viernes, 8 de enero de 2016

CALENDARIOS RELIGIOSOS DE LA VIRGEN MARÍA, AÑO 2016




¿QUÉ HA DICHO HOY EL PAPA FRANCISCO SOBRE EL ANTICRISTO?


¿Qué ha dicho hoy el Papa Francisco sobre el anticristo?



 (ACI).- Al retomar hoy la Misa habitual que celebra en la capilla de la Casa Santa Marta donde reside, el Papa Francisco reflexionó sobre la necesidad que tiene cada persona de reconocer si su vida gira en torno al espíritu de Dios o del “otro, del anticristo”.

En su homilía el Papa desatacó que “permanecer en Dios es un poco el alcance y el estilo de la vida cristiana” porque un cristiano “es el que permanece en Dios”, el que “tiene en sí al Espíritu Santo y se deja guiar por Él”.

Al mismo tiempo, el Apóstol Juan afirma que es necesario poner “a prueba a los espíritus, para comprender si provienen, verdaderamente, de Dios. Y esta es la regla cotidiana de vida que nos enseña Juan”.

“¿Pero qué quiere decir poner a prueba a los espíritus?”. No se trata de “fantasmas”. Sino de “probar”, ver “qué sucede en mi corazón”, cuál es la raíz “de lo que estoy sintiendo ahora, y de dónde viene”. Esto es poner a prueba para saber si lo que “siento viene de Dios” o de otro, “del anticristo”.

Según señala Radio Vaticano, el Papa dijo que la mundanidad es “el espíritu que nos aleja del Espíritu de Dios que es quien nos hace permanecer en el Señor”. Por tanto ¿cuál es el criterio para “hacer un discernimiento correcto acerca de lo que sucede en mi alma?”. San Juan da uno solo: “todo espíritu que reconoce a Jesucristo que vino en la carne, es de Dios, y todo espíritu que no reconoce a Jesús, no es de Dios”.

“El criterio es la Encarnación. Yo puedo sentir tantas cosas dentro, incluso cosas buenas, ideas buenas. Pero si estas ideas buenas, estos sentimientos, no me conducen a Dios que se ha hecho carne, no me conducen al prójimo, al hermano, no son de Dios. Por esta razón, Juan comienza este pasaje de su Carta diciendo: ‘Este es el mandamiento de Dios: que creamos en el nombre de su Hijo, Jesucristo, y que nos amemos recíprocamente’”.



Francisco afirmó que podemos hacer “tantos planes pastorales” e imaginar nuevos “métodos para acercarnos a la gente”, pero “si no seguimos el camino de Dios que vino en la carne, del Hijo de Dios que se ha hecho hombre para caminar con nosotros, no estamos en el camino del buen espíritu: es el anticristo, es la mundanidad, es el espíritu del mundo”.

“¡Cuánta gente encontramos en la vida que parece espiritual!: ‘Pero, ¡qué persona espiritual, ésta!’; pero no hables de hacer obras de misericordia. ¿Por qué? Porque las obras de misericordia son precisamente lo concreto de nuestra confesión, que el Hijo de Dios se ha hecho carne: visitar a los enfermos, dar de comer a quien no tiene comida, cuidar a los descartados… Obras de misericordia: ¿por qué? Porque cada hermano nuestro, que debemos amar, es carne de Cristo. Dios se ha hecho carne para identificarse con nosotros. Y con el que sufre, es Cristo quien lo sufre”.

El Papa alentó luego a “no dar fe a todo espíritu y estar atentos poner a prueba a los espíritus para saber si provienen verdaderamente de Dios”.

“El servicio al prójimo, al hermano, a la hermana que tiene necesidad”, que “tiene necesidad incluso de un consejo, que tiene necesidad de ser escuchado”, “estos son los signos de que vamos por el camino del buen espíritu, es decir, el camino del Verbo de Dios que se ha hecho carne”.

Para concluir, el Pontífice exhortó a pedir “al Señor hoy la gracia de conocer bien qué cosa sucede en nuestro corazón, qué cosa nos gusta hacer, es decir, lo que a mí me toca más: si el espíritu de Dios, que me lleva al servicio de los demás, o el espíritu del mundo que gira en torno a mí mismo, a mis cerrazones, a mis egoísmos, a tantas otras cosas… Pidamos la gracia de conocer qué cosa sucede en nuestro corazón”.

La Primera Lectura de hoy

I Juan 4:19--5:4
19 quien teme no ha llegado a la plenitud en el amor. Nosotros amemos, porque él nos amó primero.

20 Si alguno dice: «Amo a Dios», y aborrece a su hermano, es un mentiroso; pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve.

21 Y hemos recibido de él este mandamiento: quien ama a Dios, ame también a su hermano.

1 Todo el que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de Dios; y todo el que ama a aquel que da el ser ama también al que ha nacido de él.

2 En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios: si amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos.

3 Pues en esto consiste el amor a Dios: en que guardemos sus mandamientos. Y sus mandamientos no son pesados,

4 pues todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo. Y lo que ha conseguido la victoria sobre el mundo es nuestra fe.

EL PAPA FRANCISCO HABLA DEL GRAN AMOR DE DIOS QUE ABRAZA A CADA UNO A PESAR DE SUS PECADOS


El Papa Francisco habla del gran amor de Dios que abraza a cada uno a pesar de sus pecados
Por Alvaro de Juana


 (ACI).- El amor de Dios es infinito y no tiene límites. Así de concreto fue hoy el Papa Francisco en la homilía de la Misa que celebró en la Casa Santa Marta a primera hora de la mañana, donde explicó que Dios espera a cada persona para abrazarla tal cual es, por muy pecadora que sea.

“¿Para qué nos espera?”, se preguntó. “Para abrazarnos, nada más. Para decir: ‘Hijo, hija, te amo. He dejado que crucificaran a mi Hijo por ti; este es el precio de mi amor’. Este es el regalo de amor”, reflexionó el Papa.

Francisco comentó la primera lectura de la liturgia del día, del apóstol San Juan, que habla sobre los dos mandamientos principales de la vida: el amor de Dios y el amor al prójimo y señaló que la certeza de que “el Señor me espera, el Señor quiere que abra la puerta de mi corazón” hay que tenerla “siempre”, y si alguno tuviera el escrúpulo de no sentirse digno del amor de Dios, “es mejor, porque Él te espera, así como tú eres, no como te dicen que deber ser”.

“Vayan al Señor y digan: ‘Pero tú sabes Señor que te amo’. O si no siento decirlo así: ‘Tú sabes Señor que quisiera amarte, pero soy muy pecador, muy pecadora’. Y Él hará lo mismo que ha hecho con el hijo pródigo que ha gastado todo el dinero en los vicios: no te dejará terminar tu discurso, con un abrazo te hará callar. El abrazo del amor de Dios”.

El Santo Padre meditó sobre el significado de la palabra “amor”, “que se usa muchas veces y no se sabe, cuando se utiliza, qué significa exactamente”.



“¿Qué es el amor? A veces pensamos en el amor de las telenovelas, no, ese no parece amor. O el amor puede parecer entusiasmo por una persona y después… se apaga”.

“¿De dónde viene el verdadero amor? Todo el que ama ha sido generado por Dios, porque Dios es amor”, explicó.

Francisco apuntó que Dios ama “primero”, como se observa en el Evangelio del día que narra la multiplicación de los panes y los peces. Ahí –dijo el Papa– Jesús tiene “compasión” de la gente, algo distinto a “tener pena”. “El amor que Jesús tiene para las personas que le rodean lo lleva a “sufrir con ellos, a participar en la vida de la gente”.

“Cuando tenemos algo en el corazón y queremos pedir perdón al Señor, es Él el que espera para darnos el perdón”, añadió.

Francisco aprovechó también para recordar que se está celebrando el Jubileo de la Misericordia y su significado es precisamente este: “nosotros sabemos que el Señor nos está esperando, a cada uno de nosotros”. 

Primera Lectura del día:
Epístola I de San Juan 4,7-10

Queridos míos, amémonos los unos a los otros, porque el amor procede de Dios, y el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. 
El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. 
Así Dios nos manifestó su amor: envió a su Hijo único al mundo, para que tuviéramos Vida por medio de él. 
Y este amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó primero, y envió a su Hijo como víctima propiciatoria por nuestros pecados. 

Evangelio del día:
San Marcos 6,34-44

Al desembarcar, Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato. 
Como se había hecho tarde, sus discípulos se acercaron y le dijeron: “Este es un lugar desierto, y ya es muy tarde. 
Despide a la gente, para que vaya a las poblaciones cercanas a comprar algo para comer”. 
El respondió: “Denles de comer ustedes mismos”. Ellos le dijeron: “Habría que comprar pan por valor de doscientos denarios para dar de comer a todos”. 
Jesús preguntó: “¿Cuántos panes tienen ustedes? Vayan a ver”. Después de averiguarlo, dijeron: “Cinco panes y dos pescados”. 
Él les ordenó que hicieran sentar a todos en grupos, sobre la hierba verde, 
y la gente se sentó en grupos de cien y de cincuenta. 
Entonces él tomó los cinco panes y los dos pescados, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y los fue entregando a sus discípulos para que los distribuyeran. También repartió los dos pescados entre la gente. 
Todos comieron hasta saciarse, 
y se recogieron doce canastas llenas de sobras de pan y de restos de pescado. 
Los que comieron eran cinco mil hombres. 

jueves, 7 de enero de 2016

EL VIDEO DEL PAPA FRANCISCO - DIÁLOGO INTERRELIGIOSO

VIDEO: Por primera vez el Papa explica al mundo sus intenciones de oración
Por Alvaro de Juana

 (ACI).- El Vaticano ha lanzado este miércoles 6 de enero, día de la Epifanía del Señor, el proyecto “el video del Papa”, en el cual el Santo Padre explica sus intenciones de oración universal y para la evangelización, propuestas por el apostolado de la oración. Esto se repetirá mensualmente.

En un mensaje grabado íntegramente en español, el Santo Padre ha comentado la intención para la oración de este mes de enero: “Que el diálogo sincero entre hombres y mujeres de diversas religiones, conlleve frutos de paz y justicia”. 

En el vídeo, el Pontífice afirma que “la mayor parte de los habitantes del planeta se declaran creyentes, esto debería provocar un diálogo entre las religiones. No debemos dejar de orar por él y colaborar con quienes piensan distinto”.

A continuación una representante del budismo, otro del judaísmo, un sacerdote católico y un dirigente islámico dicen creer en Dios. Luego, el Papa retoma la palabra y dice:

“Muchos piensan distinto, sienten distinto, buscan a Dios o encuentran a Dios de diversa manera. En esta multitud, en este abanico de religiones hay una sola certeza que tenemos para todos: todos somos hijos de Dios”.

De nuevo, los distintos representantes de las confesiones aparecen y dicen: “Creo en el amor”.

El Papa retoma la palabra: “Confío en vos para difundir mi petición de este mes: ‘Que el diálogo sincero entre hombres y mujeres de diversas religiones, conlleve frutos de paz y justicia’. Confío en tu oración”.

Según informó hace unos días el director internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, P. Frederic Fornos, cada vídeo será lanzado “en inglés, español, portugués, francés, italiano, alemán y hasta en árabe y chino”, y “poco a poco en otros idiomas como holandés y hebreo para dar a conocer estos desafíos y poder rezar juntos.

La Santa Sede publica las intenciones del Pontífice para cada mes del año y que hacen referencia a los desafíos actuales por los que pasa la humanidad.



VISITA DE PAPA FRANCISCO A CIUDAD DE JUÁREZ, LLEVARÁ ESPERANZA A LA EX CIUDAD MÁS VIOLENTA DEL MUNDO


Ciudad Juárez: Visita del Papa lleva esperanza a la ex ciudad más violenta del mundo
Por David Ramos


(ACI/EWTN Noticias).- En enero de 2011 Ciudad Juárez fue considerada por tercer año consecutivo la ciudad más violenta del planeta por la ONG mexicana Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal. Ese año, la violencia encabezada por el Cartel de Juárez provocó más de 3 mil muertes.

Mientras el fantasma de la violencia parece ir abandonando Ciudad Juárez, la visita del Papa Francisco a la localidad fronteriza, el próximo 17 de febrero, lleva un mensaje de esperanza.

Ciudad Juárez, con su millón 300 mil habitantes, se encuentra al norte de México, en la frontera con Estados Unidos. Del otro lado del río Bravo se encuentra la ciudad estadounidense de El Paso, en el estado de Texas. Originalmente llamada Paso del Norte, recibió su nombre actual en honor al ex presidente Benito Juárez.

Para el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, que realiza un análisis de la violencia mundial cada año, la situación durante 2010 en Ciudad Juárez solo era comparable a la que vivió Medellín (Colombia) durante el combate contra el Cartel de Medellín liderado por Pablo Escobar –entre 1989 y 1993–, y la de Bagdad (Irak) en 2006.

En el momento más crítico de la violencia, en Ciudad Juárez morían en promedio 8 personas al día.

Uno de los muertos en este periodo de violencia fue el padre de Erika Graciela Acosta Campos, que fue asesinado durante un robo a la tienda de abarrotes de la familia, instalada dentro de su casa.



“Que el Papa se fije en una ciudad tan golpeada por la violencia es esperanza”, aseguró Erika en un video difundido por la Arquidiócesis de Ciudad Juárez.


La joven, hoy casada y madre de una bebé de dos meses, recordó que “la ola de violencia fue un cambio muy, muy fuerte”.

“Nosotros tenemos una tienda de abarrotes, entonces hubo un asalto a la tienda y mi papá falleció en ese asalto”, dijo.

El asesinato del padre hirió profundamente el hogar. “Mi mamá por ejemplo dejó de salir, le daba miedo salir a la calle. Salía para algo de la escuela de mi hermana, la menor, o al mandado o algo y era mucha ansiedad, temblaba, se ponía rígida, no quería salir”, señaló.

El miedo lo sentían también ella y sus dos hermanas, pues no podían sentir siquiera “la seguridad de estar en tu casa. Mi papá falleció en la casa”.

Pero la violencia en Ciudad Juárez ha disminuido en los últimos años. En 2014 el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal reportó 538 asesinatos, una reducción considerable de las más de 3 mil de años atrás. Aun así, figura en el puesto 27 de las 50 ciudades más violentas del mundo publicado en enero de 2015.

“Juárez ahorita se está recuperando”, reconoció Erika, pero advirtió que “todavía queda mucho de esa violencia”.

“Nosotros ya estábamos un poquito más grandes, pero hay niños que quedaron muy chiquitos huérfanos, madres solteras”, lamentó.

En este contexto, la visita del Papa Francisco a Ciudad Juárez lleva un mensaje que “vale la pena seguir”, mientras que sus habitantes esperan “esas palabras que necesitas a lo mejor que te reconforte, esas palabras de aliento”, como que “alguien tan importante se está fijando o está tomando en cuenta este sentimiento que yo tengo”.

“No estoy solo, alguien sufre conmigo o alguien se está dando cuenta que me duele o que es difícil”, es el sentimiento que suscita el viaje apostólico de Francisco, indicó Erika.

La joven mexicana recordó que frente al dolor de la pérdida del padre, a su familia “nos ayudó mucho a aferrarnos a la fe, a Dios, a que Él sabía por qué había pasado”.

“Y la comunidad, el cariño, el apoyo”, añadió conmovida.

Desde su propia experiencia de vida, Erika aseguró que “aferrarte a Dios es lo único que te sana. No sé, sientes rabia, impotencia, coraje, enojo, y de repente llegas a un punto donde quieres regresar el tiempo y no se puede, no ves la salida y tu única salida va a ser aferrarte a Dios, aferrarte a tu fe e intentar seguir adelante”.

“Cuando llegas al punto donde dices ‘¿ahora qué?’ la única salida es Dios”, dijo.

TEXTO COMPLETO DE HOMILÍA DE PAPA FRANCISCO EN LA MISA DE LA EPIFANÍA DEL SEÑOR, 6 DE ENERO 2016


TEXTO COMPLETO: Homilía del Papa Francisco en la Santa Misa de la Epifanía del Señor




(ACI).- El Papa Francisco presidió  la Santa Misa por la solemnidad de la Epifanía del Señor. A las 10 horas de Roma dio inicio la celebración en la Basílica de San Pedro con la participación de miles de personas. En su homilía, el Pontífice destacó que “la Iglesia no puede pretender brillar con luz propia sino “con la luz de Cristo”. “Cristo es la luz verdadera que brilla; y, en la medida en que la Iglesia está unida a él, en la medida en que se deja iluminar por él, ilumina también la vida de las personas y de los pueblos”.

El Papa destacó que “anunciar el Evangelio de Cristo no es una opción más entre otras posibles, ni tampoco una profesión” y aseguró que se trata de la vocación de la Iglesia, que “ilumina la vida de las personas y los pueblos”.

Sobre los Reyes Magos, Francisco explicó que “son una prueba viva de que las semillas de verdad están presentes en todas partes, porque son un don del Creador que llama a todos para que lo reconozcan como Padre bueno y fiel”.

 
A continuación, el texto completo de la homilía del Papa:

Las palabras que el profeta Isaías dirige a la ciudad santa de Jerusalén nos invitan a salir; a salir de nuestras clausuras, a salir de nosotros mismos, y a reconocer el esplendor de la luz que ilumina nuestras vidas: «¡Levántate y resplandece, porque llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti!» (60,1). «Tu luz» es la gloria del Señor. La Iglesia no puede pretender brillar con luz propia. San Ambrosio nos lo recuerda con una hermosa expresión, aplicando a la Iglesia la imagen de la luna: «La Iglesia es verdaderamente como la luna: […] no brilla con luz propia, sino con la luz de Cristo. Recibe su esplendor del Sol de justicia, para poder decir luego: “Vivo, pero no soy yo el que vive, es Cristo quien vive en mí”» (Hexameron, IV, 8, 32). Cristo es la luz verdadera que brilla; y, en la medida en que la Iglesia está unida a él, en la medida en que se deja iluminar por él, ilumina también la vida de las personas y de los pueblos. Por eso, los santos Padres veían a la Iglesia como el «mysterium lunae».

Necesitamos de esta luz que viene de lo alto para responder con coherencia a la vocación que hemos recibido. Anunciar el Evangelio de Cristo no es una opción más entre otras posibles, ni tampoco una profesión. Para la Iglesia, ser misionera no significa hacer proselitismo; para la Iglesia, ser misionera equivale a manifestar su propia naturaleza: dejarse iluminar por Dios y reflejar su luz. No hay otro camino. La misión es su vocación. Muchas personas esperan de nosotros este compromiso misionero, porque necesitan a Cristo, necesitan conocer el rostro del Padre.

Los Magos, que aparecen en el Evangelio de Mateo, son una prueba viva de que las semillas de verdad están presentes en todas partes, porque son un don del Creador que llama a todos para que lo reconozcan como Padre bueno y fiel. Los Magos representan a los hombres de cualquier parte del mundo que son acogidos en la casa de Dios. Delante de Jesús ya no hay distinción de raza, lengua y cultura: en ese Niño, toda la humanidad encuentra su unidad. Y la Iglesia tiene la tarea de que se reconozca y venga a la luz con más claridad el deseo de Dios que anida en cada uno. Como los Magos, también hoy muchas personas viven con el «corazón inquieto», haciéndose preguntas que no encuentran respuestas seguras. También ellos están en busca de la estrella que muestre el camino hacia Belén.

¡Cuántas estrellas hay en el cielo! Y, sin embargo, los Magos han seguido una distinta, nueva, mucho más brillante para ellos. Durante mucho tiempo, habían escrutado el gran libro del cielo buscando una respuesta a sus preguntas y, al final, la luz apareció. Aquella estrella los cambió. Les hizo olvidar los intereses cotidianos, y se pusieron de prisa en camino. Prestaron atención a la voz que dentro de ellos los empujaba a seguir aquella luz; y ella los guió hasta que en una pobre casa de Belén encontraron al Rey de los Judíos.

Todo esto encierra una enseñanza para nosotros. Hoy será bueno que nos repitamos la pregunta de los Magos: «¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo» (Mt 2,2). Nos sentimos urgidos, sobre todo en un momento como el actual, a escrutar los signos que Dios nos ofrece, sabiendo que debemos esforzarnos para descifrarlos y comprender así su voluntad. Estamos llamados a ir a Belén para encontrar al Niño y a su Madre. Sigamos la luz que Dios nos da. La luz que proviene del rostro de Cristo, lleno de misericordia y fidelidad. Y, una vez que estemos ante él, adorémoslo con todo el corazón, y ofrezcámosle nuestros dones: nuestra libertad, nuestra inteligencia, nuestro amor. Reconozcamos que la verdadera sabiduría se esconde en el rostro de este Niño. Y es aquí, en la sencillez de Belén, donde encuentra su síntesis la vida de la Iglesia. Aquí está la fuente de esa luz que atrae a sí a todas las personas y guía a los pueblos por el camino de la paz.


¿QUÉ ENSEÑAN LOS PASTORES DE BELÉN Y LOS REYES MAGOS? PAPA FRANCISCO NOS EXPLICA EN EL ÁNGELUS


¿Qué enseñan los pastores de Belén y los Reyes Magos? El Papa responde en el Ángelus
Por Alvaro de Juana



 (ACI).- Luego de la Santa Misa por la Solemnidad de la Epifanía del Señor, el Papa Francisco presidió el rezo del ángelus como es habitual desde la ventana del estudio del Palacio Apostólico.

Francisco explicó el significado de los Reyes Magos y de los pastores de Belén que fueron a adorar al Niño Jesús al ver la estrella.

Los primeros le dan a la Epifanía “un aire de universalidad”. “Este es el respirar de la Iglesia, la cual desea que todos los pueblos de la tierra puedan encontrar a Jesús, tener experiencia de su amor misericordioso”, dijo el Papa.

El Pontífice manifestó que para todos “hay una gran consuelo al ver la estrella, es decir, en el sentirse guiados y no abandonados a nuestro destino”.

“La estrella es el Evangelio, la Palabra del Señor”. “Esta luz nos guía hacia Cristo. ¡Sin la escucha del Evangelio no es posible encontrarlo!”, exclamó.

“Los pastores y los Magos son muy distintos entre ellos, pero tienen algo en común: el cielo. Los pastores de Belén corrieron a ver a Jesús no porque fueran particularmente buenos, sino porque velaban en la noche y, alzando los ojos al cielo, vieron una señal, escucharon su mensaje y lo siguieron”.

Los Magos “escrutaron el cielo, vieron una nueva estrella, interpretaron la señal y se pusieron en camino”, dijo Francisco.

Así, “los pastores y los Magos nos enseñan que para encontrar a Jesús es necesario saber alzar la mirada al cielo, no replegarse sobre sí mismo, sino tener el corazón y la mente abiertos al horizonte de Dios, que siempre nos sorprende, saber acoger sus mensajes y responder con prontitud y generosidad”.

“Los Magos, en efecto, siguiendo la estrella llegaron al lugar donde se encontraba Jesús” y su experiencia “nos exhorta a no contentarnos con la mediocridad, a no ‘ir tirando’, sino a buscar el sentido de las cosas, a escrutar con pasión el gran misterio de la vida”, dijo el Papa.