lunes, 6 de febrero de 2017

DEJEMOS EL RENCOR A UN LADO Y ANUNCIEMOS EL EVANGELIO, PIDE PAPA A EVANGÉLICOS


Dejemos el rencor a un lado y anunciemos el Evangelio, pide el Papa a evangélicos
Por Álvaro de Juana
 Daniel Ibáñez / ACI Prensa




VATICANO, 06 Feb. 17 / 04:55 am (ACI).- El Papa Francisco recibió en audiencia a una delegación ecuménica de la Iglesia evangélica en Alemania a la que recordó la importancia de permanecer en comunión y testimoniar el Evangelio.

“La llamada urgente de Jesús a la unidad nos interpela, como también toda la familia humana, en un periodo en que experimenta graves laceraciones y nuevas formas de exclusión y de marginación”, afirmó.

“Les deseo ir hacia delante en este bendito camino de comunión fraterna, yendo con coraje y decisión hacia una unidad que sea cada vez más plena. Tenemos el mismo Bautismo: debemos caminar juntos, ¡sin cansarnos!”.

El Papa habló de la conmemoración de los 500 años de la Reforma protestante y pidió “mirar al pasado sin rencores”, sino según Cristo y en "comunión en Él, para proponer de nuevo a los hombres y mujeres de nuestro tiempo la novedad radical de Jesús, la misericordia sin límites de Dios”.

Sobre la división causada por la Reforma, el Santo Padre señaló que “el hecho de que su llamada a la renovación haya suscitado desarrollos que han llevado a divisiones entre los cristianos, ha sido ciertamente trágico”.

“Los creyentes no se sintieron más hermanos y hermanas en la fe, sino adversarios y competencia. Por demasiado tiempo alimentando la hostilidad y han sido ávidos en luchas, fomentadas por intereses políticos y de poder, incluso no han tenido escrúpulos en usar la violencia los unos contra los otros, hermanos contra hermanos”, resaltó.

Francisco indicó que ahora la relación entre ambas confesiones es distinta y pidió “confirmar nuestra llamada sin retorno a testimoniar juntos el Evangelio y a proseguir en el camino hacia la plena unidad”.

El Pontífice explicó que “las diferencias en cuestiones de fe y de moral, que todavía existen, permanecen como desafíos en el recorrido hacia la visible unidad, la cual anhelan nuestros hermanos”.

“El dolor es vivido especialmente por los esposos que pertenecen a confesiones diversas”, dijo también en el discurso.

“Es necesario que nos involucremos, con oración insistente y con todas las fuerzas, en superar los obstáculos todavía existentes, intensificando el diálogo teológico y reforzando la colaboración entre nosotros, sobre todo en el servicio a aquellos que mayormente sufren y en el cuidado de la creación amenazada”.

JORNADA MUNDIAL DEL ENFERMO, LA IGLESIA LLAMA A VER EL ROSTRO DE CRISTO


Jornada Mundial del Enfermo: La Iglesia llama a ver el rostro de Cristo en los sufrientes
Por Miguel Pérez Pichel
 Foto: ACI Prensa





VATICANO, 06 Feb. 17 / 06:50 am (ACI).- El próximo 11 de febrero, la ciudad de Lourdes en Francia acogerá la Jornada Mundial del Enfermo, un “extraordinario evento eclesial”, en palabras de Mons. Jean-Marie Mate Musivi Mupendawatu, Secretario Delegado del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.

Será “un momento fuerte de oración, de compartir, de ofrecer el sufrimiento por el bien de la Iglesia en un momento en el que se nos llama a todos a reconocer el rostro de Cristo en el rostro del hermano enfermo”, señaló en una rueda de prensa celebrada en el Vaticano este lunes 6 de febrero, rememorando algunas palabras de San Juan Pablo II.


Lourdes acoge por tercera vez, después de 1993 y 2004, la Jornada Mundial del Enfermo que este año celebra su 25ª edición.


Este evento se instituyó por iniciativa del Papa San Juan Pablo II en 1992 y se celebró por primera vez en Lourdes el 11 de febrero del año siguiente.

En la presente edición, debido a sus bodas de plata y por voluntad del Papa Francisco, se celebrará de forma extraordinaria con el tema “El asombro ante las obras que Dios realiza: ‘El Poderoso ha hecho obras grandes por mí’”.

El Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, presidirá la Misa Solemne del 11 de febrero, día de la primera aparición de la Virgen María en Lourdes a Santa Bernadette Soubirous y momento central de la Jornada Mundial del Enfermo.

Durante la rueda de prensa, Mons. Mupendawatu explicó lo que el Santuario de Lourdes significa para todos los cristianos del mundo. Remitiéndose de nuevo al Papa peregrino, recordó que “más allá del recorrido histórico, se pueden tomar las palabras del Santo Papa Juan Pablo II para reencontrar aquello que desde siempre ha sido el Santuario de Lourdes y aún hoy sigue siendo para el pueblo cristiano: ‘Lourdes, Santuario mariano muy querido para todo el pueblo cristiano, es el lugar y el símbolo de esperanza y de gracia en el signo de acogida y de entrega del sufrimiento salvífico’”.


El Papa Francisco, en su mensaje con motivo de esta 25ª edición de la Jornada Mundial del Enfermo, publicado el pasado mes de diciembre, indicó que esta celebración “constituye una ocasión para prestar especial atención a la situación de los enfermos y de todos los que sufren en general”.

Esta Jornada, escribió, también “es una llamada dirigida a los que se entregan en su favor, comenzando por sus familiares, los agentes sanitarios y voluntarios, para que den gracias por la vocación que el Señor les ha dado de acompañar a los hermanos enfermos”.

domingo, 5 de febrero de 2017

CUÁL ES LA IMPORTANCIA DE LAS OBRAS PARA LA SALVACIÓN? PAPA FRANCISCO LO EXPLICA


¿Cuál es la importancia de las obras para la salvación? Lo explica el Papa Francisco
Por Miguel Pérez Pichel




VATICANO, 05 Feb. 17 / 09:18 am (ACI).- El Papa Francisco subrayó la importancia de las buenas obras para la salvación. “Estamos llamados a hacer resplandecer en el mundo la luz de la fe, a entregarla a los demás mediante las obras buenas”, afirmó.

El Pontífice hizo estas afirmaciones durante el rezo del Ángelus de este domingo 5 de febrero, en la Plaza de San Pedro del Vaticano, donde comentó el Discurso de la Montaña presente en el Evangelio de San Mateo.

El Santo Padre recordó que “estamos reconocidos como verdaderos discípulos del Señor, que es Luz del mundo, por nuestras obras”. “¡Esa luz, debemos donarla con nuestras obras buenas!”, exhortó.

Francisco reflexionó sobre los conceptos “sal” y “luz” empleados por Jesús en su discurso y resaltó que “sus palabras se dirigen a los discípulos de todos los tiempos, incluidos los de hoy”.


“Jesús nos invita a ser un reflejo de su luz por medio del testimonio de sus obras buenas. Dice: ‘Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos’”.

El Obispo de Roma explicó que tanto nuestras obras buenas como las malas dejan una profunda huella en los demás: “es principalmente nuestro comportamiento el que, en el bien y en el mal, deja un signo en los demás”. También llamó a no retener para uno mismo el don de la fe que ha recibido, y pidió ser generosos y donarlo a los demás.

En ese sentido, resaltó la importancia del ejemplo de los cristianos en la labor de difusión del evangelio: “tenemos una obligación y una responsabilidad por el don recibido: la luz de la fe, que está en nosotros por medio de Cristo y de la acción del Espíritu Santo, no debemos retenerla como si fuese de nuestra propiedad”.

“Por el contrario, estamos llamados a hacerla resplandecer en el mundo, a entregarla a los demás mediante las obras buenas. Es de eso de lo que tiene necesidad el mundo a la luz del Evangelio que transforma, sana y garantiza la salvación a quien lo acoge”.

“La luz de nuestra fe, donándola, no se apaga, sino que se fortalece. En cambio, puede disminuir si no la alimentamos con el amor y con las obras de caridad”, insistió.

De esa manera, “la imagen de la luz se encuentra con la imagen de la sal”, indicó.

“La página evangélica, de hecho, dice que, como discípulos de Cristo, también somos ‘sal de la tierra’. La sal es un elemento que, mientras da sabor, conserva los alimentos de la alteración y la corrupción”. “¡En la época de Jesús no existían los frigoríficos!”, bromeó Francisco.

En este punto, el Papa resaltó que “la misión de los cristianos en la sociedad es la de dar sabor a la vida, con la fe y el amor que Cristo nos ha entregado y, al mismo tiempo, mantener lejos el germen contaminante del egoísmo, de la envidia y de la difamación”.

“Estos gérmenes arruinan el tejido de nuestras comunidades que, en cambio, deben resplandecer como lugares de acogida, de solidaridad y de reconciliación. Para cumplir esa misión, es necesario que nosotros mismos, en primer lugar, seamos liberados de la degeneración corruptora de la influencia mundana contraria a Cristo y al Evangelio. Esta purificación no finaliza nunca, debe renovarse continuamente”.

“Cada uno de nosotros estamos llamados a ser ‘luz’ y ‘sal’ en el propio entorno de la vida cotidiana, conservando la misión de regenerar la realidad humana en el espíritu del Evangelio y en la perspectiva del Reino de Dios”, concluyó.

PAPA FRANCISCO PROPONE ESTE MODELO ECONÓMICO


¿Cómo hacer frente a la “economía del descarte”? 
El Papa propone este modelo económico
Por Miguel Pérez Pichel
 Foto: Lauren Cater / ACI Prensa.




VATICANO, 04 Feb. 17 / 08:01 am (ACI).- La empresa, el desarrollo económico, no están reñidos con el desarrollo de la sociedad, con la construcción de un mundo más justo en el que todos participen de los beneficios y el desarrollo del progreso económico. El Papa Francisco apostó, de este modo, por el modelo de Economía de Comunión frente a otros modelos económicos que descartan a los más débiles.

Así lo dijo el Santo Padre en la audiencia que concedió, en el Aula Pablo VI del Vaticano, a los participantes en el encuentro “Economía de Comunión”, promovido por el Movimiento de los Focolares y que se está desarrollando en Castelgandolfo, Roma, del 1 al 5 de febrero.

El Pontífice reconoció que se trata de un proyecto del cual está desde hace tiempo “sinceramente interesado”.

La Economía de Comunión, impulsada por la fallecida fundadora del Movimiento de los Focolares, Chiara Lubich, desde 1991, es un movimiento internacional que reúne a empresarios, empresas, asociaciones, instituciones económicas, trabajadores, dirigentes, pobres, consumidores, ahorradores, investigadores, actores económicos, ciudadanos y familias.

La columna vertebral de la Economía de Comunión está representada por empresas y organizaciones productivas comprometidas con la erradicación de la pobreza y la injusticia social, con el objetivo de contribuir a la construcción de una economía y de una sociedad de comunión.

El Santo Padre destacó en su discurso que Economía y Comunión son “dos palabras que la cultura actual mantiene totalmente separadas y que, incluso, considera opuestas. Dos palabras que, sin embargo, ustedes han unido, recogiendo de ese modo la invitación que hace veinticinco años realizó Chiara Lubich, en Brasil, cuando, ante el escándalo de la desigualdad en la ciudad de Sao Paulo, pidió a los empresarios convertirse en agentes de comunión”.

Francisco subrayó que Chiara Lubich “inició una profunda transformación del modo de vivir la empresa. La empresa no sólo no tiene por qué destruir la comunión entre las personas, sino que incluso puede edificarla y promoverla”.

En su reflexión sobre la Economía de Comunión, el Papa se centró en tres aspectos: el dinero, la pobreza y el futuro.


No idolatrar el dinero

El Papa Francisco advirtió de la tentación de idolatrar el dinero, de convertirlo en una deidad en la que el afán por conseguir más beneficios económicos se convierte en un sustitutivo de la vida eterna. Para evitarlo, señaló, “es muy importante que en el centro de la economía de comunión se encuentre la comunión de sus bienes”.

Francisco recordó que “muchas veces he hablado del dinero como un ídolo”, y señaló que “no se puede entender el Reino que ha traído Jesús si no se libera de los ídolos, uno de los más potentes es el dinero”.

El Papa precisó que “el dinero es importante, sobre todo cuando no hay y dependemos de él para tener comida, poder enviar a los hijos a la escuela y garantizar su futuro”.

“Sin embargo, el dinero se convierte en ídolo cuando lo convertimos en un fin. La avaricia, que no por casualidad es uno de los pecados capitales, es un pecado de idolatría”, advirtió.

“Cuando el capitalismo hace de la búsqueda de beneficios su único fin, se convierte en una estructura idolátrica, en una forma de culto. La ‘diosa fortuna’ es, cada vez más, la nueva deidad de un determinado sistema de finanzas, y de todo ese sistema de juegos de azar que está destruyendo a millones de familias en todo el mundo y que ustedes, de forma justa, contrarrestan”.

Por el contrario, “la mejor forma y más específica de evitar hacer del dinero un ídolo es compartirlo con los demás, sobre todo con los pobres, o utilizarlo para ayudar a los jóvenes a estudiar y encontrar trabajo, venciendo la tentación idolátrica con la comunión”.

La pobreza

El Obispo de Roma criticó “ese capitalismo que produce descartados. El principal problema ético de este capitalismo es que produce descartados que luego trata de ocultar, tratar de hacer que no se vean”.

El Pontífice lamentó además la hipocresía de la sociedad actual: “los aviones que contaminan la atmósfera luego dedican una pequeña parte de lo recaudado en la venta de billetes en plantar árboles para compensar el daño causado. Las empresas del azar financian campañas para el tratamiento de jugadores con las patologías que ellos han ayudado a generar”.

“El día que las compañías de armas financien hospitales para tratar a niños mutilados por sus bombas, el sistema habrá alcanzado su culmen”, criticó.


“Si la Economía de Comunión quiere ser fiel a su carisma, no solo debe cuidar a las víctimas, sino que debe contribuir a construir un sistema en el que las víctimas sean cada vez menos. Mientras la economía siga produciendo víctimas y mientras haya una sola persona descartada, la comunión no se habrá implementado y la fiesta de la fraternidad universal no será plena”.

Por ello, el Papa exhortó a imitar al buen samaritano del Evangelio, aunque ello “no es suficiente”, hay que ir más allá y “cambiar las reglas del juego del sistema económico-social”.

“Un empresario que es solo buen samaritano, cumple con la mitad de su deber: sana a la víctima de hoy, pero no reduce el número de víctimas de mañana. Para la comunión, es necesario imitar al Padre misericordioso de la parábola del hijo pródigo y recibir en casa al hijo, al trabajador y al colaborador que se han equivocado, y abrazarlos y hacer una fiesta por ellos”.

El futuro de la Economía de Comunión

“La comunión y la empresa pueden convivir y crecer juntos”, aseguró el Santo Padre. “La Economía de Comunión tendrá futuro si la entregamos a todos y no se queda solo dentro de su casa”, indicó a los responsables del Movimiento de los Focolares.

“Llévenla a todos, y en primer lugar a los pobres y a los jóvenes que están necesitados. Necesitados, en primer lugar, de su espíritu, de su fraternidad respetuosa y humilde, de sus ganas de vivir, y no solo de su dinero”.

Francisco advirtió que la filantropía “es simplemente donar una parte de los beneficios, sin abrazar, sin tocar a las personas que reciben esos beneficios”.

“Por el contrario, también solo cinco panes y dos peces –en referencia al milagro de la multiplicación realizado por Jesús– pueden alimentar a toda una multitud si se comparten junto con toda nuestra vida”, aseguró.

viernes, 3 de febrero de 2017

ESTÁ CERCA EL REGRESO DE LOS LEFEBVRISTAS A LA IGLESIA CATÓLICA?


¿Está cerca el regreso de los lefebvristas a la Iglesia Católica?
Por Álvaro de Juana



VATICANO, 03 Feb. 17 / 06:55 am (ACI).- De la vuelta de los lefebvristas o lefebvrianos, como se conoce a la Fraternidad Sacerdotal San Pío X - FSSPX, a la Iglesia, habló recientemente Mons. Guido Pozzo, Secretario de la Comisión Pontificia Ecclesia Dei y delegado vaticano en este proceso, quién afirmó que el camino está en marcha hacia la constitución de una prelatura personal.

En una entrevista concedida a la revista española Vida Nueva y publicada este viernes 3 de febrero, el Prelado asegura que en este momento “hay un profundo examen de algunos aspectos del texto de la figura jurídica de la prelatura personal. Terminado este, se presentará al Santo Padre un borrador de las constituciones”.


Sin embargo, “la condición necesaria para el reconocimiento canónico es la adhesión a los contenidos de la Declaración Doctrinal que la Santa Sede ha presentado a la FSSPX”.

Cuestionado sobre la adhesión de los lefebvristas al Concilio Vaticano II, Mons. Pozzo señala que “el Vaticano II debe ser comprendido y leído en el contexto de la tradición de la Iglesia y de su constante magisterio”.

“Podrían ser objeto de examen, después de la reconciliación plena, las reservas sobre cuestiones que no son propias de la materia de la fe, sino de temas que se refieren a la aplicación pastoral de orientaciones y enseñanzas conciliares como la relación entre la Iglesia y el Estado, el ecumenismo, el diálogo interreligioso o algunos aspectos de la reforma litúrgica y su aplicación”.

A su vez, explica que “es un falso problema preguntarse si un católico puede aceptar o no el Concilio. Un buen católico no puede rechazarlo, por ser una asamblea universal de obispos reunidos en torno al Papa”.

“El verdadero problema es la interpretación de los documentos conciliares”. En definitiva, el responsable del proceso detalla cuáles serían los requisitos fundamentales para la FSSP pudiera regresar a la comunión plena con Roma:

“Como para cualquier otro católico, la adhesión a la profesión de fe, el vínculo de los sacramentos y la comunión jerárquica con el Papa. Un punto específico tendría que ver, como digo, con la correcta relación entre la tradición y el magisterio de la Iglesia y el hecho de que el Concilio debe ser leído a la luz de la tradición perenne y del magisterio constante de la Iglesia”.

La revista también entrevista al superior de los lefebvristas, Mons. Bernad Fellay, quien asegura que la condición para volver a la comunión plena con la Iglesia Católica es que el Vaticano “nos acepte tal y como somos”.

Preguntado sobre la prelatura personal por la cual finalmente podrían volver a la comunión, Fellay afirma que “creemos que las autoridades romanas consideran que la prelatura personal es la estructura canónica que mejor refleja nuestra situación real. Y nosotros también pensamos que la prelatura personal es el régimen más adecuado a la Fraternidad en las circunstancias actuales”.

Según afirma el obispo de la FSSPX, el principal problema es “el grado de la obligación de adhesión al Concilio Vaticano II”, un punto que la institución que preside siempre ha considerado en discusión.

Pero también asegura que existen algunas “líneas rojas” que no están dispuestos a saltarse. Entre ellas, “el modo en que el ecumenismo es practicado, incluyendo afirmaciones muy peligrosas para la fe, que hacen pensar que todos tienen la misma fe; la cuestión litúrgica o la relación entre la Iglesia y el Estado”. “Todos estos son temas en los que no cederemos”, manifiesta.

Mons, Guido Pozzo asegura que por el momento “no hay plazos” en el proceso de acercamiento y que “como en una vuelta ciclista, hay etapas antes de la meta”.


“Tengo confianza. No soy optimista ni pesimista, sino realista”, afirma. “Por lo recorrido, tengo confianza, estamos yendo en la dirección justa”.

“Siempre he sido un tomista, y creo en la capacidad de la razón iluminada por la fe para llegar a la verdad objetiva de las cosas. No soy un subjetivista. Para mí, lo más importante es lo objetivo”, indicó.

La FSSPX fue fundada por el Arzobispo Marcel Lefebvre en 1970, en respuesta a lo que describe cómo errores en la Iglesia tras el Concilio Vaticano II. Sus relaciones con la Santa Sede se pusieron más tensas en 1988 cuando Mons. Lefebvre consagró a cuatro obispos sin permiso de San Juan Pablo II. La consagración ilícita dio lugar a la excomunión de los cinco obispos.

En 2009 Benedicto XVI levantó la excomunión que pesaba sobre ellos y desde entonces las negociaciones entre los lefebvristas y el Vaticano han continuado para "reencontrar la plena comunión con la Iglesia”.

El 1 de abril de 2016 la Santa Sede y la FSSPX informaron que hubo en encuentro informal entre el Papa Francisco y el superior general de los lefebvristas, el obispo Bernard Fellay en el Vaticano.

PAPA FRANCISCO ALERTA A CONSAGRADOS SOBRE UNA TENTACIÓN QUE SECA EL CORAZÓN


El Papa Francisco alerta a consagrados sobre una tentación que “seca el corazón”
Por Álvaro de Juana
Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa




VATICANO, 02 Feb. 17 / 12:30 pm (ACI).- En la Basílica de San Pedro, donde se celebró la Misa con motivo de la Fiesta de la Presentación del Señor y de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, el Papa Francisco alertó contra la “tentación de la superviviencia” que “seca” y “esteriliza” el corazón.

En la homilía que pronunció, el Pontífice comentó las lecturas de la liturgia y recordó que “el encuentro de Dios con su pueblo despierta la alegría y renueva la esperanza” y habló de los ancianos, de quienes “hemos heredado este canto de esperanza”.

“Ellos nos han introducido en esta ‘dinámica’. En sus rostros, en sus vidas, en su entrega cotidiana y constante pudimos ver como esta alabanza se hizo carne. Somos herederos de los sueños de nuestros mayores, herederos de la esperanza que no desilusionó a nuestras madres y padres fundadores, a nuestros hermanos mayores".

"Somos herederos de nuestros ancianos que se animaron a soñar; y, al igual que ellos, hoy queremos nosotros también cantar: Dios no defrauda, la esperanza en él no desilusiona. Dios viene al encuentro de su Pueblo”.

Francisco aseguró que “nos hace bien recibir el sueño de nuestros mayores para poder profetizar hoy y volver a encontrarnos con lo que un día encendió nuestro corazón”.

“Sueño y profecía juntos. Memoria de cómo soñaron nuestros ancianos, nuestros padres y madres y coraje para llevar adelante, proféticamente, ese sueño”, añadió.

El Papa alertó a los religiosos de “una tentación que puede hacer estéril nuestra vida consagrada: la tentación de la superviviencia”.

A su juicio, es “un mal que puede instalarse poco a poco en nuestro interior, en el seno de nuestras comunidades”.

“La actitud de supervivencia nos vuelve reaccionarios, miedosos, nos va encerrando lenta y silenciosamente en nuestras casas y en nuestros esquemas. Nos proyecta hacia atrás, hacia las gestas gloriosas –pero pasadas– que, lejos de despertar la creatividad profética nacida de los sueños de nuestros fundadores, busca atajos para evadir los desafíos que hoy golpean nuestras puertas”.

Entre otras, “la tentación de supervivencia nos hace olvidar la gracia, nos convierte en profesionales de lo sagrado pero no padres, madres o hermanos de la esperanza que hemos sido llamados a profetizar".

"Ese ambiente de supervivencia seca el corazón de nuestros ancianos privándolos de la capacidad de soñar y, de esta manera, esteriliza la profecía que los más jóvenes están llamados a anunciar y realizar”.

Francisco resumió este peligro subrayando que esta tentación “transforma en peligro, en amenaza, en tragedia, lo que el Señor nos presenta como una oportunidad para la misión. Esta actitud no es exclusiva de la vida consagrada, pero de forma particular somos invitados a cuidar de no caer en ella”.

El Santo Padre señaló entonces que para hacer frente a esta situación hay que acoger a Jesús de tal forma que “la alegría y la esperanza” sean devueltas.

“Solo eso hará fecunda nuestra vida y mantendrá vivo nuestro corazón. Poniendo a Jesús en donde tiene que estar: en medio de su pueblo”.


En concreto, el Papa reconoció la “transformación multicultural por la que atravesamos”, y por ello resaltó la importancia de ser “levadura de esta masa concreta”.

“Es cierto, podrán existir ‘harinas’ mejores, pero el Señor nos invitó a leudar aquí y ahora, con los desafíos que se nos presentan. No desde la defensiva, no desde nuestros miedos sino con las manos en el arado ayudando a hacer crecer el trigo tantas veces sembrado en medio de la cizaña”.

“Poner a Jesús en medio de su pueblo –continuó– es tener un corazón contemplativo, capaz de discernir como Dios va caminando por las calles de nuestras ciudades, de nuestros pueblos, en nuestros barrios".

"Poner a Jesús en medio de su pueblo, es asumir y querer ayudar a cargar la cruz de nuestros hermanos. Es querer tocar las llagas de Jesús en las llagas del mundo, que está herido y anhela, y pide resucitar”.

El Papa también invitó a salir de uno mismo “para unirse a otros”, algo que solo será posible “si asumimos los sueños de nuestros ancianos y los transformamos en profecía”. 

JORNADA MUNDIAL DE LA VIDA CONSAGRADA - JUEVES 2 DE FEBRERO 2017


Jornada Mundial de la Vida Consagrada





VATICANO, 02 Feb. 17 / (ACI).- Hoy 2 de febrero, Fiesta de la Presentación del Señor, la Iglesia también celebra la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, que este 2017 tiene como lema “Testigos de la esperanza y la alegría”.

El 28 de enero, con su cordial bienvenida a los participantes en la plenaria de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, el Papa Francisco mostró su aprecio por el trabajo que realizan al servicio de la vida consagrada y destacó la importancia de la fidelidad y abandono.

“Si la vida consagrada quiere mantener su misión profética y su fascinación y seguir siendo escuela de fidelidad para los cercanos y los lejanos, debe mantener el frescor y la novedad de la centralidad de Jesús, la atractiva de la espiritualidad y la fuerza de la misión, mostrar la belleza del seguimiento de Cristo e irradiar esperanza y alegría”, expresó el Santo Padre.

Por su parte el presidente de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada, Mons. Vicente Jiménez Zamora, aseguró este es un día para mirar “a la vida consagrada y a cada uno de sus miembros como un don de Dios a la Iglesia y a la humanidad”.


“Juntos damos gracias a Dios por las Órdenes e Institutos religiosos dedicados a la contemplación o a las obras de apostolado, por las Sociedades de vida apostólica, por los Institutos seculares, por el Orden de las vírgenes, por las Nuevas Formas de vida consagrada y por otros grupos de consagrados, como también por todos aquellos que, en el secreto de su corazón, se entregan a Dios con una especial consagración”, recordó.

Aquí algunos datos importantes sobre aquellas personas que decidieron consagrar sus vidas al servicio de Dios.

La vida consagrada está conformada por todos los bautizados que se consagran a Dios a través del rito de profesión o el de consagración de vírgenes. Estos fieles se comprometen a vivir la pobreza, castidad y obediencia, a través de emisión de votos o promesas.

Entre las ramas de la Iglesia Católica que hacen este ofrecimiento se encuentran los institutos de vida contemplativa (varones y mujeres en comunidades claustrales), institutos de vida apostólica (congregaciones religiosas masculinas y femeninas, sociedades de vida apostólica), institutos seculares, orden de las vírgenes consagradas y nuevas formas de vida consagrada.

Según las estadísticas de la Iglesia Católica publicadas en octubre de 2014 por la agencia vaticana Fides, hay en el mundo 1.216 obispos pertenecientes a órdenes religiosas, 134.752 sacerdotes religiosos, 538 diáconos permanentes religiosos, 55.314 religiosos no sacerdotes y 702.529 religiosas.

Asimismo, la Iglesia cuenta con 711 miembros de institutos seculares masculinos y 24.702 miembros de institutos seculares femeninos. Por otro lado el número de seminaristas mayores religiosos es de 48.062 y los seminaristas menores religiosos son 22.749.


En noviembre de 2014 el Papa Francisco, envió una carta apostólica a todos los consagrados para señalar los objetivos del Año de la Vida Consagrada, que se inició el 30 de noviembre del 2014 y que culminó el 2 de febrero del 2016.

El primero fue “mirar el pasado con gratitud” para “tener viva la propia identidad, sin cerrar los ojos a las incoherencias, fruto de las debilidades humanas y quizás también al olvido de algunos aspectos esenciales del carisma”.

El segundo objetivo fue “vivir el presente con pasión”, así como “el Evangelio en plenitud y con espíritu de comunión”. Por último, el tercer objetivo es “abrazar el futuro con esperanza, sin desanimarse por tantas dificultades que se encuentran en la vida consagrada a partir de la crisis vocacional”.