miércoles, 16 de noviembre de 2016

DÍA UNIVERSAL DEL NIÑO: PAPA FRANCISCO EXIGE PROTEGER LOS DERECHOS DE LOS MENORES


Día Universal del Niño: El Papa exige proteger los derechos de los menores
Por Miguel Pérez Pichel
 Foto: L'Osservatore Romano




VATICANO, 16 Nov. 16 / 06:06 am (ACI).- Con motivo del Día Universal del Niño y de la Jornada Mundial de los derechos de la infancia y de la adolescencia, que tendrá lugar el próximo domingo 20 de noviembre, el Papa Francisco pidió un mayor esfuerzo para garantizar los derechos de los niños.

“Hago un llamado a la conciencia de todos, instituciones y familias, con el fin de que los niños reciban siempre una apropiada protección y que su bienestar esté siempre asegurado, para que no caigan nunca en forma alguna de esclavitud, que no sean reclutados por grupos armados o sufran maltrato”, reclamó el Santo Padre.


Después de la catequesis en la Audiencia General del miércoles, el Pontífice expresó su confianza "en que la comunidad internacional se mantenga vigilante, garantizado a cada niño y niña el derecho a la escolarización y a la educación, para que su crecimiento se produzca de forma serena y que puedan mirar al futuro con confianza”.

Esta no es la primera vez que el Pontífice muestra su preocupación por los derechos de los niños.

El 13 de octubre, durante su mensaje con motivo de la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado que se celebrará el 15 de enero de 2017, el Obispo de Roma denunció la situación en la que se encuentran muchos menores refugiados y migrantes que terminan en redes de tratas de personas y son sometidos a abusos y esclavitud.

En aquella ocasión, Francisco lamentó que “los niños son los primeros en sufrir las guerras, la violación de los derechos humanos, la corrupción, la pobreza, los desequilibrios y desastres ambientales, padeciendo a veces torturas y castigos corporales, que se unen a las de tipo moral y psíquico, dejándoles a menudo huellas imborrables”.

CATEQUESIS DE PAPA FRANCISCO SOBRE SUFRIR CON PACIENCIA LOS DEFECTOS DEL PRÓJIMO


TEXTO: Catequesis Papa Francisco sobre sufrir con paciencia los defectos del prójimo
 Foto: Lucía Ballester / ACI Prensa



VATICANO, 16 Nov. 16 / 05:31 am (ACI).- El Papa Francisco ofreció una nueva catequesis sobre las obras de misericordia. Esta vez sobre soportar con paciencia a las personas molestas. 

"¿Qué debemos hacer con las personas fastidiosas? También nosotros muchas veces somos incomodos a los demás. ¿Por qué entre las obras de misericordia ha sido incluida también esta? ¿Sufrir con paciencia los defectos del prójimo?", preguntó el Papa.


A continuación, la catequesis completa del Pontífice:

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Dedicamos la catequesis de hoy a una obra de misericordia que todos conocemos muy bien, pero que tal vez no la ponemos en práctica como deberíamos: sufrir con paciencia los defectos del prójimo.

Todos somos muy buenos para identificar la presencia de alguno que puede incomodar: sucede cuando encontramos a alguien por la calle, o cuando recibimos una llamada telefónica… Enseguida pensamos: “¿Por cuánto tiempo tendré que escuchar las quejas, los comentarios, los pedidos o las vanaglorias de esta persona?”.


A veces, sucede también, que las personas fastidiosas son aquellas que están más cercanas a nosotros: entre los familiares hay siempre alguien; en el centro de trabajo no faltan; y ni siquiera en el tiempo libre no estamos eximidos. ¿Qué cosa debemos hacer con las personas fastidiosas? También nosotros muchas veces somos incomodos a los demás.

¿Por qué entre las obras de misericordia ha sido incluida también ésta? ¿Sufrir con paciencia los defectos del prójimo?.

En la Biblia vemos que Dios mismo debe usar misericordia para soportar las quejas de su pueblo. Por ejemplo, en el libro del Éxodo el pueblo resulta ser verdaderamente insoportable: primero llora porque es esclavizado en Egipto, y Dios lo libera; luego, en el desierto, se queja porque no tiene que comer (Cfr. 16,3), y Dios envía las codornices y el maná (Cfr. 16,13-16), no obstante esto, las quejas no cesan.

Moisés hacía de mediador entre Dios y el pueblo, y también él algunas vez habría sido incómodo para el Señor. Pero Dios ha tenido paciencia y así ha enseñado a Moisés y al pueblo también esta dimensión esencial de la fe.

Entonces, surge espontáneamente una pregunta: ¿hacemos siempre el examen de conciencia para ver si también nosotros, a veces, podemos resultar incomodos para los demás? Es fácil apuntar el dedo contra los defectos y las faltas de los demás, pero debemos aprender a ponernos en el lugar de los otros.

Miremos sobre todo a Jesús: ¡cuánta paciencia ha debido tener en los tres años de su vida pública! Una vez, mientras estaba de camino con sus discípulos, lo detuvo la madre de Santiago y Juan, y ella le dijo: «Manda que mis dos hijos se sienten en tu Reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda» (Mt 20,21).

La madre creaba las elites para sus hijos, pero era la mamá… También de aquella situación Jesús coge la ocasión para dar una enseñanza fundamental: su reino, no es un reino de poder, no es un reino de gloria como aquellos terrenos, sino de servicio y donación a los demás. Jesús enseña a ir siempre a lo esencial y a mirar más lejos para asumir con responsabilidad la propia misión.

Podríamos ver aquí la evocación a otras dos obras de misericordia espiritual: aquella de corregir al que se equivoca y enseñar al que no sabe. Pensemos en el gran empeño que se puede poner cuando ayudamos a las personas a crecer en la fe y en la vida.

Pienso, por ejemplo, en los catequistas –entre los cuales hay muchas mamas y tantas religiosas– que dedican tiempo para enseñar a los jóvenes los elementos básicos de la fe. ¡Cuánto trabajo, sobre todo cuando los jóvenes preferirían jugar en vez de escuchar el catecismo!


Acompañar en la búsqueda de lo esencial es bello e importante, porque nos hace compartir la alegría de probar el sentido de la vida. Muchas veces nos sucede que encontramos a personas que se detienen en cosas superficiales, efímeras y banales; a veces porque no han encontrado a nadie que los estimulara a buscar algo más, a apreciar los verdaderos tesoros.

Enseñar a mirar lo esencial es una ayuda determinante, especialmente en un tiempo como el nuestro que parece haber perdido la orientación y busca satisfacciones inmediatas.

Enseñar a descubrir que cosa el Señor quiere de nosotros y cómo podemos corresponderle significa ponerse en su camino para crecer en la propia vocación, el camino de la verdadera alegría. Así las palabras de Jesús a la madre de Santiago y de Juan, y luego a todo el grupo de los discípulos, indican la vía para evitar caer en la envidia, en la ambición, en la adulación, tentaciones que están siempre presentes también entre nosotros cristianos.

La exigencia de aconsejar, amonestar y enseñar no nos debe hacer sentir superiores a los demás, sino nos obliga sobre todo a entrar en nosotros mismos para verificar si somos coherentes con lo que pedimos a los demás.

No olvidemos las palabras de Jesús: «¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo?» (Lc 6,41). El Espíritu Santo nos ayude a ser pacientes para soportar y humildes y sencillos para aconsejar.

PAPA FRANCISCO: SI EL SEÑOR LLAMA A TU PUERTA, ESTÁS PREPARADO PARA ABRIRLE?


Papa Francisco: Si el Señor llama a tu puerta, ¿estás preparado para abrirle?
Por Álvaro de Juana
 Foto: L'Osservatore Romano




VATICANO, 15 Nov. 16 / (ACI).- El Papa Francisco advirtió hoy del peligro de convertirse en un cristiano “tibio” porque esto provoca alejarse cada vez más del Señor y evita escuchar su llamada.

En la Misa en la Casa Santa Marta, el Pontífice recordó que la Escritura dice que a los tibios Dios los vomitará de su boca. “¿Qué piensa alguien que es tibio? Lo dice aquí el Señor: piensa ser rico. ‘Me he enriquecido y no tengo necesidad de nada. Estoy tranquilo’”, dijo al comentar el Evangelio del día.


Sin embargo, “es una tranquilidad que engaña. Cuando en el alma de una Iglesia, de una familia, de una comunidad, de una persona, está todo tranquilo, allí no está Dios”.

“Esa riqueza del alma que tú crees tener porque eres bueno, que haces todas las cosas bien, todo está tranquilo" pero hay "otra riqueza, esa que viene de Dios, que siempre lleva una cruz, siempre lleva tempestad, siempre lleva alguna inquietud en el alma”.

Francisco entonces aconsejó “comprar vestidos blancos, para vestirte, para que no aparezca tu vergonzosa desnudez: los tibios no se acuerdan de estar desnudos, como la fábula del rey desnudo al que un niño le decía: ‘¡El rey está desnudo!’. Los tibios están desnudos”.


Según el Papa, los tibios “pierden la capacidad de contemplación, la capacidad de ver las grandes y hermosas cosas de Dios”, pero Dios actúa de otra manera: “nos invita: ‘he aquí que estoy a la puerta y llamo’”.

El Pontífice destacó la importancia de “escuchar cuando el Señor llama a nuestra puerta”, porque “quiere darnos algo bueno, quiere entrar en nosotros”.

Pero hay también cristianos “que no se acuerdan cuando llama al Señor” y “cada sonido es lo mismo, para ellos”. Se necesita entonces “entender bien” cuando llama el Señor, como hizo Jesús con Zaqueo en el Evangelio.

“La iniciativa parte del Espíritu hacia el Señor: el Señor está. Alza los ojos y dice: ‘Ven, invítame a tu casa’. El Señor está, siempre con amor: o para corregir o para invitarnos a cena o para hacerse invitar. Está por decirnos: ‘Despierta’. Está por decirnos: ‘abre’. Está por decirnos: ‘Desciende’. Pero siempre es Él”.

Por tanto, “¿sé distinguir en mi corazón cuando el Señor me dice ‘despierta’?, ¿cuándo me dice ‘abre’?, ¿y cuando me dice ‘desciende’?", preguntó el Santo Padre.

El Papa alentó finalmente a que “el Espíritu Santo nos dé la gracia de saber discernir estas llamadas”.

Lecturas comentadas por el Papa:

Primera lectura

Apocalipsis 3:1-6, 14-22

1 Al Angel de la Iglesia de Sardes escribe: Esto dice el que tiene los siete Espíritus de Dios y las siete estrellas. Conozco tu conducta; tienes nombre como de quien vive, pero estás muerto.
2 Ponte en vela, reanima lo que te queda y está a punto de morir. Pues no he encontrado tus obras llenas a los ojos de mi Dios.
3 Acuérdate, por tanto, de cómo recibiste y oíste mi Palabra: guárdala y arrepiéntete. Porque, si no estás en vela, vendré como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti.
4 Tienes no obstante en Sardes unos pocos que no han manchado sus vestidos. Ellos andarán conmigo vestidos de blanco; porque lo merecen.
5 El vencedor será así revestido de blancas vestiduras y no borraré su nombre del libro de la vida, sino que me declararé por él delante de mi Padre y de sus Angeles.
6 El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias.
14 Al Angel de la Iglesia de Laodicea escribe: Así habla el Amén, el Testigo fiel y veraz, el Principio de la creación de Dios.
15 Conozco tu conducta: no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente!
16 Ahora bien, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, voy a vomitarte de mi boca.
17 Tú dices: «Soy rico; me he enriquecido; nada me falta». Y no te das cuenta de que eres un desgraciado, digno de compasión, pobre, ciego y desnudo.
18 Te aconsejo que me compres oro acrisolado al fuego para que te enriquezcas, vestidos blancos para que te cubras, y no quede al descubierto la vergüenza de tu desnudez, y un colirio para que te des en los ojos y recobres la vista.
19 Yo a los que amo, los reprendo y corrijo. Sé, pues, ferviente y arrepiéntete.
20 Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo.
21 Al vencedor le concederé sentarse conmigo en mi trono, como yo también vencí y me senté con mi Padre en su trono.
22 El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias.

Evangelio

Lucas 19:1-10

1 Habiendo entrado en Jericó, atravesaba la ciudad.
2 Había un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de publicanos, y rico.
3 Trataba de ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la gente, porque era de pequeña estatura.
4 Se adelantó corriendo y se subió a un sicómoro para verle, pues iba a pasar por allí.
5 Y cuando Jesús llegó a aquel sitio, alzando la vista, le dijo: «Zaqueo, baja pronto; porque conviene que hoy me quede yo en tu casa.»
6 Se apresuró a bajar y le recibió con alegría.
7 Al verlo, todos murmuraban diciendo: «Ha ido a hospedarse a casa de un hombre pecador.»
8 Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: «Daré, Señor, la mitad de mis bienes a los pobres; y si en algo defraudé a alguien, le devolveré el cuádruplo.»
9 Jesús le dijo: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también éste es hijo de Abraham,
10 pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido.»

PENSAMIENTOS DEL PAPA FRANCISCO EN IMÁGENES



viernes, 11 de noviembre de 2016

EL PAPA FRANCISCO ADVIERTE QUIÉN ES EL ANTICRISTO


El Papa Francisco advierte quién es el anticristo
Por Miguel Pérez Pichel
 Foto: L'Osservatore Romano



VATICANO, 11 Nov. 16 /  (ACI).- En la homilía de la Misa celebrada en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco advirtió contra la tentación de construir ideologías a partir del amor cristiano y de la religiosidad; ideologías en las que no se reconoce el mensaje evangélico del amor del Dios hecho hombre.

“Un amor que no reconozca que Jesús vino en carne, no es el amor que Dios pide. Es un amor mundano, un amor filosófico, es un amor abstracto, es un amor venido a menos, un amor blanco. ¡No! El criterio del amor cristiano es la encarnación del Verbo. Quien diga que el amor cristiano es otra cosa, ¡ese es el anticristo!, que no reconoce que el Verbo se hizo carne”.

El Papa advirtió contra las ideologías: “la ideología sobre el amor, la ideología sobre la Iglesia, la ideología que separa a la Iglesia de la carne de Cristo. ¡Esas ideologías sacrifican a la Iglesia!: ‘Si soy católico, si soy cristiano, tengo que amar a todo el mundo con un amor universal’, pero es un amor tan etéreo. El amor está siempre ‘dentro’, es algo concreto y no una ideología de la encarnación del Verbo”.

El Santo Padre recalcó que “esta es nuestra verdad: Dios ha enviado a su Hijo, se ha encarnado y se ha hecho hombre como nosotros. Amad como amó Jesús; amad como nos ha enseñado Jesús, amad según el ejemplo de Jesús, amad caminando por el camino de Jesús”.

“La única manera de amar como amó Jesús –indicó el Pontífice– es salir de nuestro propio egoísmo y acudir al servicio de los demás”. El amor cristiano “es un amor concreto porque la presencia de Dios en Jesucristo es concreta”. “La iglesia es la comunidad en torno a la presencia de Cristo, que va más allá”, aseveró.

El prototipo del amor cristiano es el amor de Cristo hacia su esposa, la Iglesia. “Quien no quiera amar como ama Cristo a su esposa, la Iglesia, con la propia carne, entregando la vida, ama ideológicamente”, afirmó Francisco. “Hacer teorías e ideologías con una religiosidad que elimina la carne de Cristo, la carne de la Iglesia, arruina la comunidad, arruina la Iglesia”.


“Si empezamos a teorizar sobre el amor, llegamos a la manipulación de la voluntad de Dios”, señaló el Santo Padre. “Llegamos a un Dios sin Cristo, a un Cristo sin la Iglesia y a una Iglesia sin el pueblo”.

Evangelio comentado por el Papa Francisco:

Lucas 17:26-37

26 «Como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre.

27 Comían, bebían, tomaban mujer o marido, hasta el día en que entró Noé en el arca; vino el diluvio y los hizo perecer a todos.

28 Lo mismo, como sucedió en los días de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, construían;

29 pero el día que salió Lot de Sodoma, Dios hizo llover fuego y azufre del cielo y los hizo perecer a todos.

30 Lo mismo sucederá el Día en que el Hijo del hombre se manifieste.

31 «Aquel Día, el que esté en el terrado y tenga sus enseres en casa, no baje a recogerlos; y de igual modo, el que esté en el campo, no se vuelva atrás.

32 Acordaos de la mujer de Lot.

33 Quien intente guardar su vida, la perderá; y quien la pierda, la conservará.

34 Yo os lo digo: aquella noche estarán dos en un mismo lecho: uno será tomado y el otro dejado;

35 habrá dos mujeres moliendo juntas: una será tomada y la otra dejada.»

36 Y le dijeron: «¿Dónde, Señor?» El les respondió: «Donde esté el cuerpo, allí también se reunirán los buitres.»

PAPA FRANCISCO: TU FE ES EFÍMERA O DA FRUTOS Y CRECE EN TI LA ESPERANZA EN DIOS?


Papa Francisco: ¿Tu fe es efímera o da frutos y crece en ti la esperanza en Dios?
Por Miguel Pérez Pichel
. Foto: L'Osservatore Romano


VATICANO, 10 Nov. 16 /  (ACI).- Durante la homilía de la Misa celebrada en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco advirtió contra la tentación de transformar la religión en un espectáculo de “fuegos artificiales” que son efímeros y se pasan en el momento y pidió cultivar la esperanza para que crezca el Reino de Dios.

“Si el Reino de Dios está en medio de nosotros, si todos tenemos esa semilla, si poseemos el Espíritu Santo, ¿cómo lo estamos custodiando? ¿Sé discernir la planta buena que da fruto de la cizaña? ¿Crece el Reino de Dios dentro de nosotros como debería crecer?”.

“Interroguémonos acerca de nuestra esperanza puesta en la semilla que está creciendo en nosotros –invitó el Papa–, y de qué forma estamos custodiando nuestra esperanza. Preguntémonos a nosotros mismos: ¿Tengo esperanza? ¿O voy hacia adelante como puedo y sin discernir entre el bien y el mal, entre el grano y la cizaña, entre la luz suave del Espíritu Santo y la luminosidad artificial?”, pidió.

Por otro lado, Francisco aseguró que “el Reino de Dios está en medio de nosotros, pero debemos, con reposo, con trabajo y con discernimiento, custodiar la esperanza en el Reino de Dios que crecer hasta el momento en que regresará el Señor y todo será transformado. ¡Todo! El mundo, nosotros, todo. Y, como dice Pablo a los cristianos de Tesalónica, en ese momento permaneceremos todos con Él”.


“El Reino de Dios no es una religión del espectáculo en la que siempre estamos buscando cosas nuevas, revelaciones, mensajes. Dios ha hablado por medio de Jesucristo: ésta es la última Palabra de Dios. Lo demás son como fuegos artificiales que te iluminan sólo durante un momento”, señaló. Tras ese artificio, “¿qué es lo que queda?: nada”.

Esa actitud ante la religión “no permite crecer, no ilumina, no ofrece nada”. “En muchas ocasiones –continuó– se nos tienta con esa religión del espectáculo en la que se trata de buscar cosas ajenas a la revelación, a la dulzura del Reino de Dios que está en medio de nosotros y que nos hace crecer”.

Ese espectáculo no es fruto de la esperanza puesta en el Reino de Dios, sino que es la consecuencia del “deseo de tener algo en la mano”, dijo. Por el contrario, “nuestra salvación se da en la esperanza, en la esperanza que tiene el hombre que sembró el grano o la mujer que prepara el pan mezclando la harina con la levadura: la esperanza de crecer”.

En cambio, “esa luminosidad artificial se nos ofrece en todo su esplendor en un momento, pero luego desaparece, como los fuegos artificiales: no sirven para iluminar una casa. Son un espectáculo”.

Por evitar caer en esa tentación, el Obispo de Roma sugiere que se custodie con paciencia “la semilla que hemos plantado, vigilar la planta y evitar que surjan malas hierbas a su lado, para que la planta crezca. Es decir, custodiar la esperanza, porque en la esperanza fuimos salvados. La esperanza es el hilo de la salvación. La esperanza de encontrar al Señor definitivamente”.


Evangelio comentado por el Papa:

Lucas 17:20-25
20 Habiéndole preguntado los fariseos cuándo llegaría el Reino de Dios, les respondió: «El Reino de Dios viene sin dejarse sentir.
21 Y no dirán: "Vedlo aquí o allá", porque el Reino de Dios ya está entre vosotros.»
22 Dijo a sus discípulos: «Días vendrán en que desearéis ver uno solo de los días del Hijo del hombre, y no lo veréis.
23 Y os dirán: "Vedlo aquí, vedlo allá." No vayáis, ni corráis detrás.
24 Porque, como relámpago fulgurante que brilla de un extremo a otro del cielo, así será el Hijo del hombre en su Día.
25 Pero, antes, le es preciso padecer mucho y ser reprobado por esta generación.

martes, 8 de noviembre de 2016

JUBILEO DE LOS EXCLUIDOS, VATICANO SE PREPARA PARA ACOGER A 6000 PEREGRINOS


Jubileo de los Excluidos: Vaticano se prepara para acoger 6.000 peregrinos
Por Álvaro de Juana
 Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa
VATICANO, 08 Nov. 16 / (ACI).- El fin de semana del 11 al 13 de noviembre el Vaticano acogerá el Jubileo de los Excluidos, uno de los últimos eventos del Año Santo de la Misericordia en el que participarán cerca de 6.000 personas con dificultades para insertarse en la sociedad.

Provenientes de países como España, Alemania, Italia, Francia, Portugal, Inglaterra o Croacia, estas personas participarán en una serie de actos en los que se les dará un mensaje de esperanza y se les recordará cómo la Iglesia les acoge.


En la mañana del viernes, se reunirán con el Papa Francisco en el Aula Pablo VI del Vaticano donde ofrecerán varios testimonios, al igual que ocurrirá en varias parroquias de Roma en la mañana del sábado.

Ese mismo día por la tarde se celebrará una vigilia de la Misericordia en la basílica papal de San Pablo Extramuros y el domingo concluirá el Jubileo de los excluidos con una Misa en la Basílica de San Pedro que será presidida por Francisco.

El Jubileo de los “descartados” en la sociedad, como se refiere a ellos a menudo el Papa Francisco está organizado por varias asociaciones, entre ellas “Fratello” (Hermano) –asociación que organiza eventos con y para las personas en situación de exclusión– y la Comunidad de San Egidio.