sábado, 9 de enero de 2016

MÁS DE UN MILLÓN DE FIELES HA PARTICIPADO YA DEL JUBILEO EN ROMA DURANTE EL PRIMER MES


Más de un millón de fieles ha participado ya del Jubileo en Roma durante el primer mes
Por Alvaro de Juana


 (ACI).- El Jubileo de la Misericordia ha recibido en Roma en su primer mes a más de un millón de fieles. Así lo anunció el responsables de su organización y presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, el Arzobispo Rino Fisichella.

En un artículo publicado por el diario oficial del Vaticano, L’Osservatore Romano, el prelado destaca que en el primer mes del Año Santo se ha registrado la participación de 1.025.000 personas.

El Jubileo dio inicio el pasado 8 de diciembre, Solemnidad de la Inmaculada Concepción, cuando el Papa Francisco abrió la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro en el Vaticano. Hasta el 20 de noviembre de este año, fiesta de Cristo Rey del Universo, se celebrarán multitud de celebraciones y eventos no solo en Roma, sino en todas las diócesis del mundo puesto que el Santo Padre ha dispuesto que se pueda participar desde ellas en el Jubileo.

Fisichela señala que “los números no son importantes en una dimensión espiritual”. “Sin embargo, muestran una intenta participación y una exigencia sentida”, indica.



Además, recuerda en el diario que “el Papa Francisco desea que el Jubileo sea primero un evento eclesial, vivido en cada Iglesia local, para redescubrir la fuerza de la misericordia en la vida cotidiana de los creyentes”.

Se trata, en definitiva, de “un compromiso concreto de ser cada uno instrumento visible de misericordia hacia todos”.

En el artículo, Fisichella asegura que desde todo el mundo llegan “testimonios que conmueven por la gran participación del pueblo con ocasión de la apertura de la puerta santa en las diócesis”.

“Las catedrales y los santuarios no bastan para contener el flujo de fieles que han llenado las plazas a la espera de realizar el gesto simbólico de pasar por la puerta santa”.

“La gran presencia del pueblo espera que el mensaje del encuentro con Cristo y la posibilidad de experimentar la ternura y el perdón de Dios son percibidos como una exigencia personal para dar sentidos a los eventos dramáticos de la historia de estos años”, asegura Fisichella.

El responsable del Jubileo también agradece a las fuerzas del orden y la seguridad su importante trabajo para que los fieles puedan peregrinar sin problemas.

LA MISIÓN DEL PAPA FRANCISCO EN LA IGLESIA CATÓLICA


La misión del Papa
El Papa ejerce su gobierno supremo de distintas maneras, según las circunstancias y los tiempos
Por: Pedro María Reyes Vizcaíno 




Funciones del Papa

La misión del Papa es la confiada a Pedro, según los Evangelios: Jesucristo le dio las “llaves del Reino de los Cielos”, con el poder de “atar y desatar” (cfr. Mt 16, 19), para “confirmar a los hermanos en la fe” (cfr. Lc 22, 32) y “apacentar su rebaño” (cfr. Jn 21, 15-17). O sea, es un servicio a la unidad de la Iglesia en la fe y en la comunión. Se resume en dos aspectos: enseñanza y gobierno.

Al obispo de Roma, corresponde la tarea de enseñar la verdad revelada y mostrarla a los hombres. Es una misión eminentemente positiva, no se limita a condenar los errores doctrinales. El Papa realiza esta misión de enseñanza de tres modos principales, explicaba Juan Pablo II: “Ante todo, con la palabra”; en segundo lugar, mediante escritos, propios o publicados con su autorización por la Curia Romana; tercero, mediante iniciativas institucionales para impulsar el estudio y la difusión de la fe, como se suele hacer a través de distintos consejos pontificios (Catequesis de Juan Pablo II).

Esta autoridad doctrinal suprema reside a la vez en el colegio episcopal junto con su cabeza, el Papa. Así se manifiesta, de modo singular, en los concilios ecuménicos.


Infalibilidad pontificia

Según el dogma expuesto por el Concilio Vaticano I, el Papa goza de infalibilidad “cuando, cumpliendo su oficio de pastor y doctor de todos los cristianos, define en virtud de su suprema autoridad apostólica que una doctrina sobre la fe o las costumbres debe ser sostenida por la Iglesia universal”. Cuando el Papa pronuncia una definición infalible, se dice que habla ex cathedra. La misma infalibilidad tienen las doctrinas expuestas con igual tenor por el colegio episcopal junto con el Papa (cfr. Código de Derecho Canónico, canon 749). Esta autoridad magisterial es la de declarar lo contenido en la Revelación, como precisa el mismo Concilio: “El Espíritu Santo no fue prometido a los sucesores de Pedro para que por revelación suya manifestaran una nueva doctrina, sino para que, con su asistencia, santamente custodiaran y expusieran fielmente la revelación transmitida por los apóstoles”.

La infalibilidad propia de unas pocas definiciones -las dogmáticas- no significa que las enseñanzas del Papa y del colegio episcopal sean “falibles” en los demás casos. Junto a la infalibilidad, existe el carisma de asistencia del Espíritu Santo, concedido a Pedro y a sus sucesores para que iluminen bien al pueblo cristiano. Este carisma no se limita a los casos excepcionales, sino que abarca en medida diferente todo el ejercicio del magisterio. Es lo que se conoce como magisterio ordinario del Papa. Por lo tanto, el Papa es maestro de la verdad también con su magisterio ordinario.


Facultades de gobierno del Papa

El gobierno que ejerce el Papa está al servicio de su ministerio de unidad y de supremo pastor en la Iglesia. Así, el Papa tiene la facultad de realizar los actos de gobierno eclesiástico necesarios o convenientes para el bien de la Iglesia. Entre estas funciones están, por ejemplo, dar el mandato para ordenar obispos, establecer diócesis u otras estructuras pastorales para la atención de los fieles, promulgar leyes para toda la Iglesia, aprobar institutos religiosos supradiocesanos, etc.

El Papa ejerce su gobierno supremo de distintas maneras, según las circunstancias y los tiempos. Por ejemplo, en la Iglesia latina nombra directamente a los obispos, mientras que en las Iglesias orientales, por lo general, confirma la elección del obispo realizada por el sínodo local. La designación directa por el Papa se implantó en Occidente para evitar las frecuentes injerencias del poder civil. En todo caso, son el bien, la utilidad o la necesidad de la Iglesia universal las que determinan en cada momento histórico la oportunidad de los modos de ejercer la autoridad, según la prudencia pastoral.

El primado del Papa tiene, por lo tanto, un contenido inmutable, que corresponde a su misión, y unos aspectos variables. De hecho, la naturaleza inmutable del primado del sucesor de Pedro se ha expresado históricamente a través de modalidades de ejercicio adecuadas a las circunstancias de la Iglesia en cada época.


El primado del Papa y la unidad de los cristianos

El primado del Papa no fue obstáculo para la unidad de los cristianos durante el primer milenio. La primacía del obispo de Roma fue reconocida por todos desde el principio; los primeros testimonios documentales se remontan al siglo I, cuando la Iglesia de Corinto recurrió al Papa san Clemente para que dirimiera sus disputas internas. Las aclamaciones a la carta dogmática enviada por el Papa León I Magno al Concilio de Calcedonia (451) -‘¡Pedro ha hablado por boca de León!’- atestiguan hasta qué punto el primado pontificio era garantía para todos los cristianos, occidentales y orientales, de la unidad en la fe.

Fueron hechos posteriores los que motivaron la ruptura de la unidad, primero en Oriente, con el cisma de 1054, y luego en Occidente, con la Reforma protestante. Por eso Juan Pablo II alentó a todos los cristianos a poner la mirada en el primer milenio, a fin de hallar vías para superar las divisiones.

El Papa puede siempre intervenir para mantener la unidad de la fe y la comunión eclesial. Pero las formas concretas de ejercer su autoridad pueden variar en cada momento histórico según lo exija el bien de la Iglesia. Para disipar las reservas de los no católicos hacia el primado papal, Juan Pablo II se refirió, en la encíclica Ut unum sint (1995), sobre el ecumenismo, a la necesidad de “encontrar una forma de ejercicio del primado que, sin renunciar de ningún modo a lo esencial de su misión, se abra a una situación nueva” (n. 95).

Y tomó la decisión inaudita de pedir sugerencias incluso a las comunidades cristianas no católicas, al invitar “a todos los pastores y teólogos de nuestras Iglesias para que busquemos, por supuesto juntos, las formas con las que este ministerio pueda realizar un servicio de fe y de amor reconocido por unos y otros” (ibid.). Esta llamada ha obtenido eco, y el diálogo ha comenzado ya, con distintas iniciativas en los últimos años.

viernes, 8 de enero de 2016

CALENDARIOS RELIGIOSOS DE LA VIRGEN MARÍA, AÑO 2016




¿QUÉ HA DICHO HOY EL PAPA FRANCISCO SOBRE EL ANTICRISTO?


¿Qué ha dicho hoy el Papa Francisco sobre el anticristo?



 (ACI).- Al retomar hoy la Misa habitual que celebra en la capilla de la Casa Santa Marta donde reside, el Papa Francisco reflexionó sobre la necesidad que tiene cada persona de reconocer si su vida gira en torno al espíritu de Dios o del “otro, del anticristo”.

En su homilía el Papa desatacó que “permanecer en Dios es un poco el alcance y el estilo de la vida cristiana” porque un cristiano “es el que permanece en Dios”, el que “tiene en sí al Espíritu Santo y se deja guiar por Él”.

Al mismo tiempo, el Apóstol Juan afirma que es necesario poner “a prueba a los espíritus, para comprender si provienen, verdaderamente, de Dios. Y esta es la regla cotidiana de vida que nos enseña Juan”.

“¿Pero qué quiere decir poner a prueba a los espíritus?”. No se trata de “fantasmas”. Sino de “probar”, ver “qué sucede en mi corazón”, cuál es la raíz “de lo que estoy sintiendo ahora, y de dónde viene”. Esto es poner a prueba para saber si lo que “siento viene de Dios” o de otro, “del anticristo”.

Según señala Radio Vaticano, el Papa dijo que la mundanidad es “el espíritu que nos aleja del Espíritu de Dios que es quien nos hace permanecer en el Señor”. Por tanto ¿cuál es el criterio para “hacer un discernimiento correcto acerca de lo que sucede en mi alma?”. San Juan da uno solo: “todo espíritu que reconoce a Jesucristo que vino en la carne, es de Dios, y todo espíritu que no reconoce a Jesús, no es de Dios”.

“El criterio es la Encarnación. Yo puedo sentir tantas cosas dentro, incluso cosas buenas, ideas buenas. Pero si estas ideas buenas, estos sentimientos, no me conducen a Dios que se ha hecho carne, no me conducen al prójimo, al hermano, no son de Dios. Por esta razón, Juan comienza este pasaje de su Carta diciendo: ‘Este es el mandamiento de Dios: que creamos en el nombre de su Hijo, Jesucristo, y que nos amemos recíprocamente’”.



Francisco afirmó que podemos hacer “tantos planes pastorales” e imaginar nuevos “métodos para acercarnos a la gente”, pero “si no seguimos el camino de Dios que vino en la carne, del Hijo de Dios que se ha hecho hombre para caminar con nosotros, no estamos en el camino del buen espíritu: es el anticristo, es la mundanidad, es el espíritu del mundo”.

“¡Cuánta gente encontramos en la vida que parece espiritual!: ‘Pero, ¡qué persona espiritual, ésta!’; pero no hables de hacer obras de misericordia. ¿Por qué? Porque las obras de misericordia son precisamente lo concreto de nuestra confesión, que el Hijo de Dios se ha hecho carne: visitar a los enfermos, dar de comer a quien no tiene comida, cuidar a los descartados… Obras de misericordia: ¿por qué? Porque cada hermano nuestro, que debemos amar, es carne de Cristo. Dios se ha hecho carne para identificarse con nosotros. Y con el que sufre, es Cristo quien lo sufre”.

El Papa alentó luego a “no dar fe a todo espíritu y estar atentos poner a prueba a los espíritus para saber si provienen verdaderamente de Dios”.

“El servicio al prójimo, al hermano, a la hermana que tiene necesidad”, que “tiene necesidad incluso de un consejo, que tiene necesidad de ser escuchado”, “estos son los signos de que vamos por el camino del buen espíritu, es decir, el camino del Verbo de Dios que se ha hecho carne”.

Para concluir, el Pontífice exhortó a pedir “al Señor hoy la gracia de conocer bien qué cosa sucede en nuestro corazón, qué cosa nos gusta hacer, es decir, lo que a mí me toca más: si el espíritu de Dios, que me lleva al servicio de los demás, o el espíritu del mundo que gira en torno a mí mismo, a mis cerrazones, a mis egoísmos, a tantas otras cosas… Pidamos la gracia de conocer qué cosa sucede en nuestro corazón”.

La Primera Lectura de hoy

I Juan 4:19--5:4
19 quien teme no ha llegado a la plenitud en el amor. Nosotros amemos, porque él nos amó primero.

20 Si alguno dice: «Amo a Dios», y aborrece a su hermano, es un mentiroso; pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve.

21 Y hemos recibido de él este mandamiento: quien ama a Dios, ame también a su hermano.

1 Todo el que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de Dios; y todo el que ama a aquel que da el ser ama también al que ha nacido de él.

2 En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios: si amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos.

3 Pues en esto consiste el amor a Dios: en que guardemos sus mandamientos. Y sus mandamientos no son pesados,

4 pues todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo. Y lo que ha conseguido la victoria sobre el mundo es nuestra fe.

EL PAPA FRANCISCO HABLA DEL GRAN AMOR DE DIOS QUE ABRAZA A CADA UNO A PESAR DE SUS PECADOS


El Papa Francisco habla del gran amor de Dios que abraza a cada uno a pesar de sus pecados
Por Alvaro de Juana


 (ACI).- El amor de Dios es infinito y no tiene límites. Así de concreto fue hoy el Papa Francisco en la homilía de la Misa que celebró en la Casa Santa Marta a primera hora de la mañana, donde explicó que Dios espera a cada persona para abrazarla tal cual es, por muy pecadora que sea.

“¿Para qué nos espera?”, se preguntó. “Para abrazarnos, nada más. Para decir: ‘Hijo, hija, te amo. He dejado que crucificaran a mi Hijo por ti; este es el precio de mi amor’. Este es el regalo de amor”, reflexionó el Papa.

Francisco comentó la primera lectura de la liturgia del día, del apóstol San Juan, que habla sobre los dos mandamientos principales de la vida: el amor de Dios y el amor al prójimo y señaló que la certeza de que “el Señor me espera, el Señor quiere que abra la puerta de mi corazón” hay que tenerla “siempre”, y si alguno tuviera el escrúpulo de no sentirse digno del amor de Dios, “es mejor, porque Él te espera, así como tú eres, no como te dicen que deber ser”.

“Vayan al Señor y digan: ‘Pero tú sabes Señor que te amo’. O si no siento decirlo así: ‘Tú sabes Señor que quisiera amarte, pero soy muy pecador, muy pecadora’. Y Él hará lo mismo que ha hecho con el hijo pródigo que ha gastado todo el dinero en los vicios: no te dejará terminar tu discurso, con un abrazo te hará callar. El abrazo del amor de Dios”.

El Santo Padre meditó sobre el significado de la palabra “amor”, “que se usa muchas veces y no se sabe, cuando se utiliza, qué significa exactamente”.



“¿Qué es el amor? A veces pensamos en el amor de las telenovelas, no, ese no parece amor. O el amor puede parecer entusiasmo por una persona y después… se apaga”.

“¿De dónde viene el verdadero amor? Todo el que ama ha sido generado por Dios, porque Dios es amor”, explicó.

Francisco apuntó que Dios ama “primero”, como se observa en el Evangelio del día que narra la multiplicación de los panes y los peces. Ahí –dijo el Papa– Jesús tiene “compasión” de la gente, algo distinto a “tener pena”. “El amor que Jesús tiene para las personas que le rodean lo lleva a “sufrir con ellos, a participar en la vida de la gente”.

“Cuando tenemos algo en el corazón y queremos pedir perdón al Señor, es Él el que espera para darnos el perdón”, añadió.

Francisco aprovechó también para recordar que se está celebrando el Jubileo de la Misericordia y su significado es precisamente este: “nosotros sabemos que el Señor nos está esperando, a cada uno de nosotros”. 

Primera Lectura del día:
Epístola I de San Juan 4,7-10

Queridos míos, amémonos los unos a los otros, porque el amor procede de Dios, y el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. 
El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. 
Así Dios nos manifestó su amor: envió a su Hijo único al mundo, para que tuviéramos Vida por medio de él. 
Y este amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó primero, y envió a su Hijo como víctima propiciatoria por nuestros pecados. 

Evangelio del día:
San Marcos 6,34-44

Al desembarcar, Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato. 
Como se había hecho tarde, sus discípulos se acercaron y le dijeron: “Este es un lugar desierto, y ya es muy tarde. 
Despide a la gente, para que vaya a las poblaciones cercanas a comprar algo para comer”. 
El respondió: “Denles de comer ustedes mismos”. Ellos le dijeron: “Habría que comprar pan por valor de doscientos denarios para dar de comer a todos”. 
Jesús preguntó: “¿Cuántos panes tienen ustedes? Vayan a ver”. Después de averiguarlo, dijeron: “Cinco panes y dos pescados”. 
Él les ordenó que hicieran sentar a todos en grupos, sobre la hierba verde, 
y la gente se sentó en grupos de cien y de cincuenta. 
Entonces él tomó los cinco panes y los dos pescados, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y los fue entregando a sus discípulos para que los distribuyeran. También repartió los dos pescados entre la gente. 
Todos comieron hasta saciarse, 
y se recogieron doce canastas llenas de sobras de pan y de restos de pescado. 
Los que comieron eran cinco mil hombres. 

jueves, 7 de enero de 2016

EL VIDEO DEL PAPA FRANCISCO - DIÁLOGO INTERRELIGIOSO

VIDEO: Por primera vez el Papa explica al mundo sus intenciones de oración
Por Alvaro de Juana

 (ACI).- El Vaticano ha lanzado este miércoles 6 de enero, día de la Epifanía del Señor, el proyecto “el video del Papa”, en el cual el Santo Padre explica sus intenciones de oración universal y para la evangelización, propuestas por el apostolado de la oración. Esto se repetirá mensualmente.

En un mensaje grabado íntegramente en español, el Santo Padre ha comentado la intención para la oración de este mes de enero: “Que el diálogo sincero entre hombres y mujeres de diversas religiones, conlleve frutos de paz y justicia”. 

En el vídeo, el Pontífice afirma que “la mayor parte de los habitantes del planeta se declaran creyentes, esto debería provocar un diálogo entre las religiones. No debemos dejar de orar por él y colaborar con quienes piensan distinto”.

A continuación una representante del budismo, otro del judaísmo, un sacerdote católico y un dirigente islámico dicen creer en Dios. Luego, el Papa retoma la palabra y dice:

“Muchos piensan distinto, sienten distinto, buscan a Dios o encuentran a Dios de diversa manera. En esta multitud, en este abanico de religiones hay una sola certeza que tenemos para todos: todos somos hijos de Dios”.

De nuevo, los distintos representantes de las confesiones aparecen y dicen: “Creo en el amor”.

El Papa retoma la palabra: “Confío en vos para difundir mi petición de este mes: ‘Que el diálogo sincero entre hombres y mujeres de diversas religiones, conlleve frutos de paz y justicia’. Confío en tu oración”.

Según informó hace unos días el director internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, P. Frederic Fornos, cada vídeo será lanzado “en inglés, español, portugués, francés, italiano, alemán y hasta en árabe y chino”, y “poco a poco en otros idiomas como holandés y hebreo para dar a conocer estos desafíos y poder rezar juntos.

La Santa Sede publica las intenciones del Pontífice para cada mes del año y que hacen referencia a los desafíos actuales por los que pasa la humanidad.