viernes, 13 de mayo de 2016

PAPA FRANCISCO: DIACONISAS DE LA IGLESIA PRIMITIVA SON UNA POSIBILIDAD A ESTUDIAR

Papa Francisco: Diaconisas de la Iglesia primitiva son una posibilidad a estudiar
Por Andrea Tornielli



 (ACI/Vatican Insider).- El Papa Francisco ha afirmado que puede retomar el estudio sobre el diaconado femenino en la iglesia primitiva. Habló del tema durante la audiencia con la Unión Internacional de Superioras generales (UISG) en el Vaticano. El tema no es nuevo y ha sido propuesto una vez más en tiempos recientes.

Juan Pablo II respondió en 1994 a la apertura anglicana con la carta “Ordinatio sacerdotalis” y negó  categóricamente la posibilidad del sacerdocio femenino en la Iglesia Católica. Fue el Cardenal Carlo Maria Martini quien habló de la posibilidad de estudiar la instrucción del diaconado para las mujeres, que no menciona en el documento papal.

El entonces Arzobispo de Milán dijo: “En la historia de la Iglesia han existido las diaconisas, por lo que podemos pensar en esta posibilidad”. Algunos historiadores de la Iglesia antigua subrayaron que las mujeres entonces eran admitidas en un particular servicio diaconal de la caridad que se diferencia del diaconado actual, entendido como el primer grado del sacerdocio.

¿Qué dijo el Papa hoy sobre las diaconisas?


Durante el encuentro de hoy, en el que se intercambiaron preguntas y respuestas, le preguntaron al Papa por qué la Iglesia excluye a las mujeres de servir como diáconos. Las religiosas explicaron al Pontífice que las mujeres servían como diaconisas en la Iglesia primitiva y le preguntaron: “¿Por qué no constituir una comisión oficial que pueda estudiar la cuestión?”. El Pontífice respondió que ya había hablado una vez hace algunos años sobre ese tema “con un profesor bueno y sabio”, que había estudiado el papel de las diaconisas en los primeros siglos de la Iglesia. Francisco había explicado que no era todavía claro qué papel tuvieron tales diaconisas. “¿Qué eran estos diaconados femeninos?”, recordó el Papa haber preguntado al profesor. “¿Tenían ordenación o no?”. “Era un poco oscuro”,  dijo. “¿Cuál era el papel de la diaconisa en aquel tiempo?”, “¿Constituir una comisión oficial que pueda estudiar la cuestión?”, preguntó el Papa en voz alta. “Creo que sí. Sería por el bien de la Iglesia clarificar este punto. Estoy de acuerdo. Hablaré para hacer algo por el estilo”. “Acepto”, dijo el Papa luego. “Me parece útil tener una comisión que lo aclare bien”.

Según una tradición antiquísima, el diaconado venía dirigido “no al sacerdocio, sino al ministerio”. Existen algunos testimonios de la historia sobre la presencia de las diaconisas, tanto en la Iglesia occidental como en la oriental. Los testimonios se refieren también a ritos litúrgicos de ordenación. El punto que se debería profundizar es qué tipo de figura ministerial eran, cuáles eran las funciones que desarrollaban en la comunidad. La posición del magisterio considera el diaconado como el primer grado del ministerio de la ordenación sacerdotal y  lo reserva sólo a los hombres así como los dos grados sucesivos, el presbiterado y el episcopado.

Al estar de acuerdo en instituir una comisión de estudio sobre el diaconado femenino en la Iglesia primitiva, Francisco quiere verificar y ver cómo actualizar aquella forma de servicio, sabiendo que las diaconisas permanentes pueden representar “una posibilidad para el hoy”. En los inicios del cristianismo existía una diaconía femenina (de la que habla San Pablo) y se ha documentado que en el siglo III en Siria existían las diaconisas que ayudaban al sacerdote en el bautizo de las mujeres. Un papel que se recoge en las Constituciones apostólicas del siglo IV, que hablan de un tipo de rito de consagración, distinto sin embargo de la diaconía masculina.

Algunas formas de servicio de diaconía femenina se institucionalizaron hace cierto tiempo, por ejemplo en la diócesis de Padua (Italia) por iniciativa del entonces obispo Antonio Mattiazzo. Se trata de mujeres que, a pesar de no vestir hábito religioso, emitieron votos de obediencia, pobreza y castidad. Se consagraron como “colaboradoras apostólicas diocesanas”.

El papel y labores de esta nueva forma de servicio se explicaron en su tiempo en la diócesis: “Es una forma de diaconía femenina inspirada en el Evangelio. Las colaboradoras apostólicas asumen la diaconía apostólica como proyecto de vida acogido, probado y orientado por parte del Obispo”. Entre las labores a las que están llamadas están el anuncio de la Palabra, la educación en la fe, las obras de caridad al servicio de los pobres, la distribución de la comunión, la animación de la liturgia o la gestión de las estructuras como escuelas e institutos.

El Papa Francisco ha hablado más de una vez sobre la necesidad para la Iglesia Católica de valorizar el papel de la mujer, pero siempre ha evitado presentar esta valorización como una forma de “clericalización” de las mujeres. “Es algo que no sé de dónde ha salido –dijo en diciembre de 2013, en la entrevista con La Stampa a propósito de unas declaraciones sobre mujeres cardenales- Las mujeres en la Iglesia deben estar valorizadas, no ‘clericalizadas’. Quien piensa en mujeres cardenales sufre un poco de clericalismo”.

En septiembre de 2001, el entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Joseph Ratzinger, junto con los cardenales Medina Estévez, (Prefecto del Culto divino) y Castrillón Hoyos (prefecto para el Clero) firmaron una breve carta, aprobada por el Papa Wojtyla, en la que se afirmaba que “no es lícito poner en acto iniciativas que en cualquier modo pretendan preparar candidatas al orden sacerdotal”. El texto se refería al orden diaconal como sacramento y primer grado del sacerdocio.

Nuevos estudios sobre el diaconado femenino en la iglesia de los primeros siglos, su papel y deberes confrontados con el diaconado masculino, podrían abrir nuevas posibilidades y nuevas formas de servicio consagrado más allá de las órdenes religiosas femeninas ya existentes.

“La Iglesia necesita que las mujeres entren en el proceso de toma de decisiones. También que puedan guiar un departamento en el Vaticano”, ha afirmado el Papa Francisco respondiendo, a seis preguntas que le hicieron durante el encuentro con 900 religiosas de todo el mundo.

En el Aula Nervi, explicó que “la Iglesia debe incluir a las consagradas y laicas en la consulta, pero también en las decisiones, porque se necesita su punto de vista. Y este papel creciente de las mujeres en la Iglesia no es feminismo, sino corresponsabilidad y un derecho de todos los bautizados: hombres y  mujeres”. El Papa también subrayó que “muchas mujeres consagradas son ‘mujercitas’ más que personas involucradas en el ministerio del servicio. La vida consagrada –añadió- es un camino de pobreza, no un suicidio”.

PAPA FRANCISCO NOS RECUERDA QUE EL CHISME DESTRUYE A LAS FAMILIAS


Papa Francisco nos recuerda que el chisme destruye a las familias



 (ACI).- El Papa Francisco celebró esta mañana su habitual Misa en la capilla de la Casa Santa Marta, donde nos recordó que las divisiones comienzan con la lengua de los que siembran cizaña, y que con sus chismes destruyen las familias y comunidades, ocasionando odio y guerras.

En su homilía reflexionó sobre las palabras y la oración que Jesús realiza por “la unidad de las comunidades cristianas, de las familias cristianas”, y recordó que estás deben testimoniar que el Padre ha enviado a Jesús. “Quizá llegar a la unidad es una de las cosas más difíciles”, agregó.

El Santo Padre, recordó la historia de la Iglesia y dijo que ésta “nos hace avergonzar tantas veces: ¡hicimos guerras contra nuestros hermanos cristianos! Pensemos en una, la Guerra de los Treinta Años”.

“¡Tenemos que pedir perdón al Señor por esta historia! Una historia, tantas veces de divisiones y no sólo en el pasado… ¡Aún hoy! ¡Aún hoy! Y el mundo ve que estamos divididos”, dijo el Papa. Señaló que muchos se preguntan: “Cómo, Jesús ha resucitado y está vivo ¿y sus discípulos no se ponen de acuerdo?”, “que se pongan de acuerdo, después veremos”.

“Una vez, un cristiano católico le preguntó a otro cristiano de Oriente, también católico: ‘Mi Cristo resucita pasado mañana. El tuyo ¿cuándo resucita? ¡Ni siquiera en la Pascua estamos unidos! Y el mundo no cree” dijo Francisco.

El Papa nos recordó que también en las comunidades cristianas hay egoísmo, celos, envidias, divisiones, y todo ello lleva al chisme, a chismear unos de otros. Además señaló que “fue la envidia del diablo la que hizo entrar el pecado en el mundo”.

“¡Cuántos chismes!”, exclamó el Papa. Recordó que “las divisiones comienzan con la lengua de los que siembran cizaña” y esto se da “¡por envidia, celos y también por cerrazón!”. Además afirmó que “La lengua es capaz de destruir una familia, una comunidad, una sociedad, de sembrar odio y guerras”.

El Papa dijo que en vez de buscar una clarificación, es más cómodo chismear y destruir la fama del otro. En ese sentido recordó un episodio de la vida de San Felipe Neri, que le dijo a una mujer chismosa, como penitencia, que desplumara una gallina y desparramara las plumas, para luego intentar recogerlas, a lo que ella respondió que es imposible. El santo le señaló que así es con los chismes.

El Papa dijo que “el chismear es así: embarrar al otro”. Dijo además que “¡El que chismea embarra! ¡Destruye! Destruye la fama, destruye la vida y tantas veces sin motivo, contra la verdad”.

El Papa pidió que “roguemos al Señor que nos dé la gracia, porque es tanta, tanta la fuerza del diablo, del pecado que nos empuja a la desunión”. “Que nos dé la gracia, que nos dé el don: y ¿cuál es el don que hace la unidad? ¡El Espíritu Santo!”. Concluyó pidiendo “que nos dé este don que hace la armonía, porque Él es la armonía, la gloria en nuestras comunidades. Y que nos dé la paz, pero con la unidad. Pidamos la gracia de la unidad para todos los cristianos, la gracia grande y la gracia pequeña de cada día para nuestras comunidades, nuestras familias. ¡Y la gracia de poner un freno a la lengua!”.

ORACIÓN DE PAPA FRANCISCO AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

Esta es la oración con la que el Papa consagró el mundo al Inmaculado Corazón de María


Bienaventurada María, Virgen de Fátima,
con renovada gratitud por tu presencia materna
unimos nuestra voz a la de todas las generaciones
que te llaman bienaventurada.

Celebramos en ti las grandes obras de Dios,
que nunca se cansa de inclinarse
con misericordia sobre la humanidad afligida por el mal
y herida por el pecado, para sanarla y salvarla.


Acoge con benevolencia de madre
el acto por el nos ponemos hoy bajo tu protección
con confianza, ante esta tu imagen
tan querida por todos nosotros.

Estamos seguros que cada uno de nosotros es precioso a tus ojos
y que nada te es ajeno de todo lo que habita en nuestros corazones.
Nos dejamos alcanzar por tu dulcísima mirada
y recibimos la caricia consoladora de tu sonrisa.

Protege nuestra vida entre tus brazos:
bendice y refuerza cada deseo de bien; reaviva y alimenta la fe;
sostén e ilumina la esperanza; suscita y anima la caridad;
guíanos a todos nosotros en el camino de la santidad.

Enséñanos tu mismo amor de predilección hacia los pequeños y los pobres,
hacia los excluidos y los que sufren, por los pecadores
y por los que tienen el corazón perdido:
reúne a todos bajo tu protección y a todos entrégales
a tu Hijo dilecto, el Señor Nuestro, Jesús.

Amén.

domingo, 8 de mayo de 2016

LA SALUD ES UN DERECHO DE TODOS Y NO UN PRIVILEGIO, RECUERDA PAPA FRANCISCO A LOS MÉDICOS


La salud es un derecho de todos y no un privilegio, recuerda el Papa a médicos

 (ACI).- En una audiencia a la organización italiana “Médicos con África CUAMM” (Colegio Universitario de Aspirantes y Médicos Misioneros), el Papa Francisco recordó que  la salud es un “derecho humano fundamental para todos” y advirtió de que “no es un bien de consumo, sino un derecho universal, por lo que el acceso a los servicios sanitarios no puede ser un privilegio”.

El Pontífice comenzó su discursó en el Aula Pablo VI del Vaticano agradeciendo su labor y escuchando algunos testimonios. En total participaron unas 9.000 personas entre médicos, personal sanitario y voluntarios.

Francisco lamentó que “la salud, sobre todo la de base, se niega de hecho en diversas partes del mundo y en muchas regiones africanas”, y recordó que la Iglesia es una madre, un hospital de campaña que va a las “periferias geográficas,  en las que el Señor los manda a ser buenos samaritanos”, dijo el Papa.


«¡Ésta es su ‘puerta santa’! Ustedes trabajan entre los más vulnerables de la población: las mamás, para asegurarles un parto seguro y digno. Y los niños, en especial los recién nacidos”, dijo a los presentes.

“¡Los aliento a permanecer en medio de esta humanidad herida y que sufre! ¡Es Jesús! Su obra de misericordia es el cuidado del enfermo, según la invitación evangélica: ‘Curen a los enfermos’. ¡Que ustedes puedan ser expresión de la Iglesia madre, que se inclina ante los más débiles y los cuida!”, pidió.

A su vez, el Papa los invitó a ser “médicos ‘con’ África y no ‘por’ África. Es decir, a implicar a los africanos en su crecimiento” ya que “¡los pueblos son los primeros artífices de su desarrollo, sus primeros responsables!”.

“Con gratuidad desinteresada, sin proselitismos. Colaborando con las Iglesias y gobiernos locales, ayudando a las comunidades lugareñas a crecer y dejándolas cuando pueden proseguir solas, en su perspectiva de desarrollo y sostenibilidad”, pidió a los médicos.

PAPA FRANCISCO EN LA ASCENSIÓN DE JESÚS, ANUNCIEMOS LA NUEVA VIDA QUE VIENE DEL AMOR DE DIOS


Papa en la Ascensión de Jesús: Anunciemos la nueva vida que viene del amor de Dios
Por Alvaro de Juana



 (ACI).- El Papa Francisco, al presidir el Regina Coeli, comentó la Fiesta de la Ascensión de Jesús al cielo y explicó que da inicio a una vida nueva que lleva a anunciar el amor de Dios en todo lugar y circunstancia.

En muchos países del mundo, la Iglesia celebra este domingo la Ascensión de Jesús al cielo, 40 días después de la Pascua y una semana antes de Pentecostés.

El Papa dijo también que así “contemplamos el misterio de Jesús que sale de nuestro espacio terreno para entrar en la plenitud de la gloria de Dios, llevando consigo nuestra humanidad”.

“En este cielo habita ese Dios que se ha revelado así de cercano hasta tomar el rostro de un hombre, Jesús de Nazaret. ¡Él permanece para siempre, el Dios-con-nosotros y no nos deja solos!”, exclamó.


El Pontífice aseguró que “podemos mirar a lo alto para reconocer ante nosotros a nuestro futuro. En la Ascensión de Jesús, el Crucificado Resucitado, está la promesa de nuestra participación a la plenitud de vida ante Dios”.

Francisco recordó como después de que los discípulos vean subir al cielo a Jesús, “vuelven a la ciudad como testimonios que con alegría anuncian a todos la vida nueva que viene del Crucificado Resucitado, por cuyo nombre ‘serán predicados a todos los pueblos la conversión y el perdón de los pecados’”.

"Éste es el testimonio que cada domingo debería salir de nuestras iglesias para entrar durante la semana en las casas, en las oficinas, en las casas para los ancianos, en los lugares llenos de inmigrantes, en los lugares de encuentro y divertimento, en los hospitales, en las periferias de la ciudad…”.

“Jesús nos ha asegurado en este anuncio y en este testimonio –continuó- que seremos revestidos de potencia de lo alto, es decir, con la potencia del Espíritu Santo”.

Según el Papa, el “secreto de esta misión” está en “la presencia entre nosotros del Señor resucitado, que con el don del Espíritu Santo continua a abrir nuestra mente y nuestro corazón para anunciar su amor y su misericordia también en los ambientes más difíciles de nuestras ciudades”.

“El Espíritu Santo es el verdadero artífice de las diversas formas de testimonio con las que la Iglesia y todo bautizado hacen al mundo”.

Antes de concluir, el Santo Padre indicó que “no podemos nunca olvidar el recogimiento en la oración para alabar a Dios e invocar el don del Espíritu Santo”.

“En esta semana, que lleva a la fiesta de Pentecostés, permanezcamos espiritualmente en el Cenáculo, junto a la Virgen María, para acoger el Espíritu Santo. Lo hacemos también ahora”, terminó.

ESTE FUE EL SALUDO DEL PAPA FRANCISCO POR EL DÍA DE LA MADRE


Este fue el saludo del Papa Francisco por el Día de la Madre



(ACI).- Desde el balcón del estudio del Palacio Pontificio del Vaticano, después de presidir el Regina Coeli, el Papa Francisco tuvo un recuerdo muy especial hacia las madres de todo el mundo en ocasión del Día de la Madre que se celebra en muchos países.

"Hoy en muchos países se celebra la fiesta de la madre. Recordamos con gratitud y afecto a todas las madres, -aquellas que están hoy en la Plaza, nuestras madres, aquellas que están con nosotros y aquellas que ya han ido al cielo- confiándolas a María, la madre de Jesús. Y juntos, para todas las madres, recemos el Ave María…”, pidió  Francisco a los miles de fieles que abarrotaban la Plaza de San Pedro.