jueves, 12 de enero de 2017

PAPA FRANCISCO: SI HOY MORIMOS, TENEMOS EL CORAZÓN ABIERTO AL SEÑOR?


Papa Francisco: Si hoy morimos, ¿tenemos el corazón abierto al Señor?
Por Miguel Pérez Pichel
Foto L'Osservatore Romano



VATICANO, 12 Ene. 17 / 06:37 am (ACI).- El Papa Francisco reflexionó, en su homilía de la Misa celebrada en la Casa Santa Marta, sobre esta frase de la carta a los hebreos: “Si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones”. El “hoy” y el “corazón” centraron la enseñanza del Santo Padre.

Ese “hoy” del que habla la carta es “nuestra vida”, explicó el Papa. Se trata de un “hoy” “después del cual no habrá un recomenzar, un mañana. Un hoy en el cual hemos recibido el amor de Dios, la promesa de Dios de encontrarlo. Un hoy en el que tenemos la oportunidad de renovar nuestra alianza con la fidelidad de Dios”.


“¿Tenemos el corazón abierto al Señor en nuestro ‘hoy’?”, preguntó. Por eso, el Pontífice resaltó la importancia de rechazar la tentación de dejar las cosas para mañana, “la tentación del mañana que no se hará”.

En este sentido recordó la parábola de las diez vírgenes, cinco de las cuales no habían llevado con ellas el aceite para las lámparas, por lo que tuvieron que salir a comprarlo, y cuando regresaron encontraron la puerta cerrada.

“Esto no lo digo para asustarlos –explicó Francisco–, sino, simplemente para decir que nuestra vida es un hoy: hoy o nunca. Pienso en ello. El mañana será el mañana eterno, sin poniente, con el Señor para siempre, si soy fiel en este hoy. La petición que les hago es la que hace el Espíritu Santo: ‘¿Cómo vivo en este hoy?’”.

En cuanto a la segunda palabra sobre la que reflexionó: el “corazón”, el Papa dijo que con él “encontramos al Señor”.

“En nuestros corazones es donde se juega el ‘hoy’. ¿Está nuestro corazón abierto al Señor? A mí siempre me impresiona cuando encuentro a una persona anciana, muchas veces un sacerdote o una hermana, que me dice: ‘Padre, rece por mi perseverancia final’. ‘Pero has hecho el bien toda la vida, cada día de tu hoy lo has dedicado al servicio en el Señor. ¿De qué tienes miedo?’. ‘No, no. Mi vida no se ha desperdiciado, quiero vivirla plenamente. Rece para que el hoy llegue pleno, con el corazón fuerte en la fe y no arruinado por el pecado, el vicio o la corrupción’”.

“El ‘hoy’ no se repite: la vida es esta. Y el corazón debe estar abierto, abierto al Señor, no cerrado, no duro, no endurecido, no sin fe, no perverso, no seducido por el pecado”.

El Papa se remontó a los tiempos en que Jesús predicaba y puso a los doctores de la ley que perseguían al Señor como ejemplo de personas con el corazón cerrado. “El Señor ha encontrado a muchos con el corazón cerrado: los doctores de la ley, toda aquella gente que lo perseguía, que lo ponía a prueba para condenarlo…, y finalmente lo lograron”.

El Santo Padre pidió mirarse uno mismo y comprobar si estamos abiertos al Señor: “volvamos a casa con esas dos palabras. ¿Cómo es mi hoy? Nuestra puesta de sol puede producirse hoy mismo, este día, o dentro de muchos días. Pero, ¿cómo es mi hoy en la presencia del Señor?”.


“¿Cómo está mi corazón? ¿Permanece abierto? ¿Permanece firme en la fe? ¿Se deja conducir por el amor del Señor? Con estas dos preguntas pedimos al Señor la gracia de la cual cada uno de nosotros estamos necesitados”, cuestionó finalmente.

Evangelio comentado por el Papa en su homilía:

Marcos 1:40-45
40 Se le acerca un leproso suplicándole y, puesto de rodillas, le dice: «Si quieres, puedes limpiarme.»
41 Compadecido de él, extendió su mano, le tocó y le dijo: «Quiero; queda limpio.»
42 Y al instante, le desapareció la lepra y quedó limpio.
43 Le despidió al instante prohibiéndole severamente:
44 «Mira, no digas nada a nadie, sino vete, muéstrate al sacerdote y haz por tu purificación la ofrenda que prescribió Moisés para que les sirva de testimonio.»
45 Pero él, así que se fue, se puso a pregonar con entusiasmo y a divulgar la noticia, de modo que ya no podía Jesús presentarse en público en ninguna ciudad, sino que se quedaba a las afueras, en lugares solitarios. Y acudían a él de todas partes.

PAPA FRANCISCO: ME DOLIÓ ESCUCHAR A UNA MUJER QUE ABORTÓ POR CUIDAR SU FIGURA

Papa Francisco: Me dolió en el alma escuchar que una mujer abortó para cuidar su figura
Por Álvaro de Juana



VATICANO, 11 Ene. 17 / 06:06 am (ACI).- En la Audiencia General de este miércoles en el Aula Pablo VI del Vaticano, el Papa Francisco alertó de los falsos ídolos que engañan y roban la esperanza, y puso un ejemplo que, confesó, “me dolió en el alma” y está relacionado con el aborto.

“Las ideologías con sus pretensiones de absoluto, las riquezas –y este es un gran ídolo–, el poder y el éxito, la vanidad, con sus ilusiones de eternidad y de omnipotencia, los valores como la belleza física y la salud, cuando se convierten en ídolos a los cuales sacrificar cada cosa, son todas realidades que confunden la mente y el corazón, y en vez de favorecer la vida la conducen a la muerte”, dijo durante la catequesis.


A continuación, hizo una dura revelación: “Y es muy feo escuchar y me dolió en el alma aquello que una vez, hace años, he escuchado, en la otra diócesis: una mujer, una buena mujer, muy bella, era muy bonita y se vanagloriaba de su belleza, comentaba, como si fuera natural: ‘He debido abortar para que mi figura es muy importante’. Estos son los ídolos, y te llevan por el camino equivocado y no te dan la felicidad”.

El Papa Francisco utilizó también otra anécdota para subrayar aún más lo “engañoso” e “impotente” de los ídolos, esta vez con una vivencia personal sobre adivinadores y echadores de cartas.

PAPA FRANCISCO CRITICA LOS ÍDOLOS QUE DAN FALSAS ESPERANZAS


Papa Francisco critica los ídolos que dan falsas esperanzas y llevan a la muerte
Por Álvaro de Juana
Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa




VATICANO, 11 Ene. 17 / 04:24 am (ACI).- En la catequesis de la Audiencia General de este miércoles, el Papa Francisco criticó con dureza las “falsas esperanzas” que ofrecen algunos ídolos y que “en lugar de favorecer la vida conducen a la muerte”.

De nuevo ofreció una nueva catequesis sobre la esperanza cristiana y por eso nada más comenzar aseguró que “esperar es una necesidad primaria del hombre: esperar en el futuro, creer en la vida, el considerado ‘pensar positivo’. Pero es importante que esta esperanza sea puesta en aquello que verdaderamente puede ayudar a vivir y a dar sentido a nuestra existencia”.

“Por eso la Sagrada Escritura nos pone en alerta contra las falsas esperanzas que el mundo nos representa, desenmascarando su inutilidad y mostrando su insensatez”.

Francisco aseguró que esto lo hace de varias maneras, entre ellas “denunciando la falsedad de los ídolos en los que el hombre es continuamente tentado de poner su confianza”.

Así, a veces “el hombre experimenta la fragilidad de esa confianza y siente la necesidad de certezas diversas, de seguridades tangibles, concretas” y entonces ”estamos tentados a buscar consuelo también en lo efímero, en lo que parece que van a llenar el vacío de soledad y calmar el cansancio de creer”.

El Papa denunció que la confianza “pensamos ponerla en la seguridad que puede dar el dinero, en las alianzas con los potentes, en la mundanidad, en las falsas ideologías”.

Para explicarlo mejor, el Pontífice comentó el salmo 115 que precisamente denuncia los falsos ídolos que se hace el hombre. Pidió entender que también son ídolos “cuando nos fiamos de realidades limitadas que transformamos en absolutas, o cuando reducimos a Dios a nuestros esquemas y nuestras ideas de divinidad; un Dios que se nos asemeja, es comprensible, previsible, como los ídolos de los que habla el salmo”.

“El hombre, imagen de Dios, se fabrica un dios a su propia imagen, y también una imagen mal hecha: no siente, no actúa, y sobre todo no puede hablar”.

Es más, “las ideologías con su pretensión de lo absoluto, de las riquezas, el poder o el éxito, con su ilusión de eternidad o de omnipotencia, valores como la belleza física y la salud, cuando se convierten ídolos a los que sacrificar cada cosa, son todas realidades que confunden la mente y el corazón”.

El Papa aseguró por tanto que “quien pone la esperanza en los ídolos se convierte en uno de ellos: imágenes vacías con manos que no tocan, pies que no caminan, bocas que no pueden hablar”.


“No se tiene nada que decir, uno se convierte en incapaz de ayudar, cambiar las cosas, sonreír, donarse, amar”.

Francisco alertó también de que los católicos no están exentos de “este riesgo” cuando “nos mundanizamos”. “Se necesita permanecer en el mundo pero defenderse de las ilusiones del mundo”, añadió.

Por último, invitó a confiar en el Señor porque así “uno se hace como Él, su bendición nos transforma en sus hijos, que comparten su vida”. “La esperanza en Dios nos hace entrar, por así decir, en el radio de acción de su recuerdo, de su memoria que nos bendice y nos salva”. 

martes, 10 de enero de 2017

3 PILARES DE LA AUTORIDAD DE JESÚS EXPLICADOS POR EL PAPA FRANCISCO


3 pilares de la autoridad de Jesús explicados por el Papa Francisco
Por Miguel Pérez Pichel y Walter Sánchez Silva
Foto L'Osservatore Romano



VATICANO, 10 Ene. 17 / 06:35 am (ACI).- En su homilía en la Misa celebrada esta mañana en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco explicó cuáles eran los pilares sobre los que se sostiene la autoridad de Jesús: su actitud de servicio a las personas, su cercanía al pueblo y su coherencia.

Estas características de Jesús, dijo el Papa, se contraponían a la actitud de los fariseos y doctores de la ley, que carecían de autoridad ante el pueblo precisamente por su comportamiento hipócrita y principesco.


1.- El servicio

Según informa Radio Vaticana, en su homilía el Santo Padre explicó que “Jesús servía a la gente, explicaba las cosas de forma que la gente las entendiera bien. Estaba al servicio de las personas. Tenía una actitud de servidor, y eso le daba autoridad”.

“Por el contrario, las personas escuchaban y respetaban a los doctores de la ley, pero no sentían que tuvieran autoridad sobre ellos, porque tenían unas maneras de príncipes: ‘Nosotros somos los maestros, los príncipes, y nosotros les enseñamos a ustedes. No somos sus servidores: nosotros mandamos, ustedes obedecen’. Jesús nunca se hizo pasar por un príncipe, siempre era el servidor de todos, y esto es lo que le daba autoridad”.


2.- La cercanía

El Pontífice destacó que “Jesús no tenía alergia a la gente: tocaba a los leprosos, a los enfermos…, no le producía rechazo”. Por el contrario, los fariseos despreciaban a “la pobre gente ignorante”.

Estos fariseos y doctores de la ley “estaban apartados de la gente, no eran cercanos a las personas; Jesús permanecía cercano a la gente, y eso le daba autoridad. Aquellos doctores tenían una autoridad clerical, es decir, su autoridad se basaba en el clericalismo”.

Francisco se refirió luego al ejemplo de uno de sus predecesores: “me gusta mucho cuando leo la cercanía con la gente que mostraba el Beato Pablo VI. En el número 48 de Evangelli Nuntiandi se muestra el corazón del pastor cercano: esa era la autoridad de aquel Papa, la cercanía”.

La Evangelii Nuntiandi es una exhortación apostólica de 1975, escrita por el Papa Pablo VI, sobre la evangelización en el mundo contemporáneo, que mantiene su vigencia hasta hoy.

En el número 48 de este documento, el Papa Pablo VI hace una aguda reflexión sobre la religiosidad popular y sus expresiones, explicando también su importancia y desafíos.

Pablo VI señala, entre otras cosas, que “hay que ser sensible a ella, saber percibir sus dimensiones interiores y sus valores innegables, estar dispuesto a ayudarla a superar sus riesgos de desviación. Bien orientada, esta religiosidad popular puede ser cada vez más, para nuestras masas populares, un verdadero encuentro con Dios en Jesucristo”.

3.- La coherencia


Por último, el Papa Francisco contrapuso la coherencia de Jesús con la hipocresía de los fariseos: “Jesús vivía aquello que predicaba. Era como una unidad, una armonía que hacía lo que pensaba y mostraba una armonía plena entre aquello que pensaba, sentía y hacía”.

“En cambio -prosiguió el Pontífice- los fariseos y doctores no eran coherentes, y su personalidad estaba dividida hasta el punto de que Jesús recomienda a sus discípulos: ‘Haced lo que os dicen, pero no lo que hacen’. Les recomienda eso porque decían una cosa y hacían otra. ¡Incoherencia! Eran incoherentes”.

“Y el adjetivo que Jesús les dedica tantas veces es el de hipócritas. ¡Y se entiende que uno que se considera príncipe, que tiene una actitud clerical, que es un hipócrita, no tiene autoridad! Y esta otra, la de Jesús, es la autoridad que reconoce el pueblo de Dios”, subrayó Francisco.

Evangelio comentado por el Papa Francisco en su homilía:

Marcos 1:21-28
21 Llegan a Cafarnaúm. Al llegar el sábado entró en la sinagoga y se puso a enseñar.
22 Y quedaban asombrados de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.
23 Había precisamente en su sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se puso a gritar:
24 «¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de Dios.»
25 Jesús, entonces, le conminó diciendo: «Cállate y sal de él.»
26 Y agitándole violentamente el espíritu inmundo, dio un fuerte grito y salió de él.
27 Todos quedaron pasmados de tal manera que se preguntaban unos a otros: «¿Qué es esto? ¡Una doctrina nueva, expuesta con autoridad! Manda hasta a los espíritus inmundos y le obedecen.»
28 Bien pronto su fama se extendió por todas partes, en toda la región de Galilea.

INTENCIONES DE ORACIÓN DEL PAPA, MES DE ENERO 2017

PAPA FRANCISCO CONDENA LOCURA HOMICIDA DEL TERRORISMO


Papa Francisco condena locura homicida del terrorismo: Nunca matar en nombre de Dios
Por Miguel Pérez Pichel
 Foto referencial ACI Prensa



VATICANO, 09 Ene. 17 / 07:32 am (ACI).- El Papa Francisco condenó el uso del nombre de Dios por parte de los terroristas y alentó a los líderes del mundo a hacer frente a esta “locura homicida”. Así lo indicó el Pontífice ante el Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede al comienzo del nuevo año 2017 en su tradicional discurso sobre el estado del mundo.

Representantes diplomáticos de los 128 Estados con relaciones diplomáticas con la Santa Sede, se reunieron con el Pontífice en la Sala Regia del Palacio Apostólico del Vaticano.

El Santo Padre dedicó su discurso dirigido a los embajadores a reflexionar sobre el tema de la seguridad y la paz.

El Papa recordó que, cien años después de la Primera Guerra Mundial, “muchas zonas del mundo pueden decir que se han beneficiado de prolongados períodos de paz”. Sin embargo, al mismo tiempo, “millones de personas viven hoy en medio de conflictos insensatos”.

El Papa recordó y lamentó las situaciones de violencia, guerra, hambre y desestabilidad en diferentes partes del planeta, en concreto habló de Siria, Irak, Yemen, Libia, Sudán, Sudán del Sur, República Centroafricana, Myanmar, o República Democrática del Congo, países azotados por guerras y violencias sectarias.

También pidió abrir caminos de diálogo en Venezuela para hacer frente a la crisis política, social y económica que afecta a la población, y un nuevo esfuerzo para que se reanude el diálogo entre israelíes y palestinos.

Para el Pontífice, es prioritario un mayor esfuerzo en el control del tráfico de armas, responsable de muchos de los conflictos que azotan a la población mundial.

Al mismo tiempo, reconoció los importantes pasos hacia la reconciliación que se han dado en otros lugares del planeta. En concreto citó el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos, o los esfuerzos para poner fin al conflicto que desde hace años golpea a Colombia.

Condena al terrorismo

El Papa Francisco condenó la utilización del nombre de Dios para justificar la violencia y el asesinato: “se trata de una locura homicida que usa el nombre de Dios para sembrar muerte, intentando afirmar una voluntad de dominio y de poder”.

Afirmó que “para los cristianos, la paz es un don del Señor”, y manifestó “la viva convicción de que toda expresión religiosa está llamada a promover la paz”.

El Pontífice lamentó la utilización que algunos grupos terroristas hacen del sentimiento religioso para extender sus objetivos criminales: “desgraciadamente, somos conscientes de que todavía hoy, la experiencia religiosa, en lugar de abrirnos a los demás, puede ser utilizada a veces como pretexto para cerrazones, marginaciones y violencias. Me refiero en particular al terrorismo de matriz fundamentalista, que en el año pasado ha segado la vida de numerosas víctimas en todo el mundo”.

En este contexto, el Santo Padre realizó un llamado concreto a todas las autoridades religiosas del mundo, “para que unidos reafirmen con fuerza que nunca se puede matar en nombre de Dios”.

Además, añadió: “El terrorismo fundamentalista es fruto de una grave miseria espiritual, vinculada también a menudo a una considerable pobreza social. Sólo podrá ser plenamente vencido con la acción común de los líderes religiosos y políticos”.

Migrantes y refugiados

Por otra parte, llamó a una cultura de misericordia que favorezca un mayor compromiso con los que se ven obligados a huir de sus hogares: “No se puede de ningún modo reducir la actual crisis dramática a un simple recuento numérico. Los inmigrantes son personas con nombres, historias y familias”.

“Es necesario un compromiso común en favor de los inmigrantes, los refugiados y los desplazados, que haga posible el darles una acogida digna”. El Papa recordó el derecho de cada hombre a emigrar, pero también la importancia de que los inmigrantes se integren “en los tejidos sociales en los que se insertan, sin que éstos sientan amenazada su seguridad, su identidad cultural y sus propios equilibrios políticos y sociales”.

“Los mismos inmigrantes no deben olvidar que tienen el deber de respetar las leyes, la cultura y las tradiciones de los países que los acogen”, indicó.

El Obispo de Roma llamó a una mayor implicación de la comunidad internacional en la solución de la crisis migratoria, porque “el problema de la inmigración es un tema que no puede dejar indiferentes a algunos países mientras que otros sobrellevan, a menudo con un esfuerzo considerable y graves dificultades, el compromiso humanitario de hacer frente a una emergencia que no parece tener fin. Todos deberían sentirse constructores y corresponsables del bien común internacional”.

En concreto, tuvo palabras de agradecimiento para Italia, Alemania, Grecia y Suecia por su generosa acogida de los refugiados, sin olvidar a otros países Europeos, o de Oriente Medio, como Líbano, Jordania y Turquía.

Infancia

Otro punto destacado por el Papa en su discurso fue el de la infancia y los jóvenes. El Pontífice exhortó a reducir la pobreza que afecta, de forma especial a los niños, muchos de los cuales “aún sufren por causa de una pobreza endémica y viven en situaciones de inseguridad alimentaria, más bien de hambre”.


Denunció la ávida explotación de los recursos naturales por parte de unos pocos, “desperdiciándose cada día enormes cantidades de alimentos” e hizo hincapié en la obligación que tienen las autoridades públicas de estimular y fomentar el desarrollo “creando las condiciones para una distribución más equitativa de los recursos e incentivando oportunidades de trabajo, sobre todo para los más jóvenes”.

“Los niños y los jóvenes son el futuro, se trabaja y se construye para ellos. No podemos descuidarlos y olvidarlos egoístamente”.

Por esta razón, prosiguió, “como he advertido recientemente en una carta enviada a todos los obispos, considero prioritaria la defensa de los niños, cuya inocencia ha sido frecuentemente rota bajo el peso de la explotación, del trabajo clandestino y esclavo, de la prostitución o de los abusos de los adultos, de los pandilleros y de los mercaderes de muerte”.

Francisco tuvo unas palabras de recuerdo para “los chicos y chicas que sufren las consecuencias del terrible conflicto en Siria, privados de la alegría de la infancia y de la juventud: desde la posibilidad de jugar libremente a la oportunidad de ir a la escuela. A ellos, y a todo el querido pueblo sirio, dirijo constantemente mi pensamiento”.

Paz: don, desafío y compromiso

En su discurso, el Santo Padre resaltó que “la paz es un don, un desafío y un compromiso. Un don porque brota del corazón de Dios; un desafío, porque es un bien que no se da nunca por descontado y debe ser conquistado continuamente; un compromiso, ya que requiere el trabajo apasionado de toda persona de buena voluntad para buscarla y construirla”.

“No existe, por tanto, la verdadera paz si no se parte de una visión del hombre que sepa promover su desarrollo integral, teniendo en cuenta su dignidad trascendente, ya que «el desarrollo es el nuevo nombre de la paz», como recordaba el Beato Pablo VI. Por tanto, este es mi deseo para el próximo año: que crezcan en nuestros países y sus pueblos las oportunidades para trabajar juntos y construir una paz verdadera”.

El Pontífice indicó que “la Santa Sede, y en particular la Secretaría de Estado, estarán siempre dispuestas a cooperar con todos los que trabajan para poner fin a los conflictos abiertos y para dar apoyo y esperanza a las poblaciones que sufren”.

“En la liturgia pronunciamos el saludo ‘la paz esté con vosotros’. Con esta expresión, prenda de abundantes bendiciones divinas, les renuevo a ustedes, distinguidos miembros del cuerpo diplomático, a sus familias, a los países que representan, mis mejores deseos para el Año Nuevo”, concluyó.

LA IGLESIA PUEDE CORREGIR AL PAPA FRANCISCO?


¿La Iglesia puede corregir al Papa? El Padre Fortea responde
Por David Ramos
Daniel Ibañez / ACI Prensa.



REDACCIÓN CENTRAL, 09 Ene. 17 / 01:19 pm (ACI).- En dos textos recientemente publicados en su blog, el famoso teólogo español José Antonio Fortea analiza y da respuesta a la inquietud: ¿La Iglesia, los obispos o los laicos pueden corregir al Papa?

El P. Fortea subraya que “la relación entre el papado y los obispos en la custodia de la Verdad es de armonía. Como en un sistema solar en el que cada astro tiene su órbita propia, pero todos se interrelacionan”.

“Ahora bien, si tras veinte siglos algo ha quedado claro es que el Papa no puede ser juzgado por nadie, ni siquiera por el concilio universal”, señala.

“La Iglesia no puede sentenciar nada contra el sucesor de Pedro”, precisa el P. Fortea, e indica que si bien “todo miembro de la Iglesia puede dirigirse al Papa en privado y hacerle notar lo que desee. Pero públicamente, cuando nos dirigimos a él, debemos recordar que es Vicario de Cristo, el dulce Cristo en la tierra, el garante último de la ortodoxia”.

El sacerdote español hace una comparación con el derecho constitucional de los estados, en donde solo existe una máxima instancia que resuelve de forma “vinculante e inapelable”.

“Este principio del derecho acerca de que solo puede haber un Tribunal Supremo vale para un Estado y para el Reino de Dios sobre la tierra. Dios que todo lo hace con tanta sabiduría ¿no estableció tal principio en su Iglesia? Evidentemente, sí: Prima Sedes a nemine iudicatur, la Primera Sede no es juzgada por nadie”, señala.

“La Iglesia no puede corregir al Papa, porque los fieles no pueden hablar por sí mismos formando un coro unánime y perfecto. Porque un cuerpo habla por su cabeza, y la cabeza es el Papa”.

El P. Fortea subraya además que “sería falso decir que el pueblo fiel habla a través de sus obispos, porque los obispos no representan a sus rebaños. Lo repito: el obispo no representa a sus fieles”.

Sobre quienes podrían decir que el concilio universal podría corregir al Santo Padre, el P. Fortea destaca que este “no está por encima del Papa”.

“Algunos afirman: el Papa puede ser hereje. Eso no es posible. Pero es que si lo fuera ¿quién declara hereje a un Papa? La Iglesia no, porque no tiene una voz. Unos cuantos obispos, no. El concilio universal, no. ¿Quién por tanto? ¿Los ángeles del cielo? ¿Una voz que habla desde el cielo? ¿Los blogs de la blogosfera?”.

El teólogo español recuerda que “los cardenales durante la sede vacante se reúnen en un lugar del mundo, oran, dialogan, se escuchan, piden la iluminación del cielo: una vez elegido el Vicario de Cristo ya no hay marcha atrás. ¿Creemos que existe Dios o no? Hay cosas que dependen de Dios, no de los estamentos inferiores”.

“No hace falta repetir que creo que el Papa puede equivocarse siempre que no hable ex cathedra” (NdR: Se dice que el Papa habla ex cathedra y es infalible cuando, en virtud de su suprema autoridad apostólica, define una doctrina concerniente a la fe o a la moral).

El sacerdote español indica que “el Papa puede ser incluso deleznable: pero no puede ser públicamente corregido. No puede hacerse tal cosa sin quebrantar algo tan sacro como el Ordo Ecclesiae” (orden de la Iglesia), advierte.


Al finalizar, el P. Fortea señala que de corregir públicamente al Papa “se juega con fuego y después las cosas se van de las manos. Al final, por querer defender la ortodoxia, se provoca un daño que, a la postre, es mayor”.

Puede leer los dos posts del P. José Antonio Fortea en estos enlaces:

http://blogdelpadrefortea.blogspot.pe/2017/01/puede-la-iglesia-corregir-al-papa.html

http://blogdelpadrefortea.blogspot.pe/2017/01/puede-la-iglesia-corregir-al-papa_9.html