lunes, 30 de noviembre de 2015

PAPA FRANCISCO CONCLUYE SU PRIMER VIAJE A ÁFRICA Y REGRESA A ROMA HOY


Papa Francisco concluye su primer viaje a África y regresa a Roma


(ACI).- El Papa Francisco se encuentra ya en el avión de regreso que le lleva a Roma después del viaje de seis días que ha realizado en África, desde el pasado 25 de noviembre. En su primera Visita Apostólica a este continente acudió a Kenia, Uganda y por último a la República Centroafricana, desde cuya capital, Bangui, emprendió el regreso.

El Pontífice abordó el avión a las 12:30 (hora local) después de una breve ceremonia de despedida con la participación del Jefe de Estado de la Transición, Catherine Samba-Panza y el Nuncio Apostólico, Mons. Franco Coppola. Estuvieron presentes otras autoridades del país, obispos y una representación de fieles.



Está previsto que el avión del Papa aterrice en el Aeropuerto Internacional de Fiumicino, en Roma, tras más de seis horas de viaje, a las 18:45 hora local.

TOMEN DE LA MANO A CRISTO RESUCITADO Y CAMBIEN EL FUTURO PIDE EL PAPA A CRISTIANOS


¡Tomen de la mano a Cristo resucitado y cambien el futuro!, pide el Papa a cristianos
Por Alvaro de Juana




 (ACI).- En la Santa Misa en el Estadio Deportivo Barthélémy Boganda de Bangui, el Papa Francisco hizo hoy un fuerte llamado a la evangelización y a ir de la mano con Cristo y cambiar el ffuturo del país. Fue el último acto del Pontífice en Centroafrica antes de regresar a Roma.

“La vida eterna no es una ilusión”, afirmó en la homilía que pronunció ante miles de centroafricanos que participaron en la celebración. “En todo esto, Cristo resucitado nos toma de la mano y nos lleva a seguirlo”, subrayó después.

El Santo Padre les pidió mirar al futuro y decidirse “con determinación a abrir una nueva etapa en la historia cristiana de su País, a lanzarse hacia nuevos horizontes, a ir mar adentro, a aguas profundas”.

También invitó a dar gracias a Dios “por su presencia y por la fuerza que nos comunica en nuestra vida diaria, cuando experimentamos el sufrimiento físico o moral, la pena, el luto; por los gestos de solidaridad y de generosidad que nos ayuda a realizar; por las alegrías y el amor que hace resplandecer en nuestras familias, en nuestras comunidades, a pesar de la miseria, la violencia que, a veces, nos rodea o del miedo al futuro; por el deseo que pone en nuestras almas de querer tejer lazos de amistad, de dialogar con el que es diferente, de perdonar al que nos ha hecho daño, de comprometernos a construir una sociedad más justa y fraterna en la que ninguno se sienta abandonado”.

El Papa pidió que todos ser maravillen de la labor misionera que llevó por vez primera la alegría del Evangelio a esa nación y aseguró que “es bueno, sobre todo en tiempos difíciles, cuando abundan las pruebas y los sufrimientos, cuando el futuro es incierto y nos sentimos cansados, con miedo de no poder más, reunirse alrededor del Señor, como hacemos hoy, para gozar de su presencia, de su vida nueva y de la salvación que nos propone, como esa otra orilla hacia la que debemos dirigirnos”.



La mirada puesta en la vida eterna “ha fortalecido siempre el ánimo de los cristianos, de los más pobres, de los más pequeños, en su peregrinación terrena”.

Pero esa “es una realidad que transforma ya desde ahora nuestra vida presente y el mundo en que vivimos”.

El Papa exhortó además a romper con el “hombre viejo”, con el “hombre pecador, siempre inclinado a ceder a la tentación del demonio –y cuánto actúa en nuestro mundo y en estos momentos de conflicto, de odio y de guerra–, que lo lleva al egoísmo, a encerrarse en sí mismo y a la desconfianza, a la violencia y al instinto de destrucción, a la venganza, al abandono y a la explotación de los más débiles”.

“Sabemos también que a nuestras comunidades cristianas, llamadas a la santidad, les queda todavía un largo camino por recorrer”, dijo Francisco.

En esta situación, “cada uno en su corazón puede preguntarse sobre su relación personal con Jesús, y examinar lo que ya ha aceptado –o tal vez rechazado– para poder responder a su llamado a seguirlo más de cerca”.

En la última parte de la homilía, Francisco habló de la necesidad de nuevos mensajeros que sean “más generosos, más alegres, más santos”. “Todos y cada uno de nosotros estamos llamados a ser este mensajero que nuestro hermano, de cualquier etnia, religión y cultura, espera a menudo sin saberlo”.

El Papa recordó que Cristo “ha resucitado de entre los muertos” y por eso “desde entonces, las dificultades y sufrimientos que padecemos son ocasiones que nos abren a un futuro nuevo, si nos adherimos a su Persona”.

Al final de la Misa quiso dirigir un saludo especial al Patriarca Bartolomeo I, Patriarca de Constantinopla: "Antes de dar la bendición, en esta Fiesta de San Andrés, desde aquí, desde el corazón de África, quisiera dirigirme a mi queridísimo hermano Bartolomeo, Patriarca Ecuménico. Le hago deseos de felicidad, fraternidad y pido al Señor que bendiga nuestras Iglesias hermanas".

PAPA FRANCISCO A MUSULMANES: QUIEN DICE CREER EN DIOS HA DE SER UN HOMBRE DE PAZ

Papa Francisco a musulmanes: Quien dice creer en Dios ha de ser un hombre de paz
Por Alvaro de Juana


 (ACI).- El Papa Francisco volvió hacer un llamado a reconocer que “todos somos hermanos”  y rechazar la violencia, en esta ocasión, entre musulmanes y cristianos. Por ello afirmó que todo creyente en Dios debe ser un hombre de paz.

El Santo Padre mantuvo un encuentro con la Comunidad musulmana esta mañana en la capital de la República Centroafricana, Bangui, en la Mezquita central de Koudoukou.

“Cristianos y musulmanes somos hermanos. Tenemos que considerarnos así, comportarnos como tales. Sabemos bien que los últimos sucesos y la violencia que ha golpeado su país no tenía un fundamento precisamente religioso”.



“Quien dice que cree en Dios ha de ser también un hombre o una mujer de paz”, aseguró el Papa.

Francisco reconoció que “cristianos, musulmanes y seguidores de las religiones tradicionales, han vivido juntos pacíficamente durante muchos años”. Por eso “tenemos que permanecer unidos para que cese toda acción que, venga de donde venga, desfigura el Rostro de Dios y, en el fondo, tiene como objetivo la defensa a ultranza de intereses particulares, en perjuicio del bien común”.

“Juntos digamos ‘no’ al odio, a la venganza, a la violencia, en particular a la que se comete en nombre de una religión o de Dios. Dios es paz, salam”.

El Papa deseó que las próximas elecciones nacionales en el país sepan unir a la población “convirtiéndose en símbolos de la unidad de la nación, más que en representantes de una facción”.

“Los animo vivamente a trabajar para que su país sea una casa acogedora para todos sus hijos, sin distinción de etnia, adscripción política o confesión religiosa”, dijo Francisco.

EL PAPA FRANCISCO PIDE LOGRAR LA PAZ EN REPÚBLICA CENTROAFRICANA CON UNIDAD, DIGNIDAD Y TRABAJO


El Papa pide lograr la paz en República Centroafricana con unidad, dignidad y trabajo




(ACI).- El Papa Francisco dijo a su llegada a la República Centroafricana que “vengo como peregrino de la paz, y me presento como apóstol de la esperanza”.

Luego de llegar a la Bangui, capital de República Centroafricana, el Papa mantuvo un encuentro con las autoridades del estado y la clase dirigente del país en el Palacio Presidencial. A ellos les pidió intensificar los esfuerzos para lograr la paz y articuló su discurso sobre tres temas: unidad, dignidad, trabajo.

“En este momento en que la República Centroafricana se encamina, poco a poco y a pesar de las dificultades, hacia la normalización de su vida social y política, piso por primera vez esta tierra, siguiendo los pasos de mi predecesor san Juan Pablo II”.

En referencia a las elecciones que se celebrarán próximamente, el Pontífice señaló que “deseo ardientemente que las diferentes consultas nacionales, que se celebrarán en las próximas semanas, permitan al país entrar con serenidad en una nueva etapa de su historia”.

Señaló que todos los habitantes del país necesitan “unidad, dignidad, trabajo”:



Unidad: “Es un valor fundamental para la armonía de los pueblos. Se ha de vivir y construir teniendo en cuenta la maravillosa diversidad del mundo circundante, evitando la tentación de tener miedo de los demás, del que no nos es familiar, del que no pertenece a nuestro grupo étnico, a nuestras opciones políticas o a nuestra religión”. El Papa también dijo que requiere “crear y promover una síntesis de la riqueza que cada uno lleva consigo”.

Dignidad: Es “sinónimo de honestidad, lealtad, bondad y honor” y “caracteriza a los hombres y mujeres conscientes de sus derechos y de sus deberes, y que lleva al respeto mutuo”. “Hay que hacer lo que sea para salvaguardar la condición y dignidad de la persona humana”, señaló. “El que tiene los medios para vivir una vida digna, en lugar de preocuparse por sus privilegios, debe tratar de ayudar a los pobres para que puedan acceder también a una condición de vida acorde con la dignidad humana, mediante el desarrollo de su potencial humano, cultural, económico y social”.

“El acceso a la educación y a la sanidad, la lucha contra la desnutrición y el esfuerzo por asegurar a todos una vivienda digna, ha de tener un puesto principal en un plan de desarrollo que se preocupe de la dignidad humana”.

Trabajo: Francisco explicó que “el esfuerzo de los padres pone de manifiesto su amor por los hijos”. A los centroafricanos les dijo que pueden “mejorar esta maravillosa tierra, usando con responsabilidad sus múltiples recursos” y les pidió usar con responsabilidad estos recursos. “La construcción de una sociedad próspera debe ser una obra solidaria”, añadió.

Además, destacó que las autoridades públicas “deben ser las primeras que han de encarnar en sus vidas con coherencia los valores de la unidad, la dignidad y el trabajo, y ser un ejemplo para sus compatriotas”.

El Papa recordó que la Iglesia está comprometida con estos valores y mencionó a los “pioneros de la evangelización”.

“Junto a ellos, renuevo el propósito de esta Iglesia particular de contribuir cada vez más a la promoción del bien común, especialmente a través de la búsqueda de la paz y la reconciliación”.

“No me cabe duda de que las autoridades centroafricanas, actuales y futuras, se esforzarán sin descanso para garantizar a la Iglesia unas condiciones favorables para el cumplimiento de su misión espiritual”, añadió.

Por último el Santo Padre reconoció los esfuerzos de la Comunidad internacional que trabajan por la paz. “Les animo fervientemente a que sigan avanzando todavía más en el camino de la solidaridad, con la esperanza de que su compromiso, unido al de las Autoridades centroafricanas, sirva para que el país progrese, sobre todo en la reconciliación, el desarme, la preservación de la paz, la asistencia sanitaria y la cultura de una buena gestión en todos los ámbitos”. 

PAPA FRANCISCO: NI LA TIERRA EN LLAMAS PUEDE HACER RETROCEDER AL INVENCIBLE AMOR DE JESÚS


Papa Francisco: Ni la tierra en llamas puede hacer retroceder al invencible amor de Jesús





 (ACI).- En la homilía de la Misa que presidió esta noche en la Catedral de Bangui en la República Centroafricana, el Papa Francisco afirmó que el amor de Cristo es invencible y que no retrocede ante nada, ni ante “la tierra en llamas” o “el mar embravecido”.

Así lo indicó el Santo Padre al explicar cómo es la salvación de Dios, al iniciarse hoy el tiempo del Adviento que es la preparación para la Navidad, ante cientos de personas en la Catedral cuya Puerta Santa abrió hoy.

El Papa explicó que “la salvación de Dios proclamada tiene el carácter de un poder invencible que vencerá sobre todo”, algo que todo cristiano está llamado a testimoniar.

El Santo Padre dijo luego que “Jesús, también en medio de una agitación sin precedentes, quiere mostrar su gran poder, su gloria incomparable, y el poder del amor que no retrocede ante nada, ni frente al cielo en convulsión, ni frente a la tierra en llamas, ni frente al mar embravecido. Dios es más fuerte que cualquier otra cosa”.



Haciendo alusión al terrible conflicto que se vive en la República Centroafricana, el Pontífice indicó que esa “convicción da al creyente serenidad, valor y fuerza para perseverar en el bien frente a las peores adversidades. Incluso cuando se desatan las fuerzas del mal, los cristianos han de responder al llamado de frente, listos para aguantar en esta batalla en la que Dios tendrá la última palabra. Y esta será una palabra de amor y de paz”.

El Papa Francisco hizo además un llamado a “todos los que empuñan injustamente las armas de este mundo: Depongan estos instrumentos de muerte; ármense más bien con la justicia, el amor y la misericordia, garantías de auténtica paz”.

Inmediatamente se dirigió a los presentes y dijo: “discípulos de Cristo, sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos comprometidos en este país que lleva un nombre tan sugerente, situado en el corazón de África, y que está llamado a descubrir al Señor como verdadero centro de todo lo que es bueno: la vocación de ustedes es la de encarnar el corazón de Dios en medio de sus conciudadanos”.

El Papa dijo también que llega a este país africano “a ofrecerles la fuerza y el poder de Dios que curan al hombre, lo levantan y lo hacen capaz de comenzar una nueva vida, ‘cruzando a la otra orilla’”.

El Santo Padre explicó que los cristianos están llamados a ser perfectos como el Padre y que una exigencia fundamental de ella es “el amor a los enemigos, que nos previene de la tentación de la venganza y de la espiral de las represalias sin fin. Jesús ha insistido mucho sobre este aspecto particular del testimonio cristiano. Los agentes de evangelización, por tanto, han de ser ante todo artesanos del perdón, especialistas de la reconciliación, expertos de la misericordia”.

El Papa dijo asimismo que en las lecturas de la liturgia de hoy “la felicidad prometida por Dios se anuncia en términos de justicia. El Adviento es el tiempo para preparar nuestros corazones a recibir al Salvador, es decir el único Justo y el único Juez que puede dar a cada uno la suerte que merece”.

“Aquí, como en otras partes, muchos hombres y mujeres tienen sed de respeto, de justicia, de equidad, y no ven en el horizonte señales positivas. A ellos, Él viene a traerles el don de su justicia. Viene a hacer fecundas nuestras historias personales y colectivas, nuestras esperanzas frustradas y nuestros deseos estériles. Sí, Dios es Justicia. Por eso nosotros, cristianos, estamos llamados a ser en el mundo los artífices de una paz fundada en la justicia”.

El Papa resaltó que esta salvación que se espera del Señor, “tiene también el sabor del amor. En efecto, preparándonos a la Navidad, hacemos nuestro de nuevo el camino del pueblo de Dios para acoger al Hijo que ha venido a revelarnos que Dios no es sólo Justicia sino también y sobre todo Amor. Por todas partes, y sobre todo allí donde reina la violencia, el odio, la injusticia y la persecución, los cristianos estamos llamados a ser testigos de este Dios que es Amor”.

Francisco alentó luego a los presentes a vivir las virtudes cristianas heroicamente e hizo votos para que “el Señor nos afiance y nos haga presentarnos ante «Dios nuestro Padre santos e irreprochables en la venida de nuestro Señor Jesús con todos sus santos» (1 Ts 3,13). Reconciliación, perdón, amor y paz. Amén”.

IMÁGENES DEL PAPA FRANCISCO ABRIÓ EL JUBILEO DE LA MISERICORDIA EN CENTROÁFRICA

PAPA FRANCISCO ABRIÓ EL JUBILEO DE LA MISERICORDIA EN CENTROÁFRICA: "PIDAMOS AMOR Y PAZ PARA EL MUNDO"


El 8 de diciembre se abrirá para el mundo la Puerta Santa en la basílica de San Pedro en el Vaticano; pero el Papa Francisco, movido por el amor a África y por el recrudecimiento de la violencia y la guerra, quiso abrir ayer la Puerta Santa e iniciar el Jubileo de la Misericordia en la catedral de Bangui, en la República Centroafricana.
Durante el rito de apertura de la Puerta Santa de Bangui, el Papa Francisco dijo:
“Bangui se convierte hoy en la capital espiritual del mundo. El Año Santo de la Misericordia llega anticipadamente a esta tierra. Una tierra que sufre desde hace años la guerra, el odio, la incomprensión, la falta de paz.
En esta tierra que sufre también están todos los países del mundo que padecen la cruz de la guerra. Bangui se convierte en la capital espiritual de la oración por la misericordia del Padre. Pidamos todos nosotros paz, misericordia, reconciliación, perdón, amor.
Pidamos la paz para Bangui, para toda la República Centroafricana para todos los países que sufren la guerra, pidamos la paz. Todos juntos pidamos amor y paz.
Y ahora, con esta oración, comenzamos el Año Santo, aquí, en esta capital espiritual del mundo, hoy”.
















jueves, 26 de noviembre de 2015

DISCURSO DE PAPA FRANCISCO EN ENCUENTRO CON SACERDOTES, RELIGIOSOS Y SEMINARISTAS DE KENIA


Discurso en encuentro con sacerdotes, religiosos y seminaristas de Kenia



 (ACI).- En el segundo día de su visita apostólica a Kenia, el Papa Francisco se reunió con el clero, religiosos, religiosas y seminaristas de Kenia en el campo de deportes de la St Mary’s School de Nairobi, la capital del país.

A continuación, el texto completo del discurso del Papa Francisco:

Me gustaría hablarles en inglés pero mi inglés es muy pobre. No puedo decirles lo que me gustaría y por eso prefiero hablarles en mi idioma, el español.

Monseñor Miles es el traductor. Muchas gracias por su comprensión.

Cuando se leía la Carta de San Pablo me tocó

Confío en esto, que quien ha iniciado un buen camino, podrá completarlo hasta el día de Jesucristo. El Señor los ha escogido a todos ustedes: nos ha escogido a todos nosotros.

Y Él comenzó su obra el día que nos miró en el bautismo. El día que nos miró después. Cuando nos dijo si tenes ganas vení conmigo y bueno de ahí nos metimos en fila y comenzamos el camino. Pero el camino lo empezó Él, no nosotros.



En el Evangelio leemos de uno curado que quiso seguir el camino Jesús y le dijo no. En el seguimiento de Jesucristo sea en el sacerdocio, sea  en la vida consagrada a Cristo, se entra por la puerta, la puerta es Cristo. Él llama, Él empieza, Él va haciendo el trabajo.

Hay algunos que quieren entrar por la ventana. No sirve eso, Por favor si alguno ve que un compañero  o una compañera entró por la ventana, abrácelo y explíquele que es mejor que se vaya y que sirva a Dios en otro lado porque nunca va a llegar a término una obra que no empezó Jesús por la puerta. Y esto nos tiene que llevar a una conciencia de elegidos. Yo fui mirado, yo fui elegido.

Me impresiona el comienzo del capítulo 16 de Ezequiel. “Eras hijo de extranjeros, estabas recién nacido y tirado, Yo pasé, te limpié y te llevé conmigo”. Ese es el camino, esa es la obra que el Señor comenzó cuando los miró.

Hay algunos que no saben para qué Dios los llama pero sienten que Dios los llamó. Vayan tranquilos Él les hará comprender para qué los llamó.

Hay otros que quieren seguir al Señor por interés. Acordémonos de la mamá de Santiago y Juan.Señor te quiero pedir que cuando partas la tortas le des la parte más grande a mis dos hijos. Uno a tu derecha y otro a tu izquierda. Ahí está la tentación de seguir a Jesús por ambición, ambición de dinero, ambición de poder. Todos podemos decir “cuando yo empecé a seguir a Jesús, no se me ocurrió eso, pero a otro se le ocurrió” y poco a poco te lo sembró en el corazón como una cizaña. En la vida del seguimiento de Jesús no hay lugar ni para la propia ambición, ni para las riquezas, ni para ser una persona importante en el mundo. A Jesús se le sigue hasta el último paso de su vida terrena: la cruz. Después Él se encarga de resucitarte, pero hasta ahí andá vos.

Y esto se los digo en serio porque la Iglesia no es una empresa, no es una ONG, la Iglesia es un misterio, el misterio de la mirada de Jesús sobre cada uno que le dice: vení. ¿Queda claro? El que llama es Jesús, se entra por la puerta, no por la ventana y se sigue el camino de Jesús.

Evidentemente que Jesús cuando nos elige no nos canoniza. Seguimos siendo los mismos pecadores. Yo les pediría por favor si hay acá algún sacerdote, o alguna religiosa, religioso que no se sienta pecador que levante la mano. Todos somos pecadores. Yo el primero, después ustedes, pero nos lleva adelante la ternura y el amor de Jesús. Que quien comenzó un buen camino, lo siga y lo complete… Eso nos lleva adelante, el que empezó el amor de Jesús.

¿Ustedes se acuerdan en el Evangelio cuándo lloró el apóstol Santiago? ¿Se acuerda alguno o no? No. ¿Y cuándo lloró el apóstol Juan? No .¿Y cuándo lloró algún otro apóstol? Uno solo nos dice el Evangelio que lloró, el que se dio cuenta que era pecador. Tan pecador era que había traicionado a su Señor y cuando se dio cuenta de eso lloró. Después Jesús lo hizo Papa. ¿Quién entiende a Jesús? Un misterio. Nunca dejen de llorar. Cuando a un sacerdote, a un religioso o religiosa se le secan las lágrimas, algo no funciona. Llorar por la propia infidelidad, llorar por el dolor del mundo, llorar por la gente que está descartada, por los viejitos abandonados, por los niños asesinados, por las cosas que no entendemos. Llorar cuando nos preguntan ¿por qué?. Ninguno de nosotros tiene todos los por qué, todas las respuestas a los por qué.

Hay un autor ruso que se preguntaba por qué sufren los niños y cada vez que yo saludo a un niño con cáncer, con tumor, con una enfermedad rara, pregunto por qué sufre ese niño y yo no tengo respuesta a eso, solamente miro a Jesús en la cruz. Hay situaciones en la vida que solo nos llevan a llorar mirando a Jesús en la cruz y esa es la única respuesta para ciertas injusticias, para ciertos dolores, para ciertas situaciones de la vida.

San Pablo les decía a sus discípulos acordate de Jesucristo, acordate  de Jesucristo crucificado. Cuando un consagrado, sacerdote, se olvida de Cristo crucificado, pobrecito, cayó en un pecado muy feo, un pecado que le da asco a Dios, que lo hace vomitar a Dios, el pecado de la tibieza. Queridos sacerdotes, hermanos, hermanas cuiden de no caer en el pecado de la tibieza.

Y bueno qué otra cosa les puedo decir que les pueda dar mensaje de mi corazón a ustedes. Que nunca se alejen de Jesús. Esto quiere decir que nunca dejen de orar. Padre pero a veces es tan aburrido orar, uno se cansa, se duerme. Dormite delante del Señor, es una manera de rezar, pero quédate ahí delante del señor. Quédate ahí, no dejes la oración.

Si un consagrado deja la oración, el alma se seca, como esos higos ya secos, son feos, tienen una apariencia fea. El alma de una religiosa, de un religioso, de un sacerdote que no reza es un alma fea. Perdón pero es así. Les dejo esta pregunta: ¿Yo le quito tiempo al sueño, le quito tiempo a la radio, a la televisión, a las revistas para rezar? ¿O prefiero lo otro? Ponerse delante de aquel que empezó la obra y que la está terminando en cada uno de ustedes. La oración.

Una última cosa que les quisiera decir, antes de decirles otra, es que todo el que se dejó elegir por Jesús es para servir, para servir al pueblo de Dios, para servir a los más pobres, los más descartados, los más sufrientes,  para servir a los niños y ancianos, para servir también a la gente que no es consciente de la soberbia y del pecado que lleva adentro, para servir a Jesús. Dejarse elegir por Jesús es dejarse elegir para servir, no para hacerse servir. Hace un año más o menos hubo un encuentro de sacerdotes, las monjas se salvan. Y durante esos ejercicios espirituales cada día había un turno de sacerdotes que tenía que servir a la mesa. Algunos de ellos se quejaron. No, nosotros tenemos que ser servidos, nosotros pagamos, podemos pagar para que nos sirvan. Por favor nunca eso en la Iglesia. Servir, no servirse de.

Esto es lo que quería decir que sentí todo de golpe cuando escuché esta frase de San Pablo.Confiado en que Aquel que empezó esta la obra en ustedes la continuará y la completará hasta el día de Jesucristo.

Me decía un cardenal mayor, un año más que yo, que cuando él va al cementerio donde ve misioneros, misioneras, sacerdotes, religiosos, religiosas que han dado su vida, él se pregunta ¿por qué a estos no los canonizan mañana? porque pasaron su vida sirviendo. Y a mí me emociona cuando saludo después de una Misa a un sacerdote, a una religiosa, hace 30, 40 años que estoy en este hospital de niños autistas o que estoy en las misiones del Amazonas o que estoy en tal lugar o en tal otro. Me toca el alma esta mujer, este hombre entendió que seguir  a Jesús es servir a los demás y  no servirse de los demás.

Bueno, les agradezco mucho ¿pero qué Papa maleducado que es éste no?. Nos dio consejos, nos dio palos y no nos dice gracias. Yo les quiero y es lo último que les quiero decir, la frutilla de la torta.

Quiero darle gracias a ustedes. Gracias por animarse a seguir a Jesús, gracias por cada vez que se sienten pecadores, gracias por cada caricia de ternura que dan a quien lo necesita. Gracias por todas las veces que ayudaron a morir en paz a tanta gente. Gracias por quemar la vida en la esperanza. Gracias por dejarse ayudar y corregir y perdonar todos los días. Y les pido al darle gracias que no se olviden de rezar por mí porque yo lo necesito. Muchas gracias.