lunes, 24 de abril de 2017

PAPA FRANCISCO: LA FE SE BASA EN HECHOS CONCRETOS, NO EN TEORÍAS


Papa Francisco: La fe se basa en hechos concretos, no en teorías
Por Álvaro de Juana
 Foto: L'Osservatore Romano






VATICANO, 24 Abr. 17 / 04:14 am (ACI).- El Papa Francisco retomó la Misa de la mañana en la capilla de la residencia Santa Marta y explicó que la fe se sostiene sobre hechos concretos, como que Dios se hizo carne.

Para su homilía, tomó el relato del encuentro de Nicodemo con Jesús y el testimonio de Pedro y Juan después de la curación del lisiado. Esto es “un hecho concreto”, “lo concreto de la fe” en contraposición a los doctores de la ley que “quieren negociar para llegar a compromisos”, explicó.


Sin embargo, Pedro y Juan “tienen el coraje, tienen la franqueza, la franqueza del Espíritu” que “significa hablar abiertamente, con valentía, la verdad sin compromisos”.  


“A veces olvidamos que nuestra fe es concreta: el Verbo se ha hecho carne, no se ha hecho idea: se ha hecho carne. Y cuando recitamos el Credo, decimos todos cosas concretas: ‘Creo en Dios Padre, que ha hecho el cielo y la tierra, creo en Jesucristo que ha nacido, que ha muerto…’ son todo cosas concretas”.

Por eso el Credo no dice ‘creo que debo hacer esto, que tengo que hacer esto otro, que tengo que hacer esto o que las cosas son por esto…’ ¡no! Son cosas concretas. La concreción de la fe que lleva a la franqueza, al testimonio hasta el martirio, que está contra los compromisos o la idealización de la fe”.

Francisco reconoció que a veces la Iglesia ha caído también en una “teología del ‘sí se puede’ o del ‘no se puede”. Y para estos doctores de la ley, el Verbo “no se ha hecho carne, sino que se ha hecho ley: y se debe hacer esto hasta aquí y no más allá”.

“Y así estaban atrapados en esta mentalidad racionalista, que no ha terminado con ellos, ¿eh?, porque en la historia de la Iglesia muchas veces –la Iglesia misma que ha condenado el racionalismo, el iluminismo– después tantas veces ha caído en una teología del ‘sí se puede y no se puede’, ‘hasta aquí, hasta ahí’, y ha olvidado la fuerza, la libertad del Espíritu, este renacer del Espíritu que te da la libertad, la franqueza de la predicación, el anuncio de que Jesucristo es el Señor”.

Por tanto, “pidamos al Señor esta experiencia del Espíritu que va y viene y nos lleva adelante, del Espíritu que nos da la unción de la fe, la unción de la concreción de la fe”.

“El viento sopla donde quiere y escuchas su sonido, pero no sabes de donde viene y a donde va. Así es todo el que nace el Espíritu: siente su voz, sigue el viento, sigue la voz del Espíritu sin saber dónde terminará, porque ha tomado opción por la concreción de la fe y el renacer en el Espíritu”, manifestó el Papa.

“Que el Señor –pidió para concluir– nos dé a todos este Espíritu pascual, de ir sobre los caminos del Espíritu sin compromisos, sin rigidez, sino con la libertad de anunciar a Jesucristo como Él ha venido: haciéndose carne”. 

domingo, 23 de abril de 2017

PAPA FRANCISCO EN DIVINA MISERICORDIA: EL FUNDAMENTO DE NUESTRA FE ES EL PERDÓN


Papa Francisco en Divina Misericordia: El fundamento de nuestra fe es el perdón
Por Álvaro de Juana
 Foto: Lucía Ballester / ACI Prensa




VATICANO, 23 Abr. 17 / 05:12 am (ACI).- El Papa Francisco presidió el Regina Coeli desde la ventana del estudio pontificio y recordó que hoy se celebra el día de la Divina Misericordia que es la “piedra angular” de la fe y es un instrumento contra la violencia y el rencor.

“La misericordia abre la puerta de la mente para comprender mejor el misterio de Dios y de nuestra existencia personal. Hace entender que la violencia, el rencor y la venganza no tienen ningún sentido, y la primera víctima es quien vive de estos sentimientos porque se priva de la propia dignidad”.


Francisco explicó que “cada domingo hacemos memoria de la resurrección del Señor Jesús, pero en este tiempo después de Pascua el domingo se viste de un significado todavía más luminoso”.

“No olvidemos nunca que la misericordia es la piedra angular en la vida de la fe, y la forma concreta con la que damos visibilidad a la resurrección de Jesús”.

El Pontífice señaló que la misión de la Iglesia es “llevar el anuncio concreto del perdón” y este signo “lleva consigo la paz del corazón y la alegría del encuentro renovado con el Señor”.

Francisco recordó que “en el Jubileo del año 2000, San Juan Pablo II estableció que este domingo fuese dedicado a la Divina Misericordia” lo que fue “¡una hermosa intuición!”.

“La misericordia abre también la puerta del corazón y permite expresar la cercanía, sobre todo con los que están solos y son marginados, porque allí le hace sentir hermanos e hijos de un solo Padre”.

El Papa añadió que la misericordia “calienta el corazón o lo hace más sensible a la necesidad de los hermanos con el compartir y la participación”. En definitiva, hace a todos “instrumentos de justicia, reconciliación y de paz”.

“En la tradición de la Iglesia, este domingo se llamaba ‘in albis’ y hacía referencia al rito que realizaban los que habían recibido el bautismo en la Vigilia de Pascua”. “A cada uno de ellos le era entregada una vestidura blanca –alba– para indicar la nueva dignidad de los hijos de Dios”.

“Y todavía hoy –continuó– a los recién nacidos se les da una pequeña vestidura simbólica, mientras los adultos se ponen una verdadera. Esa vestidura blanca, en el pasado, se llevaba durante una semana, hasta el domingo in albis, cuando los neófitos iniciaban su nueva vida en Cristo y en la Iglesia”.

“Este domingo nos invita a retomar con fuerza la gracia que proviene de la misericordia de Dios”, subrayó al hablar de nuevo de la misericordia.

LA CAUSA DE TODA PERSECUCIÓN ES EL ODIO DEL DEMONIO, AFIRMA PAPA FRANCISCO


La causa de toda persecución es el odio del demonio, dice el Papa en homenaje a mártires
Por Álvaro de Juana




ROMA, 22 Abr. 17 / 11:41 am (ACI).- El Papa Francisco presidió una celebración en la Basílica de San Bartolomeo en la Isla Tiberina, situada en medio del río Tíber, en el centro de Roma para orar por los “nuevos mártires” y en la que aseguró que la razón de la persecución que sufren los cristianos es el odio del demonio hacia los que han sido redimidos por Cristo.

“Si observamos bien, la causa de toda persecución es el odio del príncipe de este mundo hacia cuantos son salvados y redimidos por Jesús con su muerte y resurrección”, afirmó en la homilía.


“Y el origen del odio es este: porque nosotros hemos sido salvados de Jesús, y el príncipe del mundo esto no lo quiere, él nos odia y suscita persecución, que desde tiempos de Jesús y de la Iglesia naciente continúa hasta nuestros días”.

La Basílica está encomendada a la Comunidad de San Egidio y dedicada a los “Nuevos Mártires”. Cuenta con numerosas reliquias de mártires, algunos de los cuales ya son beatos, santos o se encuentran en proceso.

A su llegada, el Pontífice besó un crucifijo delante de la puerta de entrada a la iglesia y una vez ya en el altar veneró un icono de los mártires. A continuación, dio inicio la Liturgia de la Palabra y se escucharon los testimonios.


En la homilía, Francisco habló del motivo de su visita: “hemos venido aquí, donde la historia antigua del martirio se une a la memoria de los nuevos mártires, de muchos cristianos asesinados por las ideologías insanas del siglo pasado, y asesinados solo por ser discípulos de Jesús”.

“El recuerdo de estos heroicos testimonios antiguos y recientes nos confirma en la conciencia de que la Iglesia es Iglesia de mártires”, afirmó.

El Papa explicó que los mártires son aquellos que “como recuerda el Libro del Apocalipsis, ‘vienen de la gran tribulación, y han lavado sus túnicas en la sangre del Cordero’”. “Ellos tuvieron la gracia de confesar a Jesús hasta el final, hasta la muerte”, añadió.

“Ellos sufren, ellos dan la vida, y nosotros recibimos la bendición de dios por su testimonio. Y hay también muchos mártires escondidos, esos hombres y mujeres fieles a la fuerza suave del amor, a la voz del Espíritu Santo, que en la vida de cada día buscan ayudar a los hermanos y amar a Dios sin reservas”.

Aprovechando el tiempo de Pascua, el Santo Padre manifestó que con la muerte y resurrección de Cristo “nos ha rescatado del poder del mundo, del poder del diablo, del poder del príncipe de este mundo”.

El Obispo de Roma se preguntó por qué muchas comunidades cristianas son objeto de persecución hoy día. “Cuántas veces, en momentos difíciles de la historia, se ha escuchado: ‘Hoy la patria necesita héroes’. El mártir puede ser pensado como un héroe, pero lo fundamental para él es que ha sido agraciado, agraciado por la gracia de Dios. Del mismo modo se nos puede preguntar: ‘¿De qué tiene necesidad hoy la Iglesia?’”.

“De mártires, de testimonios, es decir, de santos de ‘cada día’, esos de la vida ordinaria, llevada adelante con coherencia, pero también de aquellos que tienen la valentía de aceptar la gracia de ser testimonios hasta el final, hasta la muerte”.

“Todos ellos son la sangre viva de la Iglesia; son testimonios que llevan adelante la Iglesia, los que testimonian que Jesús ha resucitado, que Jesús está vivo y lo esperan con la coherencia de vida y con la fuerza del Espíritu Santo que han recibido como don”.

“Ellos nos enseñan que, con la fuerza del amor, con la mansedumbre, se puede luchar contra la prepotencia, la violencia, la guerra y se puede realizar con paciencia la paz”, dijo Francisco.

Después de la homilía, Francisco veneró las reliquias de mártires expuestas en las diferentes capillas. En cada una de ellas, el Pontífice encendió una luz que luego una persona puso sobre el altar.

Cada una de las capillas de la Basílica está dedicada a los testimonios de fe de un continente, al nazismo y al comunismo.

Por ejemplo, en la de los mártires del nazismo, la vela fue llevada por una nieta del pastor Schneider, asesinado en el campo de concentración de Buchenwald, en Alemania. En la capilla de Asia y Oriente Medio, las velas fueron llevadas por la hermana de Andrea Santoro, sacerdote católico asesinado el 5 de febrero de 2006 en la Iglesia de Santa María en Trabzon, Turquía. Y Kevorc, un refugiado sirio armeno presente en la catedral de Alepo cuando fue bombardeada, le pidió a Francisco bendecir una paloma.

En la capilla de los mártires de América, la vela la llevó el P. Yerzi Norel, franciscano compañero de los mártires beatificados del Perú. Y en la de los mártires del comunismo, el P. Ambrosij, sacerdote del Patriarcado de Moscú (Rusia).

PAPA FRANCISCO ENVÍA CONDOLENCIAS POR LA MUERTE DEL CARDENAL ITALIANO ATTILIO NICORA


El Papa envía condolencias por la muerte del Cardenal italiano Attilio Nicora
Foto: Alan Holdren / Aciprensa




VATICANO, 23 Abr. 17 / 06:49 am (ACI).- El Papa Francisco envió un telegrama de condolencias por la muerte del Cardenal Attilio Nicora, Presidente Emérito de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica, a la edad de 80 años.

En el mensaje, enviado a sus familiares, el Pontífice asegura “mis sentidas condolencias”. “El Cardenal deja un recuerdo cargado de estima y de reconocimiento por el precioso servicio ofrecido con singular competencia tanto a la Iglesia como a la sociedad civil en Italia, especialmente en el campo jurídico, en orden a la revisión del concordato lateranense y a la puesta en marcha del sistema de ayuda económica a la Iglesia Católica y al sostenimiento del clero”.


Francisco confía su alma “a la celeste intercesión de María Santísima y de San Juan Pablo II, que lo envió a guiar la diócesis de Verona y los creó cardenal”.

“Confío mis oraciones de sufragio por su alma sacerdotal, mientras envío a usted y a cuando lloran su muerte la bendición apostólica”. 

RECUERDAN ANTE EL PAPA FRANCISCO TESTIMONIO DE JOVEN SALVADOREÑO ASESINADO POR LAS MARAS


Recuerdan ante el Papa testimonio de joven salvadoreño asesinado por las maras
Por Álvaro de Juana
 Foto: Captura Youtube




ROMA, 22 Abr. 17 / 12:30 pm (ACI).- Uno de los testimonios que el Papa Francisco escuchó en la celebración de recuerdo de los “Nuevos Mártires” que presidió en la Basílica de San Bartolomeo, en Roma, fue el del amigo de William Quijano, asesinado en El Salvador el 28 de septiembre de 2009.

Quijano trabajaba a favor de los jóvenes en una escuela de la Comunidad de San Egidio cuando fue asesinado por una “mara” a los 21 años. Fue atacado cuando volvía a su casa, recibiendo los disparos de los miembros de una de las bandas violentas organizadas que captan a jóvenes pobres de las periferias de Centroamérica.


Su amigo, Francisco Hernández, fue el encargado de leer el testimonio ante el Papa y aseguró que Quijano “tenía el corazón lleno de esperanza y esta era su fuerza: amaba la vida y en un mundo amigable ayudó a muchos jóvenes y niños en la ‘Escuela de la Paz’”.


“¿Cuál fue su culpa para ser asesinado?”, se preguntó. “Soñar en un mundo con paz. William no renunció nunca a enseñar la paz”, aseguró.

Él decía que “tenemos que ser valientes en ser maestros, porque un país que no tiene escuelas ni maestros es un país sin futuro y sin esperanza”.

“La seguridad no se obtiene solo con la firmeza, sino con el amor”, dijo recordando las palabras de su amigo. Así, Quijano “hablaba a todos de su sueño: ‘tenemos el alma, la inteligencia y la fuerza para ponernos a trabajar, y la oración nos sostendrá’”.

En el testimonio, recordó que su amigo asesinado “no hablaba nunca de represión o de venganza contra las maras, sino que insistía en la necesidad de un cambio de mentalidad”.


William Quijano tenía “el sueño de una nueva humanidad, y quería vivirlo hasta el final”. “Los niños podían cambiar y debían cambiar, los jóvenes podían y debían cambiar”.

“William testimonió su esperanza de un modo diverso, fundándose en el Evangelio y en los valores más humanos, en la centralidad de la cercanía”, concluyó emocionado.

HERMANA DE SACERDOTE ASESINADO POR ISIS RECUERDA SUS ÚLTIMAS PALABRAS

Hermana de sacerdote asesinado por ISIS recuerda sus últimas palabras: ¡Apártate satanás!
Por Álvaro de Juana





ROMA, 22 Abr. 17 / 12:02 pm (ACI).- “Jacques tenía 85 años cuando dos jóvenes, radicalizados por un discurso de odio, pensaron realizar un acto heroico pasando a la violencia homicida”, y se entregó hasta dar la vida. Con estas palabras Roselyne comenzó el testimonio de Jacques Hamel, asesinado en Francia el pasado 26 de julio por dos yihadistas del autodenominado Estados Islámico, en una celebración presidida en Roma por el Papa Francisco.

El de Roselyne fue uno de los testimonios que se escuchó en la celebración presidida por el Papa en la Basílica de San Bartolomeo, en una pequeña isla situada en el centro de Roma, en el río Tíber.


La Iglesia está encomendada a la Comunidad de San Egidio y desde el Jubileo del año 2000 se encuentra dedicada a los “Nuevos Mártires” por expreso deseo de Juan Pablo II. La Iglesia cuenta con muchas reliquias de estos mártires, algunos de los cuales ya son beatos, santos o se encuentran en proceso.

El Pontífice acudió para rezar por los mártires del siglo XX y XXI, y por todos los cristianos que sufren hoy día algún tipo de persecución.

“A su edad, Jacques era frágil, pero también fuerte. Fuerte por su fe en Cristo, fuerte en su amor por el Evangelio y por la gente, cualquiera que fuera y –estoy segura– también por sus asesinos”, dijo emocionada la hermana del sacerdote.

“Como Su Santidad dijo en la homilía en memoria de Jacques, en este momento difícil no ha perdido la lucidez cuando desde el altar acusó al verdadero autor de la persecución: ‘¡apártate satanás!’.

Roselyne, señaló ante el Papa que “en efecto, matar en nombre de Dios es siempre satánico”. “Su muerte está en línea con su vida de sacerdote, que era una vida de donación: una vida ofrecida al Señor, cuando ha dicho ‘sí’ en el momento de su ordenación, una vida al servicio del Evangelio una vida donada para la Iglesia y para la gente, sobre todo para los más pobres, que ha servido siempre en las periferias de Rouen”.

La hermana del sacerdote que ya se encuentra en proceso de beatificación se mostró convencida de que “existe una paradoja”. “Él que no quiso nunca estar en el centro ha entregado un testimonio para el mundo entero y cuyo alcance todavía no podemos medir”.

“Nosotros lo hemos vivido en las reacciones de todos esos cristianos que no han predicado todavía la venganza o el odio, sino el amor y el perdón; nosotros lo hemos visto en la solidaridad de los musulmanes que han querido visitar las asambleas dominicales después de su muerte; nosotros le hemos visto en Francia, que ha mostrado su unidad en torno a la ternura por este sacerdote”.

No quiso dejar pasar la ocasión para recordar los sentimientos que desde hace meses albergan los familiares del asesinado por el ISIS: “para nosotros, su familia, permanecen ciertamente el dolor y el vacío”. “Pero es un gran consuelo ver cuántos nuevos encuentros, cuánta solidaridad y cuanto amor han sido generados por el testimonio de Jacques”.

Roselyne recordó también unas palabras del sacerdote: “Nuestra vocación es la de participar en la construcción de una nueva fraternidad, en un nuevo contexto mundial”.

“Sí, Jacques, mi hermano, con su vida quiso vivir como hermano de todos aquellos que le fueron confiados, con su muerte se ha convertido en un hermano universal”.


Por último, Roselyne explicó que “el pasado septiembre acompañamos el breviario de Jacques, que desde entonces se conserva en esta Basílica, y de esto estamos profundamente agradecidos”.

“Que el sacrificio de Jacques puede traer frutos, para que los hombres y las mujeres de nuestro tiempo puedan encontrar el camino para vivir juntos en paz”, concluyó.

El pasado julio, dos hombres armados que dijeron ser miembros del Estado Islámico, irrumpieron por la mañana durante la celebración de la Misa en la iglesia católica de Saint-Etienne-du-Rouvray, en el norte de Francia y asesinaron a un anciano sacerdote y tomaron varios rehenes.

El sacerdote fue degollado por los atacantes. Entre los rehenes en el interior de la iglesia estaban dos religiosas y una de ellas consiguió escapar y avisar a la policía.

sábado, 15 de abril de 2017

PAPA FRANCISCO REZA VÍA CRUCIS EN EL COLISEO, LUGAR DE MARTIRIO DE PRIMEROS CRISTIANOS


Papa Francisco reza Via Crucis en el Coliseo, lugar de martirio de primeros cristianos
Por Miguel Pérez Pichel
 Foto: Lucía Ballester (ACI Prensa)




ROMA, 14 Abr. 17 / 03:55 pm (ACI).- El Coliseo de Roma, lugar de martirio para los primeros cristianos, fue el escenario del Via Crucis de Viernes Santo presidido por el Papa Francisco.

El Cardenal Agostino Vallini, Vicario del Papa para la diócesis de Roma, portó la cruz al inicio. Después, fieles de distintas nacionalidades se fueron turnando en cada estación.

La biblista francesa Anne-Marie Pelletier fue la encargada de la preparación de las meditaciones de este año, quien ha introducido algunas novedades.

Por ejemplo, la segunda estación fue “Jesús es negado por Pedro”, la tercera “Jesús y Pilato”, la séptima “Jesús y las Hijas de Jerusalén”, y la decimocuarta “Jesús en el sepulcro y las mujeres”.

“La hora ha llegado. El caminar de Jesús por los caminos polvorientos de Galilea y Judea al encuentro de los que sufren en su cuerpo y en su corazón, empujado por la urgencia de anunciar el Reino, ese caminar suyo termina hoy, aquí. En la colina del Gólgota. Hoy la cruz cierra el camino. Jesús no irá más allá. Imposible andar más allá”, se indicó en la introducción.

Las meditaciones elaboradas por la biblista francesa siguieron el camino de Jesús hacia el calvario. En ellas se reflexionó sobre el significado de las caídas, de las humillaciones, del abandono sufrido por Jesús.

“Sin refugiarse en su propia condición divina, Jesús se incluye en el terrible cortejo de los sufrimientos que el hombre inflige al hombre. Conoce el abandono de los humillados y de los más marginados”, se indica en la cuarta estación.

“Y, de repente, todos los signos se invierten. Las palabras y los gestos de burla de sus torturadores nos desvelan –oh absoluta paradoja– una insondable verdad, la de la auténtica y única realeza, que se ha manifestado como un amor que no quiere conocer nada más que la voluntad del Padre y su deseo de que todos los hombres se salven”.

Las meditaciones subrayan el carácter salvífico del sacrificio de Cristo. En concreto, en la octava estación reflexiona sobre el significado de la humillación del cuerpo plagado de heridas de Jesús, que queda desnudo, “expuesto a las miradas de burla y desprecio”.

“Adentrándonos en este misterio de gracia, podemos volver a mirar el cuerpo martirizado de Jesús. Entonces comenzamos a descubrir aquello que nuestros ojos no pueden ver: su desnudez resplandece con aquella misma luz que irradiaba su túnica en el momento de la Transfiguración”.

En la meditación de la duodécima estación, “Jesús muere en la cruz”, la biblista francesa profundiza en el significado de la muerte de Cristo.

“Aparentemente todo parece hundirse en el silencio de la muerte que desciende sobre el Gólgota y las tres cruces levantadas. En este día de la Pasión, que llega a su fin, quien pasa por ese camino sólo puede ver la derrota de Jesús, el fracaso de una esperanza que había alentado a muchos, consolado a los pobres, levantado a los humillados, que hizo vislumbrar a los discípulos que había llegado el tiempo en que Dios cumpliría las promesas anunciadas por los profetas. Todo eso parecía perdido, destruido, derrumbado”.

Pero la esperanza, en medio de la desolación, surge de un detalle: “Agua y sangre brotan del costado del crucificado. ¡Oh maravilla! La herida abierta por la lanza del soldado hace que salga el agua y la sangre que nos hablan de vida y de nacimiento”.

En la última estación, el Cardenal Vallini tomó nuevamente la cruz. Tras el rezo del Via Crucis, el Papa rezó una oración de desagravio al corazón ofendido de Cristo por los pecados de la humanidad e impartió la bendición.