miércoles, 24 de mayo de 2017

PAPA FRANCISCO NOMBRA NUEVO PRESIDENTE PARA LA CONFERENCIA EPISCOPAL DE ITALIA


Papa Francisco nombra nuevo Presidente para la Conferencia Episcopal de Italia
Por Miguel Pérez Pichel
 Foto: Diócesis de Perugia



VATICANO, 24 May. 17 / 06:06 am (ACI).- El Cardenal Gualtiero Bassetti, Arzobispo de Perugia-Città delle Pieve, ha sido nombrado Presidente de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) por el Papa Francisco.

El encargado de anunciar el nombramiento fue su predecesor en el cargo, el Cardenal Angelo Bagnasco, al finalizar la Misa presidida por él en la Basílica de San Pedro en el contexto de la 70ª Asamblea General de los Obispos italianos que se cierra el jueves 25 de mayo.

El Cardenal Gualtiero Basseti nació el 7 de abril de 1942 en Popolano, Italia, localidad perteneciente a la Diócesis de Faenza-Modigliana. Realizó su formación como sacerdote en la Archidiócesis de Florencia, donde fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1966.

En el año 1968 comenzó a prestar su servicio pastoral en el Seminario menor de la Archidiócesis como asistente y responsable de la pastoral vocacional. En 1972 fue nombrado rector del Seminario menor y en 1979 del mayor. En 1990 recibió el nombramiento de Pro-Vicario General de la Archidiócesis de Florencia y en 1992 Vicario General.

Su nombramiento episcopal se produjo el 9 de julio de 1994. El Papa San Juan Pablo II lo nombró Obispo de Massa Marittima-Piombino. Fue consagrado Obispo el 8 de septiembre de 1994. El 21 de noviembre de 1998 fue transferido a la Diócesis de Arezzo-Cortona-Sansepolcro, en la cual ingresó el 6 de febrero de 1999. Durante dos años dirigió esta sede episcopal hasta que fue elegido Arzobispo de Perugia.

El Papa Benedicto XVI lo nombró Arzobispo de Perugia-Città della Pieve el 16 de julio de 2009, y el 29 de junio de 2010 recibió el palio, insignia identificativa de los Arzobispos Metropolitanos, el 29 de junio de 2010.

Entró a formar parte de la Congregación de los Obispos el 16 de diciembre de 2013 por voluntad del Papa Francisco. El 12 de enero de 2014 se anunció su nombramiento como Cardenal. El 22 de febrero de 2014 recibió el capelo cardenalicio confiándosele el título de Santa Cecilia. 

CATEQUESIS DEL PAPA FRANCISCO SOBRE EL MENSAJE DE ESPERANZA EN EL CAMINO DE EMAÚS


TEXTO: Catequesis del Papa Francisco sobre el mensaje de esperanza en el camino de Emaús
 Foto: Sabrina Fusco / ACI Prensa




VATICANO, 24 May. 17 / 04:31 am (ACI).- El Papa Francisco habló, durante la Audiencia General del miércoles en la Plaza de San Pedro, del mensaje de esperanza que Jesús transmitió a los discípulos de Emaús.

Estos regresaban decepcionados a sus casas en la aldea de Emaús tras la muerte del Señor en la Cruz, pero se encontraron con Jesús en el camino. El Señor, a quien los discípulos no reconocieron, empezó a explicarles las escrituras e inició con ellos una “terapia de esperanza”.

“Dios camina con nosotros siempre, siempre. También en los minutos más dolorosos, también en los momentos más feos, también en los momentos de la decepción, ahí está el Señor y ahí reside nuestra esperanza. Vayamos adelante con esa esperanza, porque Él está a nuestro lado caminando con nosotros, siempre”.

A continuación, texto completo de la catequesis del Papa Francisco:


Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Hoy quisiera detenerme en la experiencia de los dos discípulos de Emaús, del cual habla el Evangelio de Lucas (Cfr. 24,13-35). Imaginemos la escena: dos hombres caminaban decepcionados, tristes, convencidos de dejar atrás la amargura de un acontecimiento terminado mal. Antes de esa Pascua estaban llenos de entusiasmo: convencidos de que esos días habrían sido decisivos para sus expectativas y para la esperanza de todo el pueblo. Jesús, a quien habían confiado sus vidas, parecía finalmente haber llegado a la batalla decisiva: ahora habría manifestado su poder, después de un largo periodo de preparación y de ocultamiento. Esto era aquello que ellos esperaban, y no fue así.

Los dos peregrinos cultivaban sólo una esperanza humana, que ahora se hacía pedazos. Esa cruz izada en el Calvario era el signo más elocuente de una derrota que no habían pronosticado. Si de verdad ese Jesús era según el corazón de Dios, deberían concluir que Dios era inerme, indefenso en las manos de los violentos, incapaz de oponer resistencia al mal.

Así, esa mañana de ese domingo, estos dos huyen de Jerusalén. En sus ojos todavía están los sucesos de la pasión, la muerte de Jesús; y en el ánimo el penoso desvelarse de esos acontecimientos, durante el obligado descanso del sábado. Esa fiesta de la Pascua, que debía entonar el canto de la liberación, en cambio se había convertido en el día más doloroso de sus vidas. Dejan Jerusalén para ir a otra parte, a un poblado tranquilo. Tienen todo el aspecto de personas intencionadas a quitar un recuerdo que duele. Entonces están por la calle y caminan. Tristes. Este escenario – la calle – había sido importante en las narraciones de los evangelios; ahora se convertirá aún más, desde el momento en el cual se comienza a narrar la historia de la Iglesia.

El encuentro de Jesús con esos dos discípulos parece ser del todo casual: se parece a uno de los tantos cruces que suceden en la vida. Los dos discípulos caminan pensativos y un desconocido se les une. Es Jesús; pero sus ojos no están en grado de reconocerlo. Y entonces Jesús comienza su “terapia de la esperanza”. Y esto que sucede en este camino es una terapia de la esperanza. ¿Quién lo hace? Jesús.

Sobre todo pregunta y escucha: nuestro Dios no es un Dios entrometido. Aunque si conoce ya el motivo de la desilusión de estos dos, les deja a ellos el tiempo para poder examinar en profundidad la amargura que los ha envuelto. El resultado es una confesión que es un estribillo de la existencia humana: «Nosotros esperábamos, pero Nosotros esperábamos, pero …» (v. 21). ¡Cuántas tristezas, cuántas derrotas, cuántos fracasos existen en la vida de cada persona! En el fondo somos todos un poco como estos dos discípulos. Cuántas veces en la vida hemos esperado, cuántas veces nos hemos sentido a un paso de la felicidad, y luego nos hemos encontrado por los suelos decepcionados. Pero Jesús camina: Jesús camina con todas las personas desconsoladas que proceden con la cabeza agachada. Y caminando con ellos, de manera discreta, logra dar esperanza.

Jesús les habla sobre todo a través de las Escrituras. Quien toma en la mano el libro de Dios no encontrará historias de heroísmo fácil, tempestivas campañas de conquista. La verdadera esperanza no es jamás a poco precio: pasa siempre a través de la derrota. La esperanza de quien no sufre, tal vez no es ni siquiera eso. A Dios no le gusta ser amado como se amaría a un líder que conduce a la victoria a su pueblo aplastando en la sangre a sus adversarios. Nuestro Dios es una farol suave que arde en un día frío y con viento, y por cuanto parezca frágil su presencia en este mundo, Él ha escogido el lugar que todos despreciamos.


Luego Jesús repite para los dos discípulos el gesto-cardinal de toda Eucaristía: toma el pan, lo bendice, lo parte y lo da. ¿En esta serie de gestos, no está quizás toda la historia de Jesús? ¿Y no está, en cada Eucaristía, también el signo de qué cosa debe ser la Iglesia? Jesús nos toma, nos bendice, “parte” nuestra vida – porque no hay amor sin sacrificio – y la ofrece a los demás, la ofrece a todos.

Es un encuentro rápido, el de Jesús con los discípulos de Emaús. Pero en ello está todo el destino de la Iglesia. Nos narra que la comunidad cristiana no está encerrada en una ciudad fortificada, sino camina en su ambiente más vital, es decir la calle. Y ahí encuentra a las personas, con sus esperanzas y sus desilusiones, a veces enormes. La Iglesia escucha las historias de todos, como emergen del cofre de la conciencia personal; para luego ofrecer la Palabra de vida, el testimonio del amor, amor fiel hasta el final. Y entonces el corazón de las personas vuelve a arder de esperanza. Todos nosotros, en nuestra vida, hemos tenido momentos difíciles, oscuros; momentos en los cuales caminábamos tristes, pensativos, sin horizonte, sólo con un muro delante. Y Jesús siempre está junto a nosotros para darnos esperanza, para encender nuestro corazón y decir: “Ve adelante, yo estoy contigo. Ve adelante”

El secreto del camino que conduce a Emaús es todo esto: también a través de las apariencias contrarias, nosotros continuamos a ser amados, y Dios no dejará jamás de querernos mucho. Dios caminará con nosotros siempre, siempre, incluso en los momentos más dolorosos, también en los momentos más feos, también en los momentos de la derrota: ahí está el Señor. Y esta es nuestra esperanza: vayamos adelante con esta esperanza, porque Él está junto a nosotros caminando con nosotros. Siempre.      

FIESTA DE MARÍA AUXILIADORA, 24 DE MAYO


María Auxiliadora



San Juan Bosco propagó la devoción a María Auxiliadora. De ella decía: “Amen, honren, sirvan a María. Procuren hacerla conocer, amar y honrar por los demás. No sólo no perecerá un hijo que haya honrado a esta madre, sino que podrá aspirar también a una gran corona en el cielo”.

Era el 24 de mayo de 1878, un oficial muy entristecido se presentó a Don Bosco y le dijo: —Padre, mi esposa está muy enferma y se teme que llegó su fin. Esto es terrible para mí. Por favor, pida a Dios le devuelva la salud. El Santo lo alentó y rezó con él a María Auxiliadora. A la hora el oficial volvió emocionado y dijo a Don Bosco: —¿Sabe usted, Padre? Mientras estaba aquí con usted, mi esposa, a quien había dejado moribunda, recobró la salud, se vistió, salió a mi encuentro y me relató lo sucedido. Sacó del bolsillo un brazalete de oro que entregó a Don Bosco: —Es el regalo de boda que hice a mi esposa; pero, de común acuerdo, lo ofrezco a María Auxiliadora. Don Bosco mostró luego a un grupo el brazalete: —Miren, una ofrenda de gratitud por una nueva curación debida a Maria Auxiliadora. ¡Bendito sea su dulce nombre!

San Juan Bosco, con estas o semejantes palabras, alentaba a confiar en María Santísima: “María nos asegura que si somos devotos suyos, nos tendrá como hijos suyos, nos cubrirá con su manto, nos colmará de bendiciones en este mundo para obtenernos después el Paraíso”. Con piedad y cariño reza hoy un avemaría a tu Madre del cielo.


* Enviado por el P. Natalio

lunes, 22 de mayo de 2017

PAPA FRANCISCO: LA ACTITUD DEL CRISTIANO ES DULZURA Y EL RESPETO, NO ESTAR AMARGADOS


La actitud del cristiano es la dulzura y el respeto, no estar amargados, dice el Papa
Por Álvaro de Juana





ROMA, 21 May. 17 / 12:15 pm (ACI).- El Papa Francisco visitó en la tarde del domingo en Roma la parroquia San Pier Damiani, situada en un barrio cuyos vecinos son mayoritariamente comunistas, y explicó que la actitud de todo cristiano es la dulzura y el respeto y criticó que algunos que se dicen cristianos están todo el día amargados.

El Pontífice habló del Espíritu Santo y recordó que es como un “abogado” que “defiende del maligno”. “El Espíritu Santo está en cada uno de nosotros, y lo hemos recibido en el Bautismo, lo hemos recibido de Jesús”, recordó.

El Papa, como San Pablo en la lectura, invitó a no contristar al Espíritu Santo porque “tenemos a Dios mismo dentro, es Dios que nos acompaña, que te dice lo que debes hacer y cómo lo debes hacer, es el que te ayuda a no equivocarte, que te ayuda a no caer en la tentación, es el abogado, el que te defiende del maligno”.

Y, “¿cómo adorar a Cristo?”, se preguntó. “Con la oración de adoración y dejando sentir la inspiración del Espíritu Santo. Es él el que nos dice 'esto es bueno, esto no es bueno, este es el camino equivocado, este es el camino bueno'. Nos lleva adelante. Y cuando la gente nos pide explicaciones de por qué nosotros los cristianos somos así, San Pedro dice que hay que estar preparados para responder a cualquiera que pregunte”.

“Que esto sea hecho con dulzura y respeto”, pidió recordando las palabras del apóstol. “El lenguaje de los cristianos que cuidan el Espíritu Santo que se nos ha dado como don, es un lenguaje especial, no deben hablar en latín, es otro lenguaje. Es el lenguaje de la dulzura y del respeto. Y esto puede ayudarnos a pensar cómo es nuestra actitud de cristianos”.

“¿Es una actitud de dulzura o de ira? ¿o de amargura? Es muy feo ver a personas que se dicen cristianas pero están llenas de amargura. La Iglesia llama al Espíritu ‘dulce huésped del alma’. Y de respeto. Siempre respeta a los demás. Nos enseña a respetar a los otros”.

“El diablo, que sabe cómo debilitarnos, hará todo lo posible para que nuestro lenguaje no sea respetuoso y dulce, incluso dentro de las comunidades cristianas”.

A continuación, Francisco denunció que mucha gente “se acerca a las parroquias buscando paz y respeto y sin embargo encuentra lucha internas entre los fieles. En lugar de la dulzura encuentra murmuraciones, maledicencias, competencia… ¿Y esa gente que encuentra ese ambiente no de incienso sino de charlatanería qué dice? “Prefiero ser pagano’, y se va desilusionado. Con este lenguaje de ambición y de celos alejamos a la gente y no dejamos trabajar al Espíritu”.

“Tenemos que cuidar al Espíritu Santo y no hablar como el diablo nos enseña. Perdonad si vuelvo siempre sobre este tema, pero es el enemigo que destruye a nuestras comunidades: las murmuraciones”.

“La Virgen –continuó– ha cuidado al Espíritu Santo y la ha hecho madre del Hijo de Dios. No nos tiremos piedras a nosotros mismos, porque el diablo se divierte: pidamos esta gracia, cuidar al Espíritu Santo que está en nosotros. No le entristezcamos, y que nuestra actitud sea de dulzura y de respeto”.

Como ha hecho ya en otras ocasiones, el Papa se reunió con las personas que desarrollan distintas labores pastorales y se sometió a las preguntas de algunos niños de catequesis. También saludó calorosamente a numerosos jóvenes, enfermos, familias con niños bautizados, así como con miembros del Camino Neocatecumenal que le esperaban con emoción. Además, confesó a cuatro fieles y después celebró la Santa Misa.

Esta ha sido la 15ª visita a una parroquia de la diócesis de Roma que realiza el Papa y es el tercer Pontífice que la visita. El primero fue Pablo VI el 27 de febrero y el segundo San Juan Pablo II el 13 de marzo de 1988.

PAPA FRANCISCO ANUNCIA CONSISTORIO PARA CREAR 5 NUEVOS CARDENALES EL 28 DE JUNIO


Papa Francisco anuncia Consistorio para crear 5 nuevos Cardenales el 28 de junio
Por Álvaro de Juana
El Papa Francisco. Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa




VATICANO, 21 May. 17 / 05:28 am (ACI).- Después de rezar el Regina Coeli, el Papa Francisco anunció por sorpresa un nuevo consistorio para la creación de 5 cardenales el próximo 28 de junio.

Los nuevos cardenales proceden de Europa, Asia y América: Mons. Jean Zerbo Arzobispo de Bamako (Mali); Mons. Juan José Omella Omella, Arzobispo de Barcelona (España); Mons. Anders Arborelius, Obispo de Estocolmo (Suecia); Mons. Louis Marie Ling Mangkhanekhoun, Vicario apostólico de Paske (Laos) y Mons. Gregorio Rosa Chávez, Obispo Auxiliar de San Salvador (El Salvador).

“Deseo anunciar que el miércoles 28 de junio tendré un Consistorio para el nombramiento de nuevos cardenales. Su procedencia de diversas partes del mundo manifiesta la catolicidad de la Iglesia extendida por la tierra y la asignación de un título o una diaconía en la Urbe expresa la pertenencia de los Cardenales a la diócesis de Roma que, según la notable expresión de San Ignacio, ‘preside la caridad’ de todas las Iglesias”, anunció Francisco.

“El jueves 29 de junio, Solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, concelebraré la Santa Misa con los nuevos cardenales, con el Colegio Cardenalicio, con los nuevos Arzobispos Metropolitanos, Obispos y algunos presbíteros”.

“Confiamos los nuevos cardenales a la protección de los Santos Pedro y Pablo, para que con la intercesión del Príncipe de los Apóstoles, sean auténticos servidores de la comunión eclesial y con la del Apóstol de las gentes, sean anunciadores jubilosos del Evangelio en el mundo entero y, con su testimonio y su consejo, me sostengan más intensamente en mi servicio de Obispo de Roma, Pastor universal de la Iglesia”, concluyó el Papa.

El último Consistorio que celebró el Pontífice tuvo lugar el 19 de noviembre de 2016, día en el que también se clausuró el Jubileo de la Misericordia. En esa ocasión, el Papa creó 17 nuevos Cardenales de los cinco continentes y de países como Brasil, España, República Centroafricana, Venezuela, Estados Unidos o México.

PAPA FRANCISCO PROPONE ORACIÓN PARA PEDIR A DIOS QUE ABRA LOS CORAZONES


Papa Francisco propone oración para pedir a Dios que abra los corazones
Por Miguel Pérez Pichel
 Foto: L'Osservatore Romano




VATICANO, 22 May. 17 / 04:41 am (ACI).- Durante la homilía de la Misa celebrada en la Casa Santa Marta este lunes, el Papa Francisco propuso una oración para que los cristianos pidan a Dios que les ayude a tener un corazón abierto a los dones del Espíritu Santo:

“Señor, ábreme el corazón para que pueda entender aquello que Tú nos has enseñado. Para que pueda recordar aquello que Tú nos has enseñado. Para que pueda recordar tus palabras. Para que pueda seguir tus palabras. Para que llegue a la verdad plena”.

El Santo Padre explicó que el Espíritu Santo “nos enseña a decir: ‘Jesús es el Señor’”. “Sin el Espíritu, ninguno de nosotros sería capaz de decirlo, de sentirlo, de vivirlo. Jesús, en otro fragmento de este largo discurso –recogido en el Evangelio de San Juan–, dice del Espíritu: ‘Os conducirá a la Verdad plena’, os acompañará hacia la Verdad plena. ‘Os hará recordar todas las cosas que he dicho; os lo enseñará todo’”.

“Por lo tanto, el Espíritu Santo es el acompañante en el camino de todo cristiano, también el acompañante en el camino de la Iglesia. Y este es el regalo que Jesús nos da”.

Para explicar dónde habita el Espíritu Santo, Francisco recurrió a la figura de Lidia, “comerciante de púrpura”, que aparece en la Lectura de los Hechos de los Apóstoles.

A Lidia, “el Señor le abrió el corazón para que entrase el Espíritu Santo y la hiciese discípulo. Por lo tanto, es justamente en el corazón donde debemos llevar al Espíritu Santo”.

“La Iglesia lo llama ‘el dulce habitante del corazón’: ahí es. Pero en un corazón cerrado no puede entrar. ‘Ah, ¿y dónde se compran las llaves para abrir el corazón?’. No: es también un regalo. Es un regalo de Dios. ‘Señor, ábreme el corazón para que entre el Espíritu y me haga comprender que Jesús es el Señor’”.

El Papa Francisco planteó dos preguntas implícitas en las lecturas del día. “La primera: ¿pido al Señor la Gracia de que mi corazón permanezca abierto? La segunda: ¿intento escuchar al Espíritu Santo, sus inspiraciones, las cosas que dice a mi corazón para que vaya adelante en la vida cristiana y que pueda dar testimonio de que Jesús es el Señor?”

“Pensad hoy en estas dos cosas: ¿Mi corazón está abierto y hago el esfuerzo de escuchar al Espíritu Santo, de escuchar lo que me dice?”.

Si es así, “iremos adelante en la vida cristiana y daremos testimonio de Jesucristo”, concluyó.

Evangelio comentado por el Papa Francisco:

Juan 15:26--16:4

26 Cuando venga el Paráclito, que yo os enviaré de junto al Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí.


27 Pero también vosotros daréis testimonio, porque estáis conmigo desde el principio.

1 Os he dicho esto para que no os escandalicéis.

2 Os expulsarán de las sinagogas. E incluso llegará la hora en que todo el que os mate piense que da culto a Dios.

3 Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí.

4 Os he dicho esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que ya os lo había dicho. «No os dije esto desde el principio porque estaba yo con vosotros. 

viernes, 19 de mayo de 2017

VIERNES DE MISERICORDIA: VISITA SORPRESA DE PAPA FRANCISCO A FAMILIAS DE OSTIA, ROMA


Viernes de Misericordia: Visita sorpresa del Papa a familias de la periferia de Roma



VATICANO, 19 May. 17 / 12:21 pm (ACI).- Continuando con su iniciativa de los “Viernes de Misericordia”, el Papa Francisco decidió hacerse “el párroco” y visitar a un grupo de familias de Ostia, en la periferia de Roma.

“El Santo Padre Francisco quiso, también en el mes de mayo, seguir con los ‘Viernes de Misericordia’”, informó la Santa Sede, que recordó que esta iniciativa nació durante el Año de la Misericordia convocado por el Pontífice y que culminó en noviembre de 2016.

Por ello, “en la tarde de hoy el Papa salió del Vaticano y fue directo a Ostia. Como signo de cercanía a las familias residentes en la periferia de Roma, decidió bendecir casa por casa las habitaciones, como hace el párroco cada año, y que es propio del periodo pascual”.

La Santa Sede recordó que hace dos días el P. Plinio Poncina, párroco de Stella Maris, una de las seis parroquias de Ostia, había puesto como de costumbre sobre la puerta del condominio de las casas populares, un aviso a las familias de que pasaría a visitarlas para la tradicional bendición pascual.

“Fue grande la sorpresa hoy cuando, al sonar el timbre, en vez del párroco los inquilinos vieron al Papa Francisco”, informó el Vaticano.

“El Papa ‘se hizo el Párroco’: con gran simpleza se entretuvo con las familias, bendijo una docena de apartamentos que componen el condominio de la Plaza Francisco Conteduca 11, dejando como regalo el rosario. Bromeando, quiso disculparse por la molestia, asegurando que respetó el horario de silencio en el cual los condominios reposan después del almuerzo, como señala el cartel colocado al ingreso del condominio”, relató.

Ostia, que pertenece al municipio de Roma, tiene cerca de 100 mil habitantes y acoge “una vivaz comunidad de fieles” que vive también una realidad difícil, tal como ocurre en las periferias.

En ese sentido, explicó el Vaticano, “la parroquia y el pequeño campo de fútbol adyacente, se convierten con frecuencia en un punto de referencia para la comunidad y constituyen un punto de arribo para estas realidades sociales y existenciales que, experimentando formas de exclusión, permanecen en la marginalidad”.