martes, 22 de septiembre de 2015

FOTOS DEL PAPA FRANCISCO EN LA CATEDRAL DE NUESTRA SEÑORA DE LA ASUNCIÓN, SANTIAGO DE CUBA



















queridos amigos, mientras esperamos el encuentro del Papa Francisco con las familias (en la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, en Santiago de Cuba, dentro de unos 50 minutos), les ofrecemos un álbum de fotos de la Santa Misa de ayer en Holguín.

LA RESPUESTA DEL PAPA FRANCISCO A QUIENES LO ACUSAN DE ANTIPAPA, COMUNISTA Y NO CATÓLICO


La respuesta del Papa Francisco a quienes lo acusan de antipapa, comunista y no católico
Foto Alan Holdren / ACI Prensa




WASHINGTON D.C., 22 Sep. 15 / 04:32 pm (ACI).- En el vuelo que lo llevó de Cuba a Washington D.C., el Papa Francisco respondió ante los periodistas que lo acompañan a quienes lo acusan de ser un antipapa, comunista y hasta cuestionan que sea católico.

Un periodista preguntó al Papa qué piensa de que algunos medios y sectores de la sociedad estadounidense llegaran “a preguntarse si el Papa es católico” pues si ya hubo “discusiones de los que hablaban del Papa comunista, ahora hasta están los que hablan del Papa que no es católico”.

El Santo Padre dio esta respuesta:

“Un cardenal amigo me contó que fue a lo de él una señora muy preocupada, muy católica, un poco rígida, pero buena católica. Y le preguntó si era verdad que en la Biblia se hablaba de un anticristo y él le explicó. Y también en el Apocalipsis, ¿no? Y después, si era verdad que se hablaba de un antipapa, que el anticristo, el antipapa. ‘¿Pero por qué me hace esta pregunta?’, preguntó el cardenal. ‘Porque yo estoy segura de que el Papa Francisco es el antipapa’. ‘¿Y por qué pregunta esto? ¿Por qué tiene esta idea?’ ‘Y, porque no usa los zapatos rojos, así, histórico’. Los motivos, de pensar si porque no usa los zapatos rojos. Los motivos de pensar si uno es comunista, no es comunista…

Yo estoy seguro de que no he dicho una cosa más que no hubiera estado en la doctrina social de la Iglesia. En el otro vuelo una colega me dijo que yo le había tendido la mano a los movimientos populares y me preguntó '¿pero la Iglesia lo va a seguir?  Yo le dije 'soy yo el que sigo a la Iglesia'. Y en esto me parece que no me equivoco.

Creo que nunca dije una cosa que no fuera en la doctrina social de la Iglesia. Las cosas se pueden explicar, quizás una explicación ha dado una impresión de ser un poquitito más izquierdosa pero sería un error de explicación. No, mi doctrina sobre todo esto, sobre la Laudato Si’, sobre el imperialismo económico, todo esto, es la de la doctrina social de la Iglesia. Y si es necesario que yo recite el credo, estoy dispuesto a hacerlo, ¿eh?’”

Sobre esta respuesta que dio el Pontífice, el Director de la Sala Stampa del Vaticano, P. Federico Lombardi, dijo en conferencia de prensa en Washington D.C. que el Papa Francisco “tiene su propio modo de hablar” pero efectivamente siempre lo hace en el marco de la tradición católica y resaltó que siempre está en línea con la doctrina social de la Iglesia.

PROGRAMA OFICIAL DEL PAPA FRANCISCO EN LOS ESTADOS UNIDOS, DEL 22 AL 27 DE SEPTIEMBRE 2015


EL VIAJE DEL PAPA FRANCISCO A CUBA Y EL SERVICIO Y MISIÓN DE LA IGLESIA



El viaje del Papa Francisco a Cuba y el servicio y misión de la Iglesia
Discursos y homilías del Santo Padre


Un balance: Siembra de gracia y de savia, vitalidad evangelizadora y sacudida misionera y de misericordia del viaje papal 


Por: Editorial Ecclesia | Fuente: www.revistaecclesia.com 



En este nuevo viaje papal a Cuba –el tercero desde 1998, tras los de Juan Pablo II en enero de aquel año y de Benedicto XVI, en marzo de 2012- ha sido también objeto de análisis y debates políticos desde posiciones ideológicas, incluso frentistas, excluyentes y maniqueas. De alguna manera, se han reproducido, en consecuencia, determinados clichés o lugares comunes, en medio de una extraordinaria expectación mediática.
Para algunos, Francisco, en este caso como en su día Juan Pablo II y Benedicto XVI, debería haber plantado cara al régimen castrista; y para otros, todo lo contrario. Pero no, no es a esto a lo que viaja un pastor supremo de la Iglesia a una determinada Iglesia local. No va  a hacer política partidista; va a visitar al Pueblo de Dios presente en el país en cuestión y a acercarse a todas las personas que quieren acoger su presencia y su palabra.
Los viajes papales son visitas apostólicas, encuentros pastorales, ocasión, en su suma, para servir el único Evangelio, que no es el de las ideologías y las banderías, sino el de la misericordia, la reconciliación, la concordia y la paz. Es, en suma, el Evangelio de la inclusión, de la apertura, del buscar el bien común y lo que une, y no lo que separa, a las gentes. Lo dijo claramente Francisco en su homilía de la misa en la Plaza de la Revolución de La Habana, el domingo 20 de septiembre: “Nunca el servicio es ideológico, ya que no se sirve a ideas, sino que se sirve a las personas”.
Y el servicio que Francisco ha querido prestar en su recorrido por las tres principales ciudades de Cuba ha sido, ante todo, el de la reconciliación, que es una de las misiones principales de la Iglesia. Ya lo dijo en su discurso en el aeropuerto de la capital cubana, nada más llegar al país: “El mundo necesita reconciliación”. Cuba necesita reconciliación, palabra esta última la más repetida por el Papa en su primer discurso en la isla.
En este sentido, en su saludo al Santo Padre, al comenzar la misa ya citada del domingo 20 de septiembre, el cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana, agradeció al Papa su papel en el diálogo entre Cuba y Estados Unidos de América y abogó para que el proceso de renovación de relaciones entre ambos países traiga la “anhelada” reconciliación entre todos los cubanos, de fuera y dentro del país. El purpurado, además, hizo votos para que el restablecimiento de los vínculos bilaterales alcance “no solo a los altos niveles políticos” de ambos países, sino “muy especialmente a nuestro pueblo cubano que vive aquí y en Estados Unidos”. “Solo el amor y el perdón entre nosotros será un medio válido para una verdadera y pacífica renovación de nuestra nación”.
¡Claro que Cuba necesita una profunda renovación política, social, económica y cultural! Pero el camino de esta no puede ser el de una nueva confrontación y división, sino que debe discurrir  –en aras al bien común y a la paz-  por senderos de reconciliación,  integración,  perdón y concordia.
Servicio y misión de la Iglesia es también, por supuesto, evangelizar y  testimoniar la misericordia. “Misionero de la Misericordia” ha rezado el lema de este apasionante viaje papal, en las vísperas ya del Año Jubilar de la Misericordia. El producto interior bruto (PIB) de Cuba sitúa al país en el puesto 58 de todo el mundo con una renta per cápita inferior a los 19.000 dólares anuales. Aunque el número de bautizados en la Iglesia católica es de cerca del 61%, se estima que solo han recibido este bautismo como único el 45% de la población –el resto habría recibido también “bautismos” de otras confesiones y creencias- y el porcentaje de asistencia dominical a misa apenas supera el 5%. Las posibilidades evangelizadoras reales de la Iglesia católica en Cuba han mejorado desde 1998, pero siguen siendo muy precarias y frágiles. Al respecto, Francisco reclamó para la Iglesia “libertad y todos los medios necesarios para llevar el anuncio del Reino hasta las periferias existenciales de la sociedad”.
Y, claro, ¡cómo dudar de la siembra de gracia y de savia y vitalidad evangelizadora y de la sacudida misionera y de misericordia que un viaje del Papa, como este de Francisco, significan!

Discursos, homilías y oraciones del Papa Francisco en su visita a Cuba:
- Sábado 19 de septiembre de 2015
Un pequeño puente y otro, y otro, hacen el gran puente de la paz 
El Papa Francisco pide a los periodistas que le acompañan en el vuelo papal, ser puentes de paz
- Domingo 20 de septiembre de 2015
«Quien no vive para servir, no sirve para vivir». Homilía del Papa en la Misa en la Plaza de la Revolución de La Habana
La tentación de huir de las cruces propias y de las cruces de los demás. Angelus del Papa en el 25o. domingo del Tiempo Ordinario, en La Habana, Cuba
Dios quiere una Iglesia pobre, que se ponga al servicio de los últimos. Homilía del Papa Francisco a los sacerdotes, religiosos, religiosas y seminaristas en la Catedral de La Habana
No se olviden, sueñen. Palabras del Papa Francisco a los Jóvenes cubanos congregados en el Centro Cultural P. Félix Varela de La Habana
- Lunes 21 de septiembre de 2015
La mirada de Jesús. Homilía del Papa Francisco. Santa Misa en la Plaza de la Revolución de Holguín, Cuba
Oración a la Virgen de la Caridad del Cobre. Con los obispos y el séquito papal en la Basílica menor del Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, en Santiago de Cuba
- Martes 22 de septiembre 2015
Vivir la revolución de la ternura como María, Madre de la Caridad. Homilía del Papa Francisco, en el Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre
Las familias no son un problema, son principalmente una oportunidad. Palabras del Papa las familias en la Catedral de la Asunción en Santiago de Cuba

LA MIRADA DE JESÚS, HOMILÍA DEL PAPA FRANCISCO - HOLGUÍN, CUBA, 21 DE SEPTIEMBRE 2015


La mirada de Jesús
Homilía del Papa Francisco. Santa Misa en la Plaza de la Revolución de Holguín, Cuba. 21 septiembre 2015


Por: Papa Francisco | Fuente: es.radiovaticana.va 




En el día en que la Iglesia celebra la conversión del apóstol y evangelista san Mateo, el Santo Padre se trasladó muy temprano a Holguín, una ciudad nunca antes visitada por un pontífice, en donde presidió la Santa Misa en la Plaza de la Revolución.

Homilía completa del Papa en la misa de Holguín

Celebramos la fiesta del apóstol y evangelista san Mateo. Celebramos la historia de una conversión. Él mismo, en su evangelio, nos cuenta cómo fue el encuentro que marcó su vida, él nos introduce en un «juego de miradas» que es capaz de transformar la historia.

Un día, como otro cualquiera, mientras estaba sentado en la mesa de la recaudación de los impuestos, Jesús pasaba, lo vio, se acercó y le dijo: «“Sígueme”. Y él, levantándose, lo siguió».

Jesús lo miró. Qué fuerza de amor tuvo la mirada de Jesús para movilizar a Mateo como lo hizo; qué fuerza han de haber tenido esos ojos para levantarlo. Sabemos que Mateo era un publicano, es decir, recaudaba impuestos de los judíos para dárselo a los romanos. Los publicanos eran mal vistos e incluso considerados pecadores, y por eso vivían apartados y despreciados por los demás. Con ellos no se podía comer, ni hablar, ni orar. Eran traidores para el pueblo: le sacaban a su gente para dárselo a otros. Los publicanos pertenecían a esta categoría social.

Y Jesús se detuvo, no pasó de largo precipitadamente, lo miró sin prisa, lo miró con paz. Lo miró con ojos de misericordia; lo miró como nadie lo había mirado antes. Y esa mirada abrió su corazón, lo hizo libre, lo sanó, le dio una esperanza, una nueva vida como a Zaqueo, a Bartimeo, a María Magdalena, a Pedro y también a cada uno de nosotros. Aunque no nos atrevamos a levantar los ojos al Señor, Él siempre nos mira primero. Es nuestra historia personal; al igual que muchos otros, cada uno de nosotros puede decir: yo también soy un pecador en el que Jesús puso su mirada. Los invito a que hoy en sus casas, o en la iglesia, estén tranquilos, solos, hagan un momento de silencio para recordar con gratitud y alegría aquellas circunstancias, aquel momento en que la mirada misericordiosa de Dios se posó en nuestra vida.

Su amor nos precede, su mirada se adelanta a nuestra necesidad. Él sabe ver más allá de las apariencias, más allá del pecado, del fracaso o de la indignidad. Sabe ver más allá de la categoría social a la que podemos pertenecer. Él ve más allá esa dignidad de hijo, tal vez ensuciada por el pecado, pero siempre presente en el fondo de nuestra alma, es nuestra dignidad de hijos. Él ha venido precisamente a buscar a todos aquellos que se sienten indignos de Dios, indignos de los demás. Dejémonos mirar por Jesús, dejemos que su mirada recorra nuestras calles, dejemos que su mirada nos devuelva la alegría, la esperanza, el gozo de la vida.

Después de mirarlo con misericordia, el Señor le dijo a Mateo: «Sígueme». Y Mateo se levantó y lo siguió. Después de la mirada, la palabra. Tras el amor, la misión. Mateo ya no es el mismo; interiormente ha cambiado. El encuentro con Jesús, con su amor misericordioso, lo  transformó. Y allá atrás queda el banco de los impuestos, el dinero, su exclusión. Antes él esperaba sentado para recaudar, para sacarle a otros, ahora con Jesús tiene que levantarse para dar, para entregar, para entregarse a los demás. Jesús lo miró y Mateo encontró la alegría en el servicio. Para Mateo, y para todo el que sintió la mirada de Jesús, sus conciudadanos no son aquellos a los que «se vive», se usa, se abusa. La mirada de Jesús genera una actividad misionera, de servicio, de entrega. Sus conciudadanos son aquellos q los que Él sirve. Su amor cura nuestras miopías y nos estimula a mirar más allá, a no quedarnos en las apariencias o en lo políticamente correcto.

Jesús va delante, nos precede, abre el camino y nos invita a seguirlo. Nos invita a ir lentamente superando nuestros preconceptos, nuestras resistencias al cambio de los demás e incluso de nosotros mismos. Nos desafía día a día con una pregunta: ¿Crees? ¿Crees que es posible que un recaudador se transforme en servidor? ¿Crees que es posible que un traidor se vuelva un amigo? ¿Crees que es posible que el hijo de un carpintero sea el Hijo de Dios? Su mirada transforma nuestras miradas, su corazón transforma nuestro corazón. Dios es Padre que busca la salvación de todos sus hijos.

Dejémonos mirar por el Señor en la oración, la Eucaristía, en la Confesión, en nuestros hermanos, especialmente en aquellos que se sienten dejados, más solos. Y aprendamos a mirar como Él nos mira. Compartamos su ternura y su misericordia con los enfermos, los presos, los ancianos, las familias en dificultad. Una y otra vez somos llamados a aprender de Jesús que mira siempre lo más auténtico que vive en cada persona, que es precisamente la imagen de su Padre.

Sé con qué esfuerzo y sacrificio la Iglesia en Cuba trabaja para llevar a todos, aun en los sitios más apartados, la palabra y la presencia de Cristo. Una mención especial merecen las llamadas «casas de misión» que, ante la escasez de templos y de sacerdotes, permiten a tantas personas poder tener un espacio de oración, de escucha de la Palabra, de catequesis y vida de comunidad. Son pequeños signos de la presencia de Dios en nuestros barrios y una ayuda cotidiana para hacer vivas las palabras del apóstol Pablo: «Les ruego que anden como pide la vocación a la que han sido convocados. Sean siempre humildes y amables, sean comprensivos, sobrellevándose mutuamente con amor; esfuércense en mantener la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz» (Ef 4,2).

Deseo dirigir ahora la mirada a la Virgen María, Virgen de la Caridad del Cobre, a quien Cuba acogió en sus brazos y le abrió sus puertas para siempre, y a ella le pido que mantenga sobre todos y cada uno de los hijos de esta noble nación su mirada maternal y que esos «sus ojos misericordiosos» estén siempre atentos a cada uno de ustedes, sus hogares, familias, a las personas que puedan estar sintiendo que para ellos no hay lugar. Que ella nos guarde a todos como cuidó a Jesús en su amor y que ella nos enseña a mirar a los demás como Jesús nos miró a cada uno de nosotros. 

LOS INVITO A REZAR CONMIGO POR MI VIAJE A CUBA Y LOS ESTADOS UNIDOS. NECESITO SUS ORACIONES


FOTOS DEL PAPA FRANCISCO EN SU VISITA A HOLGUIN, CUBA - 21 DE SEPTIEMBRE 2015