida se hace fecunda, la sociedad consigue la paz y las personas recuperan su plena dignidad. Y no se olviden de aquella señora, no se olviden de aquel migrante que olía mal y no se olviden del taxista al cual el migrante había cambiado el alma. Gracias.

lunes, 24 de octubre de 2016

LA ADVERTENCIA QUE EL PAPA FRANCISCO HACE A LOS JESUITAS SOBRE EL DEMONIO


La advertencia que el Papa Francisco hace a los jesuitas sobre el demonio
Por Álvaro de Juana


VATICANO, 24 Oct. 16 /  (ACI).- El Papa pidió a los jesuitas obediencia, misericordia y servicio al prójimo, pocos días después de que los jesuitas eligieran a su nuevo superior general. El Pontífice alertó a todos para que "el enemigo de natura humana no nos robe la alegría: la alegría de evangelizar".

Así lo dijo el Santo Padre al visitar la 36º Congregación General reunida en Roma. Francisco les dirigió un discurso en el que les pidió además acudir a las periferias para ayudar a todos los hombres.

“Como os han dicho en varias ocasiones mis antecesores, la Iglesia os necesita, cuenta con vosotros y sigue confiando en vosotros, de modo especial para llegar a los lugares físicos y espirituales a los que otros no llegan o les resulta difícil hacerlo”, dijo Francisco.

El Papa les pidió “caminar juntos –libres y obedientes– caminar yendo a las periferias donde otros no llegan, bajo la mirada de Jesús y mirando el horizonte que es la Gloria de Dios siempre mayor, el que nos sorprende siempre”.

Francisco habló de la regla de vida de la Compañía de Jesús y les recordó algunas de sus características recordándoles que “tanto la pobreza como la obediencia o el hecho de no estar obligados a cosas como rezar en coro, no son ni exigencias ni privilegios, sino ayudas que hacen a la movilidad de la Compañía, al estar disponibles para correr por la vía de Cristo Nuestro Señor teniendo, gracias al voto de obediencia al Papa, una más cierta dirección del Espíritu Santo”.


“El caminar, para Ignacio, no es un mero ir y andar sino que se traduce en algo cualitativo: es aprovechamiento y progreso, es ir adelante, es hacer algo en favor de los otros”.

Este aprovechamiento no es otra cosa que “el criterio práctico de discernimiento propio de nuestra espiritualidad”, subrayó el Pontífice.

“El aprovechamiento no es individualista, es común” pero “caminando y ‘progresando’ en el seguimiento del Señor, la Compañía va armonizando las tensiones que contienen y producen inevitablemente la diversidad de gente que convoca y las misiones que recibe”, añadió.

Francisco también dijo que el aprovechamiento “no es elitista” y señaló 3 puntos “para reavivar el fervor en la misión”:

Pedir insistentemente la consolación: El Papa aseguró que “es oficio propio de la Compañía consolar al pueblo fiel y ayudar con el discernimiento a que el enemigo de natura humana no nos robe la alegría: la alegría de evangelizar, la alegría de la familia, la alegría de la Iglesia, la alegría de la creación".

“Que no nos la robe ni por desesperanza ante la magnitud de los males del mundo y los malentendidos entre los que quieren hacer el bien, ni nos la reemplace con las alegrías fatuas que están siempre al alcance de la mano en cualquier comercio”, añadió.

Además, indicó que “una buena noticia no se puede dar con cara triste”. “La alegría no es un plus decorativo, es índice claro de la gracia: indica que el amor está activo, operante, presente. Por eso el buscarla no debe confundirse con buscar ‘un efecto especial’, que nuestra época sabe producir para consumo, sino que se la busca en su índice existencial que es la ‘durabilidad’”.


Dejarnos conmover por el Señor puesto en Cruz: “Siempre se puede dar un paso más en el dejarnos conmover por el Señor puesto en cruz, por Él en persona y por Él presente en tantos hermanos nuestros que sufren –¡la gran mayoría de la humanidad!”, dijo el Papa a los jesuitas.


También recordó que “la misericordia no es una palabra abstracta sino un estilo de vida, que antepone a la palabra los gestos concretos que tocan la carne del prójimo y se institucionalizan en obras de misericordia”.

Hacer el bien de buen espíritu, sintiendo con la Iglesia: En este punto, afirmó que  “siempre se puede dar un paso adelante en hacer el bien de buen espíritu, sintiendo con la Iglesia”. “Es también propio de la Compañía el servicio del discernimiento del modo como hacemos las cosas”, indicó.

“Esta gracia de discernir, que no basta con pensar, hacer u organizar el bien sino que hay que hacerlo de buen espíritu, es lo que nos enraíza en la Iglesia, en la que el Espíritu actúa y reparte su diversidad de carismas para el bien común”.

Por último, explicó que “las reglas para sentir con la Iglesia no las leemos como instrucciones precisas sobre puntos controvertidos (alguno podría resultar extemporáneo) sino ejemplos donde Ignacio invitaba en su tiempo a ‘hacer contra’ al espíritu antieclesial, inclinándose total y decididamente del lado de nuestra Madre, la Iglesia, no para justificar una posición discutible sino para abrir lugar a que el Espíritu actuara a su tiempo”.

“El servicio del buen espíritu y del discernimiento nos hace ser hombres de Iglesia –no clericalistas, sino eclesiales–, hombres ‘para los demás’, sin cosa propia que aísle sino con todo lo nuestro propio puesto en comunión y al servicio”, dijo Francisco.

PAPA FRANCISCO ADVIERTE SOBRE LAS PERSONAS QUE CREEN HACERLO TODO BIEN Y NO SON HUMILDES


Papa Francisco advierte sobre las personas que creen hacerlo todo bien y no son humildes
Por Álvaro de Juana
 Foto: L'Osservatore Romano



VATICANO, 24 Oct. 16 /  (ACI).- La rigidez en las normas, en la ley “no es un don de Dios”, dijo el Papa Francisco al presidir la Misa en la Casa de Santa Marta. En la homilía que pronunció, el Pontífice habló del Evangelio del día en el que Jesús sana a una mujer en sábado, día sagrado para los judíos.

“No es fácil caminar en la ley del Señor”, es “una gracia que debemos pedir”, aseguró. Ante las acusaciones que hacen a Jesús por haber violado la ley del sábado, éste les llama hipócritas, una palabra que “repite muchas veces a los rígidos, a aquellos que tienen una actitud de rigidez en cumplir la ley”, aseguró.

Sin embargo, el Papa observa que “la ley no ha sido hecha para hacernos esclavos, sino para hacernos libres, para hacernos hijos” y advirtió que “detrás de la rigidez hay otra cosa siempre”.


“Tras la rigidez hay algo escondido en la vida de una persona. La rigidez no es un don de Dios. La mansedumbre sí; la bondad sí; la benevolencia sí; el perdón sí”, dijo el Papa. “¡Pero la rigidez no! Detrás de ella hay siempre algo escondido, en muchos casos una doble vida, pero también algo de enfermedad”.

“¡Cuánto sufren los rígidos: cuando son sinceros y se acuerdan de esto sufren!”, añadió. “Porque no logran ver la libertad de los hijos de Dios, no saben como se camina en la ley del Señor y no son beatos. ¡Y sufren mucho! Parecen buenos, porque siguen la ley, pero detrás hay algo que no les hace buenos: o son malos, hipócritas o están enfermos”.

Francisco recordó la parábola del hijo pródigo en la que el padre acoge con alegría al hijo menor que regresa a casa arrepentido. “Esta actitud hace ver que detrás hay una cierta bondad: ‘la soberbia de creerse justo’: tras este hacer bien hay soberbia”.

“Ese sabía que tenía un padre y en el momento de más oscuridad de su vida fue donde el padre; en cambio, el hermano, solo entendía del padre que era el dueño de la casa, pero nunca lo había sentido como un padre. Era un rígido: caminaba en la ley con rigidez”.

“El otro ha dejado la ley aparte, se fue sin la ley, contra la ley, pero en un cierto punto ha pensado en el padre y regresó. Y obtuvo el perdón. No es fácil caminar en la ley del Señor sin caer en la rigidez”.

El Pontífice concluyó pidiendo “por nuestros hermanos y nuestras hermanas que creen que caminar en la ley del Señor es convertirse en un rígido". "Que el Señor haga sentir a ellos que Él es Padre y que a él le gusta la misericordia, la ternura, la bondad, la mansedumbre, la humildad. Y que a todos nos enseñe a caminar en la ley del Señor con estas actitudes”.

PAPA FRANCISCO: ES TIEMPO DE SER VALIENTES Y ANUNCIAR EL AMOR DE DIOS!!


Papa Francisco: ¡Es tiempo de ser valientes y anunciar el amor de Dios!
Por Álvaro de Juana
Foto: L'Osservatore Romano



VATICANO, 23 Oct. 16 / (ACI).- El Papa Francisco presidió el Ángelus del domingo ante unas 50.000 personas y comentó la segunda lectura de San Pablo a Timoteo y habló de los misioneros y la evangelización puesto que hoy se celebra el Día Mundial de las Misiones.

“En este pasaje autobiográfico de San Pablo se refleja la Iglesia, especialmente hoy, jornada Misionera Mundial, cuyo tema es ‘Iglesia misionera, testimonio de misericordia’”, expicó el Papa.

“En Pablo la comunidad cristiana encuentra su modelo, en la convicción que es la presencia del Señor a hacer eficaz el trabajo apostólico y la obra de evangelización. La experiencia del Apóstol de los gentiles nos recuerda que debemos comprometernos en las actividades pastorales y misioneras, por una parte, como si el resultados dependiese de nuestros esfuerzos, con el Espíritu de sacrificio del atleta que no se detiene ni si quiera frente a las derrotas; por otra, sabiendo que el verdadero éxito de nuestra misión es don de la gracia”, dijo el Papa. “Es el Espíritu Santo que hace eficaz la misión de la Iglesia en el mundo”, subrayó.


Francisco exclamó que “¡hoy es tiempo de misión y tiempo de coraje!”. “Coraje para reforzar los pasos vacilantes, de retomar el gusto el ‘gastarse’ por el Evangelio, de adquirir confianza en la fuerza que la misión lleva consigo”.

El Papa aclaró que “es tiempo a coraje también aunque tener coraje no signifique tener garantía de éxito”. “Se nos pide el coraje para luchar, no necesariamente para vencer; para anunciar, no necesariamente para convertir”, aseguró.

Todavía más: “Nos es pedido el coraje para ser alternativos al mundo, pero sin ser agresivos o polemistas”, advirtió. “Se nos pide la valentía para abrirnos a todos, sin disminuir nunca el carácter absoluto y la singularidad de Cristo, único salvador de todo”, afirmó. También “se nos pide valentía para resistir a la incredulidad, sin ser arrogantes”.


Al concluir, el Pontífice pidió que “la Virgen María, modelo de la Iglesia ‘en salida’ nos ayude a todos, con la fuerza de nuestro bautismo, discípulos misioneros para llevar el mensaje de la salvación a toda la familia humana”.

Después de rezar, el Santo Padre saludó a la comunidad de peruanos residente en Roma que llevaban una imagen del Señor de los Milagros. “Dirijo un pensamiento especial a la comunidad peruana de Roma, aquí reunida con la sagrada Imagen del Señor de los Milagros”. 

PENSAMIENTO DEL PAPA FRANCISCO SOBRE LA HUMILDAD, DULZURA Y MAGNANIMIDAD


sábado, 22 de octubre de 2016

ASÍ RECORDÓ PAPA FRANCISCO A SAN JUAN PABLO II EN SU MEMORIA LITÚRGICA


Así recordó Papa Francisco a Juan Pablo II en su memoria litúrgica
Daniel Ibáñez / ACI Prensa



VATICANO, 22 Oct. 16 / (ACI).- El Papa Francisco recordó a San Juan Pablo II en el día de su memoria litúrgica, el 22 de octubre, al final de la Audiencia Jubilar que celebró en la Plaza San Pedro. Además, al saludar a los peregrinos polacos hizo resonar la exhortación del Papa polaco al comenzar su pontificado.

En su saludo a la peregrinación nacional de Polonia recordó asimismo su viaje a Cracovia para la JMJ 2016. “Queridos hermanos y hermanas han llegado aquí, en peregrinación nacional para agradecer a Dios por el Bautismo que su pueblo recibió hace 1050 años, así como por todo el bien que ha nacido en los corazones de los jóvenes de todo el mundo, durante el inolvidable encuentro en Cracovia”.

“Me uno a ustedes en este agradecimiento. Me siento inmensamente agradecido a Dios que me ha permitido conocer su nación, la patria de San Juan Pablo II, donde pude visitar el Santuario de Jasna Gora, el Santuario de la Divina Misericordia en Cracovia y el Centro Juan Pablo II ‘No tengan miedo’”, recordó.


Francisco dijo que “a Aquel que se identifica sobre todo en cada hombre humillado y que sufre, le agradezco por el silencio que me fue concedido en el lugar del campo de concentración de Auschwitz-Birkenau. ¡En este silencio el mensaje de la misericordia asume una importancia inaudita!”.

Después, el Papa Francisco repitió en la Plaza de San Pedro la exhortación al mundo de San Juan Pablo II, el 22 de octubre de 1978: “Queridos hermanos y hermanas,

Hace exactamente treinta y ocho años, casi a esta hora, en esta Plaza resonaban las palabras dirigidas a los hombres de todo el mundo: ¡No tengan miedo!... Abran, aún más abran de par en par las puertas a Cristo”.

“Estas palabras las pronunció al comienzo de su pontificado, Juan Pablo II, Papa de profunda espiritualidad, plasmada por la milenaria herencia de la historia y de la cultura polaca transmitida en el espíritu de fe, de generación en generación. Esta herencia era para él fuente de esperanza, de poder y de coraje, con que exhortaba al mundo a abrir las puertas a Cristo. Esta invitación se transformó en una incesante proclamación del Evangelio de la misericordia para el mundo y para el hombre, cuya continuación es este Año Jubilar”.


“Hoy anhelo desearles que el Señor les dé la gracia de cuidar y perseverar en la fe, esperanza y amor que han recibido de sus antepasados. Que en sus mentes y corazones resuene siempre el llamado de su gran compatriota a despertar en ustedes la fantasía de la misericordia, para que puedan brindar el testimonio del amor de Dios a todos los que lo necesitan. Les pido que me recuerden en sus oraciones ¡Los bendigo de corazón! ¡Alabado sea Jesucristo!”, dijo al final.

Pero además, Francisco puso de ejemplo a San Juan Pablo II para que los enfermos, recién casados y jóvenes se fijen en él: “Hoy es la memoria litúrgica de San Juan Pablo II. Que su coherente testimonio de fe sea una enseñanza para ustedes, queridos jóvenes, para afrontar los desafíos de la vida. A la luz de su ejemplo, queridos enfermos, abracen con esperanza la cruz de la enfermedad. Invoquen su celestial intercesión, queridos recién casados, para que nunca falte el amor en su nueva familia”.