domingo, 4 de junio de 2017

HOMILÍA DEL PAPA FRANCISCO EN LA MISA DE LA SOLEMNIDAD DE PENTECOSTÉS


TEXTO: Homilía del Papa Francisco en la Misa de la Solemnidad de Pentecostés
 Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa
VATICANO, 04 Jun. 17 / 04:17 am (ACI).- El Papa Francisco celebró la Solemnidad de Pentecostés con la Santa Misa que presidió en la Plaza de San Pedro junto a miles de peregrinos provenientes de todo el mundo.

En su homilía, el Pontífice advirtió contra la tentación de la “diversidad sin la unidad” y de la “unidad sin diversidad” y aseguró que el Espíritu Santo ayuda a perdonar.

“Este es el comienzo de la Iglesia, este es el aglutinante que nos mantiene unidos, el cemento que une los ladrillos de la casa: el perdón”.

“Porque el perdón es el don por excelencia, es el amor más grande, el que mantiene unidos a pesar de todo, que evita el colapso, que refuerza y fortalece. El perdón libera el corazón y le permite recomenzar: el perdón da esperanza, sin perdón no se construye la Iglesia”, afirmó.

A continuación, el texto completo de la homilía del Papa:

Hoy concluye el tiempo de Pascua, cincuenta días que, desde la Resurrección de Jesús hasta Pentecostés, están marcados de una manera especial por la presencia del Espíritu Santo. Él es, en efecto, el Don pascual por excelencia. Es el Espíritu creador, que crea siempre cosas nuevas. En las lecturas de hoy se nos muestran dos novedades: en la primera lectura, el Espíritu hace que los discípulos sean un pueblo nuevo; en el Evangelio, crea en los discípulos un corazón nuevo.

Un pueblo nuevo. En el día de Pentecostés el Espíritu bajó del cielo en forma de «lenguas, como llamaradas, que se dividían, posándose encima de cada uno de ellos. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en otras lenguas» (Hch 2, 3-4). La Palabra de Dios describe así la acción del Espíritu, que primero se posa sobre cada uno y luego pone a todos en comunicación. A cada uno da un don y a todos reúne en unidad. En otras palabras, el mismo Espíritu crea la diversidad y la unidad y de esta manera plasma un pueblo nuevo, variado y unido: la Iglesia universal. En primer lugar, con imaginación e imprevisibilidad, crea la diversidad; en todas las épocas en efecto hace que florezcan carismas nuevos y variados. A continuación, el mismo Espíritu realiza la unidad: junta, reúne, recompone la armonía: «Reduce por sí mismo a la unidad a quienes son distintos entre sí» (Cirilo de Alejandría, Comentario al Evangelio de Juan, XI, 11). De tal manera que se dé la unidad verdadera, aquella según Dios, que no es uniformidad, sino unidad en la diferencia.

Para que se realice esto es bueno que nos ayudemos a evitar dos tentaciones frecuentes. La primera es buscar la diversidad sin unidad. Esto ocurre cuando buscamos destacarnos, cuando formamos bandos y partidos, cuando nos endurecemos en nuestros planteamientos excluyentes, cuando nos encerramos en nuestros particularismos, quizás considerándonos mejores o aquellos que siempre tienen razón. Entonces se escoge la parte, no el todo, el pertenecer a esto o a aquello antes que a la Iglesia; nos convertimos en unos «seguidores» partidistas en lugar de hermanos y hermanas en el mismo Espíritu; cristianos de «derechas o de izquierdas» antes que de Jesús; guardianes inflexibles del pasado o vanguardistas del futuro antes que hijos humildes y agradecidos de la Iglesia. Así se produce una diversidad sin unidad. En cambio, la tentación contraria es la de buscar la unidad sin diversidad. Sin embargo, de esta manera la unidad se convierte en uniformidad, en la obligación de hacer todo juntos y todo igual, pensando todos de la misma manera. Así la unidad acaba siendo una homologación donde ya no hay libertad. Pero dice san Pablo, «donde está el Espíritu del Señor, hay libertad» (2 Co 3,17).

Nuestra oración al Espíritu Santo consiste entonces en pedir la gracia de aceptar su unidad, una mirada que abraza y ama, más allá de las preferencias personales, a su Iglesia, nuestra Iglesia; de trabajar por la unidad entre todos, de desterrar las murmuraciones que siembran cizaña y las envidias que envenenan, porque ser hombres y mujeres de la Iglesia significa ser hombres y mujeres de comunión; significa también pedir un corazón que sienta la Iglesia, madre nuestra y casa nuestra: la casa acogedora y abierta, en la que se comparte la alegría multiforme del Espíritu Santo.

Y llegamos entonces a la segunda novedad: un corazón nuevo. Jesús Resucitado, en la primera vez que se aparece a los suyos, dice: «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados» (Jn 20, 22-23). Jesús no los condena, a pesar de que lo habían abandonado y negado durante la Pasión, sino que les da el Espíritu de perdón. El Espíritu es el primer don del Resucitado y se da en primer lugar para perdonar los pecados. Este es el comienzo de la Iglesia, este es el aglutinante que nos mantiene unidos, el cemento que une los ladrillos de la casa: el perdón. Porque el perdón es el don por excelencia, es el amor más grande, el que mantiene unidos a pesar de todo, que evita el colapso, que refuerza y fortalece. El perdón libera el corazón y le permite recomenzar: el perdón da esperanza, sin perdón no se construye la Iglesia.

El Espíritu de perdón, que conduce todo a la armonía, nos empuja a rechazar otras vías: esas precipitadas de quien juzga, las que no tienen salida propia del que cierra todas las puertas, las de sentido único de quien critica a los demás. El Espíritu en cambio nos insta a recorrer la vía de doble sentido del perdón ofrecido y recibido, de la misericordia divina que se hace amor al prójimo, de la caridad que «ha de ser en todo momento lo que nos induzca a obrar o a dejar de obrar, a cambiar las cosas o a dejarlas como están» (Isaac de Stella, Sermón 31). Pidamos la gracia de que, renovándonos con el perdón y corrigiéndonos, hagamos que el rostro de nuestra Madre la Iglesia sea cada vez más hermoso: sólo entonces podremos corregir a los demás en la caridad.

Pidámoslo al Espíritu Santo, fuego de amor que arde en la Iglesia y en nosotros, aunque a menudo lo cubrimos con las cenizas de nuestros pecados: «Ven Espíritu de Dios, Señor que estás en mi corazón y en el corazón de la Iglesia, tú que conduces a la Iglesia, moldeándola en la diversidad. Para vivir, te necesitamos como el agua: desciende una vez más sobre nosotros y enséñanos la unidad, renueva nuestros corazones y enséñanos a amar como tú nos amas, a perdonar como tú nos perdonas. Amén». 

PAPA FRANCISCO ANUNCIA UN MES DE ORACIÓN POR LA EVANGELIZACIÓN


Papa Francisco anuncia un mes de oración por la evangelización
Por Álvaro de Juana
 Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa





VATICANO, 03 Jun. 17 / 04:53 am (ACI).- En una audiencia a los participantes de la Asamblea de las Obras Misionales Pontificias, el Papa Francisco anunció que el mes de octubre de 2019 la Iglesia lo dedicará a la ‘missio ad gentes’, es decir, a la evangelización.

En el discurso, Santo Padre reveló la preocupación que alberga sobre esta institución que es “muy a menudo reducida a una organización que recoge y distribuye, en nombre del Papa, ayudas económicas para las Iglesias más necesitadas”. “Sé que estáis buscando nuevas vías, modalidades más adecuadas, más eclesiales, para desarrollar vuestro servicio a la misión universal de la Iglesia”.

El Papa reveló acoger la petición oficial de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos de establecer un tiempo extraordinario de oración y reflexiones sobre la ‘missio ad gentes’. Pediré a toda la Iglesia dedica el mes de octubre del año 2019 a esta finalidad, porque ese año celebramos el centenario de la Carta Apostólica Maximun illud de Benedicto XV”.

En este documento, “el Papa recuerda lo necesario que es, para la eficacia del apostolado, la santidad de la vida”.

A este respecto, también destacó que “renovarse requiere conversión, requiere vivir la misión como oportunidad permanente de anunciar a Cristo, de hacerlo encontrar testimoniando como y haciendo a los otros partícipes de nuestro encuentro personal con Él”.

“El mes extraordinario de oración y reflexión sobre la misión como primera evangelización servirá a esta renovación de la fe eclesial, para su corazón esté y obra siempre la Pascua de Jesucristo, único Salvador, Señor y Esposo de su Iglesia”.

Al despedirse, el Pontífice deseó que este sea un tiempo “propicio para que la oración, el testimonio de tantos santos y mártires de la misión, la reflexión bíblica y teológica, la catequesis y la caridad misionera contribuyan a evangelizar ante todo la Iglesia” para que “pueda evangelizar el mundo con credibilidad y eficacia evangélica”. 

LA DEVOCIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


Devoción al Sagrado Corazón de Jesús



Santa Margarita María de Alacoque era una religiosa de la Orden de la Visitación. Tenía un gran amor por Jesús. Y Jesús tuvo un amor especial por ella.

Se le apareció en varias ocasiones para decirle lo mucho que la amaba a ella y a todos los hombres y lo mucho que le dolía a su Corazón que los hombres se alejaran de Él por el pecado.

Durante estas visitas a su alma, Jesús le pidió que nos enseñara a quererlo más, a tenerle devoción, a rezar y, sobre todo, a tener un buen comportamiento para que su Corazón no sufra más con nuestros pecados.

El pecado nos aleja de Jesús y esto lo entristece porque Él quiere que todos lleguemos al Cielo con Él. Nosotros podemos demostrar nuestro amor al Sagrado Corazón de Jesús con nuestras obras: en esto precisamente consiste la devoción al Sagrado Corazón de Jesús.



Las promesas del Sagrado Corazón de Jesús:

Jesús le prometió a Santa Margarita de Alacoque, que si una persona comulga los primeros viernes de mes, durante nueve meses seguidos, le concederá lo siguiente:

1. Les daré todas las gracias necesarias a su estado (casado, soltero, viudo o consagrado a Dios).
2. Pondré paz en sus familias.
3. Los consolaré en todas las aflicciones.
4. Seré su refugio durante la vida y, sobre todo, a la hora de la muerte.
5. Bendeciré abundantemente sus empresas.
6. Los pecadores hallarán misericordia.
7. Los tibios se harán fervorosos.
8. Los fervorosos se elevarán rápidamente a gran perfección.
9. Bendeciré los lugares donde la imagen de mi Corazón sea expuesta y venerada.
10. Les daré la gracia de mover los corazones más endurecidos.
11. Las personas que propaguen esta devoción tendrán su nombre escrito en mi Corazón y jamás será borrado de Él.
12. La gracia de la penitencia final: es decir, no morirán en desgracia y sin haber recibido los Sacramentos.

lunes, 29 de mayo de 2017

ESCUCHAS AL ESPÍRITU SANTO CUANDO TE HABLA? PREGUNTA EL PAPA FRANCISCO DÍAS ANTES DE PENTECOSTÉS


¿Escuchas al Espíritu Santo cuando te habla?, pregunta el Papa días antes de Pentecostés
Por Álvaro de Juana
 Foto: L'Osservatore Romano


VATICANO, 29 May. 17 / 05:08 am (ACI).- El Papa Francisco dedicó la homilía de la Misa en la capilla de la residencia Santa Marta a hablar del Espíritu Santo, por lo que invitó a escucharle para saber qué es lo bueno y qué es lo malo.

Francisco comentó la Primera lectura del día y recordó que la comunidad de Éfeso “era gente buena, gente de fe” pero no conocía el don del Espíritu Santo.

“¿Soy capaz de escuchar al Espíritu Santo?; ¿soy capaz de pedir inspiración antes de tomar una decisión o de decir una palabra o hacer algo?; ¿mi corazón está tranquilo, sin emociones, es un corazón fijo?”, se preguntó.

“Hay algunos corazones, si hiciésemos un electrocardiograma espiritual el resultado sería lineal, que no tienen emociones. También en los evangelios están estos, pensemos en los doctores de la ley: eran creyentes en Dios, sabían todos los mandamientos, pero su corazón estaba cerrado, parado, no se dejaban inquietar”.

A este punto, el Papa invitó a “dejarse preocupar por el Espíritu Santo: ‘He sentido esto… pero Padre, ¿eso es sentimentalismo?’. ‘No, puede ser, pero no. Si vas por el camino correcto no es sentimentalismo’. ‘He sentido el deseo de hacer esto, de ir a visitar a ese enfermo o de cambiar de vida y dejar esto…’. Sentir y discernir: discernir aquello que siente mi corazón, porque el Espíritu Santo es el maestro del discernimiento”.

“Una persona que no tiene estos movimientos en el corazón, que no discierne qué sucede, es una persona que tiene una fe fría, una fe ideológica. Su fe es una ideología”, añadió el Papa.

“¿Pido que me guíe por el camino que debo escoger en mi vida y también todos los días?, ¿pido que me de la gracia de distinguir lo bueno de lo menos bueno? Porque lo bueno de lo malo se distingue rápido. Pero existe ese mal escondido que es el menos bueno, pero esconde el mal. ¿Pido esta gracia? Estas preguntas querría sembrarlas hoy en vuestro corazón”, afirmó.

“Pidamos también nosotros la gracia de escuchar lo que el Espíritu dice a nuestra Iglesia, a nuestra comunidad, a nuestra parroquia, a nuestra familia y a cada uno de nosotros, la gracia de aprender este lenguaje de escuchar al Espíritu Santo”.

Lectura comentada por el Papa:


Primera lectura

Hechos 19:1-8
1 Mientras Apolo estaba en Corinto, Pablo atravesó las regiones altas y llegó a Efeso donde encontró algunos discípulos;
2 les preguntó: «¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando abrazasteis la fe?» Ellos contestaron: «Pero si nosotros no hemos oído decir siquiera que exista el Espíritu Santo.»
3 El replicó: «¿Pues qué bautismo habéis recibido?» - «El bautismo de Juan», respondieron.
4 Pablo añadió: «Juan bautizó con un bautismo de conversión, diciendo al pueblo que creyesen en el que había de venir después de él, o sea en Jesús.»
5 Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.
6 Y, habiéndoles Pablo impuesto las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo y se pusieron a hablar en lenguas y a profetizar.
7 Eran en total unos doce hombres.
8 Entró en la sinagoga y durante tres meses hablaba con valentía, discutiendo acerca del Reino de Dios e intentando convencerles.

PAPA FRANCISCO ALIENTA A OBISPOS DEL PERÚ A ESTAR MÁS CERCA DE LA GENTE Y DE DIOS


El Papa alienta a Obispos del Perú a estar más cerca de la gente y de Dios
Crédito: L'Osservatore Romano




LIMA, 28 May. 17 / 04:01 pm (ACI).- El Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani, destacó recientemente el llamado que les hizo el Papa Francisco a los obispos peruanos a estar más cerca de la gente y de Dios.

Los Obispos del Perú realizaron su visita Ad Limina en el Vaticano del 15 al 20 de mayo, y se reunieron en dos ocasiones con el Santo Padre.

“Yo saco como un resumen de muchas cosas: quiere que seamos pastores. ¿Qué significa ser pastor? Estar más cerca de la gente. Y estar más cerca es casi siempre escuchar, visitar, comprender, conocer. Y ese estar más cerca de la gente, no como un entusiasta o como un líder, estar más cerca de la gente siendo Cristo que pasa”, explicó el Cardenal Cipriani en el programa Diálogo de Fe del sábado 27 de mayo, por la cadena RPP.

Además, el Purpurado recordó que el Santo Padre les dijo que para estar más cerca de la gente “hay que estar más cerca de Dios”.

“Insistió mucho en la necesidad de pasar esos momentos de oración personal, en la que Dios Jesús me interpela y me dice: ‘Juan Luis, ¿qué pasa con esto?’. Y yo le digo ‘Ayúdame con lo otro’. Esa intimidad con el Señor es la que tenemos que llevar a la gente. Llevar a Jesús teniendo de alguna manera los sentimientos de la gente”, agregó.

El Cardenal Cipriani reiteró el deseo del Papa Francisco de visitar Perú en 2018, y narró que en el encuentro se mantuvo un “diálogo informal de unos hijos con su padre, de enorme confianza, espontáneo”.

“Ahí cada uno iba comentando dificultades, comentando anécdotas de su trabajo, explicando o preguntándole al Papa cómo puede mejorar o cambiar o plantear algo mejor. Una conversación enormemente familiar”, detalló.

Por otra parte, el Primado del Perú dijo que el Santo Padre les puso como ejemplo a Santo Toribio de Mogrovejo, “sobre todo por esa tarea impresionante de un hombre que se pasó la vida visitando las parroquias, visitando a la gente”.

El Cardenal recordó que el Papa señaló a los obispos peruanos que “el sacerdote que no imita a Santo Toribio no es peruano”.

“La verdad yo regreso, y creo que todos, con una ilusión nueva, con un agradecimiento muy grande y con esa esperanza de que pronto podamos saber cuándo nos visita”, dijo el Cardenal.

En ese sentido, exhortó a todos los peruanos a rezar para tener nuevas noticias de la visita del Santo Padre al Perú. “No puedo asegurarlo, pero diríamos que prácticamente seguro tendremos al Papa acá y podemos empezar a rezar para que esa visita dé mucho fruto, porque no solamente será la alegría de verlo, sino el mensaje que nos trae, el ejemplo de los lugares que visitará”.

“Va a ser toda una renovación para el país, no solamente en el campo religioso, sino en el campo social y económico. Tengo mucha ilusión y mucha esperanza y como siempre les pido oraciones por el Papa, que es lo que él nos ha pedido”, añadió.

Finalmente, el Cardenal pidió al pueblo peruano a “volver la mirada a Dios” y dirigir “la mirada con respeto a nuestros padres y a nuestros hijos”.

“Dejemos de destruir la familia con una ideología. Dejemos esos cenáculos realmente negativos como pueden ser las Naciones Unidas o el Banco Mundial, entidades que estaban puestas para generar paz y unidad en las naciones; y hoy día son portadoras de ideologías contrarias a las personas, a la familia, fuentes de abuso; y desde ahí se marca el gran cerebro mundial”, exhortó.

PAPA FRANCISCO PIDE A MEDIOS DE COMUNICACIÓN QUE DIFUNDAN ESPERANZA Y CONFIANZA


Papa Francisco pide a medios de comunicación que difundan esperanza y confianza
Por Miguel Pérez Pichel
Foto: Miguel Pérez / ACI Prensa




VATICANO, 28 May. 17 / 07:02 am (ACI).- Con motivo de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que se celebra este domingo 28, el Papa Francisco animó a los medios de comunicación social a “estar al servicio de la verdad rechazando los prejuicios, y difundir esperanza y confianza en nuestro tiempo”.

En su mensaje, pronunciado tras el rezo del Regina Coeli en la Plaza de San Pedro, el Santo Padre destacó la importante función que ejercen los medios de comunicación en nuestra sociedad: “Los medios de comunicación social ofrecen la posibilidad de compartir y de difundir al instante las noticias de forma directa; estas noticias pueden ser bellas o feas, verdaderas o falsas”.

“Rezamos para que las comunicaciones, cualquiera que sea su forma, sean efectivamente constructivas”, indicó.

En el mensaje que el 24 de enero de 2017 publicó con motivo de esta Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que en esta edición tiene por título “No temas, que yo estoy contigo”, Francisco animó a los comunicadores a ejercer su labor “de forma constructiva rechazando los prejuicios contra los demás”, y siguiendo un modelo que “fomente una cultura del encuentro que ayude a mirar la realidad con auténtica confianza”.

En aquel mensaje, el Pontífice reconoció el gran reto al que se enfrenta el sector de la comunicación con las nuevas tecnologías e invitó a evitar la desinformación, pero también a evitar transmitir una imagen negativa del mundo.

La Iglesia Católica celebra la Jornada de las Comunicaciones Sociales desde 1967. Instituida por los padres conciliares durante la celebración del Concilio Vaticano II, se celebra en diversos países del mundo a instancia de los Obispos de cada Diócesis el domingo previo a Pentecostés.

Entre sus objetivos está la concienciación de las responsabilidades que todo individuo o grupos social tiene ante los medios de comunicación; la invitación a rezar para un uso responsable de la comunicación por parte de los responsables de los medios, promover entre os católicos la ayuda para el ejercicio correcto de esa responsabilidad comunicativa, y la puesta en valor del trabajo de los periodistas y empresarios del periodismo.

PAPA FRANCISCO VUELVE A SOLIDARIZARSE CON LAS VÍCTIMAS DE EGIPTO Y MANCHESTER


El Papa Francisco vuelve a solidarizarse con las víctimas de Egipto y Manchester
Por Miguel Pérez Pichel





VATICANO, 28 May. 17 / 06:17 am (ACI).- En un mensaje pronunciado tras el rezo del Regina Coeli en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco volvió a mostrar su cercanía y solidaridad con las víctimas y familiares de los atentados terroristas en Egipto y Manchester.

El Santo Padre dirigió, en primer lugar, unas palabras de aliento al pueblo egipcio y al Patriarca de la Iglesia Copta Ortodoxa, Papa Tawadros, por el atentado terrorista que el viernes 26 acabó con la vida de 29 cristianos coptos.

“Deseo expresar nuevamente mi cercanía con el querido hermano Tawadros y con la comunidad copta ortodoxa de Egipto que hace dos días sufrió otro acto de violencia feroz”, dijo el Pontífice.

Francisco destacó que “las víctimas, entre las que había varios niños, son fieles que se dirigían a un santuario a rezar, y fueron asesinados después de que se negaran a renunciar a su fe cristiana. El Señor acoja en su paz a estos valientes testimonios, a estos mártires, y convierta los corazones de los violentos”.

Este mensaje es el segundo que el Papa Francisco pronuncia en solidaridad con los cristianos de Egipto en menos de 24 horas después de sus palabras durante el viaje apostólico a Génova el sábado 27.

El ataque del viernes contra los cristianos es un nuevo episodio de la campaña yihadista del Estado Islámico contra la comunidad cristiana copta de Egipto. Los terroristas intentaron que los 29 cristianos asesinados renunciaran a su fe y se convirtieran al islam con la promesa de perdonarles la vida. Sin embargo, todos se negaron y prefirieron morir antes que traicionar a Cristo.

Tras el atentado, las fuerzas armadas egipcias han bombardeado varios objetivos yihadistas en Libia, uno de los principales santuarios del Estado Islámico en el norte de África.

Víctimas de Manchester.

En su mensaje posterior al rezo del Regina Coeli, el Papa también se refirió al atentado yihadista contra el recinto deportivo Manchester Arena, en la ciudad británica de Manchester, el lunes 22 de mayo durante el concierto de la cantante estadounidense Ariana Grande.

“Rezamos también por las víctimas del horrible atentado del lunes pasado en Manchester, donde tantas vidas jóvenes fueros arrancadas cruelmente. Estoy cercano a los familiares y a cuantos lloran a los desaparecidos”, afirmó el Obispo de Roma.

El atentado, reivindicado por el Estado Islámico, ocasionó la muerte a 22 personas mientras que otras 59 resultaron heridas. La mayor parte de las víctimas fueron niños y adolescentes.