viernes, 7 de octubre de 2016

PAPA FRANCISCO: CÁUCASO, SOMOS TODOS HERMANOS, CAMINEMOS HACIA LA PAZ Y LA FRATERNIDAD

Cáucaso: somos todos hermanos, caminemos hacia la paz y la fraternidad
Catequesis durante la audiencia general


Por: Papa Francisco | Fuente: Radio Vaticano (http://es.radiovaticana.va) 



(RV, Ciudad del Vaticano, 5 de octubre de 2016).- “A los fieles de estos países caucásicos, los he animado a permanecer firmes en la fe, con memoria, valentía y esperanza”, con estas palabras el Papa Francisco explicó en la Audiencia General del primer miércoles de octubre, el significado de su reciente Viaje Apostólico a Georgia y Azerbaiyán.
Este viaje – precisó el Santo Padre – ha sido el proseguimiento y la conclusión de aquel efectuado a Armenia, en el mes de junio. De este modo, dijo el Papa,  he podido, gracias a Dios realizar el proyecto de visitar estos tres países caucásicos, para confirmar a la Iglesia Católica que vive allí y para animar el camino de estas poblaciones hacia la paz y la fraternidad. Lo evidencia también los dos lemas de este último viaje: para Georgia “Pax vobis” y para Azerbaiyán “Somos todos hermanos”.
Ambos países tienen raíces históricas, culturales y religiosas muy antiguas, señaló el Pontífice, pero al mismo tiempo están viviendo una fase nueva: de hecho, los dos celebran este año el 25° aniversario de su independencia, habiendo estado buena parte del siglo XX bajo el régimen soviético. “Y en esta fase ambos encuentran diversas dificultades en los diversos ámbitos de la vida social. La Iglesia Católica – afirmó el Papa Francisco – está llamada a estar presente, a ser cercana, especialmente en el signo de la caridad y de la promoción humana; y ella trata de hacerlo en comunión con las otras Iglesias y Comunidades cristianas y en diálogo con las otras comunidades religiosas, con la certeza que Dios es Padre de todos y nosotros somos hermanos y hermanas”.
Texto completo de la catequesis del Papa Francisco
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!


El pasado fin de semana he realizado el viaje apostólico a Georgia y Azerbaiyán. Doy gracias al Señor que me lo ha concedido y renuevo la expresión de mi gratitud a las Autoridades civiles y religiosas de estos dos Países, en particular al Patriarca de toda la Georgia Elías II – su testimonio me ha hecho mucho bien al corazón y al alma – y al Jeque de los Musulmanes del Cáucaso. Un agradecimiento fraternal a los Obispos, a los sacerdotes, a los religiosos y a todos los fieles que me han hecho sentir su caluroso afecto.
Este viaje ha sido el proseguimiento y la conclusión de aquel efectuado a Armenia, en el mes de junio. De este modo he podido – gracias a Dios – realizar el proyecto de visitar estos tres países caucásicos, para confirmar a la Iglesia Católica que vive allí y para animar el camino de estas poblaciones hacia la paz y la fraternidad. Lo evidencia también los dos lemas de este último viaje: para Georgia “Pax vobis” y para Azerbaiyán “Somos todos hermanos”.
Ambos países tienen raíces históricas, culturales y religiosas muy antiguas, pero al mismo tiempo están viviendo una fase nueva: de hecho, los dos celebran este año el 25° aniversario de su independencia, habiendo estado buena parte del siglo XX bajo el régimen soviético. Y en esta fase ambos encuentran diversas dificultades en los diversos ámbitos de la vida social. La Iglesia Católica está llamada a estar presente, a ser cercana, especialmente en el signo de la caridad y de la promoción humana; y ella trata de hacerlo en comunión con las otras Iglesias y Comunidades cristianas y en diálogo con las otras comunidades religiosas, con la certeza que Dios es Padre de todos y nosotros somos hermanos y hermanas.
En Georgia esta misión pasa naturalmente a través de la colaboración con los hermanos ortodoxos, que forman la gran mayoría de la población. Por eso, ha sido un signo muy importante el hecho que cuando llegué a Tiflis fue a recibirme al Aeropuerto, junto con el Presidente de la República, también el venerado Patriarca Elías II. El encuentro con él esa tarde ha sido conmovedor, como también lo fue al día siguiente la visita a la Catedral Patriarcal, donde se venera la reliquia de la túnica de Cristo, símbolo de la unidad de la Iglesia. Esta unidad es corroborada por la sangre de tantos mártires de las diversas confesiones cristianas. Entre las comunidades más afectadas esta aquella Asiria-Caldea, con la cual he vivido en Tiflis un intenso momento de oración por la paz en Siria, en Iraq y en todo el Oriente Medio.
La Misa con los fieles católicos de Georgia – latinos, armenios y asirios-caldeos – ha sido celebrada en la memoria de Santa Teresa del Niño Jesús, patrona de las misiones: ella nos recuerda que la verdadera misión nos es jamás proselitismo, sino atracción a Cristo a partir de la fuerte unión con Él en la oración, en la adoración y en la caridad concreta, que es servicio a Jesús presente en el más pequeño de los hermanos. Es esto lo que hacen los religiosos y las religiosas que he encontrado en Tiflis, como también en Bakú: lo hacen con la oración y con las obras de caritativas y promocionales. Los he animado a permanecer firmes en la fe, con memoria, valentía y esperanza. Y también están las familias cristianas: cuanto es preciosa su presencia de acogida, acompañamiento, discernimiento e integración en la comunidad.
Este estilo de presencia evangélica como semilla del Reino de Dios está, es posible, todavía más necesario en Azerbaiyán, donde la mayoría de la población es musulmana y los católicos son pocos centenares, pero gracias a Dios tienen buenas relaciones con todos, en particular mantienen vínculos fraternos con los cristianos ortodoxos. Por esto en Bakú, capital de Azerbaiyán, hemos vivido dos momentos que la fe sabe mantener en justa relación: la Eucaristía y el encuentro interreligioso. La Eucaristía con la pequeña comunidad católica, donde el Espíritu armoniza las diversas lenguas y dona la fuerza del testimonio; y esta comunión con Cristo no impide, al contrario, impulsa a buscar el encuentro y el diálogo con todos aquellos que creen en Dios, para construir juntos un mundo más justo y fraterno. En esta perspectiva, dirigiéndome a las Autoridades Azerí, he deseado que las cuestiones abiertas puedan encontrar buenas soluciones y todas las poblaciones caucásicas vivan en la paz y en el respeto reciproco.
Dios bendiga a Armenia, Georgia y Azerbaiyán, y acompañe el camino de Su pueblo santo peregrino en estos Países. Gracias.
(Traducción del italiano, Renato Martinez – Radio Vaticano)

Mensaje y saludo a los peregrinos de lengua española.
Queridos hermanos y hermanas:
Con mi reciente viaje a Georgia y Azerbaiyán, he completado mi visita a estos tres países caucásicos, que inicié visitando Armenia.
Ambos países están viviendo una nueva fase histórica, en la que encuentran algunas dificultades en varios ámbitos de la vida social, y es precisamente allí, donde la Iglesia Católica debe estar presente y ser cercana, de modo especial con el signo de la caridad y de la promoción humana, en comunión con las otras Iglesias cristianas y en diálogo con las demás comunidades religiosas. En Georgia esta misión pasa por la colaboración con los hermanos ortodoxos. En los encuentros que tuve con los fieles cristianos de Georgia les animé a mantenerse firmes en la fe, con memoria, valor y esperanza, y a vivir la misión unidos a Cristo, mediante la oración y la caridad concreta. Este estilo de presencia evangélica, como semilla del Reino de Dios, es también muy necesario en Azerbaiyán, donde la minoría católica convive con la mayoría musulmana y los hermanos ortodoxos, teniendo buenas relaciones con todos. Por eso allí, además de la Eucaristía, tuve también un encuentro interreligioso, pues la fe en Cristo anima la búsqueda y el diálogo con todos los que creen en Dios, para la construcción de un mundo más justo y fraterno.

Saludos
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España y Latinoamérica. Que la firmeza humilde de nuestra fe nos haga testigos valientes de Cristo y portadores de reconciliación, unidad y paz en el mundo. Que Dios los bendiga.

3 CLAVES DEL PAPA FRANCISCO PARA AVANZAR EN EL ECUMENISMO


3 claves del Papa Francisco para avanzar en el ecumenismo
Por Miguel Pérez Pichel
 Foto: L ´Osservatore Romano




ROMA, 06 Oct. 16 /  (ACI).- El Papa Francisco propuso 3 ejes para avanzar en el camino común de los cristianos y profundizar en el ecumenismo: oración, testimonio y misión.

El Obispo de Roma se refirió a estas claves ante el arzobispo de Canterbury y primado de la Iglesia Anglicana, Justin Welby, a quien recibió en el Vaticano en ocasión de los 50 años del histórico encuentro entre el Beato Pablo VI y el Arzobispo Michael Ramsey.

Sobre la oración, el Pontífice recordó la presencia del líder anglicano ante la tumba de San Pedro para rezar. “Nunca nos cansaremos de pedir juntos e insistentemente al Señor por el regalo de la unidad”, indicó el Papa.

En relación al testimonio, señaló que “estos cincuenta años de encuentro e intercambio, así como de reflexión y textos comunes, nos hablan de cristianos que, por la fe y con fe, se han escuchado unos a otros y han compartido su tiempo y su energía. Ha crecido la convicción de que el ecumenismo no es un empobrecimiento, sin una riqueza; ha madurado la certeza de que lo que el Espíritu ha sembrado en el otro produce una cosecha común”.

“Atesoremos esa herencia y seamos conscientes de que estamos llamados a ofrecer al mundo cada día, como nos pidió Jesús, el testimonio de nuestro amor y unidad”, exhortó.

También rofundizó en la idea de la misión y recordó que hay un tiempo para todo. “Ahora es el tiempo en que el Señor nos interpela de forma particular a salir de nosotros mismos y de nuestro entorno con el fin de llevar su amor misericordioso a un mundo sediento de paz”.

“Ayudémonos el uno al otro a poner las exigencias del Evangelio en el centro y entregarnos en esta misión”, alentó el Papa.

El Pontífice recordó los numerosos frutos del encuentro entre Pablo VI y el arzobispo Ramsey: “basta con pensar en la apertura del Centro Anglicano en Roma, el nombramiento del representante permanente del Arzobispo ante la Santa Sede, y el inicio de un diálogo teológico”.

TU VIDA ES TIBIA Y ENTRISTECE AL ESPÍRITU SANTO? PAPA FRANCISCO CUESTIONA


¿Tu vida es tibia y entristece al Espíritu Santo? Cuestiona el Papa Francisco
Por Miguel Pérez Pichel
 Foto: L'Osservatore Romano




VATICANO, 06 Oct. 16 /  (ACI).- El Papa Francisco invitó, durante la Misa de este jueves celebrada en la Casa Santa Marta, a dejar entrar al Espíritu Santo en la propia vida y para ello sugirió que a lo largo del día cada uno se haga la siguiente pregunta: “¿ignoro al Espíritu Santo? ¿Mi vida es una vida a medias, tibia, que entristece al Espíritu Santo sin dejarle actuar en mí para que me dé fuerzas, para que me permita ir adelante?”.

Según señala Radio Vaticana, el Pontífice también cuestionó si, por el contrario, “mi vida es una vida de oración continua para abrirme al Espíritu Santo, para que él me lleve adelante con la alegría del Evangelio, para entender la doctrina de Jesús, que es la verdadera”.

En su homilía, el Obispo de Roma recordó que “el Espíritu es el gran don del Padre”. “El Espíritu Santo es la fuerza que tiene la Iglesia para llegar con valentía hasta el fin del mundo”. En este sentido, señaló que es el que impulsa a la Iglesia a seguir caminando hacia adelante.


El Santo Padre indicó tres actitudes que se puede tener con el Espíritu Santo. La primera consiste en creerse justificados por la Ley y no por Jesús, que da sentido a la Ley, como reprocha San Pablo en su carta a los Gálatas: “¡Oh insensatos gálatas! ¿Quién os fascinó a vosotros, a cuyos ojos fue presentado Jesucristo crucificado?”.

“Este acatamiento de la Ley -continúa el Pontífice- les hace ignorar al Espíritu Santo. No deja que la fuerza de la redención de Cristo siga adelante con el Espíritu Santo. Es cierto que tenemos los Mandamientos, y que debemos seguir los Mandamientos, pero siempre por la gracia de ese gran don que nos ha dado el Padre, su Hijo: el don del Espíritu Santo”.

Con esto explicó que “es entonces cuando entendemos la Ley. Pero sin reducir el Espíritu y el Hijo a la Ley. Ese era el problema de aquella gente: ignoraban al Espíritu Santo y no sabían cómo andar adelante. Estaban cerrados en la regla: se debe hacer esto, se debe hacer lo otro. También nosotros podemos caer a veces en esa tentación”.

La segunda actitud a la que hizo referencia consiste en entristecer al Espíritu Santo: “cuando no dejamos que Él nos inspire ni que nos impulse en la vida cristiana”, cuando “no dejamos que Él nos diga, no con la teología de la Ley, sino con la libertad del Espíritu, lo que debemos hacer”.

El resultado de esta segunda actitud es que “nos hacemos tibios” y, como consecuencia, se cae en la “mediocridad cristiana” debido a que el Espíritu Santo “no pudo hacer su gran obra en nosotros”.


El Papa apuntó una tercera actitud que “consiste en abrirse al Espíritu Santo y dejar que nos lleve hacia adelante. Eso es lo que hicieron los Apóstoles: es el espíritu del día de Pentecostés. Ese día perdieron el miedo y se abrieron al Espíritu Santo”.

El Papa Francisco explicó que “para comprender y acoger la palabra de Jesús es necesario abrirse a la fuerza del Espíritu Santo. Y cuando un hombre, o una mujer, se abre al Espíritu Santo, es como una barca de vela que se deja arrastrar por el viento hacia adelante y no se para nunca”.

PENSAMIENTO DEL PAPA FRANCISCO SOBRE EL TRABAJO


lunes, 3 de octubre de 2016

PAPA FRANCISCO: ADOCTRINAR NIÑOS CON IDEOLOGÍA DE GÉNERO ES UNA MALDAD


Papa Francisco: Adoctrinar niños con ideología de género es una maldad


VATICANO, 02 Oct. 16 /  (ACI).- En la habitual conferencia de prensa que ofreció a los periodistas a bordo del avión en el que regresó a Roma procedente de Georgia y Azerbaiyán, el Papa Francisco afirmó que el adoctrinamiento de los niños con la ideología de género es una maldad.

El Santo Padre respondió a una pregunta sobre sus afirmaciones en Georgia el sábado 1 de octubre, cuando dijo que “un gran enemigo del matrimonio es la teoría de los géneros”.

Al respecto, el Papa recordó lo que le dijo un padre de familia en Francia sobre algo que le había pasado cuando comía con su familia y esto fue lo que dijo sobre la ideología de género:


“Antes que nada, yo he acompañado en mi vida como sacerdote, obispo y también como Papa, he acompañado personas con tendencia homosexual y también con prácticas homosexuales. He acompañado, los he acercado al Señor, algunos no podían, pero yo he acompañado y nunca he abandonado a nadie, esto que quede claro.

Las personas se deben acompañar como las acompaña Jesús. Cuando una persona que tiene esta condición llega hasta Jesús, Jesús no le dirá seguramente vete porque eres homosexual. No. Lo que yo he dicho, es esa maldad que hoy se hace en el adoctrinamiento de la teoría del género.

Me contaba un papá francés que en la mesa hablaba con los hijos, católicos ellos y la esposa, católicos no tan comprometidos, pero católicos; y le preguntaba al niño de 10 años, ‘¿Tú qué quieres ser cuando seas grande?’ ‘Una muchacha’.

El papá se acordó que el libro del colegio enseñaba la teoría del género, y esto va contra las cosas naturales. Una cosa es que una persona tenga esta tendencia, esta opción, e incluso que cambie de sexo, y otra cosa es hacer la enseñanza en la escuela en esta línea para cambiar la mentalidad. A esto yo llamo colonizaciones ideológicas”.

domingo, 2 de octubre de 2016

DESDE AZERBAIYÁN EL PAPA FRANCISCO EXPLICA LA GRAN TAREA DE LAS RELIGIONES


Desde Azerbaiyán el Papa Francisco explica la gran tarea de las religiones
Por Walter Sánchez Silva



BAKÚ, 02 Oct. 16 / (ACI).- En el encuentro interreligioso que sostuvo en Azerbaiyán, el Papa Francisco explicó que la gran tarea de las religiones en el mundo consiste en acompañar a los hombres en la búsqueda del sentido de la vida.

Antes de su intervención, el Papa se encontró en privado con el jeque de los musulmanes en el Cáucaso, con quien intercambió algunos dones y con quien conversó durante algunos minutos.

Luego el líder islámico dirigió unas palabras al Pontífice en las que resaltó su preocupación por los migrantes, su condena al terrorismo y sus causas, y su rechazo a la xenofobia. También destacó el importante papel en la comunidad internacional y los esfuerzos de la Iglesia por la resolución de conflictos y la promoción de la paz, también en el Cáucaso.

Tras las palabras del jeque musulmán en la mezquita Heydar Aliyev, el Santo Padre resaltó ante los líderes islámicos, ortodoxos y judíos presentes que “las religiones tienen precisamente una gran tarea: acompañar a los hombres en la búsqueda del sentido de la vida, ayudándoles a entender que las limitadas capacidades del ser humano y los bienes de este mundo nunca deben convertirse en un absoluto”.


“Las religiones –continuó– están llamadas a hacernos comprender que el centro del hombre está fuera de sí mismo, que tendemos hacia lo Alto infinito y hacia el otro que tenemos al lado. Hacia allí está llamada a encaminarse la vida, hacia el amor más elevado y más concreto: sólo este puede ser el culmen de toda aspiración auténticamente religiosa”.

“La religión –precisó el Papa– es una necesidad para el hombre, para realizar su fin, una brújula para orientarlo hacia el bien y alejarlo del mal, que está siempre al acecho en la puerta de su corazón. En este sentido, las religiones tienen una tarea educativa: ayudar al hombre a dar lo mejor de sí”.

En ese sentido, continuó, “nosotros, como guías, tenemos una gran responsabilidad para ofrecer respuestas auténticas a la búsqueda del hombre, a menudo perdido en las vertiginosas paradojas de nuestro tiempo”.

“En efecto, vemos cómo en nuestros días, arrecia por un lado el nihilismo de los que ya no creen en nada, excepto en sus propios intereses, ventajas y provechos, de los que tiran sus vidas adaptándose al dicho ‘si Dios no existe todo está permitido’; por otro lado, surgen cada vez más las reacciones duras y fundamentalistas de aquellos que, con la violencia de la palabra y de los gestos, quieren imponer actitudes extremas y radicalizadas, las más lejanas del Dios vivo”.

Las religiones, por el contrario, “ayudan a discernir el bien y ponerlo en práctica con las obras, con la oración y con el esfuerzo del trabajo interior, están llamadas a edificar la cultura del encuentro y de la paz, hecha de paciencia, comprensión, pasos humildes y concretos. Así se sirve a la sociedad humana. Esta, por su parte, debe vencer la tentación de instrumentalizar el factor religioso: las religiones nunca han de ser manipuladas y nunca pueden favorecer conflictos y enfrentamientos”.

Para explicar mejor lo que describió, el Papa se refirió a unos vitrales tradicionales del país que están hechos de madera y cristal, que no usan clavos ni pegamentos para unirse: “la madera sujeta el cristal y el cristal deja pasar la luz. Del mismo modo, toda sociedad civil tiene la tarea de apoyar la religión, que permite la entrada de una luz indispensable para vivir: para ello es necesario garantizar una efectiva y auténtica libertad. No se han de utilizar, pues, ‘pegamentos’ artificiales que obliguen al hombre a creer, imponiéndole un determinado credo y privándolo de la libertad de elección; tampoco han de entrar en las religiones los ‘clavos’ externos de los intereses mundanos, de la ambición de poder y de dinero”.

Porque Dios, dijo Francisco, “no puede ser invocado por intereses partidistas y fines egoístas, no puede justificar forma alguna de fundamentalismo, imperialismo o colonialismo. Una vez más, desde este lugar tan significativo, se eleva el grito afligido: ‘¡Nunca más violencia en nombre de Dios!’. Que su santo nombre sea adorado, no profanado y ni mercantilizado por los odios y los conflictos humanos”.


El Papa alentó luego la coexistencia pacífica de las religiones, que debe promover una cultura de paz con diálogo y oración, “una paz verdadera, fundada sobre el respeto mutuo, sobre el encuentro y el intercambio, sobre la voluntad de ir más allá de los prejuicios y los errores del pasado, sobre la renuncia a las falsedades y a los intereses partidistas; una paz duradera animada por el valor de superar las barreras, de erradicar la pobreza y la injusticia, de denunciar y detener la proliferación de armas y las ganancias inicuas obtenidas sobre la piel de los otros”.

Ante los conflictos actuales, dijo el Santo Padre, “las religiones son auroras de paz, semillas de renacimiento entre devastaciones de muerte, ecos de diálogo que resuenan sin descanso, caminos de encuentro y reconciliación para llegar allí donde los intentos de mediación oficiales parecen no surtir efecto”.

Tras alentar a la paz en la región del Cáucaso, el Papa hizo votos para que “las riquezas inestimables de estos países sean conocidas y valoradas: los tesoros antiguos y siempre nuevos de la sabiduría, la cultura y la religiosidad de las gentes del Cáucaso son un gran recurso para el futuro de la región y, en particular, para la cultura europea, bienes preciosos a lo que no podemos renunciar”.

PAPA FRANCISCO EN AZERBIYÁN: VIOLENCIA QUE SE ESCUDA EN DIOS ES INCOMPATIBLE CON LA RELIGIÓN


El Papa en Azerbaiyán: Violencia que se escuda en Dios es incompatible con la religión
Por Walter Sánchez Silva


Alan Holdren (ACI Prensa)



BAKÚ, 02 Oct. 16 /  (ACI).- En su discurso a las autoridades de Azerbaiyán este domingo, el Papa Francisco resaltó que la adhesión a los genuinos valores de la religión es incompatible con la violencia que se escuda “en el santo nombre de Dios”.

En el Centro Heyday Aliyev de Bakú, capital de Azerbaiyán, y luego de escuchar el saludo del Presidente, Ilham Oliyev, el Santo Padre destacó que “la adhesión a los genuinos valores religiosos es totalmente incompatible con el tentativo de imponer con la violencia a los otros las propias formas de ver, escudándose en el santo nombre de Dios”.

“Toda pertenencia étnica o ideológica, como todo auténtico camino religioso, debe repudiar actitudes y concepciones que instrumentalizan las propias convicciones, la propia identidad o el nombre de Dios para legitimar intentos de opresión y dominio.

Deseo vivamente que Azerbaiyán prosiga por este camino de colaboración entre las distintas culturas y confesiones religiosas”, destacó el Papa.

Ante el drama de los conflictos en el mundo que son fomentados por ideologías violentas, el Papa animó a promover “la cultura de la paz, la cual se nutre de una incesante disposición al diálogo y de la conciencia de que no existe otra alternativa razonable que la continua y paciente búsqueda de soluciones compartidas, mediante leales y constantes negociaciones”.

Francisco recordó también que el próximo 18 de octubre, Azerbaiyán celebra sus primeros 25 años de independencia y destacó que esta sociedad “reconoce los beneficios de la multiculturalidad y de la necesaria complementariedad de las culturas, de manera que entre los distintos componentes de la comunidad civil y entre los que pertenecen a diferentes confesiones religiosas se instauren relaciones de mutua colaboración y respeto”.

“Este esfuerzo común en la construcción de una armonía entre las diferencias es particularmente importante en este tiempo, porque muestra que es posible testimoniar las propias ideas y la propia concepción de la vida sin conculcar los derechos de los que tienen otras concepciones o formas de ver”, continuó.

El Papa también animó a superar los conflictos en la región del Cáucaso y recordó que “la Iglesia Católica, aun siendo en este país una presencia numéricamente exigua, está inserta en la vida civil y social de Azerbaiyán, participa en sus alegrías y es solidaria para afrontar sus dificultades”.

“Me alegro además particularmente –prosiguió– de las cordiales relaciones que la comunidad católica tiene con la musulmana, la ortodoxa y la judía, y espero que se incrementen los signos de amistad y de colaboración”.

Estas buenas relaciones, agregó, “tienen un alto significado para la pacífica convivencia y para la paz del mundo, y muestran que entre los fieles de distintas confesiones religiosas son posibles las relaciones cordiales, el respeto y la cooperación con vistas al bien común”.

“Que la fe en Dios sea más bien fuente de inspiración para la mutua comprensión, el respeto y la ayuda recíproca, en favor del bien común de la sociedad”, concluyó.