miércoles, 20 de enero de 2016
martes, 19 de enero de 2016
PAPA FRANCISCO EXPLICA POR QUÉ ES VITAL UN CORAZÓN ABIERTO A LAS SORPRESAS DE DIOS
El Papa explica por qué es vital un corazón abierto a las sorpresas de Dios
(ACI).- En la homilía de la Misa que presidió esta mañana en la capilla de la Casa Santa Marta donde reside, el Papa Francisco reflexionó sobre la importancia de tener un corazón abierto a las sorpresas de Dios, a las novedades del Espíritu Santo, para que cada uno de los fieles sea capaz de superar la “idolatría de uno mismo” que se encierra en la obstinación de hacer las cosas porque “siempre se ha hecho así”.
El Papa, señala Radio Vaticano, afirmó que “este es el mensaje que hoy nos da la Iglesia. Esto es lo que Jesús dice con tanta fuerza: ‘Vino nuevo en odres nuevos’. A las novedades del Espíritu, a las sorpresas de Dios, incluso las costumbres deben renovarse. Que el Señor nos dé la gracia de un corazón abierto, de un corazón abierto a la voz del Espíritu, que sepa discernir lo que ya no debe cambiar, porque es un cimiento, de lo que debe cambiar para poder recibir la novedad del Espíritu Santo”.
El Santo Padre meditó sobre la Primera Lectura en la que Dios rechaza a Saúl que escucha al pueblo antes que al Señor. El pueblo, tras vencer en una batalla, quería hacer un sacrificio con el mejor ganado porque “siempre se ha hecho así”. Por ello el profeta Samuel reprocha a Saúl y lo cuestiona: “¿Acaso al Señor le agradan los holocaustos y los sacrificios sobre la obediencia a su voz?” Lo mismo –dice el Papa– nos enseña Jesús en el Evangelio”.
Los doctores de la ley le reprochan que los discípulos no ayunaban como siempre se había hecho y Jesús responde “con este principio de vida”: “nadie pone un remiendo de paño sin remojar en un manto viejo porque la pieza tira del manto, lo nuevo de lo viejo, y al final empeora. Nadie echa vino nuevo en odres viejos porque revientan los odres y se pierden el vino y los odres; ¡a vino nuevo, odres nuevos!”
“¿Qué significa esto? ¿Que la ley cambia? ¡No! Sino que la ley está al servicio del hombre, que está al servicio de Dios y por esto el hombre debe tener el corazón abierto. El ‘siempre ha sido hecho así’ es de un corazón cerrado y Jesús nos ha dicho: ‘Les enviaré al Espíritu Santo y Él los conducirá a la verdad plena’. Si tú tienes el corazón cerrado a las novedades del Espíritu ¡jamás llegarás a la verdad plena! y tu vida cristiana será una vida a medias, una vida parchada, remendada con cosas nuevas, pero sobre una estructura que no está abierta a la voz del Señor. Un corazón cerrado porque no eres capaz de cambiar los odres”.
El Papa subrayó que “este es el pecado del rey Saúl, por el que ha sido rechazado. Es el pecado de tantos cristianos que se aferran a lo que se ha hecho siempre y no permiten que se cambien los odres y terminan con una vida a medias, parchada, remendada, sin sentido”.
El pecado “es un corazón cerrado” que “no escucha la voz del Señor, que no está abierto a la novedad del Señor, al Espíritu que siempre nos sorprende”.
“Los cristianos obstinados con el ‘siempre se ha hecho así’, ‘este es el camino’, ‘esta es la senda’, pecan: pecan de adivinación. Es como si fueran a ver a una adivina: ‘Es más importante lo que se ha dicho y que no cambia; lo que siento yo –por mi parte y de mi corazón cerrado– que la Palabra del Señor’. También es un pecado de idolatría la obstinación: el cristiano que se obstina, ¡peca! Peca de idolatría. ‘¿Y cuál es el camino, Padre?’: abrir el corazón al Espíritu Santo, discernir cuál es la voluntad de Dios”.
El Papa explicó asimismo que “en tiempos de Jesús era habitual que los buenos israelíes ayunaran pero hay otra realidad: está el Espíritu Santo que nos conduce a la verdad plena y por esta razón Él tiene necesidad de corazones abiertos, de corazones que no estén obstinados en el pecado de idolatría de sí mismos en los que es más importante lo que yo pienso que aquella sorpresa del Espíritu Santo”.
Esta es la lectura del día en la que se basó la reflexión del Santo Padre:
I Samuel 15:16-23
16 Pero Samuel dijo a Saúl: «Basta ya y deja que te anuncie lo que Yahveh me ha revelado esta noche.» Él le dijo: «Habla.»
17 Entonces Samuel dijo: «Aunque tú eres pequeño a tus propios ojos ¿no eres el jefe de las tribus de Israel? Yahveh te ha ungido rey de Israel.
18 Yahveh te ha enviado por el camino y te ha dicho: "Vete, y consagra al anatema a estos pecadores, los amalecitas, hazles la guerra hasta el exterminio".
19 Por qué no has escuchado a Yahveh? ¿Por qué te has lanzado sobre el botín y has hecho lo que desagrada a Yahveh?»
20 Saúl respondió a Samuel: «¡Yo he obedecido a Yahveh! Anduve por el camino por el que me envió, he traído a Agag, rey de Amalec, y he entregado al anatema a los amalecitas.
21 Del botín, el pueblo ha tomado el ganado mayor y menor, lo mejor del anatema, para sacrificarlo a Yahveh tu Dios en Guilgal.»
22 Pero Samuel dijo: ¿Acaso se complace Yahveh en los holocaustos y sacrificios como en la obediencia a la palabra de Yahveh? Mejor es obedecer que sacrificar, mejor la docilidad que la grasa de los carneros.
23 Como pecado de hechicería es la rebeldía, crimen de terafim la contumacia. Porque has rechazado la palabra de Yahveh, él te rechaza para que no seas rey.
PAPA FRANCISCO: DIOS NO SE QUEDA JAMÁS EN LAS APARIENCIAS, LLEGA AL CORAZÓN DEL HOMBRE
Papa Francisco: Dios no se queda jamás en las apariencias, llega al corazón del hombre
Por Alvaro de Juana
(ACI).- En la Misa que se celebró hoy en la capilla de la Casa Santa Marta, el Papa Francisco explicó que Dios ve más allá de las apariencias y que “no existe santo sin pasado ni pecador sin futuro”.
El Papa comentó la primera lectura de la liturgia del día que narra la elección de David por parte del profeta Samuel. Una elección lejos de los criterios del hombre porque “el Señor ve el corazón”, dijo.
“He estado leyendo esta vida (la de David) de un niño, un niño no, era un joven, de un joven a un anciano, que ha hecho muchas cosas buenas y otras no tan buenas, y pienso que en el camino cristiano, en el camino que el Señor nos ha enviado a hacer, me viene pensar que no hay santo sin pasado, ni pecador sin futuro”.
El Pontífice explicó en la homilía que “muchas veces somos esclavos de las apariencias, esclavos de las cosas que ‘parecen’ y nos dejamos llevar por estas cosas: ‘Pero esto parece…’ Pero el Señor sabe la verdad”.
“Y así es esta historia (la de David). Pasan los siete hijos de Jesé y el Señor no elige a ninguno, los deja pasar. Samuel se encuentra un poco en dificultad y dice al padre: ‘¿Ni siquiera él, Señor, ha elegido?’. ‘¿Están aquí todos los jóvenes, los siete?’, indicó. ‘Pero, sí, hay uno más, el pequeño, que no cuenta, que ahora estás pastoreando el rebaño’. A los ojos de los hombres este jovencito no contaba”, expresó el Papa.
Entonces, el Señor lo elige y ordena a Samuel que lo unja. Así, el Espíritu del Señor “irrumpe en David”. Desde ese día en adelante, “toda la vida de David fue la vida de un hombre ungido por el Señor, elegido por el Señor”.
“Entonces, ¿el Señor lo hizo Santo?”, se preguntó Francisco. “El Rey David es el Santo Rey David, esto es verdad, pero Santo después de una larga vida”, con muchos pecados.
“Santo y pecador. Un hombre que ha sabido unir el Reino, ha sabido guiar al pueblo de Israel. Pero tenía sus tentaciones… tenía sus pecados: fue también un asesino”, recordó.
“¿Pero el Santo Rey David asesinó?”. “Cuando Dios envió al profeta Natán –continuó– para hacerle ver esta realidad, porque él no estaba de acuerdo en la barbarie que había ordenado, reconoció que ‘he pecado’ y pidió perdón”.
El Santo Padre continuó hablando de la historia y apuntó que David “sufrió en su propia carne la traición del hijo, pero nunca usó a Dios para vencer una causa propia”.
David también fue magnánimo porque pudo asesinar a Saúl, “pero no lo hizo”. “A mí –confió el Papa– me conmueve la vida de este hombre”.
“Todos nosotros hemos sido elegidos por el Señor a través del Bautismo, para estar en su Pueblo, para ser Santos: hemos sido consagrados por el Señor, en este camino de la santidad”, concluyó.
domingo, 17 de enero de 2016
PAPA FRANCISCO PIDE ORACIONES POR LAS VÍCTIMAS DE ATAQUES TERRORISTAS EN INDONESIA Y BURKINA FASO
El Papa pide oraciones por las víctimas de ataques terroristas en Indonesia y Burkina Faso
(ACI).- El Papa Francisco ha ofrecido hoy oraciones por las víctimas de los últimos ataques terroristas en Indonesia y Burkina Faso que han dejado un número importante de víctimas.
Al final del rezo del Ángelus, el Santo Padre dijo: “Que el Señor los reciba en su casa y sostenga el compromiso de la comunidad internacional por la construcción de la Paz. Recemos a la Virgen, Dios te salve María...”.
El atentado en Burkina Faso fue obra de la organización terrorista islamista Al Qaeda y ha del país, y otros emplazamientos más de las inmediaciones. Entre otros, el ataque ha costado la vida a al menos seis canadienses, dos franceses, dos suizos y un holandés. Hay víctimas mortales de 18 países.
Durante la madrugada del jueves 14, al menos seis personas perdieron la vida en diversas explosiones causadas por una bomba en el centro de Yakarta, la capital de Indonesia. Todo ocurrió en cercanías de un local de la cadena de cafeterías Starbucks.
PAPA FRANCISCO: LOS MILAGROS SON SIGNOS QUE REFUERZAN NUESTRA FE Y LLEVAN A LA SANTIDAD
Papa Francisco: Los milagros son signos que refuerzan nuestra fe y llevan a la santidad
Por Alvaro de Juana
(ACI).- A las 12 horas de Roma, el Papa Francisco se asomó como cada domingo a la ventana del estudio del Palacio Apostólico para el rezo del Ángelus, que dedicó a hablar del Evangelio de las Bodas de Caná de la liturgia de este día.
“Los milagros son signos extraordinarios que acompañan la predicación de la Buena Noticia y tienen el objetivo de suscitar y reforzar la fe en Jesús”.
En concreto, el de Caná “es un signo de la bendición de Dios para el matrimonio”. “El amor entre un hombre y una mujer es un buen camino para vivir el Evangelio, es decir, para encaminarse con alegría al camino de la santidad”.
El Papa destacó que este milagro no solo atañe a los matrimonios, porque “toda persona humana está llamada a encontrar al Señor como esposo de su vida”.
“La fe cristiana es un don que recibimos con el Bautismo y que nos permite encontrar a Dios”, indicó Francisco.
En definitiva, “el relato de las Bodas de Caná nos invita a redescubrir que Jesús no se presenta ante nosotros como un juez dispuesto a condenar nuestras culpas, ni como un comandante que nos impone seguir ciegamente sus órdenes”, al contrario: “se manifiesta como Esposo de la humanidad: como Aquél que responde a las esperas y a las promesas de alegría que habitan en el corazón de cada uno de nosotros”.
El Papa invitó a preguntarse si cada uno conoce al Señor “como Esposo de mi vida” y si “¿le estoy respondiendo con ese amor esponsal que me manifiesta cada día a mí y a todo ser humano?”.
“Se trata –añadió– de darse cuenta de que Jesús nos busca y nos invita a hacerle espacio en lo íntimo de nuestro corazón”.
Para recorrer este camino, Francisco señaló que “hemos recibido el don de la Sangre de Cristo”. Como en las Bodas de Caná, en las que transformó el agua en vino como “signo del paso de la antigua alianza a la nueva”.
Además, subrayó que los sacramentos “infunden en nosotros la fuerza sobrenatural y nos permiten saborear la misericordia infinita de Dios”.
Al concluir, el Pontífice pidió a la Virgen María “que nos ayude a descubrir con fe la belleza y la riqueza de la Eucaristía y de los otros sacramentos, que hacen presente el amor fiel de Dios por nosotros”.
“Así, podremos enamorarnos cada vez más del Señor Jesús, nuestro Esposo, e ir a su encuentro con las lámparas encendidas de nuestra fe alegre, convirtiéndonos así en sus testimonios en el mundo”, terminó.
EL PAPA REALIZA UNA VISITA HISTÓRICA A LA SINAGOGA DE ROMA: SOMOS HERMANOS EN LA FE
El Papa realiza una visita histórica a la Sinagoga de Roma: ¡Somos hermanos en la fe!
Por Alvaro de Juana
(ACI).- El Papa Francisco visitó esta tarde la Sinagoga de Roma, que es la más antigua de Europa. Es el tercer Pontífice que lo hace después de San Juan Pablo II (hace 30 años) y Benedicto XVI, en enero de 2010.
En su discurso, el Pontífice destacó las buenas relaciones de las dos confesiones en los últimos 50 años gracias al Concilio Vaticano II y pidió profundizar en “la comprensión recíproca, la confianza mutua y la amistad”.
El Papa también dirigió un recuerdo especial hacia los seis millones de judíos que murieron en el Holocausto y en particular a los que fueron llevados desde Roma a los campos de concentración.
Antes de hablar él, lo hicieron el Presidente de la Comunidad Judía romana, el Presidente de las Comunidades italianas y el Rabino Jefe de Roma, Riccardi Di Segni.
El Pontífice destacó que esta era su primera visita a la Sinagoga como Obispo de Roma y deseaba extender a todas las comunidades judías “el saludo fraterno de paz de esta Iglesia y de toda la Iglesia católica”.
“Nuestras relaciones las tengo muy presentes en el corazón”, comenzó a decir para recordar a continuación cómo en Buenos Aires siendo Arzobispo de la ciudad se encontró en distintas ocasiones con los judíos.
“Con el paso de los años, se ha creado una unión espiritual, que ha favorecido el nacimiento de auténticas relaciones de amistad y también ha inspirado un compromiso común”.
“En el diálogo interreligioso es fundamental que nos encontremos como hermanos y hermanas ante nuestro Creador y a Él le demos alabanza, que nos respetemos y apreciemos a la vez y busquemos colaborar juntos”, dijo en el discurso.
El Santo Padre subrayó que “en el diálogo judío-cristiano existe una unión única y peculiar, en virtud de las raíces judías del cristianismo: judíos y cristianos deben sentirse entonces hermanos, unidos por el mismo Dios y por un rico patrimonio espiritual común sobre el que basarse y construir el futuro”.
Francisco recordó las visitas de sus predecesores hacer algunos años y cómo Juan Pablo II acuño la expresión “hermanos mayores” para referirse a los judíos. “En efecto, ustedes son nuestros hermanos y nuestras hermanas mayores en la fe. “Todos los que pertenecemos a una única familia, la familia de Dios, el cual nos acompaña y nos protege como su pueblo”.
“Juntos, como judíos y católicos estamos llamados a asumir nuestra responsabilidad para esta ciudad, aportando nuestra contribución, ante todo espiritual, y favoreciendo la resolución de diversos problemas actuales”, dijo en el Templo Mayor de la Sinagoga.
A continuación, indicó que “deseo que crezcan cada vez más la cercanía, el recíproco conocimiento y la estima entre nuestras dos comunidades de fe”.
Gracias al Concilio
Buena parte de su intervención la dedicó también a la Declaración Nostra aetate, promulgada por Pablo VI y que acaba de cumplir 50 años y regulaba las relaciones con las distintas confesiones, sobre todo con el judaísmo.
“El Concilio, con la Declaración, trazó el camino: ‘sí’ al redescubrimiento de las raíces judías del cristianismo; ‘no’ a toda forma de antisemitismo, y condena cada injuria, discriminación y persecución que se derivan”, dijo recordando unas palabras que dijo en otra ocasión.
El Santo Padre hizo también referencia al documento aprobado el pasado 10 de diciembre por la Comisión para la Relación con los judíos que “afronta las cuestiones teológicas surgidas en los últimos decenios transcurridos desde la promulgación de Nostra aetate”.
viernes, 15 de enero de 2016
PAPA FRANCISCO PIDE INTERROGARSE SOBRE LA FE: ME CAMBIA LA VIDA Y HACE QUE ALABE AL SEÑOR?
El Papa pide interrogarse sobre la fe: ¿Me cambia la vida y hace que alabe al Señor?
Por Alvaro de Juana
(ACI).- El Papa Francisco dedicó la homilía en la Misa de la Casa Santa Marta a la fe y la relación que uno tiene con Jesucristo e invitó a preguntarse ‘¿cómo es mi fe en Jesucristo?’.
“¿Creo que Jesucristo es Dios, es el Hijo de Dios?”, señaló. “¿Y esta fe me cambia la vida?”, continuó. “¿Hace que en mi corazón se inaugure este año de gracia, este año de perdón, este año de acercamiento al Señor?”.
“La fe es un don”, manifestó el Papa. “Ninguno ‘merece’ la fe. Ninguno la puede comprar. Es un don. ‘Mi’ fe en Jesucristo, ¿me lleva a la humillación? No digo a la humildad: a la humillación, al arrepentimiento, a la oración que pide: ‘Perdóname, Señor. Tú eres Dios. Tú ‘puedes’ perdonar mis pecados”.
“La alabanza. La prueba de que yo creo que Jesucristo es Dios en mi vida, que ha sido enviado a mí para ‘perdonarme’, es la alabanza: si yo tengo capacidad de adorar a Dios. Alabar al Señor. Es gratuito, esto. La alabanza es gratuita. Es un sentimiento que da el Espíritu Santo y te lleva a decir: ‘Tú eres el único Dios’. Que el Señor te haga crecer en esta fe en Jesucristo, que nos perdona, nos ofrece el año de gracia y que esta fe nos lleve a la alabanza”.
Francisco pidió entender que “Jesús viene a salvarnos de las enfermedades”, pero sobre todo “a salvarnos de nuestros pecados, salvarnos y llevarnos al Padre”.
“Fue enviado para esto, para dar la vida por nuestra salvación. Y esto es el punto más difícil de entender”. Sucede cuando Jesús se muestra con un poder más grande que el del hombre “para dar ese perdón, para dar la vida, para recrear la humanidad, también sus discípulos dudan”.
Sobre el Evangelio de Marcos que pertenece a la liturgia del día, el Pontífice comentó cómo la gente hacía lo que fuera para acercarse a Jesús en el pasaje de la curación del paralítico en Cafarnaúm. Era tan numerosa la gente que tuvieron que abrir el techo del lugar en el que predicaba Jesús y descolgar al paralítico para que Jesús le curase.
“Tenían fe, la misma fe que la señora que también, en medio de la muchedumbre cuando Jesús iba a casa de Jairo, se organizó para tocar el borde del vestido de Jesús, el manto de Jesús, para ser curada”.
Es “la fe fuerte, valiente, que lleva adelante el corazón abierto a la fe”, sostuvo.
Francisco aseguró que Jesús “da un paso adelante” porque además de curar perdona los pecados. “Estaban allí los que tenían el corazón cerrado, pero aceptaba -hasta cierto punto- que Jesús fuese un curador”. Pero “¡perdonar los pecados es fuerte!”, aseguró reflexionando sobre los comentarios que hizo entonces la gente. “Sólo Dios puede perdonar los pecados y Jesús sabía lo que pensaban ellos y dice: ‘¿Yo soy Dios?’ No, no lo dice. ‘Porque piensan estas cosas? Por qué saben ustedes que el Hijo del Hombre tiene el poder de perdonar los pecados”.
El Papa apuntó que Jesús “comienza a hablar en el lenguaje en el que a un cierto punto desalentará a la gente, a algunos discípulos que lo seguían… Este lenguaje es duro, cuando habla de comer su Cuerpo como camino de salvación”.
El Pontífice pidió al final que el Señor “nos haga crecer en la fe”. La gente “buscaba a Jesús para escucharlo” porque hablaba “con autoridad, no como hablan los escribas”. También porque hacía “milagros”. Pero al final “esta gente, después de haber visto esto, se fue y todos se maravillaron y alababan a Dios”.
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