Los jóvenes están llamados a criticar los actos contrarios a la humanidad, dice el Papa
Por Miguel Pérez Pichel
Foto: L'Osservatore Romano.
VATICANO, 26 Nov. 16 / 09:31 am (ACI).- “Mediante su servicio, están llamados a cumplir una función crítica con respecto a las actuaciones contrarias a lo humano”, dijo el Papa Francisco a los jóvenes voluntarios del Servicio Civil Nacional italiano, a los que recibió en audiencia en el Vaticano.
Los jóvenes, dijo el Santo Padre, cumplen “una función profética que muestra cuán necesario es pensar y actuar de otra manera”.
El Papa destacó diversas áreas de intervención de los proyectos del Servicio Civil que, según indicó, merecen especial atención. En primer lugar, la protección del medio ambiente “teniendo presente el criterio de una ecología humana que permita reconocer la estrecha relación entre el cuidado del medio amiente y el hombre”.
Porque son las personas las que sufren “las graves consecuencias de la degradación medioambiental”, dijo, “en especial de los pobres”.
“Otra área de acción en la que tienen que estar especialmente presentes –continuó el Pontífice–, es la ayuda a los refugiados y migrantes, que deben ser rescatados y ayudados a integrarse en el tejido social”.
En este sentido, destacó y elogió el compromiso de Italia. “Italia está loablemente comprometida en esta tarea. ¡Es un ejemplo!”, señaló.
El Papa destacó también otros proyectos educativos y asistenciales del Servicio Civil Italiano. “En especial el acompañamiento a niños, jóvenes, personas con discapacidad, marginados, necesitados”.
Por otro lado, volvió a tener palabras de consuelo a las víctimas de los terremotos que asolaron el centro de Italia en los meses precedentes. “En estos meses se requiere un especial esfuerzo por las personas afectadas por el terremoto, a las que renuevo mi cercanía y aliento”, dijo.
Francisco aseguró a los jóvenes voluntarios que “son una fuerza preciosa, una fuerza dinámica del país. Su aporte es indispensable para realizar el bien a la sociedad, especialmente a los más débiles”.
El Papa recordó que “el proyecto de una sociedad sólida es el objetivo de toda comunidad civilizada que quiere ser igualitaria y fraterna”.
“Esa sociedad –advirtió– es traicionada cada vez que asistimos pasivamente al aumento de la desigualdad entre diferentes sectores sociales, o entre naciones del mundo; cuando se reduce la asistencia a los más vulnerables sin que se les garantice otra forma de protección; cuando se acepta el peligroso rearme e invertimos preciosos recursos en la adquisición de armamento, una verdadera plaga en la actualidad; o cuando a los pobres se les relega en su miseria en vez de extenderles la mano”.
Francisco señaló que “todas esas actitudes son una afrenta a nuestra sociedad y a su cultura, introduciendo en ella criterios y prácticas marcadas por la indiferencia y la opresión, que empeoran la vida no solo de los que sufren la indiferencia o la discriminación, sino también de los que son responsables de esa indiferencia y discriminación”.
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